Estába terminando este post, cuando comenzó un nuevo día de ataque hacia la comunidad boliviana en Villa Soldati. Resultado cantado de la unanimidad con que macristas y kirchneristas apuntaron contra los inmigrantes mientras intentaban echarse el fardo unos a otros. El saldo es otro muerto más, el cuarto y una cantidad de heridos imposible de saber por el momento. La rabia frente a esto hace difícil el análisis menos inmediato que estábamos intentando hacer para volver a postear luego de algún tiempo sin actividad. Vaya lo que tenemos por ahora.
Así como el asesinato de Mariano Ferreira puso sobre el tapete hace poco más de un mes el rol central de la burocracia sindical, columna vertebral del gobierno kirchnerista según Aníbal Fernandez, en sostener la fragmentación de la clase trabajadora mediante la tercerización (y otras formas de precarización), la represión en el desalojo del Parque Indoamericano en Villa Soldati ha iluminado descarnademente algo que está diariamente a la vista de todos, aunque convenientemente velado: las tendencias de largo aliento a una reconfiguración urbana que privilegia el reciclaje de las edificaciones apuntando a los estratos sociales más ricos, y la degradación creciente de las viviendas a las que pueden acceder los sectores más pobres.
Siguiendo las tendencias mundiales del "Planet of slums" (denominación del geógrafo Mike Davis, que podríamos traducir como "planeta de villas"), el espacio urbano se polariza, y se fragmenta. En las últimas décadas hemos visto el sucesivo "revival" de distintos barrios porteños (además de Puerto Madero, podemos mencionar San Telmo, Palermo y Colegiales) que han adquirido glamour de la mano de fuertes emprendimientos inmobiliarios. Pero incluso superando cualquier sesgo geográfico, las megatorres, verdaderos barrios en sí mismos, se han extendido por todo la geografía porteña, como verdaderas minifortalezas, replicando en pequeña escala (adecuada al bolsillo clasemediero) lo que los ricos hacen a lo grande en aberraciones urbanas como Nordelta.
La ciudad, así como distintas zonas del Gran Buenos Aires -sobre todo hacia el norte- han permitido jugosos negocios inmobiliarios de la mano de los marcados cambios en la lógica de urbanización. Junto con éstos, el precio del metro cuadrado (que en promedio es de $ 1.500 y en los barrios más caros llega a u$s 2.700) ha vuelto inalcanzable la vivienda para amplios sectores de la población. Ésto tiene importantes consecuencias: junto con los precios de las propiedades se disparan los de los alquileres, haciendo cada vez más difícil el acceso, no ya siquiera a la propiedad, sino incluso al status de inquilino. Además las dificultades crecientes para acceder a una vivienda significa que una proporción creciente de la población debe alquilar, lo cual implica una presión adicional sobre los precios de las propiedades. Para un trabajador que gana el sueldo promedio y alquila sólo una vivienda, hoy el alquiler puede llegar al 40% de su sueldo o más; para dos que comparten puede superar tranquilamente un tercio de sus ingresos.
De ésta forma, el déficit habitacional del cuál los ocupantes del parque en Villa Soldati son el eslabón más débil, tiene su origen en la estructuración del conjunto de la edificación urbana en función del lucro empresario que ha disparado los precios de las propiedades y ha priorizado la construcción de viviendas para los sectores de mayores ingresos.
El gobierno de Macri ha salido a apuntar contra supuestamente laxas políticas que habrían permitido una "inmigración descontrolada", buscando crear un clima reaccionario para legitimar una nueva represión. La primer consecuencia de esta línea de declaraciones fue la acción de vecinos de Villa Soldati, y mezclados entre ellos algunos "vecinos" barrabravas, han salido a atacar a "los bolitas", produciendo un nuevo muerto. Para hoy han convocado nuevas movilizaciones.
Pero fueron apenas la expresión más fascistoide, la campaña antiinmigratoria recorrió todo el arco político, incluyendo como sostienen los compañeros de Rosario, a "los medios, el macrismo, Shoklender y Hebe, C5N y TN. O sea macristas y K". Algunos bloggers K se hicieron eco de esta campaña de manera escandalosa, en defensa de "lo nacional".
Otros han puesto el eje en la apropiación del espacio público por parte de los ocupantes del parque; pero son los mismos que no dicen que la práctica de la planificación urbana ha operado exactamente en ese sentido, pero en una escala gigantesca. La Corporación del Sur, fue creada en 1998 con la constitución de la Ciudad, supuestamente encargada de equilibrar la construcción en las distintas zonas de la Ciudad. es un engranaje central para los negocios inmobiliarios. Esta tiene casi un tercio de la Ciudad bajo su mando, entre ellos los terrono donde habita el 85 por ciento de los pobres e indigentes. Esta corporación no tiene ningún mecanismo de control directo, y ha sido manejada discrecionalmente por todos los jefes de gobierno desde de la Rúa en adelante, cada vez con mayores facultades y terrenos a su cargo, sumando además un fondo fiducidario y regímenes más laxos para las contrataciones.
Mientras tanto, el gobierno nacional se maneja de forma parecida con la Corporación de Puerto Madero, en manos de fieles soldados de la causa "nacional y popular" que buscan la justa redistribución de los negocios de la construcción entre Lázaro Baez, Roggio, Techint y el resto de los amigos de la Cámara Argentina de la Construcción, entre el empresariado de lejos los más "militantes" en favor de los K (además, por supuesto, de la participación de las organizaciones sociales como Madres en grandes emprendimientos de viviendas, otra cuestión que saltó al primer plano).
Mientras tanto, en la ciudad hay un déficit de por lo menos medio millón de viviendas, mientras por otro lado numerosos terrenos permanecen ociosos, aguardando un aumento aún mayor en los precios de los terrenos.
El lucro con los valores de la propiedad urbana y la construcción son dos de las principales fuentes de negocios en el ámbito de la ciudad, y la política de planeación urbana desde que la ciudad existe como espacio autónomo, ha seguido siempre la misma línea coherente: atender las necesidades de los popes de la construcción. La recatorización de zonas urbanas y la violación de las limitaciones para edificar han sido la norma de todos los gobiernos. Mientras tanto, para los sectores más pobres, en el mejor de los casos se ha mejorado un poco la edificación de viviendas precarias, en algunos casos como en la villa 31 llegando a situaciones de emergencia -excusa usada por el macrismo para querer desajolar la villa.
Es de notar que los denostados inmigrantes de los países limítrofes también aportan su granito de arena al negocio de la construcción. En uno de los gremios caracterizado por un alto nivel de trabajo precario y mal pago como es la albañilería y actividades similares, se concentra una parte importante de trabajadores provenientes de Paraguay y Bolivia. Un estudio plantea que "los varones inmigrantes del Paraguay y de Bolivia se concentran en un puñado de ramas de actividad, con predominio en la construcción, industria manufacturera, comercio y servicios de reparaciones. En estas ramas se nuclea el 63% de los trabajadores paraguayos y al 59% de los trabajadores bolivianos". No es casual, así como la actividad textil en condiciones semiesclavas, estas actividades a inmigrantes de condiciones precarias permiten una explotación leonina, y evitar cuestiones molestas y tan suntuarias desde el punto de vista empresario como la cobertura de riesgos del trabajo y cosas por el estilo.
Tenemos que agregar que, mientras se ataca la inmigración de los países limítrofes, se soslaya que en Argentina hay una emergencia habitacional agravada por la masiva expulsión de gente de las poblaciones rurales. Esta no tiene otra causa que la sojización, que con la mecanización de las tareas ha reducido el empleo rural y empujado a los desocupados del campo a las ciudades, donde engrosan los sectores de probres urbanos. Además de la persistente expulsión de poblaciones semicampesinas de pequeñas propiedades en provincias como Chaco y Formosa, como se pudo ver hace algunas semanas con los asesinatos ocurridos en los pagos del gobernador K Gildo Insfran. El "modelo" los expulsa violentamente de las poblaciones rurales, y los hostiga en las ciudades.
Con sólo considerar los recursos en poder de la Corporación del Sur, muestra que exigir vivienda para todos ya es algo que puede imponerse. Los recursos están, es una cuestión de prioridades. No puede esperarse que el macrismo, los progre-kirhcneristas, o los radicales, que alternativamente han gobernado la ciudad (ni qué hablar del peronismo, cuya política de urbanización podemos contemplarla en los más populosos poblados bonaerenses) vayan a dar ningún paso en este sentido. Sólo la movilización del conjunto de la clase trabajadora y los pobres urbanos puede imponerla.
1 comentario:
Muy buen post, Esteban. Un buen resumen de cómo es "la dinámica de la vivienda" en la Argentina capitalista...
saludos
DP
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