sábado, 27 de noviembre de 2010

Paul Krugman: Un AJUSTE de sinceridad



El compañero Gastón R. nos envía esta contibución, sobre la posición del economista norteamericano frente a la iniciativa de la reserva federal de inyectar u$s 600 mil millones durante 2011.

Antes de seguir con una crítica a los pronósticos y propuestas de Paul Krugman sobre el futuro de la economía de USA y la crisis mundial, no podemos dejar de lado, el fuerte sacudón que generó la caída del Tigre Celta, un gran crack que esta haciendo temblar a toda Europa. Ahí vemos nuevamente a los bomberos del FMI acudir al rescate, o mejor dicho, al rescate de los bancos Alemanes y Frances comprometidos por los créditos ortogados al país que supo ser presentado como otro gran milagro del capitalismo... y van??? Más ayuda a cambio de un ajuste de gasto público al mejor estilo Cavallo en la Alianza... o a los ministros de economía de Inglaterra, Portugal, España, Grecia, Italia, por nombrar a los mejores alumnos del ajuste neoliberal que se puso de moda en Europa.



Del otro lado del Atlánico, volvemos a una de las últimas recetas, la QE, una medida que como comentámos en el último post, se propone inundar el mundo de dólar y perpermitir a USA recuperar su competitivad, a costa de devaluar el dólar frente al Euro y el Yuan, las principales monedas competidoras en el mercado mundial. Hace unos días llegó la alerta de Krugman sobre un posible fracaso de la QE. ¿Habrá recapasitado del carácter liberal/agresivo de esta medida? ¿Querrá evitar la guerra de monedas? Por su respuesta, todo lo contrario. Krugman alerta que la economía de USA se encuentra en una gran trampa de liquidez (leasé: exceso de dinero disponible para invertir, gastar, pero que los empresarios no lo hacen ya que la tasa de ganancia esperada es muy baja, prefieren esperar, y ver... y los bancos repletos de dinero son como zombies), es por este motivo, que hace falta convencer a los inversores de que la emisión monetaria, la QE, será tan grande que despertará un proceso inflacionario. Ud. se preguntará, ¿Cómo se puede lograr esto? Acaso las economías de USA y Europa, ¿No atraviesan presiones deflacionarias? Si, y la perspectiva deflacionaria es aceptada por todo el establishment financiero (y por el propio Krugman), por eso, exige una fuerte emisión para lograr un efecto contracíclico, que a través de la inflación, despeje toda duda de que la economía bajará la tasas de interés de la largo plazo y así los "animals spiritis" de los empresarios encontrarán un cuerpo en el cual invertir y reactivar la economía, sentirse realizados y así devolver a la vida al capitalismo.



La receta inflacionaria, aparecería como contrapuesta a los ajustes deflacionarios, de recorte de salarios y gastos público, despidos, aumento de la edad jubilatoria, aumento de las matriculas universitarias, el "combo" clásico liberal o neoliberal, como lo prefiera el consumidor. Sin embargo, la inflación es un mecanismo de ajuste, aunque puede generar ilusión monetaria, tal como vemos en el caso argentino, en el cual los aumentos de salarios quedan por detrás de la inflación... Este mecanismo, apunta al fondo de la cuestión que opera en detras de escena en la crisis mundial, nos referimos a la caída de la tasa de ganancia a partir del estallido de la burbuja especulativa en 2007, y la necesidad de recuperarla, a como de lugar.



La inflación haría el trabajo sucio, al igual que el ajuste, la inflación quitaría poder de compra a los salarios, jubilaciones, licuaría las deudas de los capitalistas, y así permitiría reducir costos, aumentar precios, e ir recuperando las ganancias... (y el desequilibrio de cuenta corriente de USA? una fuerte caída del consumo interno sería la solución, dejar de ser el consumidor de última instnacia, la inflación se encargaría de ello comiendo el poder adquisitivo de los salarios). La caída de la tasa de ganancia, su débil recuperación, es la madre de la crisis de expectativas... cuestión que Krugman no menciona, se queda en el análisis macro (o mejor dicho, micro, en los cuales la tasa de ganancia, es una variable fantasma, ni siquierda exógena como dicen los neoclásicos). En su reciente paso y almuerzo con los grandes empresarios del grupo de los 7 de Argentina, Krugman nos dejó en claro que la inflación no traera consecuencias dramáticas... (¿habrá estado Moyano en la mesa...? "un poquito de inflación no viene mal" aconseja del lider de los gordos) y que la Argentina está mejor que otros países. Este no fue un simple agradecimiento al segurmante exquisito plato de pollo y vino torrentes que le fue servido, es que las ganancias empresariales no paran de crecer y se ubican en un piso más alto que en los '90..., en la sobremesa aseguran no se habló de los trabajadores no registrados que representan el 36% de los asalariados y son los que siguen a la espera de la redistribución oficial y ellos no sufren de ilusión monetaria...



Volviendo a la convulsionada economía de USA, la QE puede fracasar, ya sea porque el proceso deflacionario se consolida o USA aplica el plan de ajuste sugerido por los republicanos, eso esta por verse. Lo que comienza a ser una realidad cada vez más palpable, es el sinceramiento de Krugman, a quien cada vez más le cuesta ocultar, que las contradicciones estructurales que dieron origen a la crisis, el gran problema de la caída de la tasa de ganancias, el cuerpo y alma de los capitalistas y su sistema, exigen medidas drásticas, medidas antipopulares, dejando cada vez más en los manuales las recetas keynesianas de edulcorar el transcurso de la crisis y alejar el horizonte convulsivo del ajuste... Se hace cada vez más dificil seguir aconsejando reformas al sistema, aumento del gasto público... Los keynesianos del siglo XXI tienen que empezar a masticar las recetas del ajuste...
El temor comienza a rondar en sus mentes, el escenario menos deseado, las repuestas de masas respondiendo a la crisis, las revueltas y las revoluciones. Por suerte, éstas también empiezan a sincerarse, como vemos en los estudiantes que se movilizan por miles en Inglaterra, Italia, Francia y también en los trabajadores que vuelven a la huelga general, como en Portugal luego de 22 años.
Apostamos a la organización que en el futuro nos permita gritar victoria junto a los miles de trabajadores y estudiantes, pobres y desocupados que desaten sus espirutus de lucha revolucionaria (y que no estemos todos muertos, como desean los Keynesianos y también los liberales), la historia nos comienza a abrir una puerta.



























Agregamos un comentario a la contribución del compañero: la expectativa de que la inflación pudiera alterar la situación depresiva de la economía norteamericana, obligando a gastar a los que tienen dinero para evitar su desvalorización, se parece bastante a magia vudú. Muestra la bancarrota y el desconcierto de los que hace sólo dos años brillaban en lo más alto del firmamento de la mano de "la vuelta del Estado a la economía" supuestamente para resolver los desaguisados de la oligarquía financiera. El Estado intervino, pero sin tocar ni en lo más mínimo las regulaciones que benefician a la banca. A dos años, el único resultado visible de la intervención es una explosión del endeudamiento del Estado; el jaqueo de los republicanos para bajar el gasto anuncia un rápido abandono del experimento.

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