viernes, 29 de agosto de 2014

Ajuste, despidos y suspensiones, los motivos de la adhesión al paro

Acerca de los cruces entre Capitanich y El Cronista
Gastón Ramírez

Una vez más las estadísticas son terreno de disputa entre funcionarios oficialistas y medios opositores. En su rueda de prensa matutina, Capitanich, salió a desmentir la información de El Cronista que en su tapa de ayer, tituló: “Paro de gremios anti K, suma tensión en un país que en 2014 ya perdió 404.000 empleos”. El mismo Cronista, tuvo que admitir su dudosa información, y publicó una nota firmada N. Itzcovich y C. Comari (directores del Indec), con el título, “Ni destrucción de empleo ni efecto desaliento”. Con esta última nota, Cronista parece retroceder según el orden que dictan los funcionarios, y hasta  pone en duda lo que el mismo Indec afirmó una semana atrás y comentamos acá.
Parece que el fuerte de paro de ayer le molestó al gobierno (y mucho) pero también a los pasquines de los grandes empresarios. El deterioro del mercado de trabajo, con despidos y suspensiones, tal como refleja el Indec y el Ministerio de Trabajo de la Nación, es sentido ampliamente y fue un motivo por el cual miles de trabajadores decidieron parar, aunque las centrales sindicales no hablen de la pérdida de puestos de trabajo. En una comparación entre los datos de la Encuesta Permanente de Hogares-Indec en el cuarto trimestre de 2013 y el segundo trimestre de 2014, se observa en la PEA (Población Económica Activa que es igual a la suma de los ocupados más los desocupados, considerando a las personas mayores de 14 años) una suba de 14.000 personas, este resultado se conforma de una baja de los ocupados de 117.000 personas y un crecimiento de los desocupados de 131.000. Un simple cálculo entre las “bajas” (ocupados) y las “alzas” (desocupados) indica que la PEA crece porque hay más desocupados, esto en un contexto de menos ocupados y con una baja persistente de la economía. 
Pero hay más datos. El Banco Central difundió que sólo entre diciembre de 2013 y marzo de este año se cerraron 311.746 cuentas sueldo. En marzo se registraban 7.717.422 cuentas, contra 8.029.168 del 31 de diciembre de 2013. Mientras tanto, la cantidad de empresas registradas que utilizan estos servicios, cayó de 160.083 a 154.493. Los dato del segundo trimestre de este año se conocerán en los próximos días.
El deterioro del empleo, es indiscutible, y en el paro la bronca de los trabajadores se hizo expresar. Nosotros, la izquierda contamos con fuentes de primera mano de esta preocupación y malestar, por estar en los conflictos defendiendo a los despedidos y suspendidos. También de la inacción de las conducciones sindicales burocráticas (de los gremios oficialistas pero también de la oposición), que dejan pasar los ajustes que necesitan los empresarios a cambio de garantizarse la preservación de sus intereses y negocios. Por esto, presentamos hace meses con nuestros diputados, Cristhian Castillo (Legislatura de Prov. Buenos Aires) y Nicolás del Caño en el Congreso, proyectos de prohibición de los despidos y suspensiones. Que los funcionarios y empresarios quieran negar los despidos, es problema suyo. La clase trabajadora empieza a marcar un rumbo de cómo defender el empleo, con el paro y los piquetes, y en caso de cierre, con la ocupación y puesta a producir bajo su gestión.

jueves, 28 de agosto de 2014

El gobierno reconoce el deterioro industrial, pero a medias

La ministra de Industria, Débora Giorgi, admitía hoy que la actividad industrial tuvo una caída en el primer semestre de 2014, pero señaló que ese retroceso la ubica en los niveles de “2010 o 2011”.
La ministra disertó en la reunión del Consejo de las Américas. En su exposición sostuvo que “en el primer semestre de 2014 hubo un deterioro de la actividad industrial del 3,2 por ciento, pero este nivel es muy superior a los que había en la década del '90 y en 2001 y se ubica en los niveles de 2010 o 2011”.
En cuanto a la actividad industrial, la funcionaria comparó los niveles del primer semestre de este año con los del mismo período de 2008 y aseguró que mientras la Argentina creció 13,7 por ciento, Brasil cayó 2,8 por ciento, Alemania, dos por ciento, Reino Unido 6,7; Japón 12,7; Francia 17 e Italia 25 por ciento, en tanto Estados Unidos mantuvo el mismo nivel.

Esta caída es algo menor que la que estiman algunas consultoras privadas. Es el caso de  la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), que estima que en lo que va de 2014 la actividad industrial acumula una caída de 4,2%.

 

Al explicar las razones del retroceso Giorgi señaló que “el mundo está complejo” y que se registran caídas globales en las actividades industriales. En el mismo escenario del Consejo de las Américas, el ministro de Economía Axel Kicillof reforzaría este planteo al señalar que el “mundo no ha salido de la crisis”, y asegura que economías como China muestran “su peor performance de los últimos 15 años”.

Aunque ni el jefe de Economía ni la ministra lo señalaron, el gobierno viene imponiendo un severo ajuste sobre la industria imponiendo límites a las compras de insumos en el extranjero. Desde 2012 rige la exigencia a todos los importadores de presentar declaraciones juradas ante el Secretario de Comercio, que las evalúa y autoriza según el caso. Los permisos se tramitan con mayor o menor agilidad según la disponibilidad de dólares. Además, una vez recibido el permiso de Comercio es necesario que el Banco Central permita concretar la compra de dólares. En una industria donde los insumos importados representan más del 50% del valor final de la producción (llegando a 80% en el caso de la industria electrónica y 60% en la automotriz), el freno a las compras en el extranjero, una de las expresiones que tiene el ajuste que el gobierno nacional viene aplicando, es una de las razones de mayor peso para explicar la caída en la producción. 

martes, 26 de agosto de 2014

De buitres “malos” y “patriotas”

En el marco del creciente escepticismo de varios analistas ante el nuevo canje de deuda anunciado por el gobierno el martes pasado, apareció este fin de semana un fondo de inversión amigo que podría apuntalar la estrategia del gobierno. David Martínez Guzmán, titular del fondo Finthech Advisory, que tiene títulos de deuda pública argentina por una cifra cercana a los mil millones de dólares, ha planteado su apoyo al proyecto de ley enviado al Congreso el pasado martes y su intención de cooperar para “aislar al juez Thomas Griesa y a los fondos buitre y reanudar la cadena de pagos interrumpida en forma arbitraria”.
Empieza a tomar cuerpo el objetivo de involucrar a los bonistas de los canjes para encausar la crisis creada por la decisión de la Corte Suprema el pasado 16 de junio de no tomar la apelación argentina al fallo de Griesa, que obliga a pagar el 100% de la deuda más punitorios a los bonistas holdout (que no ingresaron a los canjes de 2005 y 2010) y ordena el embargo de todos los fondos que argentina deposite para pagar vencimientos de la deuda canjeada. El depósito que realizó la Argentina para el vencimiento del 30 de junio por 539 millones de dólares en el Bank of New York Mellon (BoNY), no fue finalmente embargado pero sí bloqueado. Aunque el gobierno sostiene que al pagar cumplió con sus obligaciones, y responsabiliza al agente de pago (el BoNY), después del 30 de julio se activaron los mecanismos que declaran al país en default.

Un tercer canje con destino incierto
Con el anuncio del nuevo canje, que con las declaraciones de Martínez Guzmán muestra aceptación entre algunos acreedores, el gobierno apuesta a salir del default en un tiempo limitado. De ser posible antes del 30 de septiembre, cuando hay un nuevo vencimiento de deuda por 200 millones de dólares del bono Par. Es que, después de la oficialización del default, difícilmente pueda Economía repetir la decisión de junio y depositar en el BoNY. Sin embargo, la aparición de Fintech en escena no despeja los puntos dudosos de la estrategia oficial. El primero es el mecanismo para canjear los bonos. El Gobierno decidió remover al BoNY como agente de pago y reemplazarlo por Nación Fideicomisos (u otra entidad que puedan designar los bonistas). Este cambio se topa con una dificultad: la necesaria participación del BoNY validando los registros de los bonistas podría volverlo pasible de caer en desacato ante la corte neoyorquina, ya que el fallo de Griesa prohíbe a los agentes de pago de jurisdicción neoyorquina colaborar con un eventual canje o cambio de domicilio. La segunda cuestión son los fondos de inversión extranjeros que, por estatuto, no pueden cambiar de jurisdicción.Salvo que los fondos “amigos” se ocupen de la compra de esta porción de la deuda, todo el mecanismo fracasaría ante la baja aceptación. Es decir que surgiría una se generarían más holdouts que podrían iniciar nuevos juicios. A pesar del respaldo de Fintech, los interrogantes al atajo que presenta el gobierno persisten.
Lo que pone en evidencia es que, aunque se sigue apelando a la retórica de “Patria o buitres”, los intentos de restablecer el pago de la deuda externa persisten. Es natural. Durante años el gobierno y todos los “progres” que desde diversos medios replican el pensamiento oficial, sostuvieron hasta el hartazgo que la deuda había dejado de ser un problema, gracias a la “capacidad de pago” del país (que se basó en un ciclo inédito de crecimiento de las exportaciones que revirtió tendencias previas) y la supuesta reestructuración “soberana” que había pactado una quita elevada (que después se hizo evidente que no era tal en los hechos). La estrategia del kirchnerismo fue resolver el problema de la deuda pagando “serialmente”, y en esto fue acompañado por buena parte de los “progres” que en otros tiempos habían repudiado el costo social de la deuda. Desde 2005 el kirchnerismo fue el mejor pagador, aunque quedaron en el tintero algunas de las hipotecas que había dejado la hecatombe de 2001, como ocurría con el Club de París, o los bonistas holdout.Conviviendo con estos frentes, el gobierno se obligó a redoblar el ritmo de transferencia de recursos a través de los pagos netos de deuda. Donde otros pagaban deuda con deuda, el gobierno argentino entregaba dólares contantes y sonantes. También reemplazaba deuda externa con deuda interna, contraída mayormente con ANSES y el Banco Central, es decir, retrayendo recursos paras las jubilaciones, preparando un futuro desfalco de la caja previsional y minando los márgenes para hacer política monetaria. Estrategia costosa y fallida: a pesar de ser “pagadores seriales”, la deuda pública pasó de 126 mil millones de dólares luego del canje de 2005, a 200 mil millones de dólares a fines de 2013. En la actualidad estaría superando los 225 mil millones de dólares.
Los 190 mil millones de dólares que el propio gobierno dice haber pagado desde 2003 (equivalente a media producción anual de la economía argentina), está entre las explicaciones de fondo de la escasez de dólares. Sumada a una fuga de capitales que se acerca a otros 100 mil millones en la última década, a las remesas de utilidades de las corporaciones al exterior que fueron récord, al descalabro energético y al fracaso de la publicitada reindustrialización, que se ver de forma patente en la industria automotriz que muchos más dólares de importaciones requiere cuanto más produce. Hasta 2011 se toleró alegremente estas sangrías, confiando que los dólares de la soja alcanzarían para cubrirlas. Cuando se hizo evidente que no era tan así, se confió en el cepo cambiario para cuidar las divisas. Sin embargo las reservas en manos del Banco Central siguieron cayendo.
Por eso el gobierno pegó el volantazo en enero: devaluación de más de 20 por ciento en días y vuelta a los mercados. El gobierno pagó los litigios del Ciadi (tribunal a la medida de las grandes empresas multinacionales), pactó con el Club de París, e indemnizó generosamente a Repsol. Sin embargo, se topó con la decisión adversa de la corte norteamericana, y el resultado es que por ahora cualquier resolución de la escasez de dólares por la vía de endeudarse afuera está archivada. Esta escasez, sumada a la inflación, ya está volviendo a apretar para generar un segundo ajuste cambiario en un año.
En la última semana el mercado paralelo se volvió a mover en espera de un nuevo ajuste en el tipo de cambio, ante el complicado panorama para conseguir dólares que genera el default que el gobierno pretende no ha ocurrido. El vice ministro de economía Emanuel Álvarez Agis salió a negar a finales de las semana pasada que se venga una devaluación, pero ya sabemos lo que suelen preanunciar estas declaraciones. Al mismo tiempo que hacía sus declaraciones, el Banco Central permitía que el dólar oficial subiera 11 centavos. Ya con los efectos que tuvo la devaluación de enero, las proyecciones apuntaban a una caída del salario de 5 por ciento para 2014, a pesar de las paritarias. Las nuevas turbulencias anuncian que la pérdida podría ser aún más severa, lo que se suma al deterioro del empleo.

El problema no es el default sino la deuda
En el debate entre oficialismo y oposición patronal sobre qué hacer con los buitres, que con el proyecto de canje se vuelve a trasladar al congreso, hay un acuerdo básico que es seguir pasando la deuda usuraria y fraudulenta. Deuda que se pagó varias veces desde la vuelta de la democracia, lo que no frenó su aumento desde 35 mil millones de dólares hasta su monto actual. Con o sin aprobación del proyecto oficial, el gobierno, el PRO, el Frente Renovador y las principales fuerzas del FAUnen coinciden mantener y profundizar el lastre de la deuda, comprometiendo nuestro futuro. La deuda es un fraude y un saqueo, que golpea con todo sobre los trabajadores y sectores populares. Por eso es urgente discutir no cómo pagarla, sino las medidas para dejar de pagarla.


Peligran los acuerdos con China por la crisis con los fondos buitre


Pablo Anino
Los últimos días se conocieron los términos del acuerdo firmado entre Argentina y China para la financiación de la construcción de dos represas hidroeléctricas en Santa Cruz. Los préstamos ofrecidos por la República Popular de China son para la realización de las obras denominadas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic. Si bien el acuerdo fue publicado el 18 de julio en el Boletín Oficial de la República Argentina, recién ahora comenzó a circular por los medios periodísticos. Es que según las cláusulas acordadas, la financiación se podría caer por la situación de default parcial de nuestro país.
En el acuerdo firmado por Cristina Kirchner y el presidente de China, Xi Jinping, establece una financiación de 4.714 millones de dólares a través del Banco de Desarrollo, el Banco Industrial y Comercial y el Banco de China, todos pertenecientes al país asiático. El primero de estos bancos actuará como agente de préstamo y de garantía. La licitación de las obras fue ganada por la firma cordobesa Electroingeniería (que se la vincula a Carlos Zannini) y la compañía china Gezhouba, según la Resolución Nº 760 de fecha 20 de agosto de 2013 del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios. Es el ministerio que dirige Julio De Vido. En el acuerdo de crédito se establece explícitamente que el gobierno nacional deberá abonar los préstamos más allá que las empresas ejecuten o no los proyectos pactados. La turbulencia económica y la inestabilidad de precios podrían transformar en un gran desfalco de los recursos públicos.
Según el Decreto 1091 del Poder Ejecutivo Nacional, a través del cual se dio a conocer el acuerdo con China, nuestro país debe renunciar a la inmunidad como así también someterse a jurisdicción extranjera. A su vez, no debería tener deuda externa impaga. Justamente el default parcial, que más allá de su negación discursiva, está afectando la vuelta a los “mercados” que ambicionaba el oficialismo para tratar de sacar a la economía de la recesión, vendría a bloquear el endeudamiento “heterodoxo”. El financiamiento chino que el gobierno presentó como una alternativa a los mercados financieros internacionales tiene todo los condimentos y exigencias de los organismos de crédito. No sólo eso. El acuerdo también establece que Argentina debe ser “miembro en buenas condiciones del FMI”. Toda una demostración que mientras el gobierno plantea el dilema “patria o buitres” para la tribuna, sigue entregando al país al dominio de las potencias imperialistas.

Buitres: los activos de YPF y Chevron, bajo amenaza de embargo

Emiliano Trodler
Al mismo tiempo que YPF anunciaba el descubrimiento de un nuevo yacimiento de gas convencional en la provincia de Santa Cruz, los cables de noticias daban a conocer el pedido de embargo solicitado por los fondos buitre sobre activos de YPF y Chevron.
El fondo buitre Elliot Management (Paul Singer) encabeza el reclamo de los holdouts que solicitan la aplicación de la cláusula “Discovery” para cancelar el pago de U$ 1660 millones.
Apoyado en esta misma cláusula, que habilita la búsqueda y embargo de activos del Estado argentino en EEUU, el pasado 11 de agosto el fondo NML Capital logró un fallo favorable para embargar activos de la familia presidencial y de su socio Lázaro Báez, vinculado al negocio de la obra pública.
El Juez del distrito norte de California, Jeffrey Steven White, un republicano de la era Bush, deberá analizar si toma el caso y determinar si existen activos físicos o financieros de ambas firmas petroleras por su asociación en Vaca Muerta.
La estrategia de los bonistas holdout es determinar primero si YPF tiene activos en California, y de no poseerlos, que sea la empresa norteamericana la que responda con sus propios bienes. De esta manera presionar al Estado argentino que se encuentra buscando inversores en el extranjero para la explotación de esta empresa seminacionalizada cuyos contratos resultan tan atractivos para el capital extranjero.
La defensa argentina estará a cargo del estudio Cleary Gottlieb Steen & Hamilton, que hará su descargo planteando que YPF es una sociedad anónima independiente del Estado, y Chevron una empresa privada que se ha asociado para un emprendimiento particular.
La disputa por los yacimientos de YPF no solo se está dando con los holdouts sino también con los nuevos inversores que, con el apoyo del gobierno nacional, vienen presionando por una reforma en la Ley de Hidrocarburos.
El directorio de YPF cuestiona el avance de las empresas provinciales, que desalentarían la llegada de nuevos inversores extranjeros. De acuerdo a declaraciones de Miguel Galuccio a la Revista Fortuna, la actual Ley de Hidrocarburos “erosiona la tasa interna de retorno de los proyectos no convencionales en Vaca Muerta”.
Si el Juez Jeffrey White dictara la orden de embargo el gobierno nacional apelaría el fallo, pero en ese caso podría cerrarse un frente común entre las firmas petroleras con interés en Vaca Muerta y los holdouts presionando a favor de una pronta resolución del “default selectivo”.
En este “juego de ajedrez” el gobierno nacional juega con piezas que subrepticiamente pueden cambiar de color. En definitiva, lo que está en juego no es la soberanía de los yacimientos sino el reparto del negocio petrolero entre distintas clases de fondos “buitres”.

jueves, 21 de agosto de 2014

Salta el blue, el gobierno niega la devaluación... sabemos cómo termina, ¿no?

http://bucket1.clanacion.com.ar/anexos/fotos/49/argentina-en-default-1932049w300.jpgEmanuel Álvarez Agis, viceministro de Economía, rechazó hoy que fuera a producirse una devaluación. Lo hace en momentos en que el blue se recalentó, subiendo cintuenta centavos en un día y superando la barrera de los 14 pesos, en una brecha de 64 % con la cotización oficial. Ya sabemos cómo termina esta película, ¿no?
Desde hace ya varios meses, mientras el gobierno intentaba hacer "los deberes" para salir a los mercados, se esbozaba un escenario de nuevos saltos cambiarios, como producto de la inflación. La "incertidumbre" generada por el canje anunciado esta semana ha sido finalmente la excusa de los especuladores para, en un contexto de escesez de dólares y baja de tasas, salir a presionar por la cotización del dólar. El gobierno que hoy dice que no devaluará, dirá nuevamente ante la consumasión del ajuste cambiario que lo "obligaron". Los costos, caen sobre los trabajadores y sectores populares. 

Lo dice hasta el IndeK: más desempleo en la nueva etapa del “modelo”

Gastón Ramírez

Los anuncios del gobierno de establecer una nueva negociación con los fondos buitres, se dieron en simultáneo con la publicación del Indec sobre los datos de empleo. Su informe confirma el deterioro en el mercado de trabajo en sintonía con los datos publicados por el Ministerio de Trabajo de la Nación hace una semana.
Una primera imagen de la situación laboral en el país arroja que la población económica activa (PEA), es decir las personas que tienen una ocupación o que sin tenerla la están buscando activamente, alcanza a 11.884.000 personas. Entre ellos quienes tienen empleo son 10.994.000 y los desocupados llegan a 890.000 personas que buscan trabajo. Así es que la tasa de actividad -que mide la relación entre la PEA y la Población Total, es del 44,8%, y la tasa de empleo (cantidad de empleados/PEA) se ubicó en 41,4%. En términos interanuales ambas bajaron 1,7%. Es de destacar que si la tasa de actividad no hubiera caída, la tasa de empleo habría disminuido más. Si se proyecta estas tasas sobre la población activa del país, 1.343.000 personas están desocupadas y 1.681.000 subocupadas.
Con la economía en estancamiento o recesión -según la fuente informativa que se tome-, se observa un marcado deterioro de la situación laboral de los trabajadores en todo el país. El desempleo tuvo una suba del 0,3% en términos interanuales (32.000 personas más buscando empleo) y se ubica en un 7,5% durante el segundo trimestre del año. Asimismo, se redujo el número de personas que trabajan menos de 35hs semanales, considerados subocupados , que pasaron del 9,7% al 9,4% interanual. En este resultado se combina una leve suba del 0,1% -interanual- de los subocupados que buscan trabajo -porque con el que tienen no les alcanza para vivir.-
Este cuadro indica que no sólo sube el número de personas que pierde el empleo y sale a buscar; sino que también hay un deterioro de la “calidad” del empleo. Hay un crecimiento de quienes trabajan menos de 35hs semanales y entre ellos de quienes buscan más trabajo.
Salta a la vista, además, al contrario de lo que se intentaba mostrar desde el gobierno, que la desmejora en el empleo no comenzó este año. Según eI propio INDEC, en la evolución de los indicadores se observa un pico máximo en la tasa de actividad y de empleo en el segundo trimestre del 2013, con valores de 46,5% y 43,1% respectivamente; y a partir de ese momento comienza una caída sistemática de ambos. Como contrapartida, la tasa de desocupación y de subocupación, tuvo un mínimo en el 4to trimestre de 2013 con valores de 6,4% y 7,8% respectivamente; y desde ese momento las tasas de desempleo y subocupación tienen una suba sistemática. El ajuste no se inició con la devaluación que el gobierno pretende que tuvo que hacer “forzado”, sino que viene de antes.
Por último, según las regiones, en GBA-Ciudad de Bs. As. y Pampeana, el desempleo se ubica en 7,7% y 8,9% respectivamente, superando la media del 7,5% de los 31 aglomerados urbanos. Por debajo se ubica Patagónica (6,7%), Noroeste (6,5%), Cuyo (5%) y Noreste (3,3%).
Tal como analizamos acá, si bien los despidos y suspensiones, no alcanza aún los niveles críticos de 2009, cuando se perdieron más de 300 mil puestos; no obstante, una economía que marcha hacia atrás y una incierta negociación de la deuda en default, abren el juego a las patronales que ponen al empleo como variable de ajuste. El plan oficial combina maniobras para seguir pagando a los buitres, presión a las empresas con la "Ley de Abatecimiento", con una serie de planes (“PRO”) como el Repro o subsidios a quienes contraten nuevo personal de escaso poder de fuego si se profundizan los despidos. El gobierno se encuentra en una encrucijada que el mismo armó y con medidas cada vez más descontroladas, pretende frenar los efectos de las políticas “ortodoxas” que lanzó desde que profundizó el ajuste sobre el salario con las paritarias por debajo de la inflación, la devaluación y la suba de las tasas de interés, junto con el pago serial de la deuda y la fuga de millones de dólares que reeditan la crisis estructural de reservas (“restricción externa”). Los intentos de una política “anticíclica” poco pueden hacer por detener los efectos de una política oficial que “empalmó” con las tendencias recesivas que venían operando en la economía.
La respuesta a la defensa del empleo no viene desde arriba, sino por abajo, en la enorme resistencia de los trabajadores despedidos de LEAR y en la inmediata ocupación y puesta a producción por parte de los gráficos de la imprenta Donnelley, se encuentran muy buenos ejemplos de cómo pararle la manos a quienes quieren meter el ajuste sobre el pueblo trabajador.


miércoles, 20 de agosto de 2014

Canje para seguir pagando: de soberanía, sólo el nombre

Cristina Fernandez anunció ayer que enviará al Congreso un proyecto de Ley de Pago Soberano Local de la Deuda Externa, que apunta a cambiar de jurisdicción la deuda emitida bajo legislación norteamericana. Esto ocurre pasados algo más de dos meses desde que la Corte Suprema de los EEUU confirmara el fallo del juez Thomas Griesa al rechazar considerar la apelación del Estado argentino, y el gobierno quedara encerrado entre las alternativas de pagar a los bonistas “holdout” que no entraron al canje el 100% del valor de sus bonos o verse impedido de mantener los cumplimientos a los bonistas que sí canjearon en 2005 y 2010. Y 19 días después de que el “incumplimiento” alcanzara el status de definitivo, activando los mecanismos de declaración del default. El incumplimiento y el propio default son puestos en discusión por el gobierno ya que el dinero fue depositado en regla, antes del primer vencimiento del 30 de junio, sólo que el agente de pago (Bank of New York Mellon) se vio impedido de entregarlo a los bonistas por orden de Griesa. A pesar de este planteo del gobierno, las desacreditadas agencias calificadoras de deuda y las agencias que tienen seguros sobre impagos de la deuda argentina, activaron todos los mecanismos que indica el ingreso en default.
Con el proyecto presentado ayer, el gobierno se decide finalmente por un camino con el que ya había amagado el Ministro de Economía Axel Kicillof en su primer conferencia de prensa luego de conocida la decisión de la Corte Suprema norteamericana, cuando dijo que iba a instruir para evaluar el cambio de jurisdicción de pagos. El proyecto no establece obligatoriamente la jurisdicción argenina, sino que habilita a los bonistas a elegir la jurisdicción que les resulte conveniente. Desde entonces se iniciaron las trabadas negociaciones, en las cuáles el gobierno hizo hincapié en la cláusula RUFO (derecho sobre mejores ofertas) para no mejorar la oferta, sin que el gobierno volviera a sacar a relucir esta alternativa. Dos motivos centrales la hicieron en todo momento poco creíble: 1) la amenaza de desacato por parte de Griesa que pesa sobre los agentes de pago si ayudan a la Argentina a evadirse del fallo del juez neoyorquino, ante lo cual es de esperarse que ningún banco internacional de procedencia norteamericana se arriesgue, y no son de fácil reemplazo; 2) las tenencias de buena parte de los bonos bajo jurisdicción norteamericana por parte de fondos que por estatuto no pueden invertir en papeles que no tengan legislación norteamericana, por lo que no puede esperarse se acepten el cambio para cobrar en Buenos Aires, tenencias que algunos estiman que llegan hasta el 70% de los bonos con ley en Nueva York.
Para afrontar lo primero, el gobierno resuelve el cambio del agente de pago, reemplazando al BONY por Nación Fideicomisos S.A. Esto podría resolver una de las trabas que tenían para intentar el cambio de jurisdicción, ya que escapa de la jurisdicción yanqui y podría contar con una ingeniería legal que lo cubra, más allá de la falta de experiencia y debilidad técnica a la que han apuntado algunos economistas liberales, de los que bregan por un acatamiento en toda la línea de lo ordenado por Griesa.
La cuestión más espinosa está en el segundo punto señalado más arriba, y abre la pregunta de qué porcentaje de aceptación puede asegurarse el gobierno. Si termina muy por abajo del 92,4% sería un problema. Podría producirse una situación en la que deba afrontar en simultáneo la continuidad de los litigios de los holdouts, y los reclamos de “aceleración” -es decir el cobro íntegro de la deuda- por parte de los bonistas afectados por el nuevo default, si el porcentaje que no entra al canje es grande. Todo esto en un contexto donde mantendría la incapacidad para endeudarse afuera. La pregunta es ¿qué probabilidad hay de que los bonistas que habían canjeado en 2005 o 2010 y se ven afectados por el bloqueo de pagos ordenado por Griesa no canjeen para seguir cobrando? Para los que no tengan impedimentos legales, pocas. El que ya canjeó en su mayoría está haciendo el negocio de cobrar, y va a buscar las vías para seguir haciéndolo. Por supuesto, los mismos “buitres” holdout que están haciendo juicio también tienen parte de los bonos regularizados con el objetivo de buscar la aceleración, pero estos mismos también podrían canjear si ven que no les dan los números para llegar al piso mínimo de 25% que se exige para pedir la aceleración. A priori, el mayor problema está entonces con los bonistas que no están habilitados para canjear por deuda emitida bajo jurisdicción argentina. Acá surge la pregunta es ¿habrá un nuevo "Gramercy" que, al igual que con los juicios del CIADI -organismo armado a la medida de las corporaciones imperialistas para ganar juicios contra los Estados semicoloniales y dependientes- compre esta deuda para después canjear? Es una posibilidad. Sería otra escandalosa entrega de un negoción a un "buitre" amigo. Si este es el precio para asegurar un porcentaje de aceptación cercano al 90% actual (aunque seguramente unos puntos menor que lo canjeado hasta ahora), el gobierno ya demostró en el pasado que está dispuesto a pagarlo. A pesar de las diatribas contra la banca local y extranjera, los diez años de kirchnerismo han sido pródigos en obsequiarles todo tipo de negocios.
¿Cuáles serían las consecuencias para la economía argentina? El gobierno podría presentar el éxito -relativo- de dar por cerrada la crisis abierta en junio, ya que menguaría el poder de fuego de los holdouts y la corte yanqui. Pero seguiría cerrado el grifo para endeudamiento externo y además se ingresaría definitivamente en desacato con la corte yanqui. Después de haberse vuelto a validar el sometimiento a la jurisdicción extranjera en los canjes de 2005 y de 2010, ahora el kirchnerismo busca evadirse de las consecuencias de sus propios actos cuando estos le imponen un fallo adverso. Esto implica archivar cualquier perspectiva de emisiones de deuda en los EE.UU., y seguramente también en el resto de las grandes plazas. A pesar de que compiten entre sí por captar clientes, todos los centros de las finanzas globales coinciden en defender a rajatabla la disciplina de las economías dependientes, golpeando contra cualquiera que amague con dar una mínima patadita al tablero, así sea como en el caso del gobierno de Cristina Fernández para abrir vías para continuar con los pagos seriales. Por eso, a lo sumo podrán restablecerse los acuerdos con china, que en este momento están congelados también por el default a apenas un mes de anunciados.
La vía de un embargar el futuro de la economía con deuda para saldar hoy la “restricción externa” seguiría cerrada, y por ende la obligada "heterodoxia" de financiarse con el central, frenar las importaciones de insumos creando así un frenazo económico al parar la producción, al mismo tiempo que se trata de contrarrestar el frenazo bajando las tasas de interés para créditos, en un cóctel explosivo, seguirá desarrollándose. Es decir un ajuste en toda la línea, acomañado del desarrollo de algunas "bombas de tiempo", cuya explosividad se encuentra por el momento limitada por la recesión, que pone límites a la inflación, así como genera conductas "cautas" incluso en la especulación, al menos por el momento. Pero sin la vía de retomar el endeudamiento externa seguirán agravándose los desequilibrios, aunque el gobierno presente una batería de políticas “activas” haciendo gala de un keynesianismo que está con la pólvora mojada. Aún si se logra el "éxito" en el anunciado cambio de jurisdicción esto no va a cambiar.
Buena parte de la oposición, como es claramente el caso del PRO y parte de la UCR (y ciertos economistas cercanos a Massa, que prefirió callar) critica el anuncio de ayer porque con esto el gobierno pretende validar lo actuado. Reclaman en cambio un inmediato cumplimiento del fallo, pagando a los holdouts todo lo que ordena Griesa. Ante esto el gobierno presenta su alternativa como la de quienes no “ceden” a las presiones imperialistas. Pero esta pretensión tiene patas cortas. Regularizar la deuda mediante este nuevo canje significa continuar con la succión de dólares que representa la deuda. Que a pesar de que el gobierno se felicita de haber pagado 190 mil millones de dólares no paró de crecer, y hoy ronda los 250 mil millones de dólares después de los acuerdos con Repsol, Ciadi, y Club de París. Estos pagos, junto con la fuga de capitales con la que la burguesía colocó las ganancias que amasó a resguardo en paraísos fiscales, y con el descalabro energético que es resultado del vaciamiento empresario, son las gangrenas que han hecho reaparecer la mentada “restricción externa”, que en realidad no es otra cosa que una expresión del atraso y dependencia del capitalismo argentino que esta expolación contribuye a reproducir. Es pagar la deuda lo que tiene gravosas consecuencias para la clase trabajadora y el pueblo, no el default. Por eso es necesario declarar el no pago, inseparable de a otra serie de medidas como el monopolio del comercio exterior y la nacionalización de la banca bajo control de los trabajadores. Las alternativas no pueden reducirse, como los presentan los partidos patronales, entre cumplir con Griesa o cambiar jurisdicción para seguir pagando. Repetimos, más que nunca, debemos exigir que no sean el gobierno y la casta política quienes decidan de espaldas a los trabajadores embargando el futuro con el grillete de los pagos de deuda. Como ha reclamado el diputado nacional por el Frente de Izquierda Nicolásdel Caño, es necesario abrir lugar a una consulta popular vinculante, para que sea el pueblo el que decida que se hace con la deuda.

martes, 19 de agosto de 2014

¿Marxismo nacional o internacionalismo en serio? Sobre los motes de Astarita


Ante nuestra respuesta a sus críticas a la posición del PTS ante la cuestión de la deuda externa (ver acá), el profesor Rolando Astarita nos endilgó el mote de “marxismo nacional”. Sería interesante -y novedoso- que intentara respaldar con citas fehacientes esta caracterización que intenta realizar. Pero, obvio, tal empresa sería un completo fracaso. Por mucho que vierta en sus posteos los términos “liberación nacional” o “segunda independencia” cerca de PTS, en ningún lugar va a encontrar una cita donde se proponga esta orientación estratégica semietapista. Por eso Astarita está obligado a lanzar frases sueltas sin ton ni son.
El profesor abriga la pretensión de ubicarse como quien sostiene un punto de vista internacional ante los supuestos marxistas “nacionales”. Vertir aquí y allá los términos “globalización” y “mundialización del capital” no alcanza para tener un punto de vista internacional. Cuando se abstraen las imbricaciones entre economía y política que constituyen al sistema mundial capitalista como una totalidad concreta jerarquizada, en la cual la acción imperialista es de fundamental importancia y opera como sostén “en última instancia” de la reproducción global del capital a la vez que vehiculiza la concentración y centralización del capital a nivel internacional que conduce al dominio mundial de las grandes trasnacionales y los magnates de alcance global, se puede terminar por ejemplo comprando todo el paquete “humanitario” y ubicándose en el mismo bando de la OTAN en nombre de las conquistas democráticas como objetivo en sí mismo (ver acá). Son consecuencias inevitables de querer afirmar que el imperialismo es -en el mejor de los casos- una categoría de poca relevancia para entender al capitalismo global, que es como querer tapar el sol con las manos (que aunque parezca difícil de creer es lo que nos propone Astarita). Esta posición es tan dañina para poder desarrollar una política revolucionaria del proletariado como las de que toman al imperialismo como argumento para ir en apoyo de las burguesías y sus movimientos nacionalistas.
En las antípodas de Astarita, un punto de vista verdaderamente internacional (e internacionalista) sólo puede conquistarse si reconocemos la presencia global del imperialismo y su rol como fuerza reaccionaria en toda la línea que interviene globalmente en defensa de los intereses del capital a la vez que opera en beneficio de la expansión de los sectores más poderosos del capital global, señalamos sus consecuencias y proponemos un programa para combatirlas, sin el cual la emancipación de la clase obrera del capital no es más que una entelequia. Esta es la diferencia entre un internacionalismo que se toma en serio a sí mismo, y las palabras huecas.

lunes, 18 de agosto de 2014

La lógica turbulenta del capital. Sobre el último libro de David Harvey

En Ideas de Izquierda 11, el artículo "La lógica turbulenta del capital" discute las ideas centrales del último libro de David Harvey, geógrafo marxista que ha escrito libros monumentales sobre El capital, la modernidad, y analizado el despliegue de contradicciones que realiza el capitalismo en su producción del espacio, entre otros varios tópicos. Su último libro define las que considera las diecisiente contradicciones centrales del capitalismo en su fase actual y esboza en sus páginas finales una alternativa no capitalista a partir del "humanismo revolucionario". En la revista discutimos los puntos fuertes así como los problemas de la crítica del capitalismo y la perspectiva de superación que plantea Harvey. 

sábado, 16 de agosto de 2014

Black Rock, un buitre que también carroña en Lear


Emiliano Trodler




En su último discurso CFK anunció que aplicaría la Ley Antiterrorista  contra la multinacional yanky Donnelley por su fraudulenta quiebra. Al mismo tiempo, denunciaba la participación accionaria de BlackRock, fondo buitre controlado por Elliott Managment. De esta manera daba rienda en su discurso a la impostura del “patria o buitres”. 


En la batalla que libra el gobierno para poder pagar toda la deuda, despotricando contra el 7% de los fondos buitres que no entraron al canje, amenaza con la Ley Antiterrorista a una empresa que se fue del país. De paso intenta legitimar una ley que más tarde o más temprano será utilizada contra el pueblo trabajador. Lo que se podría decir una inversión de muy bajo costo para aumentar el capital político del kirchnerismo.  

En la lucha contra los despidos en LEAR ocurre todo lo contrario. Los trabajadores vienen siendo atacados por un frente cerrado entre la patronal, la burocracia del SMATA, y el gobierno nacional. 

Sin embargo, LEAR Co. también tiene entre sus accionistas (ver acá) a fondos buitres como el Black Rock de Elliott, y Morgan Stanley & Co, entre otros, que además de especular con la deuda externa tienen acciones en la “nacionalizada” YPF.  
Sólo el 5% de las acciones de Lear Corporation está en manos de los propietarios y ejecutivos, el 95% de las acciones están controladas por “fondos institucionales” (fondos que especulan con los planes de pensión y entidades de alto patrimonio) y “fondos mutuos” (fondos que reúnen inversiones de personas físicas o jurídicas para invertir en acciones o bonos de deuda). Entre ellos podemos citar al Boston Partners (9.73%), Harris Associates L.P (5.77%), Vanguard Group Inc (5.57%), BlackRock Institutional Trust Company (3.68%), y Morgan & Stanley (3.56%), entre varios otros. 
Pero los buitres no sólo especulan con la deuda externa. Si observamos el panorama de las empresas más importantes en la Argentina, sus conexiones con el capital financiero y el entramado de vínculos con fondos de inversión, habría que decir que en realidad vivimos en la patria de los buitres. 
En el ranking de las 25 empresas con facturación tenemos 5 petroleras, 6 automotrices, 6 cerealeras, y 4 empresas de telecomunicaciones. Entre las que mayores ganancias reportaron hay 4 petroleras, 6 bancos, 5 empresas de telecomunicaciones, y 2 mineras.
Detrás de cada una de ellas, sean “nacionales” o “extrajeras”, encontramos fuertes lazos directos con el capital financiero internacional. 
Por ejemplo, la automotriz VolksWagen tiene entre sus principales inversores al Qatar Holding LLC (16%), un fondo de petro inversiones que controla el 15% de las acciones de la bolsa de Londres. Bunge tiene cerca del 50% de su capital accionario (ver acá) en manos de fondos institucionales y fondos mutuos. Entre ellos, también encontramos al BlackRock, Vanguard Group Inc., FMR LLC, entre otros.  YPF tiene un 45% del paquete accionario en manos de la nación y provincias, el 17% en manos del Grupo Petersen, y un 32% en manos de más de 20 fondos de inversión entre los cuales hayamos al Soros Fund Managment, Morgan Stanley, Lazzard Asset Managment LLC, y al 
Mientras tenía las plazas financieras cerradas, el gobierno de CFK culpaba al capital financiero de todos los males del capitalismo. Ahora el disKurso oficial introdujo la diferencia entre capitales especulativos buenos y malos desde el momento en que se encuentra negociando con los organismos de crédito internacional y los fondos de inversión, para iniciar un nuevo ciclo de endeudamiento. Pero la evidencia muestra que no existe semejante independencia entre el capital productivo y capital financiero. Como señalara Lenin a principios del siglo pasado, un rasgo central del capitalismo en su fase imperialista es la fusión del capital industrial con el capital bancario (o financiero) y el control de este último sobre el conjunto del proceso de producción. 
El Black Rock es el fondo de inversión más importante del mundo, con una cartera de casi U$ 232.000 millones (casi diez veces las reservas del BCRA) e inversiones en bonos de deuda y en las empresas más importantes del mundo. 
Como muestra la lucha de los trabajadores de LEAR o el control obrero en Donnelley, aunque sea un pequeño ejemplo a escala, la clase obrera es la única interesada y la única que puede enfrentar seriamente el control de los buitres sobre el conjunto de la economía nacional. 

jueves, 14 de agosto de 2014

Sábanas cortas para el "progresismo K"


Adrián C.

El término de "sabanas cortas", en el mundo de la economía, significa una situación donde ya no se puede quedar bien con dios y con el diablo. Depende para donde tironees la sabana, sacrificas alguna parte del cuerpo que dejas al descubierto. En años de crecimiento y "vacas gordas", el Kirchnerismo se podía permitir que los empresarios "la junten en pala", y que aquellas migajas que se les caiga las puedan agarrar los que miran desde abajo. Durante un tiempo, el Kichnerismo alimentó la ilusión de que podían conciliarse las aspiraciones de ambos sectores bajo "el modelo de crecimiento con inclusión". Paritarias al 25% que le emparden a la inflación, mas “pagadores seriales” de la deuda, mas orgía de subsidios para amigos y poderosos, mas ganancias "a tasas chinas", era una ecuación desigual, pero que podía ser posible. Cuando hay fin de ciclo las sabanas se achican, como esa ropa que después de tanto lavar no solamente pierde brillo sino que empequeñece. Por si a alguien le quedaban dudas, el kirchnerismo siempre tuvo bien en claro quién iba a pasar frío en la noche… el pueblo trabajador.



¿Crédito para todos?

El relato K pretende mostrar como un round épico mas el que se juega en el Banco central, entre lo que sería el riñón cristinista puro (de la mano de Kicillof) y en la otra punta del ring, Fábrega, jefe del Banco Central de la República Argentina. Es bien sabido en el ámbito de la economía que se suele atribuir las subas de la tasa de interés a las medidas "restrictivas" (que pretenden "enfriar" la economía) y las bajas de las mismas a medidas Keynesianas de "inyección de demanda" (vale decir de incentivo al consumo e inversión). De hecho el jefe de Gabinete, Coqui Capitanich, aseguró que la decisión del Banco Central de reducir las tasas intenta "estimular la producción de bienes y servicios y revitalizar el consumo". La realidad es que la baja tendrá un impacto muy leve para los créditos personales. De ninguna forma se trata de una medida que revierta la caída del consumo en la argentina. Incluso hay quienes aprovecharon esta circunstancia para hacerse un festín. El principal combustible que hizo avanzar la bicicleta bursátil en estos días fue la compra de dólares a través de bonos y acciones, como respuesta a los anuncios de recorte de las tasas. Una pequeña baja en las tasas, además de significar una "revolución keynesiana" que aumenta (casi nada) el consumo, representa también una medida que hace menos atractiva (aun) a la moneda nacional, con lo cual incentiva mas (aún) la ida hacia el dólar. Ni lerdos ni perezosos, muchos buitres extranjeros, y también criollos, más que invertir en la producción deciden "cubrirse" a través de lo que se conoce como “contado con liqui” comprando bonos locales (bajo ley nacional, no sujeta al buitre Griesa) que se pagan en pesos y se cobran... en dólares. El principal efecto de la baja de la tasa de interés ha sido hasta el momento la suba en la cotización de los bonos. Ejemplo de esto han sido el Boden 2015 que subió 3,76% y el Bonar X que avanzó 3,9%. Lindo progresismo K. Los buitres, contentos.



¿Gasto para la inclusión?

Chillan los economistas liberales recalcitrantes, del tipo de José Luis Espert o Orlando Ferreres. Es que el gasto público de este gobierno no para de crecer. Típico populismo dicen estos personajes. Y es que la maquinita de hacer billetes aumentó por decreto en 24.300 millones de dólares el gasto público, es decir más del 80 por ciento de las reservas brutas del Banco Central. La verdad del asunto es que la mayoría de ese importe se usará para mayores subsidios a la energía y el transporte, y esto más allá del aumento de tarifas que viene soportando el pueblo argentino en estos rubros. Tarifas más altas, mayores subsidios, empresas más ricas. Mientras tanto, el anunciado plan ProEmplear, pasantía en versión “nac y pop”, apenas contará con 3 mil millones de pesos, menos de un 5% de lo gastado en subsidiar a las empresas energéticas que no invierten un peso. Linda ecuación progre... Además, de acuerdo con un análisis de la consultora Abeceb, lo que el Gobierno gasta en subsidios a la energía equivale a 5 veces lo que se destina para el plan de Asignación Universal por Hijo (AUH). Qué manera de darle guita a los vagos dirán…



Subsidios... al bolsillo del empresario

A través del plan FONDEAR el gobierno destinará $ 10.000 millones en créditos subsidiados. Las tasas serán de 14% para pymes y más altas para el resto. Se pretende mostrar esto como un plan de “salvataje” para casos de empresas en “crisis”, como el caso de la imprenta Donnelley, y así evitar despidos. De mínima parece un monto muy pequeño para “salvaguardar” el empleo, y además permitirá a varios buitres de la industria extorsionar al gobierno para hacerse de estos recursos, cuando no estén verdaderamente en crisis. Los Repro –subsidios para evitar despidos– y las nuevas leyes para registrar trabajadores y subsidios para el primer empleo apuntan a que las empresas privadas tomen la iniciativa en materia de creación de empleo. Un progresismo medio enclenque este, que deja en manos de quienes despiden, suspenden y cierran fabricas, la épica tarea de evitar… despidos, suspensiones y cierres de fábrica… Es por esto que los fondos del programa Progresar anunciado por el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, para una capacitación por seis meses con la posibilidad de inserción laboral, suena a cómico como medida que contrarreste el desempleo… La solución es diferente. Fabrica que cierre o despida, que se ponga a producir bajo control de sus trabajadores, que se estatice así el estado garantiza la compra de sus productos.



Desempleo “nacional y popular”

Si uno escucha a los funcionarios buitres de este gobierno notará cierta esquizofrenia.  Dice Capitanich al referirse al conflicto de Lear: hay "una estrategia para radicalizar protestas con fines opositores". "existe una estrategia deliberada para promover conflictos”, por parte de los “idiotas útiles” que serian los militantes de izquierda. Pero por otro lado hay ya 12 fallos que avalan la desidia patronal en Lear, y además una seria sospecha acerca de la veracidad del pedido de quiebra en Donelley. Entonces en qué quedamos? O admiten que estamos en presencia de una recesión (con inflación) que empieza a afectar a muchos trabajadores, con miles de despidos, suspensiones, cierres de fabrica (vale decir crisis económica) o admiten que en la Argentina las empresas extorsionan con irse cuando no hay delegados cipayos? Decídanse… Pero de ahí a decir que la culpable de los despidos es la izquierda porque “asusta” a los empresarios es un tanto ridículo. Dice Scioli: “Necesitamos inversiones” que se obtienen “seduciendo al capital, no combatiéndolo. Más claro, imposible. Pensar que algunos kirchneristas de la primera hora despotricaban por tener a un noventista como Scioli entre sus filas. Que dirán ahora los seguidores del gobernador bonaerense, que en su etapa senil, el cristinismo se hizo sciolista…


***


Para terminar, este pretendido keynesianismo es una respuesta a la crisis con "pólvora mojada"... No se puede borrar con una mano lo que se escribió con la otra. Hubo un momento donde el "empleo" y la "no represión" pretendía era un "sello indeleble" del relato K; hoy, en su "etapa superior", el cristinismo se ve obligado a reescribir algunas páginas del mismo. Si en definitiva, la única verdad es la realidad...

miércoles, 13 de agosto de 2014

El (des)empleo en tiempos de ajuste

 Gastón Ramírez y Esteban Mercatante




Como se explica acá, la economía argentina se enfila desde comienzos de año en un ajuste a paso veloz, que agravó las tendencias al deterioro de la actividad que ya eran visibles desde 2012. Devaluación en enero, sumada al cepo a la importación que volvió a agravarse , los impuestos a los autos de alta gama, las dificultades para endeudarse en el exterior, la suba de las tasas de interés que junto con paritarias negociadas por debajo de la inflación, provocaron un freno en la producción y en el consumo que impactó en el conjunto de la actividad económica durante los últimos 6 meses. Con el default que el gobierno pretende negar, estas tendencias seguramente se agravarán.

Pero el impacto del ajuste -que no le fue impuesto al gobierno sino que es un resultado directo de sus decisiones políticas- en el empleo ya es palpable. De acuerdo a los datos que arroja la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) del Ministerio de Trabajo de la Nación en el segundo trimestre de 2014 se observa un deterioro del mercado de trabajo y una desaceleración en la creación de empleo. Algunos sectores como la industria o la construcción en donde muestran las situaciones más difíciles de suspensiones y despidos, y otros sectores como comercio y los servicios donde hay pérdida de empleo más bien por goteo. Pero en todos los sectores se observa una tendencia al deterioro.
Según la encuesta del Ministerio el empleo formal registrado tuvo una caída del 0,3% durante el segundo trimestre en relación al primer trimestre del año, aunque en términos interanuales hubo una tenue suba del 0,5%. Si analizamos la tasa de entrada (contrataciones) y salida (desvinculaciones) del mercado laboral, ambas experimentan una baja a partir del primer trimestre del año. Hay menos contrataciones y menos renuncias.
El dato resonante aparece en el crecimiento de las suspensiones que alcanzan a 6 de cada mil empleados, siendo la cifra más elevada desde el último bajón del empleo en 2009. Sólo en la industria automotriz (terminales y autopartes) se registran más de 15.000 suspensiones.
En el análisis por aglomerados urbanos donde se realiza la encuesta, el empleo formal cae entre el segundo y el primer trimestre del año, en Gran Buenos Aires (0,1%), en Gran Córdoba (0,7%), en Gran Rosario (1,5%), en Gran Mendoza (1%), en Gran Tucumán (0,8%), en Gran Santa Fe (0,9%), en Gran Paraná (0,1%) , a excepción de Gran Resistencia donde hubo una suba (2,4%).
En el caso de las ramas las que caen son Comercio, Restaurantes y Hoteles (-0,3%) y Construcción (-4,6%) comparando con el año pasado. Según fuentes sindicales hubo 2.200 despidos en los restaurantes de CABA, más de 15.000 despidos en la construcción, 2.000 en Tierra del Fuego (UOM) y algunos frigoríficos que cerraron en Córdoba o en Buenos Aires. El dato más llamativo se registra en la industria que habría crecido un 0,4% interanual, cuando estudios privados recientes indican que hubo una caída del 2% en el mismo período, según la UIA.
La menor actividad económica como es habitual se hace sentir más en las pequeñas empresas que son las primeras en ajustar, así lo indica el informe, las pequeñas tuvieron una reducción del empleo del 0,6% y las grandes del 0,3%. Y en el caso de los trabajadores los sectores más flexibles son los que registran los índices más elevados en las bajas de personal de las empresas, entre Mayo y Junio, las bajas por motivo “finalización de contrato por tiempo determinado” sube casi el doble del 8,6% al 15%.
El informe agrega que el 70% de las empresas no realizan búsquedas de personal actualmente. El 59% de ellas prevé realizar contrataciones de personal, aunque es un valor inferior al 70% de un año atrás.

No alcanza con parches
Aunque el gobierno venía minimizando la situación anunció la semana pasada algunas medidas de crisis. El Programa de Inserción Laboral financia con sumas que parten de los 2.700 pesos hasta la mitad del sueldo del nuevo personal que tomen las empresas, en caso de que la compañía adhiera también al Régimen de Promoción del Trabajo Registrado (Ley 26.940) con la cual se disminuyen las cargas patronales. También se vuelve a subsidiar a las empresas que presenten preventivos de crisis con el REPRO, que aumentó de 1.500 a 2.000 pesos por empleado, bajo el compromiso de que no despidan personal. Estas medidas tienen como máximo un plazo de entre 6 a 12 meses. Teniendo en cuenta que los planes oficiales son más bien de contención del empleo ya creado, difícilmente alcancen el objetivo oficial de crear 800.000 puestos de trabajo. Lo que puede si otorgar, son nuevos motivos para que los empresarios, aceleren sus acuses de crisis y se adhieran a estas nuevas facilidades fiscales mientras dure el bajón de la actividad económica y puedan así mantener sus ganancias y sus negocios. Pese a que en el discurso donde presentó estos anuncios Cristina Fernandéz volvió a denunciar que los grandes empresarios que se la llevaron en pala durante estos años, el gobierno, decidió poner más plata del Estado para subsidiar a los empresarios. No sólo esto, sino que el gobierno implementa su propia versión de un régimente de pasantías (ProEmplear) que durante un tiempo de “capacitación” pagará a los jóvenes inscriptos en ProgREsAr (que venían recibiendo 600 pesos mensuales) hasta 2.600 pesos mientras dure la capacitación (6 meses) y 2.700 pesos de salario cuando sean incorporados a una empresa durante un año, montos a todas luces irrisorios. La flexibilización laboral avanza rampante enmarcada en un discurso de “inclusión”.
Ya 2009 mostró que estas medidas no impiden que las patronales descarguen los costos de la crisis sobre los trabajadores. Por mucho uso que hayan hecho entonces las empresas de los dineros oficiales (que hoy son más escasos que hace 5 años), la destrucción del empleo superó los 200 mil puestos de trabajo. Por eso, los diputados del Frente de Izquierda presentaron en el congreso un proyecto para prohibir los despidos y asegurar a todos los trabajadores un salario acorde a la canasta familiar, medidas que la diputada oficialista Diana Conti rechazaba ayer en Minuto Uno diciendo que estamos en un país capitalista y por eso es impensable prohibir los despidos (a confesión de partes...).
Por lo demás, la histórica lucha de Lear, el ataque que enfrentan los trabajadores de Donnelley con la quiebra trucha y cierre de la planta sin aviso (así como Gestamp, y Emfer y Tatsa) muestran que, para gobierno, empresas, y burócratas sindicales afines (una infame “triple alianza”), la “defensa del empleo” sólo aplica en el mejor de los casos cuando pueden asegurarse una plena disciplina. Los “díscolos” (es decir aquellos sectores donde los trabajadores apoyan a delegados de izquierda o combativos) son atacados, despedidos y suspendidos en el mismo momento en el que el gobierno anuncia medidas “para defender los puestos de trabajo”. Sólo con la lucha, impulsando la coordinación y tomando como bandera la defensa coordinada contra los ataques de esta “triple alianza”, podremos los trabajadores defender las condiciones de trabajo y pelear por mantener el empleo.