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viernes, 8 de agosto de 2014

SMATA y automotrices, una sociedad íntima que produce ganancias sin freno

La quinta jornada nacional de lucha impulsada contra los despidos y suspensiones en Lear que se desarrolló hoy, estuvo precedida por el anuncio de la autopartista yanqui de que cerrará sus puertas por quince días como parte de la resistencia que viene haciendo a permitir el reingreso de los delegados, resolución adoptada -con una parsimonia exasperante- por el Ministerio de trabajo después de un mes de negativa de la empresa a permitir el ingreso de los mismos, y veinte días después de la asamblea trucha del SMATA donde la lista Verde buscó destituir a los delegados de la lista Celeste. 
En la jornada de hoy, el gobierno volvió a mostrar que, cuando de laburantes de este gremio se trata, no tiene ningún prurito en arrojar todo el peso de las fuerzas represivas. Con el agregado de que en esta ocasión detuvieron a la nieta restituida Victoria Moyano. Esto ocurría en el mismo momento en el que Guido Carlotto daba la primer conferencia de prensa después de que se conociera que es nieto de Estela de Carlotto. Junto a ella fueron detenidos el presidente del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos, Guillo Pistonesi, al legislador electo por el Frente de Izquierda de la Ciudad de Buenos Aires, Patricio del Corro, y a la docente de la UBA investigadora del CONICET y luchadora por los derechos de la Mujer en la agrupación Pan y Rosas, María Chaves.
La heroica lucha de los trabajadores de Lear enfrenta a la Santa Alianza de patrones, burocracia sindical y gobierno "nac & pop". Desde el comienzo fue evidente que el enconado ataque se debe a la urgencia por barrer al activismo y la izquierda de este sector, donde la conducción del SMATA y las grandes automotrices y autopartistas están acostumbradas a hacer y deshacer a su antojo, con aval del gobierno, y no están dispuestos a permitir que la lucha obrera afecte las conquistas patronales en las condiciones laborales (ultraflexibilizadas aunque esto vaya acompañado de sueldos comparativamente altos).
En Ideas de Izquierda 12 ponemos la lupa sobre las transformaciones recientes ocurridas en el entramado automotriz y aupartista, que han redundado en "Ganancias sin freno" para los principales actores de la cadena acompañadas de un abatimiento de los costos laborales al mismo tiempo que de una intensificación de los ritmos de trabajo. Esta reorganización del sector fue acompañada por la introducción de numerosos cambios en los convenios laborales, que agravaron la inestabilidad laboral y facilitaron los ajustes en las horas trabajadas y en los salarios brutos pagados según los vaivenes del mercado y la producción. La conducción del SMATA se mostró pionera en el "noventismo" laboral, como analizamos en "Sirviendo al capital". 
Desde el lunes la revista se consigue en los quioscos de CABA y GBA, y también en El Instituto del Pensamiento Socialista Karl Marx (Riobamba 144 - CABA). En la semana llega al resto del país (también se consigue en quioscos, averiguar por FB).

miércoles, 23 de julio de 2014

Lear: "sin los delegados, no funciona la fábrica"

Arrancó con todo la tercera jornada nacional de lucha contra los despidos en Lear. Los medios destacaron especialmente la inventiva desplegada nuevamente por los trabajadores para bloquear la Panamericana a pesar del despliegue de fuerzas de gendarmería para impedirlo. Medio centenar de autos se apostó en medio de la autopista. El "ingenio popular pudo más que la gendarmería", señalaba Canal 26, mientras Clarín informa sobre Un insólito piquete con autos sobre la Panamericana



Mientras los medios posaban la atención en el corte, que continuaría con una caravana de cientos de vehículos que se dirigiría en primer lugar hacia EMFER (donde los trabajadores denuncian 40 despidos) por la unidad de las luchas, cerca de Lear (frente a las puertas de la planta de Volkswagen) se libraba otro duro combate contra en intento de la burocracia del SMATA y la patronal de la multinacional autopartista de poner la fábrica en funcionamiento, sin los delegados de la comisión interna, que la patronal no deja ingresar a la planta y cuya destitución hizo votar la conducción del sindicato (la Verde) el jueves último, en una “asamblea sin debate”. La patronal y la Verde retuvieron por la fuerza a los trabajadores no despedidos, subidos a 9 micros esperando que despejara el piquete en la fábrica para hacerlos entrar. Pero su maniobra fue desbaratada. Bajo la consigna "sin los delegados, no funciona la fábrica", decenas de autos bloquearon el paso de los micros, evitando que estos pudieran llegar a la fábrica. Desde adentro de los micros, numerosos trabajadores que simpatizan con los despedidos y los delegados atacados por la Verde, protestaban airadamente contra los Verdes que buscaban retenerlos en los micros, y exigían que les abrieran las puertas para no entrar a trabajar. Luego de más de dos horas el SMATA debió resignarse a abrir las puertas de los micros, liberar a los obreros y la planta no funcionó.


La jornada nacional contó con actividades en Neuquén, Rosario, Córdoba, Jujuy, Bahía Blanca.
Desde la fábrica, la caravana se dirige hacia el Ministerio de Trabajo donde los delegados reclaman el derecho a participar de la reunión por el conflicto. A las 16 culminarán con un acto en el Obelisco.


Ante la acción concertada de la patronal, el sindicato y el gobierno, que coinciden en la urgencia por sacar a la izquierda y cortar de cuajo todo activismo de base en este sector industrial "estratégico" que el Estado protege y financia con miles de millones de pesos, la jornada de hoy es una muestra más de una gran iniciativa e inventiva para torcerles el brazo, apostando a una amplia solidaridad que se plasma en iniciativas de apoyo en todo el país. Junto a esto, la acción totalitaria del SMATA ha sido ampliamente difundida y repudiada.


Cobertura completa de la jornada nacional por Lear, acá.

martes, 24 de junio de 2014

ProCreAUTO: estímulo para las empresas, mientras sigue el ajuste sobre los trabajadores

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Esteban Mercatante y Gastón Ramírez 
En el día de ayer, el gobierno lanzó el plan ProCreAUTO con el objetivo de estimular las ventas en el sector automotriz. Esta industria viene en fuerte caída, ya desde fines de 2013. De acuerdo con las estadísticas de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), en los primeros cinco meses de este año la fabricación de vehículos nuevos cayó 22% y la venta a concesionarios bajó 32% respecto al mismo período del año anterior. 
Los créditos de ProCreAuto serán por tres meses y tendrán un plazo de repago de hasta 60 meses en cuotras fijas, a una tasa del 17% para clientes del Banco Nación y el 19,2% para no clientes, y la cuota podrá alcanzar hasta un 30% del ingreso mensual. 
Aunque la tasa configura una línea de crédito a tasa muy baja, bien por debajo de los créditos que el mismo Banco Nación venía ofreciendo con el préstamo Nación Mi Auto (que financia hasta el 50% en autos usados y hasta 80% en 0km, por 18 meses con tasas de interés de hasta el 29% anual), la contracara no menor, es que los precios de los autos cargan importantes aumentos, que el gobierno valida en los hechos al estimular las compras con estos niveles de precios. 
Aunque la Ministra de Industria Débora Giorgi utilizó una retórica dura contra las empresas, llegando a decir que “Se pegaron un tiro en los pies” al aumentar "excesivamente" los precios a principios de año y demonizar el impuesto contra los vehículos de alta gama, el plan convalida buena parte de los "excesivos" aumentos de precios. Mientras que los autos llegaron a aumentar hasta un 30% desde enero, según Giorgi los autos incluidos en el plan incorporan rebajas en los precios de entre 3% y 13%. Si buena parte del hundimiento del sector automotriz se debe a la voracidad de los empresarios para aprovechar el mercado cautivo local dando un zarpazo en el río revuelto que generó la fuerte devaluación promovida por el gobierno, ahora el gobierno estimula las compras "exigiéndoles" apenas una moderada baja en los precios. Hace unos días, la Ministra Giorgi había planteado que deberían disminuir un 10%, lo cual ya de por sí era poco. Los anuncios de ayer promedian una caída de apenas el 5% en los precios de 26 modelos. Por eso, aunque desde el sector no se privaron de señalar las insuficiencias del plan, es un premio para los remarcadores compulsivos. 
Cristina miente cuando dice que es una ventaja este plan para los trabajadores que van a pagar cuotas fijas como el año pasado y van a contar con salarios un 30% superior este año. Las paritarias por ahora no alcanzan el 30% en promedio y la inflación ronda el 40% anual, por consiguiente, el poder adquisitivo del salario sigue a la baja y las posibilidades de comparar autos son menores. El ajuste sigue en pie. Este nuevo regalo a la industria, que arrastra una baja en la producción respecto a un año record como fue el 2013, le podría permitir incrementar en al menos 50.000 unidades la producción y subir un 10% su facturación, superando las 660.000 unidades previstas para este año. 
Esta política oficial de ayuda a una industria que puede mostrar números de producción récord gracias a los numerosos estímulos y protecciones estatales que permitieron su crecimiento, tiene como correlato una política dura hacia los trabajadores. Hemos visto como la ministra intervino directamente, cual representante empresaria, contra la conciliación obligatoria dictada por la Provincia de Buenos Aires en el conflicto de Gestamp, luego de que 9 trabajadores resistieran subidos durante días a un puente grúa contra el plan de la autopartista de imponer 67 despidos. Conciliación que el propio Ministerio de Trabajo provincial anuló apenas 48 hs. despúes de haber dictado, dejando vía libre al ataque de la empresa con activa intervención del SMATA contra los despedidos.
En las automotrices aún no hay despidos abiertos, pero las suspensiones extendidas, que ya afectan a 14 mil trabajadores, constituyen de por sí un primer paso de ajuste sobre los trabajadores. Aunque en la mayoría de los casos se mantiene el pago del 100% del salario de bolsillo (a diferencia de las autopartistas donde en muchos casos se está suspendiendo con pagos del 80%), las automotrices redujeron con las suspensiones el costo salarial que afrontan, ya que dejan de pagar obligaciones previsionales. La experiencia de 2009, muestra además que las crisis son convertidas por las empresas en una oportunidad, para flexibilizar las condiciones de explotación de la fuerza de trabajo (como hemos analizado en más detalle, acá). El gobierno da vía libre a esta avanzada empresaria, buscando que no se extiendan los despidos pero dejando hacer en el plano de las suspensiones -con los consiguientes ajustes sobre el salario-, mientras regala créditos para incentivar compras, con los encarecidos precios fijados por las automotrices y concesionarias. Contrariamente a lo que sostiene la ministra, que dice que estamos ante un Estado que "no regala porque son los recursos de los argentinos", ProCreAUTO es un nuevo ejemplo de socialización de una parte de las pérdidas autogeneradas por la voracidad empresaria, mientras que otra parte de dichas pérdidas recae sobre los trabajadores. 
Un plan para defender las condiciones de trabajo, se pone por el vértice a la política del gobierno nacional. Desde la bancada del diputado Nicolás del Caño, se ha presentado en el Congreso nacional un proyecto de ley que tiene por objeto la prohibición de los despidos y las suspensiones. Como plantea Sergio Folchieri, delegado de VW (Córdoba) acá "si se produce menos, se deberían repartir las horas de trabajo entre todos los obreros, reduciendo la jornada sin tocar los salarios". Punto de partida fundamental para contraponer una respuesta obrera a los planes del gobierno, la empresa, y el sindicato rabiosamente propatronal dirigido por Pignanelli. Como concluye Folchieri, "es necesaria una coordinación obrera argentino-brasilera, para que ante el chantaje de “me voy a Brasil” o “me voy a Argentina”, impongamos mejores e iguales condiciones laborales, los mismos poderes adquisitivos y el reparto del trabajo entre todas las manos disponibles, sean argentinas o brasileras".

domingo, 8 de junio de 2014

Sobre Gestamp. Participación en el programa Al Dorso - FM La tribu

Invitado ayer al programa Al Dorso, conversamos sobre la situación en el sector automotriz y autopartista, y cómo el conflicto de Gestamp mostró descarnadamente al gobierno nacional actuando como mandante de las multinacionales en contra de los despedidos, mientras que el SMATA realizó durante toda la última semana una agitación contra los trabajadores en lucha que nos recuarda a la de la burocracia de Pedraza cuando preparaban el ataque de la patota que mató a Mariano Ferreyra.
Para escuchar el programa, acá.

martes, 3 de junio de 2014

Gestamp: Sobre “pruebas piloto”, o la crisis como oportunidad (para las patronales automotrices)

El secretario general de SMATA, Ricardo Pignanelli, continúa azuzando contra los delegados y activistas de su gremio que resisten los despidos en Gestamp. Después de la solicitada que publicó el viernes denunciando a la izquierda y reclamando la intervención estatal represiva, ayer salió a sostener que “el conflicto que desataron los delegados del PTS en esa fábrica se trata de 'una prueba piloto' de lo que piensan llevar adelante en otras firmas del ramo”. El jefe del SMATA transformó así una acción defensiva, ante un ataque patronal que contó con aval de su gremio, en una supuesta avanzada conspirativa de la izquierda.

Los usos de la crisis. La sombra de 2008/09
Ante la caída en la demanda local por el recorte del crédito y el aumento astronómico en el precio de los automóviles pos devaluación, y la caída de las importaciones desde Brasil, la industria automotriz tuvo un frenazo en 2014. Hasta abril, la industria acumulaba una caída del 30% en las ventas, y del 18% en la producción. Para mayo se preanuncia una caída del 40%. Esto golpea de lleno en las 400 autopartistas que proveen los componentes locales para la industria. El sector entró en crisis. Pero, como mostró la de 2008/09, crisis es para las patronales sinónimo de oportunidad. Más allá de los efectos del parate sobre la rentabilidad en el corto plazo, la crisis puede ser una oportunidad para imponer ajustes en las condiciones laborales. En 2010, después de un año de caída la industria automotriz argentina retomó la senda de los "record históricos". Para esto fue clave la flexibilidad en el uso y consumo de la fuerza de trabajo, uno de los pilares del rápido crecimiento de la producción. Pero, como afirma Sebastián Guevara, “no se trató sólo de la flexibilidad conseguida durante los 90's y la crisis de 1999-2003, sino que, del mismo modo que entonces, el capital hizo uso de la crisis 2008-2009 para profundizar más aún su avance flexibilizador”. Las empresas negociaron nuevas cláusulas flexibles.
Veamos algunos hitos de esta flexibilización (tomados del ya citado Guevara):
- En el marco mismo de la crisis, cuando estaban discutiendo la continuidad en sus puestos de trabajo de los trabajadores contratados a plazo, Ford acordó con SMATA en junio de 2009 la implementación del banco de horas hasta diciembre de ese año a cambio de garantizar la estabilidad laboral hasta entonces (acuerdo 1096-2009). -En el caso de Mercedes Benz en agosto de 2009 firmaron el acuerdo 1352-2009 en el cual se estableció, además del aumento salarial para el año, la necesidad de suspender a parte de los trabajadores hasta fin de año. Para los suspendidos se establece el cobro de un subsidio (por tanto no remunerativo) equivalente al 80% del salario. La misma “conquista” que ahora presenta SMATA como un logro en Gestamp. Simultáneamente la empresa abre un plan de retiros voluntarios para los trabajadores suspendidos, al cual adhieren 197 trabajadores, sobre un total de 443 que la empresa había declarado “excedentes”. -A fines del año 2009, el 29 de diciembre más precisamente, Mercedes Benz firma conjuntamente con SMATA y Volkswagen, el acuerdo tripartito 1215-2010, en el cual se establece la posibilidad de realizar, por un plazo máximo de 8 meses, el traspaso de trabajadores contratados por Mercedes Benz a la planta de Volkswagen para la ejecución de tareas en el área de reparación final. Volkswagen firma este acuerdo tripartito en el marco del lanzamiento de un nuevo producto realizado en la planta Pacheco, la pick-up Amarok. Y fue con el argumento de mantener y aumentar la competitividad de dicha planta, para así poder "quedarse" con esa producción dentro del grupo VW, que se implementaron una serie de acuerdos flexibilizadores. Por un lado se incorporó personal experimentado "a préstamo" de Mercedes Benz para las tareas de reparación final (a los 40 trabajadores incorporados en enero de 2010, se agregaron otros 31 en el mes de marzo).
- En el mismo acuerdo (865-2010 firmado el 26 de febrero), se incorporó el sistema de just in time para la provisión de piezas en la línea por parte de personal tercerizado. -En otro acuerdo (el 749-2010) plantea la contratación de 800 trabajadores con contrato a plazo, los cuales se incorporan con la categoría de ingreso, es decir con un salario que se ubica un 15% por debajo de la categoría básica (categoría 3).
- En el segundo semestre de 2010 VW incorpora a 200 trabajadores temporarios y tercerizados, por el plazo de un 1 año, tal y como consta en el acuerdo 534-2011 firmado el 31 de agosto de 2010.
A estas ventajas logradas en las condiciones de contratación y de asignación de la fuerza de trabajo, se sumó para las patronales un freno en el aumento de los costos salariales que venían afrontando en los años previos. En 2009 el salario real retrocedió un 2% (se pactaron aumentos salariales por debajo de la inflación). En 2010 el acuerdo salarial fue por un aumento del 25% mientras que la inflación medida por el IPC elaborado por el departamento de estadísticas de San Luis fue del 25,6%. Esto da la pauta de un año donde el salario tampoco creció. Si cruzamos esto con los aumentos de productividad, el costo salarial por unidad de producto registró una caída considerable. La producción automotriz en la Argentina creció, después de la crisis, un 20% respecto de 2008, año record anterior, “mientras el precio que pagaron los capitales por usar la fuerza de trabajo que materializó dicho 'record' se mantuvo estancado (en términos reales) y las condiciones en las que se utilizó esa fuerza de trabajo se flexibilizó más aún, facilitando así la intensificación mayor de su consumo” (Guevara).
Si hay una “prueba piloto” en marcha en Gestamp, es entonces la de las patronales para poner en marcha el ajuste. La política entreguista que viene llevando adelante el gremio a nivel nacional, ha acrecentado el descontento en el sector. Aunque los trabajadores de las automotrices están entre los mejor pagos del país, no ocurre lo mismo en las autopartistas; y de conjunto tanto unos como otros han soportado en el último decenio una fuerte presión sobre las condiciones de trabajo. Los récord productivos de la industria se han logrado aprovechando intensivamente lo que los empresarios consideran el “insumo” fuerza de trabajo. Ahora todos se preparan para ajustar sobre las condiciones de ingreso y remuneración.

Complejo industrial: fortalezas convertidas en flancos débiles
La respuesta de la Ministra Débora Giorgi ante el anuncio de conciliación por parte del gobierno de la provincia de Buenos Aires (que mas bien parecía gerente de una terminal automotriz o representante de Adefa), también responde a la presión de toda la industria ante un conflicto que puso en evidencia que los eslabones débiles del entramado automotriz. Varios conflictos recientes en fábricas autopartistas pusieron en evidencia un aspecto paradojal para una industria que debe buena parte de su mejora productiva de tiempos recientes a la conformación de un cluster que funciona con un ritmo bastante ajustado. A pesar de que la provisión de piezas locales representa sólo un 30/35% de los componentes del vehículo, siendo el resto provisto por importaciones, dentro de las piezas que manufacturas las 400 autopartistas locales existen numerosas piezas claves. Al trabajar con stocks ajustados, las terminales requieren una provisión continua desde las autopartistas. Cuando esta no ocurre, como pasó la última semana por el conflicto en Gestamp (y antes había pasado con Valeo y Lear), rápidamente se paraliza la producción. Esto, tanto como como la necesidad de ajustar en toda la industria, ha hecho que en este conflicto no sólo esté involucrada la patronal de la empresa española Gestamp. Todas las multinacionales del sector presionan por una salida rápida y aceptable a sus intereses.

La burocracia del SMATA, en rabiosa defensa de las necesidades del capital
Las crisis siempre vienen a recordar el verdadero carácter de la burocracia sindical -para quienes tienen la mala costumbre de olvidarlo cuando el auge permite lograr algunas mejoras-: agente de la burguesía en el movimiento obrero. En los momentos de auge, donde el empleo industrial crecía fuerte, y con el las aspiraciones de la clase trabajadora a mejorar el nivel de remuneraciones, esta burocracia contribuyó a dosificar el alcance de la recomposición. Entre otras cosas no menores, porque dio el visto bueno para mantener las divisiones entre efectivos, contratados, tercerizados, y todas las variantes de precarización de la fuerza de trabajo.
Como decimos acá:
La resistencia a incluir a los numerosos contratados y tercerizados en las negociaciones salariales, aunque en muchos casos son la mayoría de los que se desempeñas en las grandes fábricas, dio más margen de negociación sin afectar la ganancia. Por un lado, porque la presión de los que quedan afuera de convenio, al ser un número considerable, actúa como límite a las pretensiones que pueden aspirar a imponer los trabajadores efectivos (máxime cuando los que negocian con los burócratas alejados de las fábricas). Segundo, porque el margen empresario para aceptar las mejoras en mayor cuanto menos sea la proporción de la planta directamente beneficiada por las mejoras. La pelea por integrar al conjunto de los trabajadores en las negociaciones ha sido recurrente en todo este período, y en varios casos lo ha conseguido, pero siempre en contra de las conducciones sindicales.
Ahora que los tiempos no son de auge, sino de crisis, y la lógica del capital empuja hacia el ajuste atacando sobre las condiciones laborales, la burocracia es correa de transmisión del mismo. Las suspensiones con el 80% que SMATA plantea como un triunfo, y que los despidos de Gestamp rechazan, son un primer paso en ese sentido. Seguramente seguido, si la crisis de profundiza, por las “desafectaciones” de personal contratado, termino para referirse de forma elíptica a los despidos de los contratados a término. Tenemos numerosos ejemplos de la inmovilizad de la burocracia ante los mismos. El SMATA Córdoba llegó en 2009 a quitar los fueros a un delegado (habilitando su despido) por impulsar la lucha contra el despido de los contratados. Los burócratas de metalmecánicos quieren atacar a la izquierda y el activismo para reafirmar el control del gremio ante los golpes que preparan.
En esta “prueba piloto”, la respuesta debe ser contundente. Redoblar el apoyo a la lucha de Gestamp y denunciar implacablemente a esta burocracia, en la perspectiva de recuperar los sindicatos. La batalla por echar a la burocracia, imponiendo la democracia sindical y rompiendo los lazos que unen los sindicatos al Estado, es parte de las tareas clave para para transformar a los sindicatos en herramientas fuertes para la lucha que impulsen la unidad de los distintos sectores fragmentados de la clase trabajadora, la democracia obrera y su independencia política del peronismo y los demás partidos patronales.

martes, 29 de abril de 2014

Suspensiones en el sector automotriz. Se vuelve a confirmar que el trabajo precario está en el corazón del "modelo"

Hace dos semanas, el gobierno anunciaba a todo trapo una ley “contra el trabajo precario”. Que más exactamente era una ley de promoción al blanqueo, cuyo principal recurso era el abaratamiento de los costos laborales que pagarán los empresarios por de los trabajadores que pasen a estar registrados, durante el plazo de dos años. Por si había alguna duda que esta medida no atacaba el trabajo precario, sino que apenas se focalizaba sobre una parte de él -apuntando además a resultados muy modestos de cambiar la situación de poco más de un 10% de los trabajadores empleados “en negro”- lo están poniendo en evidencia las suspensiones en la industria automotriz.
Durante la última década, las automotrices perfeccionaron como ningún otro sector patronal la flexibilidad en los términos de contratación. Con una gran persistencia, lograron colar en cada instancia de negociación con los sindicatos nuevas claúsulas que crearon para los trabajadores una situación de alta inestabilidad. Muchas medidas de flexibilidad que no habían podido ser impuestas hace diez años o más para los trabajadores que integraban por ese entonces la planta permanente, se fueron imponiendo para quienes ingresaron desde entonces. Sucesivos acuerdos del SMATA con las automotrices permitieron que “todas las innovaciones flexibilizadoras que introdujeron en los años ‘90 los convenios colectivos de las nuevas radicaciones empresariales, que, si bien no pudieron en este caso aplicarse al conjunto de los trabajadores, sí se establecieron para los nuevos trabajadores que se incorporasen a partir de ese momento” (Guevara, 2012, “Reactivación de la movilización obrera en la industria terminal automotriz (2004–2011). Recuperación parcial del salario con persistencia en la flexibilización laboral”, Trabajo y Sociedad 19, Buenos Aires). El resultado es que se avanzó aún más en la fragmentación “distinguiendo entre nuevos ingresos y viejos, sumándose a la diferencia entre contratados y efectivos” (Guevara, 2012). Con el paso del tiempo, el mayor peso de los ingresos nuevos ha hecho que buena parte de la planta esté alcanzada por las claúsulas flexibilizadoras. Esto tiene importantes consecuencias, como ya se pudo ver durante la recesión de 2008-2009. Las patronales del sector automotriz tienen amplia capacidad para ajustar rápidamente sus costos salariales ante variaciones en la demanda. Aplicando reducciones de turno o suspensión al 100 % (se paga el salario bruto pero no los aportes patronales) apenas se ralentiza el ritmo de producción, como ocurrió durante los últimos meses. En comparación con 2013, durante el período enero/marzo la producción del sector acumula una caída de 16%. Entre las que registran mayor caída están Renault (-35,5%) y Peugeot-Citroen (-32,7%). En cambio, Volkswagen (-10,6%) cayó por debajo del promedio. Mientras tanto Ford (10,5) e Iveco (35%) siguen aumentando la producción, la última a un ritmo bastante fuerte. Las ventas, que hasta fines de 2013 crecían a buen ritmo (aunque con un mayor incremento de la venta de importados que de autos producidos en el país) cerraron el trimestre con una caída del 25%. Con excepción de Toyota (23% de crecimiento respecto de igual período de 2013), todas las firmas registran una caída en sus volúmenes globales de venta, aunque algunos modelos continúan en aumento. Volkswagen encabeza la caída en las ventas (-57%). Iveco cayó 11,3% (aunque la venta de furgones creció 25%). Las exportaciones cayeron un 17,8% en estos tres meses.
Aunque durante la segunda mitad del año podría moderarse la caída en las ventas, difícilmente vaya a revertirse la tendencia. Aunque el crédito no se cortó, su encarecimiento limitó sensiblemente los sectores con capacidad de financiar la compra de un auto. El impacto de la devaluación y el salto de precios afectó ahorros y poder adquisivito de sectores medios y asalariados con mejor nivel de ingreso. Mientras tanto, Brasil, destino de 86% de las exportaciones del sector, no da señales de que vaya a registrar una fuerte recuperación de la demanda.
Gracias a las condiciones laborales que las benefician, las patronales del sector tienen amplia capacidad para descargar sobre los trabajadores todos los costos, ante los primeros impactos de crisis en el sector. Las mismas que cuando hay fuerte crecimiento arrancan extenuantes jornadas pagando por las horas extras montos irrisorios, ahora ajustan producción y, sin despedir, reducen drásticamente lo que pagan a numerosos sectores de la planta. Por si esto fuera poco, hacen gala de su “vocación” de no despedir. Y claro, para qué van a hacerlo sin con los convenios actuales la suspensión es más barata que lo que costaría despedir y volver a contratar ante cambios en la producción. Y eso, “Menem lo hizo”, pero Néstor y Cristina, con Hugo (Moyano), Antonio (Caló) y todo el resto de la burocracia sindical lo reforzaron. Y toda la oposición patronal lo suscribe. Sólo el Frente de Izquierda y de los Trabajadores presentó proyectos de ley para frenar los despidos y suspensiones.
La precarización es mucho más que el trabajo no registrado. Se trata de una condición de alta inestabilidad en el empleo a los fines de aumentar la “competitividad” del empresariado nacional a costa de las condiciones de trabajo. Esta precariedad engloba distintas realidades (que analizamos acá Mundo Grúa) y afecta a mucho más de la mitad de la fuerza de trabajo, aunque no salga en las estadísticas ya que buena parte de las claúsulas flexibles constituyen un “nuevo normal”. Esto lo prueban las cláuslas de los convenios negociados en todos los gremios durante los últimos años (ver al respecto Fragmentación institucionalizada). No podría esperarse leyes contra todas estas variantes de precarización, porque como hemos señalado en Ideas de Izquierda n° 5, está en el corazón del modelo.
Después del paro del 10, estos primeros ataques muestran que es necesario reforzar la organización, avanzando en realizar encuentros regionales como votó el sindicalismo combativo en el Encuentro Sindical de Atlanta (y de los que ya está en marcha para el 17/5 un Encuentro de zona Norte del GBA) y peleando por imponer a la burocracia medidas para responder ya ante los ataques en curso.
Las nuevas suspensiones en curso son otro recordatorio de que es una cuestión urgente para toda la clase trabajadora pelear por terminar con los contratos “basura”, con el empleo no registrado y las cláusulas de flexibilización. Este objetivo inseparable de la pelea por expulsar de los sindicatos a los burócratas y por conquistar la representación gremial en todas las unidades productivas donde los sindicatos están ostentosamente ausentes para ir contra la “triple alianza” de patrones, Estado y burocracia que sostiene la precarización.