Por último, también charlamos sobre los posicionamientos de la izquierda obrera y socialista ante temas como el fracking, la megaminería, o los derechos negados de los pueblos oririginarios.
Podés escuchar el programa, acá:
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La memoria de estos intelectuales, no obstante, falla cuando se trata de las “plazas”: olvidan los episodios de fines del año pasado en el Parque Indoamericano, donde la política racista y represiva de Macri fue acompañada por la Policía Federal dependiente del gobierno nacional, con el saldo de tres compañeros asesinados; luego Aníbal Fernández se encargó de extorsionar en vivo y en cadena nacional a quienes reclamaran en las calles con la quita de planes municipales y nacionales. Carta Abierta olvida, también, que el hasta hace poco aliado clave del gobierno, Sergio Schoklender, estuvo entre las principales voces que pidieron la represión. No se trata de un olvido casual: los autores de la nueva Carta Abierta tienen que defender a un gobierno nacional que no muestra ningún empeño en que “la polifonía” que habita la ciudad tenga acceso a una vivienda digna. La carta denunciaba la “privatización de las riberas del Plata, limitándolas a coto para viviendas y consumo suntuarios” precisamente en las mismas horas en que el gobierno nacional reprimía la protesta de los vecinos contra el Vial Costero en Vicente López, una de las expresiones más extremas de esa privatización.
En la nueva Carta Abierta no hay lugar, tampoco, para señalar que la criticada “Buenos Aires gerencial” no comenzó con Macri, sino que viene de largo: la creación de la Corporación Puerto Madero y Buenos Aires Sur, la utilización de los fondos del Banco Ciudad para el pago de la deuda pública, la privatización y la formación de ‘cajas paralelas’ fue iniciada por los Grosso y los Domínguez, y continuada por los Telerman y los Ibarra—que hoy se presenta como “colectora” de los candidatos que defiende Carta Abierta. No hay lugar para destacar que esa misma “Buenos Aires gerencial” es “gerenciada”, hoy mismo, tanto por el PRO como por los kirchneristas: desde las votaciones conjuntas en la Legislatura hasta la integración de los mismos kirchneristas como ‘gerentes’. Hasta hace muy poco el presidente de la Corporación Puerto Madero era nada menos que un dirigente de La Cámpora.
La privatización de la ciudad de Buenos Aires solo pudo llevarse adelante con la colaboración de los burócratas sindicales devenidos en empresarios: Carta Abierta olvida justamente mencionar el punto cuando su lista de legisladores lleva como candidato a Alejandro Amor, burócrata del Sutecba, y uno de los más importantes socios del macrismo. Por ello tampoco sorprende que en la Carta Abierta no haya lugar para denunciar que entre los representantes del supuesto proyecto nacional y popular para candidatearse al gobierno porteño se encuentra un íntimo aliado de Pedraza y abogado de la Unión Ferroviaria por más de 20 años: Carlos Tomada. La Carta guarda silencio sobre los vergonzosos diálogos íntimos entre el actual ministro de Trabajo y José Pedraza, secretario general de la UF y responsable principal del asesinato de Mariano Ferreyra, en los cuales se los sorprendió in fraganti cuando aconsejaba a Pedraza “hacer un laburo sindical sobre estos tipos que entran”, conspirando para limitar la influencia de la izquierda entre el activismo que conquistó con dura lucha –contra el Estado y contra la UF– el pase a planta permanente.
En la Carta no hay lugar, junto con las demandas al gobierno municipal de más y mejores escuelas que encabezaron con su lucha miles de estudiantes secundarios, para reclamar más y mejores Universidades; es que aquí, los estudiantes y docentes se enfrentaban con los rectores K y al propio gobierno nacional. Ni hay lugar para decir que Filmus, que fue presentado como la opción progresista de Cristina frente al actual candidato a vicepresidente (ex CEMA y ex UceDé) Amado Boudou, tiene dudosos pergaminos de “progre”: se trata de uno de los principales responsables de la Ley de Educación Superior impuesta bajo directivas del Banco Mundial, que significó una degradación de la educación y le imprimió un marcado sesgo privatista.
Los “desmemoriados” intelectuales K no advierten que lo ocurrido con el caso Schoklender ha puesto de manifiesto, de una manera brutal, cuál es la verdadera cara de la tan festejada ‘política cultural’: la integración y la cooptación de las organizaciones populares al Estado, con su correlato de corrupción y disgregación. En la Carta Abierta no hay lugar para señalar que los mecanismos de cooptación y regimentación estatal kirchnerista derivaron en los escándalos del Inadi y el caso Schoklender, y esto justamente cuando el oficialismo quiso usufructuar las luchas democráticas en las propias listas a legisladores de la ciudad, con una María Rachid que ahora buscan sacar de escena. Tampoco hay lugar para denunciar que lo “indígena soterrado” estuvo presente en la ciudad durante meses, con el acampe de la comunidad Qom en la 9 de Julio, pidiendo justicia por el ataque de Insfrán, aliado de este gobierno, y mucho menos que fueron hostigados por La Cámpora.
No alcanzó a secarse la tinta de la Carta Abierta 9, cuando el jueves 23/6 la Policía Federal comandada por Nilda Garré llevó adelante la represión contra el acampe de la delegación de docentes de Santa Cruz, del que participó también el Frente de Izquierda y los Trabajadores. Por si esto fuese poco al candidato de Carta Abierta, Daniel Filmus, se encargó de reivindicar abiertamente la represión mostrando la realidad del proyecto que defiende. Los trabajadores de la provincia de la presidenta viajaron miles de kilómetros para buscar una solución a sus reclamos y el Ministro de Trabajo y candidato a vicejefe de Gobierno se negó a recibirlos. Durante estos más de 50 días de huelga han recibido por única respuesta a sus reclamos la represión, el hostigamiento de agrupaciones oficialistas como La Cámpora, e incluso el intento de bloqueo por parte de la gendarmería del arribo a la provincia de la caravana de solidaridad con su lucha que llegaba desde distintos puntos del país.¿Es esto lo que tiene para ofrecer Carta Abierta para la ciudad de Buenos Aires? Frente a este proyecto, y al de la centroizquierda sojera de Pino Solanas (que ante los empresarios de IDEA propone un organismo que “supervise” las manifestaciones para sacarlas de las calles), separada solo por la distribución de cargos de sus aliados naturales como Binner y Luis Juez, representantes también de las grandes empresas automotrices del país, el Frente de Izquierda ha ganado numerosos apoyos de intelectuales, docentes y artistas, y ha abierto un auspicioso debate no solo sobre cuestiones inmediatas, como el programa del Frente, sus perspectivas en la arena electoral y la pelea democrática contra las condiciones proscriptivas impuestas por la nueva ley electoral, sino problemas de más largo aliento, como la expresión de una opción política independiente, la lucha contra el trabajo en negro, precario y la superexplotación, la opresión nacional por parte de las naciones imperialistas, la destrucción del medio ambiente por parte de los monopolios y los agravios e injusticias que cotidianamente sufre nuestro pueblo trabajador. Una expresión activa de este apoyo fue la asamblea realizada el 17/6 en la Facultad de Ciencias Sociales, donde 300 participantes discutimos cómo tomar en nuestras manos el apoyo al Frente y batallar contra la idea pretendida por los intelectuales K de que “a la izquierda del kirchnerismo está la pared”.
Los intelectuales, docentes, artistas y trabajadores de la cultura que apoyamos al Frente de Izquierda defendemos una alternativa a la “construcción cultural” de los kirchneristas: una alternativa que no puede ubicarse en otro lugar que junto a los trabajadores. Los candidatos del Frente de Izquierda y de los Trabajadores están a la cabeza de las principales luchas de los trabajadores y combates democráticos. Myriam Bregman, candidata a jefa de gobierno, ha defendido a cientos de trabajadores y procesados por luchar; como parte del colectivo Justicia Ya!, que reúne organismos que se han mantenido independientes del gobierno durante estos años, ha llevado la querella en los juicios contra los represores, entre ellos el de la mega causa ESMA, aquella en la que se juzga a los asesinos de quien en una esquina de esta ciudad enfrentara a sus captores cuando difundía una “Carta Abierta” contra la junta militar que retomaba la tradición de cartas públicas en defensa de las causas justas y denunciando a los Estados que eran responsables de esas demandas insatisfechas. Nuestra lista de candidatos a legisladores está encabezada por Marcelo Ramal, que viene desarrollando una tenaz campaña que ha puesto en evidencia, a través de debates y polémicas, la orientación social reaccionaria del macrismo, la centroizquierda y los K, que vienen “cogobernando” la ciudad de Buenos Aires desde hace años. Nuestras listas incluyen a quienes fueron parte de la lucha de docentes y estudiantes universitarios, como el candidato a vicejefe de Gobierno José Castillo, docente universitario de larga trayectoria en la UBA y otras universidades, y luchador del gremio docente universitario. También integran las listas del Frente de Izquierda, Alejandro Lipcovich, presidente de la FUBA y candidato a legislador; quienes enfrentan en el INDEC las patotas K, como Marcela Almeida; u ocupan un lugar destacado en las luchas contra la burocracia y una nueva dirección sindical, como Claudio Dellecarbonara y Vanina Biasi.
El Frente de Izquierda y los Trabajadores pone en primer plano la pelea por terminar con las tercerizaciones, y por eso estuvo en la primera línea de la lucha de los ferroviarios. Plantea la necesidad de una reforma urbana integral para terminar con la situación de emergencia habitacional que tienen 150 mil familias en la Capital, la ciudad más rica y más desigual del país: por eso nos movilizamos a pesar del cerco policial en apoyo al legítimo reclamo de los ocupantes del parque Indoamericano. Después del triunfo que ha representado la obtención de una banca obrera y socialista en las últimas elecciones de Neuquén, tenemos planteada una lucha política para llevar a la izquierda a la Legislatura porteña, que sea una tribuna para los trabajadores que viven y trabajan en la ciudad, para luchar contra los pactos que tanto abundaron entre el macrismo, la centroizquierda y los K. Frente a la apología del “mal menor” que proponen los intelectuales de Carta Abierta que llaman a votar a los Filmus-Grosso y a los Tomada-Pedraza, los docentes, intelectuales, universitarios y artistas que apoyamos al Frente de Izquierda llamamos a dar una pelea de fondo para que las banderas históricas de la izquierda y del socialismo se transformen en una alternativa política para millones de trabajadores.
COORDINACIÓN ABIERTA DE LA ASAMBLEA DE DOCENTES, INTELECTUALES Y ARTISTAS EN APOYO AL FRENTE DE IZQUIERDA Y DE LOS TRABAJADORES
02/07/2011
Reproducimos algunas reflexiones en El diablo sobre este triunfo en las elecciones a diputados provinciales en Neuquén, definido como "histórico" por el dirigente ceramista Alejandro Lopez.
Según los datos oficiales, el Frente de Izquierda estaría consiguiendo hoy su primer banca de diputado por la provincia de Neuquén, que ocupará el compañero Alejandro López, dirigente de la Agrupación Marrón ceramista. Esa banca será compartida por los primeros cuatro candidatos de las fuerzas que conformamos el Frente de Izquierda y de los trabajadores. A Alejandro le seguirá nuestro compañero del PTS, Raúl Godoy, también dirigente de Zanon. Los años siguientes será el turno de la docente Angélica Lagunas de IS y Gabriela Suppicich del PO.
En diálogo con Página/12, Alejandro López dijo que “se trata de ‘un triunfo histórico’ porque nunca hubo ‘una banca de los trabajadores’ en Neuquén y que también fue ‘una prueba de fuego para el Frente de Izquierda’, que tendrá su correlato a nivel nacional. Y celebró: ‘Después de diez años de control obrero, este es un logro total. Porque logramos que cientos de trabajadores se metieran en política y porque esta banca a disposición del pueblo, de los trabajadores, de los aborígenes, de los estudiantes y de todos los luchadores.’”
Es un logro extraordinario. El producto directo de una también extraordinaria campaña militante que llevaron a cabo todas las compañeras y compañeros y como escribió nuestro amigo Juan Dal Maso, concitó el apoyo moral y político de los sectores más explotados de la provincia y sirvió para “mostrar en pequeña escala la potencialidad hegemónica de la clase obrera, cuando una vanguardia de la clase tiene una política tanto para llegar a los sectores más concientes y organizados de la clase trabajadora, los intelectuales y los artistas, pero sobre todo a los sectores más oprimidos, explotados y marginados, generando aunque sea en un nivel elemental la idea de solidaridad obrera y popular y por esa vía la idea de que es necesario una política de independencia de clase.”
Pero esto es solo una parte. Porque este triunfo es a la vez, y ante todo, el resultado de 10 años de lucha heroica e incansable de los obreros y obreras de Zanon y el Sindicato Ceramista. Mientras brindamos con algunos compañeros un champan hecho con manzanas neuquinas, recibimos un mail del amigo Octavio que desde Rosario que nos recuerda algo de esta historia: “Ganaron la Interna y el sindicato, impusieron el control obrero, echaron a burócratas y patrones, los dirigentes dejaron sus cargos y volvieron a la producción como NINGUN otro. Pueden meter el primer diputado obrero en la Legislatura, no esos transeros de la CGT. La experiencia ceramista no deja de hacer historia. En física se decía: ‘si me das un punto de apoyo, se puede mover el mundo’. La fusión entre vanguardia obrera e izquierda revolucionaria demuestra ser un gran punto de apoyo, aun en un reformismo pampa.”
Es que la experiencia ceramista está entre las mejores que dio la vanguardia obrera pos jornadas revolucionarias del 2001, aunque haya quienes por sectarismo no hayan sabido apreciar esta experiencia.
Como dijo nuestro compañero Raúl Godoy en su discurso del acto del 1º de mayo, “Lo mejor de Zanon no vino ni vendrá de la Legislatura ni de ningún gobierno patronal. Lo mejor que hicimos fue ocupar la fábrica ante la crisis capitalista del 2001 y ponerla a producir…fue asentar un territorio de independencia de clase y resolver todo en asambleas y auto-organización de los trabajadores (…). Fue no ser corporativos sino incorporar en los nuevos puestos de trabajo a los compañeros de los movimientos de desocupados y piqueteros de la región. Estamos orgullosos (…) de haber parado las 4 fábricas ceramistas ante el asesinato del compañero Mariano Ferreyra (…) Orgullosos de…haber marchado al Parque Indoamericano con los hermanos inmigrantes sin vivienda. Esto es lo que más reivindicamos… pelear por la unidad de las filas obreras, estar junto a nuestros hermanos de clase desocupados y luchar junto a ellos poniendo el cuerpo en cada una de las luchas.
Estas experiencias (…) ya sea en el ferrocarril o en la industria en condiciones difíciles porque hay dictadura patronal, son una escuela para crear una corriente política obrera y socialista. Una corriente de obreros militantes con poder real para dirigir fabricas, empresas de transporte, grandes sindicatos. Que se forme junto a la juventud revolucionaria. Porque sin un partido que ponga en movimiento grandes fuerzas sociales, con la clase obrera a la cabeza, es impensable cualquier revolución. Ese partido (…) va a surgir de la fusión de los revolucionarios con los mejores combatientes de la vanguardia obrera y juvenil (…)
Lo más grande que hemos logrado en Zanon, no es ni el control obrero, ni la fabrica tomada, con todo lo importante que eso significa. Lo más importante que hemos hecho es una alianza de los trotskistas del PTS con el sector clasista independiente del sindicato, que durante 10 años fuimos superando pruebas en la lucha de clases y mantuvimos un rumbo clasista en Zanon y el Sindicato Ceramista. Sobre la base de esta experiencia común apostamos a más, a construir juntos un partido revolucionario e internacionalista… Esto lo tenemos que multiplicar por cien, por mil, en todo el país, porque el partido que necesitan los trabajadores para la revolución es una tarea en la que los obreros debemos estar a la cabeza.”
Esa es nuestra estrategia política. Para el PTS, la banca conquistada con el Frente de Izquierda en Neuquén estará puesta al servicio de profundizar esa perspectiva. Y esta noche brindamos por ello. Felicitaciones a todas las compañeras y compañeros que dejaron todo en esta campaña. Salud!
La conformación del Frente de Izquierda y de los Trabajadores ha suscitado numerosas adhesiones de intelectuales, docentes, profesionales y artistas, que se han pronunciado en una declaración que en apenas dos semanas ya cuenta con más de 300 firmas, algunos de los cuales habían acompañado también la declaración que junto con importantes sectores de la intelectualidad impulsamos en 2008. Ni con el gobierno ni con las entidades patronales del campo´. Siguen sumándose adhesiones, en los últimos días recibimos las del escritor Martín Kohan, el constitucionalista Roberto Gargarella, el sociólogo Pablo Alabarces, la escritora Tununa Mercado y la artista plástica Magdalena Jitrik, entre muchas otras.
Pero la conformación del FIT no sólo ha sumado apoyos sino que también ha generado importantes debates entre la intelectualidad de izquierda sobre las perspectivas del frente en el escenario político nacional, signado por la preparación del kirchnerismo para avanzar luego de las elecciones en la normalización exigida por los nuevamente socios de la UIA y el imperialismo, entre otros puntos (las intervenciones pueden leerse en el Blog de Debate del IPS, http://www.ips.org.ar/, en el que buscamos expresar y desarrollar estas discusiones). Han escrito sobre el apoyo al FIT Eduardo Grüner, Hernán Camarero (que publicamos en estas páginas), Claudio Katz, Eduardo Lucita, Jorge Marchini Rolando Astarita, y Guillermo Almeyra. Creemos que la apertura y desarrollo de debates políticos e ideológicos con aquellos que apoyan el FIT y con aquellos partidos que lo constituyen junto al PTS, como el PO e IS, incluso sobre cuestiones que no compartimos, no sólo no debilita sino que fortalece una política que permita a la izquierda aprovechar un escenario como el electoral para la difusión de sus ideas y perspectivas, en contraste con el derrotero de la intelectualidad kirchnerista, apóstoles del nuevo conformismo ocupados en celebrar la hegemonía cultural del kirchnerismo (según la lectura hecha por Sarlo) cuya práctica intelectual es suspender toda crítica o discusión para abroquelarse detrás de los mandatos presidenciales y las necesidades electorales.
Contra la proscripción
Una primera coincidencia de todos los que apoyan al FIT, es la denuncia del ataque antidemocrático que representa la proscriptiva ley electoral, que se propone borrar a la izquierda del mapa político en estas elecciones. El régimen burgués quiere impedir que los sectores más avanzados del movimiento obrero tengan una referencia política que pregone la independencia política de la clase obrera. La denuncia a este ataque antidemocrático ha sido destacada por todos los que apoyan al frente.
Entre ellos, Eduardo Grüner señala que la existencia de una izquierda que “pueda ser escuchada por la sociedad, es absolutamente imprescindible para la profundización de la democracia y las causas populares. Muchos que históricamente simpatizamos con los objetivos de una transformación profunda y emancipatoria de nuestra nación como parte de un proyecto latinoamericano y mundial de liberación del despotismo del Capital mundializado, nos hemos sentido repetidamente frustrados por los factores –incluído, cómo no, el sectarismo que señalábamos– que impedían la existencia de un frente de izquierda con esta orientación y obligaba a muchos a apoyar (críticamente o no) a diversas variantes de “centro-izquierda” y “bonapartismo”, de manera que sería inconsecuente y absurdo negarse ahora a saludar su actual formación, que podría abrir una vía alternativa ante el cada vez más borroso dilema entre ‘K’ y el ‘establishment’”.
También, Claudio Katz, Eduardo Lucita, y Jorge Marchini, plantean “a) Participar y llamar a la más amplia participación en las internas abiertas del FIT, con independencia del voto final en octubre, para garantizar su presentación y como forma de cuestionar el carácter proscriptivo de la reforma política. b) Votar en primera vuelta a los candidatos del FIT, apostando a lograr la presencia de legisladores y diputados de izquierda. Cualquier logro en este terreno constituirá un hecho positivo.”
Por su parte, Guillermo Almeyra destaca que “La organización de un frente para ocupar también un puesto en este campo de lucha para disputar no solamente al gobierno capitalista sino al sistema en su conjunto en el campo del programa y de las ideas es, por lo tanto, una legítima medida de defensa de los derechos democráticos contra la discriminación y la exclusión.”
A su vez, Almeyra agrega como crítica que “fue pues la represión legal gubernamental la que obligó a constituir el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT)…”. Si bien esto es cierto en parte, para el PTS, este frente marca una línea de continuidad con nuestra política en las últimas dos elecciones, en las cuales ya habíamos convocado a realizar un acuerdo electoral en base a un programa principista que aglutinara toda la izquierda clasista de alcance nacional, que en su momento conformamos con las organizaciones que estuvieron de acuerdo dando lugar a un Frente de Izquierda en 2007 y 2009, con IS y el MAS, y del que lamentablemente se había negado a formar parte PO.
Por otro lado, un rasgo que distingue a este frente es la participación activa de la corriente clasista del Sindicato Ceramista agrupada en la lista Marrón, que impulsa junto con dirigentes obreros, militantes de comisiones internas y agrupaciones, de Kraft, de Pepsico, del Ferrocarril Roca, de Donneley, de Stani-Cadbury, del SMATA, y del sindicalismo de base de distintos lugares del país, el periódico obrero Nuestra Lucha. De estas estructuras, dicho sea de paso, saldrán muchos de los candidatos que conformarán las listas del Frente de Izquierda. La lista Marrón del SOECN impulsó la discusión y votación en una asamblea de decenas de los obreros más concientes y organizados, por las candidaturas de Alejandro López y Raúl Godoy, fundadores del sindicato, a la cabeza de la lista de diputados provinciales. Esta intervención orgánica de una franja de obreros clasistas en el Frente de Izquierda es el resultado de más de una década de experiencias en común que remite a la última gran crisis donde se hizo carne un parte del programa del trotskismo ante los cierres de fábricas, como lo es la ocupación y control obrero de la producción en Zanon.
Una expresión política de los sectores en lucha
Otro punto en común en el debate sobre el apoyo al FIT concierne a la posibilidad de abrir paso a la militancia política de miles de trabajadores y estudiantes que pelean cotidianamente en sus lugares de trabajo y estudio por una alternativa independiente de los capitalistas. Desde los que batallan por el clasismo en las fábricas y empresas, como los dirigentes obreros de Kraft o en el subterráneo, hasta los estudiantes que meses atrás protagonizaron la toma de facultades y colegios que se hicieron sentir en la Capital. Muchos de quienes apoyan el voto al FIT han destacado la importancia dar una expresión política electoral unitaria a las fuerzas políticas que protagonizan importantes luchas de los trabajadores y el pueblo, y especialmente al sindicalismo de base que enfrenta a la burocracia sindical, la patronal y el gobierno cotidianamente.
Entre otros, Rolando Astarita (no obstante sus críticas a puntos importantes del programa como los planteos antiimperialistas y los posicionamientos de los integrantes del FIT contra la intervención imperialista en Libia) señala que “estoy a favor de que se exprese una corriente que declara que el centro de su campaña es la defensa de reivindicaciones elementales de la clase trabajadora. [...] Es importante que una corriente de izquierda levante estas reivindicaciones en la campaña de octubre, y que de ser posible las amplifique en el Parlamento. También que denuncie a la burocracia sindical y sus patotas, y luche por la democratización de los gremios, que ha sido otro eje de la actuación de las organizaciones del FIT”.
Un alternativa de independencia de clase frente a la “normalización” K
El amplio apoyo de los cientos de intelectuales, profesionales, y trabajadores de la cultura, al FIT como alternativa política de independencia de clase representa un fenómeno político novedoso que se da en marco de una experiencia de 8 años con un kirchnerismo que actualmente se encuentra embarcado una cruzada contra la acción directa, y cuando entre los gobiernos del ALBA, Evo Morales se enfrenta a la movilización a escala nacional de los trabajadores, mientras que Chávez se pliega a las demandas del gobierno reaccionario de Colombia y el imperialismo extraditando a Pérez Becerra.
Entre quienes apoyan el Frente de Izquierda, Claudio Katz, Eduardo Lucita y Jorge Marchini llaman a participar en las internas abiertas del FIT y a votarlo en primera vuelta, pero dejan planteada la perspectiva de “impulsar el debate sobre la postura a sostener frente eventuales ballotages”, abriendo la puerta a apoyar al kirchnerismo contra los candidatos de “la derecha”. En el mismo sentido, Guillermo Almeyra sostiene que “si hubiese una segunda vuelta- a la cual el FIT evidentemente no podrá acceder y que verá confrontados dos bloques burgueses- a nuestro juicio habría que formular un voto de lucha y resistencia sufragando por la candidatura menos dañina para los trabajadores y para el país”. El primer problema que tienen estos posicionamientos es que no parten de definir la dirección que viene siguiendo el gobierno de Cristina Fernández, y que se profundizará de ganar las elecciones. Como sostiene Grüner polemizando con la idea de los intelectuales de Carta Abierta que depositan expectativas en la “profundización del modelo”, hoy “la mayoría de la ‘oposición’ de derecha (política tanto como económica) va advirtiendo rápidamente que bajo este gobierno se pueden hacer grandes negocios, a cambio de algunas concesiones tibiamente ‘redistributivas’ que no afectan en modo alguno las grandes estructuras del poder, y aseguran una ‘paz social’ –por la que la Presidente misma aboga con creciente énfasis– que ninguna otra fuerza política sería capaz de garantizar: no es solo, aunque sea cierto, que la oposición es torpe, mediocre e inútil; la cuestión central es que es innecesaria, porque el ‘modelo’ vigente, que el gobierno se prepara efectivamente a ‘profundizar’ tras su seguro triunfo en las elecciones, es el de un país burgués ‘normal’”.
Para nosotros una orientación consecuente por la independencia política de la clase trabajadora y el socialismo, debe traducirse en un rechazo a las variantes burguesas en una virtual segunda vuelta. Cualquier otro posicionamiento termina siendo electoralista, la lucha por una alternativa política independiente de los capitalistas continúa después de octubre y no termina a la hora del ballotage.
Profundizar los debates y las iniciativas de apoyo
Estos son los primeros intercambios, “en caliente”, que ha suscitado la conformación del frente. Es necesario amplificar estos apoyos, y traducirlos en múltiples iniciativas que permitan amplificar la repercusión de la formación del FIT entre trabajadores y estudiantes, para derrotar la proscripción.
También, tenemos por delante el desafío de aprovechar la oportunidad política creada por la conformación del FIT, y la buena recepción que ha tenido en amplios sectores, para avanzar en debates estratégicos sobre nuestras tareas y nuestra práctica política. Grüner señala en su carta que “una de las grandes deudas de la izquierda es una discusión a fondo de qué significa hoy el concepto de revolución. Nos parece que ésta y muchas otras cuestiones, como el problema del Estado, la evolución de la crisis mundial y la utopía de los intelectuales kirchneristas de que podrá sostenerse el desacople y las mejoras graduales (para pocos) del “modelo K” en un mundo convulsionado, son cuestiones cuya discusión debe ser parte central del debate político en la izquierda, en el mismo sentido que lo venimos haciendo hace años desde el IPS, impulsando las jornadas de Marxismo y otras instancias de debate.
Varios comentarios recibidos han puesto de relieve que hay diferencias importantes tanto en el programa como en la práctica política (un aspecto esencial de la estrategia, es decir, el cómo llevar adelante la lucha por el programa) entre quienes conformamos el FIT. Estas se expresaron por ejemplo en las profundas diferencias en la intervención que tuvimos en el conflicto de los tercerizados ferroviarios (ver el artículo de Fredy Lizarrague Dos métodos en la lucha de los tercerizados, 30/12/2010). Esto se puso en evidencia nuevamente durante la propia conformación del frente en la pelea por la participación de los ceramistas: el PTS lucha por la construcción de un partido revolucionario que sea el resultado de la fusión con la vanguardia obrera. La conformación del frente abre la posibilidad de la clarificación fraternal de estas y otras diferencias políticas entre los integrantes del FIT, lo cual no constituye en ningún modo un obstáculo para dar la batalla en común contra el gobierno, la oposición patronal y la centroizquierda sino todo lo contrario.