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lunes, 13 de junio de 2016

Seis meses de infelicidad: los números del ajuste macrista

La administración de Macri convive desde el primer minuto con el fantasma de gobernar sólo para los ricos. Lógico, siendo que está plagada de gerentes (y algunos dueños) de empresas en las primeras y segundas líneas de su gabinete, además de contar con asesores sin cartera como el “hermano” del Presidente Nicolás Caputo, zar de la obra pública. Pero esto deja de ser un fantasma, y pasa a ser una realidad incontrastable, cuando ponemos en números estos seis meses de gestión.

120 mil millones de pesos

Es el monto que sumarán los empresarios del sector agrario durante todo el primer año de la gestión macrista. Esto es el resultado de la quita de retenciones para todos los cultivos excepto la soja, para el cual se redujo en 5 puntos (de 35 % a 30 %), y de la devaluación del peso respecto del dólar provocada por Macri durante su primer semana de gobierno (la moneda verde paso de cotizar 9 pesos a 14 hoy), lo que incrementó marcadamente los ingresos que están realizando en pesos los productores agrarios, al mismo tiempo que se mantuvieron prácticamente fijos sus costos. Aunque el tipo de cambio está hoy más bajo que lo que reclamarían desde el agropower (que sería más cercano a 16), los inesperados precios altos de la soja y otros granos están manteniendo los ingresos del sector en niveles elevados. Las medidas del gobierno, además de crear una ganancia extraordinaria a este sector económico con fuerte costo fiscal, sacrificando renta, generaron un fuerte impacto sobre los precios, que agravó las tendencias inflacionarias de otras medidas.

120 mil millones de pesos

Este es también lo que representará en términos de gasto fiscal todo el paquete de medidas sociales tomadas por el gobierno para este año. El jefe de Gabinete Marcos Peña lo presentó como un monto elevado, pero esto representa lo mismo que la transferencia de ingresos generada por las medidas del gobierno para un solo sector de la economía, el de los empresarios del campo. Para abultar este paquete, además, el gobierno incluye como mérito propio lo que son ajustes obligados por ley, como es el incremento de la Asignación Universal por Hijo o la jubilación mínima.

16.500 millones de dólares

O sea más de 230 mil millones de pesos, es el monto de la emisión de deuda en el mercado internacional que emitió el gobierno para pagar a los buitres. Se trata de una de las mayores emisiones de deuda realizada en la historia por un mercado “emergente”, como lo define la yerga de las finanzas internacionales, y por esta el país pagó 7,2 % de interés anual promedio. La mayor parte de esta emisión, 10 mil millones de dólares, fue a parar de manera directa a los bolsillos de los buitres. El resto, será utilizado por Macri para cubrir las necesidades financieras del año, es decir pagar a otros acreedores.

154.570

Es el número de despidos que según la consultora Tendencias Económicas se registraron entre enero y mayo de este año. “La mayor parte correspondió al sector privado, lo que afectó principalmente al gremio de la construcción y, en menor medida, a la metalurgia y a la prensa”, sostiene la consultora. El gobierno niega que los despidos alcancen ese nivel. Pero por el apagón estadístico, hasta agosto no habrá cifras oficiales.

19,2 %

Es el aumento de precios acumulado entre enero y abril de este año en la ciudad de Buenos Aires. Aún no se publicó el dato de mayo, que le agregará entre tres y cuatro puntos a este aumento. El nivel de aumento de precios anualizado se encontraba con los datos de abril en 40,5 %.

10,3 %

Es la caída de la construcción en lo que va del año. En abril, último mes del que hay datos, cayó 24,1 %. La caída acumulada de la industria es 2,4 %.

16 %

Es la pérdida de poder adquisitivo acumulada por los trabajadores del sector privado registrado en el primer semestre de Macri. Considerando que sólo para los trabajadores de algunos de los gremios rigen los primeros tramos de aumentos salariales (en cómodas cuotas), el incremento de precios acelerado desde noviembre, impacto casi de lleno en el salario real. Para los trabajadores no registrados, aunque no hay cifras ni siquiera aproximadas por el apagón estadístico, podemos suponer que por el efecto de un deterioro en el empleo que golpeó más severamente sobre los sectores más precarios (como los trabajadores de la construcción) la situación es aún peor.

220 mil

Son los trabajadores que pasaron a pagar Ganancias con las modificaciones que realizó Macri en febrero al esquema vigente para la parte del impuesto que afecta a los salarios. Aunque según anunció entonces el jefe de la AFIP, Alberto Abad, 180 mil personas dejarían de pagar el impuesto, fue mayor la cantidad de gente que pasó estar alcanzada. Esto se debe a que quienes en 2013 ganaban por debajo de los valores fijados por la norma que ese año como base para el impuesto, siguieron sin pagar en los años siguientes aunque ganaran por encima del MNI. Ahora, si ganan por encima del valor fijado por la norma de este año, pasan a pagar.

43 mil millones de pesos

Es lo que habrían ganado los bancos por la diferencia entre las tasas que pagan por las colaciones de dinero en plazos fijos que reciben, y lo que cobran del Banco Central (BCRA) por las tasas siderales de las LEBACS que la autoridad monetaria emite para absorber pesos. Hasta hace algo más de un mes, las LEBAC a 35 días pagaban un interés de 38 %, ahora reducido a 33,25 % en la última emisión. Además de impulsar una suba de todas las tasas que condujo a un duro enfriamiento del crédito impactando sobre una ya golpeada actividad económica (a pesar de que el limitado desarrollo del sistema financiero en el país comparado con otros limita el impacto), esto dio lugar a una bicicleta financiera de la que participan especuladores de todo tipo, entre ellos los bancos, que en promedio llegan a pagar por los depósitos tasas de 26/28 %. De esta diferencia entre lo que cobran y lo que pagan, surge esa cifra escalofriante en sólo 5 meses.

70 mil millones de pesos

El lo que pagó el BCRA por los contratos de dólar futuro pactados por Alejandro Vanoli en el segundo semestre de 2015, cuando estaba al frente de la entidad. Después de haber denunciado penalmente a Vanoli por estas operaciones (en una causa que por decisión del juez Claudio Bonadío también están procesados la presidenta Cristina Fernández y el ex ministro de Economía Axel Kicillof) la nueva administración decidió cumplir al pie de la letra todos los contratos en aras de la seguridad jurídica. Los ganadores: banqueros, cerealeras, empresarios como Nicolás Caputo, pero también los titulares de Arcor, Mastelloni y Molinos, los medios Clarín y La Nación, y una larga lista.

5 %

Es el porcentaje de ingreso de IVA que la AFIP prevé dejar de recaudar por la devolución parcial del impuesto a jubilados y beneficiarios de planes. El monto exiguo expone el carácter acotado de esta medida, presentada por el gobierno como un gran paliativo de los costos del ajuste. Es que, en vez de eliminar este gravamen regresivo –porque golpea más a los que tienen menores ingresos– para todos los consumidores, se “devuelve”, sólo una parte (15 de los 21 que alcanzan la mayoría de los bienes), y con un tope muy bajo. En los hechos, un trabajador que gana hasta 6500 pesos (ingreso al que llegaban la mitad de los ocupados en la argentina según el último dato disponible de Indec, de septiembre de 2015), apenas recibiría devolución parcial por el gasto de la mitad de su ingreso. Con todas estas restricciones, el tan anunciado “paliativo” significaría en promedio una reducción en el gasto mensual de apenas 6 %. Menos que el aumento de precios de abril en CABA.

6 %

Es la “penalidad” promedio que se estima afrontarán los evasores por blanquear activos de acuerdo a la normativa en tratamiento en el congreso. A esta tasa, “sincerar” activos resulta una ganga, especialmente considerando la oportunidad de poner el dinero declarado a multiplicarse en la bicicleta financiera.

400 %

Es el tope para los usuarios residenciales que el gobierno aceptó poner para los aumentos de gas de los usuarios residenciales. Esta “concesión”, que surgió de las reuniones mantenidas por el ministro de Energía Juan José Aranguren y el de Interior Rogelio Frigerio con gobernadores de todo el país, es el último intento para buscar salir del pantano judicial en el que ingresaron los aumentos, que amenaza una parte importante del plan de ajuste fiscal. Pero con estos “topes”, el zarpazo al bolsillo, menguado ya por la inflación, el enfriamiento económico y los topes salariales de las paritarias, no es menos duro.

70 %

Es la quita que propone el gobierno en la “reparación” de haberes en litigio con el proyecto de ley que se está tratando en el Congreso. Esto surge de la diferencia entre el índice utilizado por la corte para el recálculo de haberes hasta febrero de 2009, el ISBIC (Índice de Salarios Básicos de la Industria y Construcción), y el que propone utilizar el proyecto, la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE). Entre 1995 y febrero de 2009 el aumento del ISBIC fue del 435 % mientras el RIPTE subió un 178 %.

2

Son las empresas offshore en las que participa Mauricio Macri según pudo conocerse por la difusión de los Panamá Parers. Hay además otras 7 firmas vinculadas al clan Macri que aparecen en los registros públicos de Panamá. Por si esto fuera poco, Macri tiene además una sociedad offshore en Uruguay, constituida en 1995.

Corolario

Esta selección, parcial como es, pinta un claro panorama de la inclinación del gobierno de Macri. Con excepción de algunas decisiones como exención del pago de Ganancias en el medio aguinaldo de junio para los trabajadores que no están alcanzados por el impuesto a los bienes personales, o el pago por única vez de 500 pesos a los beneficiarios de la AUH, la mayoría de las medidas que durante estos meses fueron presentadas como paliativos ante el ajuste vienen con una la letra chica que relativiza o directamente niega estas intenciones. Varias de las medidas de ajuste, en cambio, tienen beneficiarios con nombre y apellido, en el sector de los ricos más ricos.

martes, 24 de mayo de 2016

Esperando el milagro: la economía de Macri al filo del segundo semestre


A seis meses de asumido Macri, el prometido shock de felicidad parece cada vez más lejano. El club de la buena onda sigue repitiendo que el segundo semestre la cosa va a cambiar, pero ese futuro “ya llegó”, y los está desmintiendo. La consultora de Miguel Bein, que realiza pronósticos con fuertes dosis de benevolencia hacia el gobierno a pesar de haber sido asesor estrella de Daniel Scioli hasta el 22 de noviembre pasado, proyecta que 2016 cerrará con caída del PBI de 1,9 %, inflación del 37,4 % y déficit fiscal del 4,8 %.No sorprende entonces que  Marcos Peña deba admitir que “Estamos en el peor momento”.
Lo cierto es que la política de shock económico que inició Macri en diciembre, dejando archivada cualquier hipótesis de gradualismo, está enfrentando hoy los efectos generados por las medidas implementadas (que en algunos casos serán quizás indeseados por el gobierno pero siempre enteramente predecibles) sobre los ingresos, sobre la actividad económica, y sobre los propios objetivos que persigue el gobierno, que son en algunos casos parcial o totalmente contradictorios. La devaluación del peso en 50 %, la eliminación de retenciones (reducción para la soja de 35 % a 30 %) y los tarifazos que promedian el 400 % en electricidad, gas, agua, y más de 100 % en transporte de CABA y GBA (al mismo tiempo dio vía libre para incrementos de 35 % en combustible), son incompatibles con una meta de inflación del 25 % (que desde el vamos nunca fue una propuesta creíble). El ajuste cambiario conspiró también con el objetivo de los recortes de los subsidios por el efecto que tiene sobre la importación de combustible. Y así sucesivamente.

Obstáculos epistemológicos
El flanco más débil para el gobierno ha sido la instalación de una “agenda social” con la discusión de la ley “antidespidos”, que Macri vetó el viernes mientras rechaza que haya un problema de empleo a pesar de la acumulación de estudios privados e incluso de indicadores oficiales como la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) que elabora Trabajo o los registros del el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) que señalan lo contrario.
La discusión parlamentaria de esta ley vetada catalizó un malhumor vinculado al fuerte impacto de la política oficial que afecta a la actividad y al empleo tanto como a los ingresos. Según un artículo de El cronista, sólo por los ajustes energéticos los ingresos de los hogares perderán un 4% de poder compra en 2016, y esto contando el efecto compensatorio de algunos anuncios en materia de impuestos y asignaciones familiares y de la tarifa social.
La consultora Ecolatina estima que desde noviembre hasta marzo los salarios acumularon una pérdida de poder adquisitivo de 8 %, mientras que en el mismo período el “Informe de coyuntura n° 19” de Cifra el deterioro alcanzó el 12,1 %. Las negociaciones salariales paritarias, que en términos de aumento nominal efectivo (promediando el efecto que tienen las cuotas) están en niveles que se mueven entre 25 y 29 %, ya perdieron entre un tercio y la mitad de lo negociado antes de llegar a la mitad del año.
A pesar de la buena onda que sigue tirando el gobierno sobre el formidable cambio que vendrá con el nuevo semestre, no hay nada que indique que se revertirá el fuerte deterioro de acá a fin de año. Las medidas tomadas por el gobierno para ofrecer algún supuesto alivio, como la devolución del IVA para los sectores de menores ingresos, iniciativa de dudoso efecto ya que “devuelve” impuesto a sectores que realizan buena parte de su consumo (hasta 90 % según algunas estimaciones) en canales informales donde por lo tanto no se aplica IVA, y por las dudas le impone un tope de devolución mensual de 300 pesos que significa que la devolución apenas puede llegar a consumos de hasta 2000 pesos, exponen –en el mejor de los casos– los obstáculos epistemológicos que afronta el elenco gubernamental incluso cuando se propone tomar medidas paliativas. En el peor de los casos muestran el cinismo de una estrategia de comunicar como medidas “simpáticas” iniciativas de bajo impacto real, pero que tienen el beneficio de un bajo costo fiscal (por la “devolución de IVA el gobierno sacrificará apenas el 5 % de lo recaudado por dicho impuesto). 
Hace unas semanas el jefe de Gabinete Marcos Peña celebraba que los anuncios sociales del gobierno llegaban a la suma de 120 mil millones de pesos, pero eso equivale a la transferencia de ingresos que el gobierno generó este año sólo para las patronales agrarias. La cuenta de todos los beneficios para el empresariado generados desde diciembre varios cientos miles de millones de pesos, al lado de lo cual estos 120 mil millones de pesos es un vuelto.

Los centros de gravedad de la economía de Macri
El tardokirchnerismo buscó asegurar un piso de crecimiento económico mediante algunas medidas de impulso al mercado interno combinadas con una protección al mismo gracias al freno de importaciones de que afectó casi por igual a productos terminados e insumos, y de esta forma compensó en algo el ajuste iniciado durante el segundo mandato de Cristina Fernández que significó un freno o caída de los ingresos de los trabajadores según el sector de que se tratare (ver el análisis realizado en el capítulo 8 de La economía argentina en su laberinto), y con esto pudo cerrar con el PBI creciendo 2 % en 2015. Las medidas aplicadas por Macri lo obligan a descartar que en este terreno pueda tener alguna buena noticia para mostrar en los próximos meses, ya que el golpe al bolsillo de los tarifazos y el zarpazo inflacionario alimentado por la devaluación tendrán un efecto duradero sobre el consumo, además del deterioro del empleo que el gobierno sigue rechazando. Los anuncios que viene haciendo el gobierno no cambian este panorama.  Para las Pymes, sector más golpeado por el deprimido mercado interno, por el agravamiento  de los costos generado por los tarifazos, y además por el impacto que tuvo la liberación de importaciones desplazando a las producciones locales, apenas si verán algún cambio con los incentivos fiscales y ampliación de créditos. En lo que hace a la posibilidad de pagar el IVA en 90 días, ya varias firmas del sector adelantaron que al mantenerse el esquema de devengado con el cual se genera la obligación de pagar, no les cambia mucho la situación (un reclamo es pasar al método del percibido, para tener que ingresar el IVA recién cuando se cobra la factura) y por eso es probable que no sean muchas las empresas que se acojan a este nuevo esquema.
El gobierno concentra sus aspiraciones en otros terrenos. La apuesta al agropower y a las commodities, a la llegada de inversiones extranjeras  después de haber vuelto a ser un país “responsable” gracias al acuerdo con los buitres, (cuyas perlas desmenuzan Lucía Ortega y Martín Schapiroen Ideas de Izquierda de mayo), al blanqueo de capitales que se fugaron evadiendo al fisco, y a la inversión en obra pública, son los puntales con los que Macri imagina que podrá mostrar para finales de este año una economía nuevamente en crecimiento.
¿Qué puede esperarse de todo este combo? Empecemos por el agro. Sin duda, el gobierno lo benefició de manera privilegiada, cuenta además en los últimos meses con un cierto alivio por la política de la Reserva Federal norteamericana de no continuar hasta el momento con nuevas subas de interés, lo cual evitó una subida del dólar y permitió que los precios de las commodities volvieran a subir, cambiando una tendencia al deterioro que con oscilaciones se venía observando desde finales de 2013. Hay quienes se ilusionan con el inicio de un nuevo período donde, si no hay “viento de cola” como el de los primeros años kirchneristas, al menos haya una suave brisa favorable en el plano internacional. Esta apuesta al agropower, ¿cómo se traduce en números de inversión? Como analizamos en Big Bang Theory: ajuste y “relato” en tiempos de ceocracia, tomando antecedentes de consultoras internacionales para el país y la región, será difícil que esto represente para este año y el próximo ingrese una suma muy superior a 4 mil millones de dólares. En términos de PBI, menos de un 0,3 % por año. Incluso estos números podrían complicarse ante la tendencia que se viene registrando, de un peso que se valoriza frente al dólar. Esta semana comenzó con un dólar en caída, que incluso perforó la cotización de 14 pesos, a pesar de la intervención del BCRA para sostener el valor de la divisa. Para el campo, que esperaba un dólar alrededor de 16 ya para este año, podría regresar a la acumulación de grano en silobolsas y frenar desembolsos de capital para el nuevo período si no hay señales de nuevo ajuste cambiario. Demanda que el gobierno podría defraudar, si nos guiamos por lo que dice un estudio de esta semana de Economía & Regiones, consultora asociada al Ministro del Interior Rogelio Frigerio, que salió a cuestionar que el peso se encuentre atrasado. Mover el tipo de cambio nuevamente podría construir el precario edificio de la política antiinflacionaria del gobierno, que hoy pasa básicamente por alimentar con las tasas de interés siderales que paga el Banco Central (BCRA) para absorber pesos (35,25 % después de la rebaja del último martes) un vuelco de capitales a la especulación, conteniendo así la demanda del dólar. Esta ancla cambiaria (que tiene como contracara un fuerte deterioro del déficit cuasifiscal de la autoridad monetaria por el costo de emitir Lebac a esa tasa elevada) es la única medida para acercarse a fines de este año a la inflación mensual por debajo de 1,5 que trazó el gobierno como objetivo, aún al precio de enfriar la economía. La consecuencia es que también podría enfriarse la entrada de inversiones al agropower, y desatarse nuevas presiones sobre el tipo de cambio a pesar de las altas tasas.
Fuera del agro, ¿qué inversiones podrían venir considerando los números poco alentadores de la coyuntura? Desde los despachos oficiales apuestan a lo que podríamos llamar inversiones “estratégicas”, que fuera del deprimido panorama actual consideren la perspectiva de buenos negocios que el gobierno imagina y quiere vender para los próximos años. De eso, ¿cuánto hay? El ministro de Producción Francisco Cabrera se atreve a ponerle una cifra: 20 mil millones desde hoy hasta finales de 2017. Mucho de ello serían proyectos demorados en los últimos 5 años que estaban aguardando mejores condiciones. Pero de esa danza de números a los anuncios que se van efectivizando, sigue habiendo una distancia. Entre lo que ya se conoce como inversiones en marcha y lo que podría concretarse en los meses que faltan, para este año el ingreso podría dar entre otros 5 o 6 mil millones de dólares. Con toda la furia, los nuevos emprendimientos de capital privado esperables este año, contando el agro, podrían llegar entonces a una suma equivalente al 1,5 % del PBI. Sin ser desdeñable para un gobierno urgido por mostrar números alentadores, es poco y nada al lado del desplome que genera el ajuste en curso.
No sorprende entonces que, después de haber iniciado la gestión imaginando una lluvia de inversiones, el gabinete de Macri esté urgido por poner en marcha la obra pública como vía para motorizar la economía de cara a 2017. Circuló la ostentosa cifra de 220 mil millones de pesos para este año. En dólares de hoy 15.500 millones, equivalente a casi 3 puntos del PBI. Pero esta expectativa también nace con el globo pinchado. En marzo-abril se habrían concretado licitaciones por 23 mil millones de pesos, después de un primer bimestre para el olvido, con contratos paralizados por la revisión de cuentas de la administración anterior y muchas obras frenadas desde antes de diciembre. Cuando en cuatro meses se puso en marcha apenas un 10 % de lo proyectado, resulta difícil esperar que se concrete siquiera la mitad del fastuoso monto proyectado.

Blanqueamos
Así como el cierre del affaire buitres fue presentado como el punto de inflexión después de la cual empezaría verdaderamente el gobierno de Macri, ahora el blanqueo empieza a ser presentado, ya con menos pretensiones, como una variable importante en la ecuación para salir del mal trago en que se encuentra la gestión. Para darse una idea de las imaginativas especulaciones que rondan estos momentos los despachos oficiales basta ver cómo lo describe el columnista de La Nación Carlos Pagni.
Los números que circulan llegan nada menos que a especular con un ingreso de capitales de 50 o 60 mil millones de dólares, lo que podría significar para el fisco 5 mil millones de dólares de recaudación. Y esto, a pesar de los pobres resultados que registran las iniciativas previas en este plano. De los mismos que en los últimos cuarenta años se fugaron alrededor de 400 mil millones de dólares al exterior (lo que equivale a un tres cuartos de la producción anual del país) el gobierno espera ahora un gesto patriótico (aunque claro, uno que igual saldría barato con otro plan de regularización fiscal a la medida de los evasores). No deberíamos sorprendernos sí, en medio de las incertidumbres, que responden (avaramente) con el bolsillo.

El gobierno shockeó, pero no puede traducir eso en el crecimiento que se había autoconvencido de que ocurriría casi mágicamente por la llegada de los CEOs al poder. La batería de medidas de estos meses sí mostró, que aún en caso de lograr en algún incierto futuro semestre la prometida recuperación, con la economía pos “sinceramiento” la felicidad seguirá siendo para unos pocos. 

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Empleo y salarios: termina un año malo, empieza otro que no será mejor

El kirchnerismo hizo bandera del “crecimiento con inclusión” y de la supuesta defensa del empleo. Sin embargo, lo que hemos visto en 2014, es que cuando hay que ajustar, lo hacen sobre la clase trabajadora. Veámoslo.

Paritarias con techo bien bajo 

Según las mediciones de precios de organismos oficiales no alineadas con el Indec, es decir la de la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia de San Luis, el año estaría terminando con un alza de precios cercana al 40% (el IPC-BA cerró noviembre con una suba acumulada hasta noviembre de 2014 de 36,1% y una suba interanual de 39,1%). Gracias a la recesión que golpea la economía, el año podría terminar con una suba de precios de “sólo” el 37%. 
Comparadas con este trasfondo, las paritarias cerraron en promedio con duras pérdidas para los ingresos promedio de los asalariados.

martes, 9 de diciembre de 2014

Giros en la economía, para pasar el verano

El canje de bonos para descomprimir los vencimientos de 2015, y los anuncios sobre Ganancias para los aguinaldos de asalariados que ganen menos de 35 mil pesos, coronan una serie de medidas para descomprimir el verano.

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La semana que pasó tuvo importantes anuncios económicos. En primer lugar, Cristina Fernández anunció el pasado miércoles, en su intervención en la 20 Conferencia Industrial organizada por la Unión Industrial Argentina (UIA), que eximirán del impuesto a las ganancias sobre el aguinaldo a quienes cobren menos de 35 mil pesos. El jueves, el Ministro de Economía Axel Kicillof anunció que se canjearán, un año antes del vencimiento, los bonos Boden 2015, por un total de 6.700 millones de dólares, habilitando a canjearlos por efectivo, o por nuevos bonos, Bonar 24, que pagarán a sus tenedores rendimientos hasta su vencimiento, dentro de 10 años. Cristina también dejó claro en la UIA que la ley de Abastecimiento, resistida por las entidades empresariales que iniciaron acciones legales, no será reglamentada. Un guiño a los empresarios que confirmó lo que les había anticipado el Secretario de Comercio, Augusto Costa.
Con estas medidas, el gobierno muestra iniciativa en algunos frentes críticos, y aspira así a terminar de descomprimir algunos focos de tensión en la economía. De esta forma, aspiran a llegar al final de mandato de Cristina Fernández sin tener que encarar grandes cambios, aunque por lo tanto también sin revertir el notorio deterioro expresado en la caída de la actividad económica, el empleo y el consumo.

martes, 25 de noviembre de 2014

Los costos del ajuste no son iguales para todos

El año 2014 fue el año de la profundización del ajuste como producto de la devaluación. Los trabajadores, los más golpeados.

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Ya desde 2012, el pretencioso nombre “modelo de crecimiento con inclusión social” con el que el kirchnerismo pretendió definir los lineamientos de la política económica, no habla ni por asomo de lo que se palpa diariamente. Ni “crecimiento”, ya que desde 2012 la economía está prácticamente frenada, aunque las dibujadas estadísticas oficiales del Indec, legado del ex Secretario de Comercio Guillermo Moreno que mantiene su vigencia, no lo reflejen. Ni “inclusión social” –que bien mirada siempre fue bastante relativa ya que la mejora en los indicadores que ocurrió en los años de mayor bonanza económica se dio a la par que un gran cuidado de no afectar las ganancias juntadas “con pala” por los sectores empresarios. Como sea, desde 2008 se enlenteció hasta la inmovilidad el retroceso de la precariedad laboral que ocurrió entre 2003 y 2007. La reducción de la pobreza, resultado del crecimiento del empleo y de la implementación de la Asignación Universal por Hijo y otras medidas similares, se frenó en los últimos años (y a partir de 2012 se registra un aumento de la indigencia, en cifras de la CTA oficialista).
Pero desde enero de 2014, entramos en una nueva etapa de aceleración del ajuste mediante la depreciación del peso frente al dólar. Esto generó fuertes impactos, sobre los precios y sobre la actividad económica (también afectada por otras medidas del gobierno). Estos impactos, los costos del ajuste, han estado muy desigualmente distribuidos.

jueves, 13 de noviembre de 2014

Nueva emisión de bono atado al dólar, un gran negocio con seguro de cambio

Hoy el tesoro oficializó ayer una nueva emisión de bonos en pesos atados al dólar por u$s 1.000 millones.

Como decimos en La Izquierda Diario "Los bonos 'dólar linked' son una parte central de la estrategia del gobierno para contener la tensión cambiaria. Aunque el gobierno desplegó muchos controles y medidas “policiales” contra casas de cambio, entidades financieras y empresas por distintas irregularidades en las últimas semanas, el desinfle del dólar contado con liqui y del dólar blue responde en primer lugar a soluciones 'de mercado'".

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martes, 14 de octubre de 2014

La “cuestión del dólar”: causas y consecuencias de la escasez de divisas

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A nueve meses del fuerte ajuste cambiario, la amenaza de una nueva devaluación planea en el horizonte. Esto es resultado de los traspiés para concretar la agenda definida de forma simultánea con dicha devaluación: vuelta a los mercados para resolver con endeudamiento externo la falta de dólares. “Resolver”, en sentido figurado, porque ya sabemos es un remedio peor que la enfermedad.
Desde que la decisión de la corte norteamericana de no revisar el fallo del juez Thomas Griesa dinamitó el camino hacia los mercados externos, volvió a crecer la brecha entre el dólar oficial y el paralelo. La tensión cambiaria se agravó por la reticencia de los sojeros a buena parte de la cosecha de granos. Con el estrés cambiario, volvieron en los últimos meses las restricciones para la compra de dólares: se cortó virtualmente la venta de dólares a importadores al cambio oficial, y desde que Alejandro Vanoli reemplazó a Juan Carlos Fábrega al frente del Banco Central (BCRA), el gobierno redobló la presión para frenar tanto el mercado ilegal como la compra de dólares a través de bonos y acciones. La experiencia reciente muestra que estas medidas, que tienen el costo de imponer un freno a la economía, no alcanzan contra la presión devaluatoria. La pérdida de por parte del BCRA continúa, y hoy están en u$s27.615 millones.
La “crisis del dólar”, último capítulo de un largo proceso de agotamiento del esquema económico que rige desde 2002, expresa la persistencia de los severos condicionantes con los que opera la economía argentina, que la década “ganada” no revirtió en lo más mínimo.

jueves, 9 de octubre de 2014

Presupuesto: lo único que no es dibujo es el ajuste

Publicado en La Izquierda Diario

Diputados avanzó ayer, pasada la medianoche, en la media sanción al proyecto de Presupuesto para 2015. La sesión arrancó apenas pasado el mediodía con algunos legisladores de la oposición que, tal como habían adelantado, dieron apoyo para el quórum. El proyecto que el Gobierno envió al Parlamento prevé para el año que viene una inflación de 15,6%, un dólar a $9,45 y un crecimiento del 2,8%. En tanto, el gasto corriente se prevé aumentar en 18,5%. A duras penas por encima de la inflación oficial.
La mayoría de las evaluaciones sobre el presupuesto se concentran en señalar que es un dibujo. Y efectivamente lo es. Sin embargo, no es un dibujo la orientación general que trasluce: el presupuesto presentado por el ejecutivo para el año 2015 está orientado de forma clara hacia un ajuste.

martes, 7 de octubre de 2014

Cuando el corto plazo se hace larguísimo


Publicado en La Izquierda Diario

La onda expansiva de la ofensiva buitre en las cortes norteamericanas, derivó la semana pasada en la salida forzada del banquero central, Juan Carlos Fábrega, y en su reemplazo por Alejandro Vanoli. La economía argentina, en zona de turbulencia, volvió insostenibles las internas que enfrentaban a Fábrega con el Ministro de Economía, Axel Kicillof. Con el descabezamiento del Central, el jefe de Hacienda toma el control de los principales resortes de la política económica.

viernes, 29 de agosto de 2014

Ajuste, despidos y suspensiones, los motivos de la adhesión al paro

Acerca de los cruces entre Capitanich y El Cronista
Gastón Ramírez

Una vez más las estadísticas son terreno de disputa entre funcionarios oficialistas y medios opositores. En su rueda de prensa matutina, Capitanich, salió a desmentir la información de El Cronista que en su tapa de ayer, tituló: “Paro de gremios anti K, suma tensión en un país que en 2014 ya perdió 404.000 empleos”. El mismo Cronista, tuvo que admitir su dudosa información, y publicó una nota firmada N. Itzcovich y C. Comari (directores del Indec), con el título, “Ni destrucción de empleo ni efecto desaliento”. Con esta última nota, Cronista parece retroceder según el orden que dictan los funcionarios, y hasta  pone en duda lo que el mismo Indec afirmó una semana atrás y comentamos acá.
Parece que el fuerte de paro de ayer le molestó al gobierno (y mucho) pero también a los pasquines de los grandes empresarios. El deterioro del mercado de trabajo, con despidos y suspensiones, tal como refleja el Indec y el Ministerio de Trabajo de la Nación, es sentido ampliamente y fue un motivo por el cual miles de trabajadores decidieron parar, aunque las centrales sindicales no hablen de la pérdida de puestos de trabajo. En una comparación entre los datos de la Encuesta Permanente de Hogares-Indec en el cuarto trimestre de 2013 y el segundo trimestre de 2014, se observa en la PEA (Población Económica Activa que es igual a la suma de los ocupados más los desocupados, considerando a las personas mayores de 14 años) una suba de 14.000 personas, este resultado se conforma de una baja de los ocupados de 117.000 personas y un crecimiento de los desocupados de 131.000. Un simple cálculo entre las “bajas” (ocupados) y las “alzas” (desocupados) indica que la PEA crece porque hay más desocupados, esto en un contexto de menos ocupados y con una baja persistente de la economía. 
Pero hay más datos. El Banco Central difundió que sólo entre diciembre de 2013 y marzo de este año se cerraron 311.746 cuentas sueldo. En marzo se registraban 7.717.422 cuentas, contra 8.029.168 del 31 de diciembre de 2013. Mientras tanto, la cantidad de empresas registradas que utilizan estos servicios, cayó de 160.083 a 154.493. Los dato del segundo trimestre de este año se conocerán en los próximos días.
El deterioro del empleo, es indiscutible, y en el paro la bronca de los trabajadores se hizo expresar. Nosotros, la izquierda contamos con fuentes de primera mano de esta preocupación y malestar, por estar en los conflictos defendiendo a los despedidos y suspendidos. También de la inacción de las conducciones sindicales burocráticas (de los gremios oficialistas pero también de la oposición), que dejan pasar los ajustes que necesitan los empresarios a cambio de garantizarse la preservación de sus intereses y negocios. Por esto, presentamos hace meses con nuestros diputados, Cristhian Castillo (Legislatura de Prov. Buenos Aires) y Nicolás del Caño en el Congreso, proyectos de prohibición de los despidos y suspensiones. Que los funcionarios y empresarios quieran negar los despidos, es problema suyo. La clase trabajadora empieza a marcar un rumbo de cómo defender el empleo, con el paro y los piquetes, y en caso de cierre, con la ocupación y puesta a producir bajo su gestión.

jueves, 21 de agosto de 2014

Lo dice hasta el IndeK: más desempleo en la nueva etapa del “modelo”

Gastón Ramírez

Los anuncios del gobierno de establecer una nueva negociación con los fondos buitres, se dieron en simultáneo con la publicación del Indec sobre los datos de empleo. Su informe confirma el deterioro en el mercado de trabajo en sintonía con los datos publicados por el Ministerio de Trabajo de la Nación hace una semana.
Una primera imagen de la situación laboral en el país arroja que la población económica activa (PEA), es decir las personas que tienen una ocupación o que sin tenerla la están buscando activamente, alcanza a 11.884.000 personas. Entre ellos quienes tienen empleo son 10.994.000 y los desocupados llegan a 890.000 personas que buscan trabajo. Así es que la tasa de actividad -que mide la relación entre la PEA y la Población Total, es del 44,8%, y la tasa de empleo (cantidad de empleados/PEA) se ubicó en 41,4%. En términos interanuales ambas bajaron 1,7%. Es de destacar que si la tasa de actividad no hubiera caída, la tasa de empleo habría disminuido más. Si se proyecta estas tasas sobre la población activa del país, 1.343.000 personas están desocupadas y 1.681.000 subocupadas.
Con la economía en estancamiento o recesión -según la fuente informativa que se tome-, se observa un marcado deterioro de la situación laboral de los trabajadores en todo el país. El desempleo tuvo una suba del 0,3% en términos interanuales (32.000 personas más buscando empleo) y se ubica en un 7,5% durante el segundo trimestre del año. Asimismo, se redujo el número de personas que trabajan menos de 35hs semanales, considerados subocupados , que pasaron del 9,7% al 9,4% interanual. En este resultado se combina una leve suba del 0,1% -interanual- de los subocupados que buscan trabajo -porque con el que tienen no les alcanza para vivir.-
Este cuadro indica que no sólo sube el número de personas que pierde el empleo y sale a buscar; sino que también hay un deterioro de la “calidad” del empleo. Hay un crecimiento de quienes trabajan menos de 35hs semanales y entre ellos de quienes buscan más trabajo.
Salta a la vista, además, al contrario de lo que se intentaba mostrar desde el gobierno, que la desmejora en el empleo no comenzó este año. Según eI propio INDEC, en la evolución de los indicadores se observa un pico máximo en la tasa de actividad y de empleo en el segundo trimestre del 2013, con valores de 46,5% y 43,1% respectivamente; y a partir de ese momento comienza una caída sistemática de ambos. Como contrapartida, la tasa de desocupación y de subocupación, tuvo un mínimo en el 4to trimestre de 2013 con valores de 6,4% y 7,8% respectivamente; y desde ese momento las tasas de desempleo y subocupación tienen una suba sistemática. El ajuste no se inició con la devaluación que el gobierno pretende que tuvo que hacer “forzado”, sino que viene de antes.
Por último, según las regiones, en GBA-Ciudad de Bs. As. y Pampeana, el desempleo se ubica en 7,7% y 8,9% respectivamente, superando la media del 7,5% de los 31 aglomerados urbanos. Por debajo se ubica Patagónica (6,7%), Noroeste (6,5%), Cuyo (5%) y Noreste (3,3%).
Tal como analizamos acá, si bien los despidos y suspensiones, no alcanza aún los niveles críticos de 2009, cuando se perdieron más de 300 mil puestos; no obstante, una economía que marcha hacia atrás y una incierta negociación de la deuda en default, abren el juego a las patronales que ponen al empleo como variable de ajuste. El plan oficial combina maniobras para seguir pagando a los buitres, presión a las empresas con la "Ley de Abatecimiento", con una serie de planes (“PRO”) como el Repro o subsidios a quienes contraten nuevo personal de escaso poder de fuego si se profundizan los despidos. El gobierno se encuentra en una encrucijada que el mismo armó y con medidas cada vez más descontroladas, pretende frenar los efectos de las políticas “ortodoxas” que lanzó desde que profundizó el ajuste sobre el salario con las paritarias por debajo de la inflación, la devaluación y la suba de las tasas de interés, junto con el pago serial de la deuda y la fuga de millones de dólares que reeditan la crisis estructural de reservas (“restricción externa”). Los intentos de una política “anticíclica” poco pueden hacer por detener los efectos de una política oficial que “empalmó” con las tendencias recesivas que venían operando en la economía.
La respuesta a la defensa del empleo no viene desde arriba, sino por abajo, en la enorme resistencia de los trabajadores despedidos de LEAR y en la inmediata ocupación y puesta a producción por parte de los gráficos de la imprenta Donnelley, se encuentran muy buenos ejemplos de cómo pararle la manos a quienes quieren meter el ajuste sobre el pueblo trabajador.


miércoles, 13 de agosto de 2014

El (des)empleo en tiempos de ajuste

 Gastón Ramírez y Esteban Mercatante




Como se explica acá, la economía argentina se enfila desde comienzos de año en un ajuste a paso veloz, que agravó las tendencias al deterioro de la actividad que ya eran visibles desde 2012. Devaluación en enero, sumada al cepo a la importación que volvió a agravarse , los impuestos a los autos de alta gama, las dificultades para endeudarse en el exterior, la suba de las tasas de interés que junto con paritarias negociadas por debajo de la inflación, provocaron un freno en la producción y en el consumo que impactó en el conjunto de la actividad económica durante los últimos 6 meses. Con el default que el gobierno pretende negar, estas tendencias seguramente se agravarán.

Pero el impacto del ajuste -que no le fue impuesto al gobierno sino que es un resultado directo de sus decisiones políticas- en el empleo ya es palpable. De acuerdo a los datos que arroja la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) del Ministerio de Trabajo de la Nación en el segundo trimestre de 2014 se observa un deterioro del mercado de trabajo y una desaceleración en la creación de empleo. Algunos sectores como la industria o la construcción en donde muestran las situaciones más difíciles de suspensiones y despidos, y otros sectores como comercio y los servicios donde hay pérdida de empleo más bien por goteo. Pero en todos los sectores se observa una tendencia al deterioro.
Según la encuesta del Ministerio el empleo formal registrado tuvo una caída del 0,3% durante el segundo trimestre en relación al primer trimestre del año, aunque en términos interanuales hubo una tenue suba del 0,5%. Si analizamos la tasa de entrada (contrataciones) y salida (desvinculaciones) del mercado laboral, ambas experimentan una baja a partir del primer trimestre del año. Hay menos contrataciones y menos renuncias.
El dato resonante aparece en el crecimiento de las suspensiones que alcanzan a 6 de cada mil empleados, siendo la cifra más elevada desde el último bajón del empleo en 2009. Sólo en la industria automotriz (terminales y autopartes) se registran más de 15.000 suspensiones.
En el análisis por aglomerados urbanos donde se realiza la encuesta, el empleo formal cae entre el segundo y el primer trimestre del año, en Gran Buenos Aires (0,1%), en Gran Córdoba (0,7%), en Gran Rosario (1,5%), en Gran Mendoza (1%), en Gran Tucumán (0,8%), en Gran Santa Fe (0,9%), en Gran Paraná (0,1%) , a excepción de Gran Resistencia donde hubo una suba (2,4%).
En el caso de las ramas las que caen son Comercio, Restaurantes y Hoteles (-0,3%) y Construcción (-4,6%) comparando con el año pasado. Según fuentes sindicales hubo 2.200 despidos en los restaurantes de CABA, más de 15.000 despidos en la construcción, 2.000 en Tierra del Fuego (UOM) y algunos frigoríficos que cerraron en Córdoba o en Buenos Aires. El dato más llamativo se registra en la industria que habría crecido un 0,4% interanual, cuando estudios privados recientes indican que hubo una caída del 2% en el mismo período, según la UIA.
La menor actividad económica como es habitual se hace sentir más en las pequeñas empresas que son las primeras en ajustar, así lo indica el informe, las pequeñas tuvieron una reducción del empleo del 0,6% y las grandes del 0,3%. Y en el caso de los trabajadores los sectores más flexibles son los que registran los índices más elevados en las bajas de personal de las empresas, entre Mayo y Junio, las bajas por motivo “finalización de contrato por tiempo determinado” sube casi el doble del 8,6% al 15%.
El informe agrega que el 70% de las empresas no realizan búsquedas de personal actualmente. El 59% de ellas prevé realizar contrataciones de personal, aunque es un valor inferior al 70% de un año atrás.

No alcanza con parches
Aunque el gobierno venía minimizando la situación anunció la semana pasada algunas medidas de crisis. El Programa de Inserción Laboral financia con sumas que parten de los 2.700 pesos hasta la mitad del sueldo del nuevo personal que tomen las empresas, en caso de que la compañía adhiera también al Régimen de Promoción del Trabajo Registrado (Ley 26.940) con la cual se disminuyen las cargas patronales. También se vuelve a subsidiar a las empresas que presenten preventivos de crisis con el REPRO, que aumentó de 1.500 a 2.000 pesos por empleado, bajo el compromiso de que no despidan personal. Estas medidas tienen como máximo un plazo de entre 6 a 12 meses. Teniendo en cuenta que los planes oficiales son más bien de contención del empleo ya creado, difícilmente alcancen el objetivo oficial de crear 800.000 puestos de trabajo. Lo que puede si otorgar, son nuevos motivos para que los empresarios, aceleren sus acuses de crisis y se adhieran a estas nuevas facilidades fiscales mientras dure el bajón de la actividad económica y puedan así mantener sus ganancias y sus negocios. Pese a que en el discurso donde presentó estos anuncios Cristina Fernandéz volvió a denunciar que los grandes empresarios que se la llevaron en pala durante estos años, el gobierno, decidió poner más plata del Estado para subsidiar a los empresarios. No sólo esto, sino que el gobierno implementa su propia versión de un régimente de pasantías (ProEmplear) que durante un tiempo de “capacitación” pagará a los jóvenes inscriptos en ProgREsAr (que venían recibiendo 600 pesos mensuales) hasta 2.600 pesos mientras dure la capacitación (6 meses) y 2.700 pesos de salario cuando sean incorporados a una empresa durante un año, montos a todas luces irrisorios. La flexibilización laboral avanza rampante enmarcada en un discurso de “inclusión”.
Ya 2009 mostró que estas medidas no impiden que las patronales descarguen los costos de la crisis sobre los trabajadores. Por mucho uso que hayan hecho entonces las empresas de los dineros oficiales (que hoy son más escasos que hace 5 años), la destrucción del empleo superó los 200 mil puestos de trabajo. Por eso, los diputados del Frente de Izquierda presentaron en el congreso un proyecto para prohibir los despidos y asegurar a todos los trabajadores un salario acorde a la canasta familiar, medidas que la diputada oficialista Diana Conti rechazaba ayer en Minuto Uno diciendo que estamos en un país capitalista y por eso es impensable prohibir los despidos (a confesión de partes...).
Por lo demás, la histórica lucha de Lear, el ataque que enfrentan los trabajadores de Donnelley con la quiebra trucha y cierre de la planta sin aviso (así como Gestamp, y Emfer y Tatsa) muestran que, para gobierno, empresas, y burócratas sindicales afines (una infame “triple alianza”), la “defensa del empleo” sólo aplica en el mejor de los casos cuando pueden asegurarse una plena disciplina. Los “díscolos” (es decir aquellos sectores donde los trabajadores apoyan a delegados de izquierda o combativos) son atacados, despedidos y suspendidos en el mismo momento en el que el gobierno anuncia medidas “para defender los puestos de trabajo”. Sólo con la lucha, impulsando la coordinación y tomando como bandera la defensa coordinada contra los ataques de esta “triple alianza”, podremos los trabajadores defender las condiciones de trabajo y pelear por mantener el empleo.

viernes, 8 de agosto de 2014

SMATA y automotrices, una sociedad íntima que produce ganancias sin freno

La quinta jornada nacional de lucha impulsada contra los despidos y suspensiones en Lear que se desarrolló hoy, estuvo precedida por el anuncio de la autopartista yanqui de que cerrará sus puertas por quince días como parte de la resistencia que viene haciendo a permitir el reingreso de los delegados, resolución adoptada -con una parsimonia exasperante- por el Ministerio de trabajo después de un mes de negativa de la empresa a permitir el ingreso de los mismos, y veinte días después de la asamblea trucha del SMATA donde la lista Verde buscó destituir a los delegados de la lista Celeste. 
En la jornada de hoy, el gobierno volvió a mostrar que, cuando de laburantes de este gremio se trata, no tiene ningún prurito en arrojar todo el peso de las fuerzas represivas. Con el agregado de que en esta ocasión detuvieron a la nieta restituida Victoria Moyano. Esto ocurría en el mismo momento en el que Guido Carlotto daba la primer conferencia de prensa después de que se conociera que es nieto de Estela de Carlotto. Junto a ella fueron detenidos el presidente del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos, Guillo Pistonesi, al legislador electo por el Frente de Izquierda de la Ciudad de Buenos Aires, Patricio del Corro, y a la docente de la UBA investigadora del CONICET y luchadora por los derechos de la Mujer en la agrupación Pan y Rosas, María Chaves.
La heroica lucha de los trabajadores de Lear enfrenta a la Santa Alianza de patrones, burocracia sindical y gobierno "nac & pop". Desde el comienzo fue evidente que el enconado ataque se debe a la urgencia por barrer al activismo y la izquierda de este sector, donde la conducción del SMATA y las grandes automotrices y autopartistas están acostumbradas a hacer y deshacer a su antojo, con aval del gobierno, y no están dispuestos a permitir que la lucha obrera afecte las conquistas patronales en las condiciones laborales (ultraflexibilizadas aunque esto vaya acompañado de sueldos comparativamente altos).
En Ideas de Izquierda 12 ponemos la lupa sobre las transformaciones recientes ocurridas en el entramado automotriz y aupartista, que han redundado en "Ganancias sin freno" para los principales actores de la cadena acompañadas de un abatimiento de los costos laborales al mismo tiempo que de una intensificación de los ritmos de trabajo. Esta reorganización del sector fue acompañada por la introducción de numerosos cambios en los convenios laborales, que agravaron la inestabilidad laboral y facilitaron los ajustes en las horas trabajadas y en los salarios brutos pagados según los vaivenes del mercado y la producción. La conducción del SMATA se mostró pionera en el "noventismo" laboral, como analizamos en "Sirviendo al capital". 
Desde el lunes la revista se consigue en los quioscos de CABA y GBA, y también en El Instituto del Pensamiento Socialista Karl Marx (Riobamba 144 - CABA). En la semana llega al resto del país (también se consigue en quioscos, averiguar por FB).

martes, 15 de julio de 2014

Salarios, AUH y jubilaciones: al ritmo del candombe del "siempre menos"

Por Gastón Ramírez y Esteban Mercatante

Cada vez que se anuncia un nuevo dato de la inflación, vuelve la polémica entre los valores que anunciarán los funcionarios y aquellos que surgen de las mediciones privadas. No podía ser de otra manera, ya que las cifras del IPC-Nu presentado en febrero, en reemplazo del IPC destriuido por el ex Secretario de Comercio Guillermo Moreno, que amagaron con devolverle algo de credibilidad a las estadísticas oficiales aunque con numerosos puntos oscuros, vuelven a atravesar el mismo sendero de falta de credibilidad que las de su predecesor, ya que mes a mes presentan datos de inflación que se van alejando más y más de los que indican otros índices, reproduciendo las dudas sobre la solvencia del nuevo índice oficial. Según el Ministerio de Economía la inflación acumulada a junio es del 15%, cuando para las mediciones privadas o la que elabora el Congreso arrojan más de 21,5%.
Lo que está en discusión es cuánto pierden los trabajadores, ya que invariablemente, aún con los benevolentes datos oficiales, el resultado en negativo para los salarios en la carrera con los precios. Según estudios publicados recientemente el poder de compra de la masa salarial cayó un 5,2% en el primer trimestre, respecto de un año atrás. Si contamos el conjunto de los ingresos de la población (salarios, jubilaciones, planes sociales) estos se redujeron un 4,8% respecto del primer trimestre de 2013. Ud. se preguntará, pero ¿Cómo? ¿No hubo paritarias, actualizaciones de las jubilaciones y de la asistencia social? Si, claro, pero las subas están por detrás de la inflación. Lo que a un desprevenido podría parecerle más, es sencillamente, menos. Veamos.
En el caso de las jubilaciones pese a la ley de movilidad, el incrementó del 11,3%  de Marzo, con una inflación acumulada del 13,5 (según el Indec) entre Enero y Mayo, estaría agotado a partir de Julio. Si tomamos el IPC Congreso para el mismo período la inflación acumulada es del 18.5%, con lo cual ya se licuó en Junio el aumento de Marzo. En el caso de las prestaciones sociales como la Asignación por Hijo o el programa PROGRESAR, éstas habrían subido en una cifra cercana al 31% en el primer trimestre. Pero la asignación por hijo, que se ajustó en junio, no variaba desde igual mes del año pasado. Es decir que con el aumento que rige desde julio, comparado con una inflación que ronda entre el 36% y el 40% anual (y mayor aún en los alimentos y otras partidas de consumo básico), en términos reales habría perdido un 3,1% en su poder de compra, respecto al primer trimestre de 2013 (ver acá).
Aquellos trabajadores que se encuentran registrados tuvieron una reducción de su poder de compra cercano al 5% en el primer trimestre del año respecto a igual período del año pasado. Sin embargo, si analizamos por sectores existe una gran disparidad. En el caso de los empleados de comercio la suba del 27% anual significa una baja del 9% y en el caso de los trabajadores de la construcción la paritaria del 30% anual se traduce en una baja del 5% en su poder de compra.
Para el sector de salarios más elevados, al efecto poda de la inflación, se suma la quita del impuesto a las ganancias que arbitrariamente aplican sobre el salario (que no es ganancia). Un empleado bancario con dos hijos luego de una paritaria del 29% descontando el pago de ganancias y por efecto de la inflación tiene una reducción del 16% de su poder de compra. En el caso de los metalúrgicos con un aumento del 30% la caída por ambos efectos es del 17%. No es una sorpresa, ni algo que ocurre recién este año. Según publica el Observatorio del Derecho Social de la CTA, desde 2006 hasta hoy, los agremiados en la UOM acumulan una pérdida de 7,69% en comparación con la inflación acumulada en el mismo período. Otro gremio que también muestra un fuerte retroceso es la UTA, que muestra una evolución salarial que perdió 3,13% respecto de la inflación. En el caso de los estatales, el salario de convenio se encontrará a comienzos de 2015, según la misma fuente, un 28,2% por debajo del nivel de comienzos de 2007.
Los aumentos de los salarios por debajo de la inflación no son una casualidad o el resultado fortuito de la marcha de los mercados. Por el contrario, es una decisión del gobierno y las patronales (con el apoyo de la burocracia sindical). Para el gobierno y las patronales, los aumentos presuntamente “desdemedidos” de los salarios son el gran culpable de la inflación. Por eso, más aún después de la devaluación de enero, redoblaron la presión para moderar las subas, con colaboración de la mayor parte de las conducciones sindicales. Al pactar paritarias que no alcancen la suba de precios, se aseguran que no baje (sino más bien que suba) su rentabilidad. Lo que pierden los trabajadores se lo llevan los empresarios. Por ejemplo, el caso de Quickfood (Paty) acaba de dejar en la calle a 250 familias, sin embargo, como parte de este proceso de ajuste espera mejorar sus ganancias que para el primer trimestre del año ya acumulan $12 millones. En los gremios afiliados en la CGT Balcarce, sólo donde está la izquierda como en alimentación se perforó los techos que buscaba imponer el gobierno.
Con la caída del poder adquisitivo de los salarios, se cae también uno de los presuntos logros del modelo: “la recuperación del salario”. Recuperación que, lejos de ser un resultado de la política oficial, como explicamos acá lo es del cambio en las condiciones de empleo, y que por el contrario la política kirchnerista buscó contener desde 2006 con los techos para las paritarias, subordinado completamente la recomposición salarial al mantenimiento de altos márgenes de ganancia. El resultado está a la vista: Según el propio Indec el 40% de las familias perciben ingresos por menos de 6.700 pesos por mes, cuando la canasta familiar para no ser pobres ronda los pesos 10.000.Si los empresarios se la llevaron (y siguen llevando con pala), los trabajadores (en blanco) que tuvieron que esperar recién a 2007 para recuperar el poder de compra del salario previo a la devaluación del 2001-2002, con enormes disparidades entre gremios; y con la inflación y los techos más bajos que imponen los tiempos de ajuste, ahora pierden junto a los trabajadores en negro (los que más pierden) los jubilados, y quienes cobran planes sociales. Este deterioro vuelve a acrecentar la brecha de ingresos. Y esta situación de mayor desigualdad se corrobora en el deterioro en la distribución del ingreso familiar (a favor de los que más ganan) con una suba del Coeficiente de Gini de 0.09 (mayor suba significa más desigualdad en la distribución del ingreso), comparando el primer trimestre del año respecto al último trimestre del año pasado.
Aunque el gobierno se esfuerce en negarlo, con ayuda de los medios oficialistas, estamos ante un año de caída de los salarios, a lo que se suma, en un marco de creciente desmejora de la actividad económica y con patronales que suspenden y despiden, un panorama del empleo tampoco es nada alentador. Hoy, para fortalecer la pelea de los trabajadores por defender sus condiciones de vida frente a los ataques del gobierno y las patronales, con colaboración de la burocracia sindical, es necesario jugarse con todo al triunfo de luchas “testigo” como la de los trabajadores de Lear, EMFER-ATSA. Es un punto fundamental para desbaratar el ajuste en marcha.

martes, 24 de junio de 2014

ProCreAUTO: estímulo para las empresas, mientras sigue el ajuste sobre los trabajadores

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Esteban Mercatante y Gastón Ramírez 
En el día de ayer, el gobierno lanzó el plan ProCreAUTO con el objetivo de estimular las ventas en el sector automotriz. Esta industria viene en fuerte caída, ya desde fines de 2013. De acuerdo con las estadísticas de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), en los primeros cinco meses de este año la fabricación de vehículos nuevos cayó 22% y la venta a concesionarios bajó 32% respecto al mismo período del año anterior. 
Los créditos de ProCreAuto serán por tres meses y tendrán un plazo de repago de hasta 60 meses en cuotras fijas, a una tasa del 17% para clientes del Banco Nación y el 19,2% para no clientes, y la cuota podrá alcanzar hasta un 30% del ingreso mensual. 
Aunque la tasa configura una línea de crédito a tasa muy baja, bien por debajo de los créditos que el mismo Banco Nación venía ofreciendo con el préstamo Nación Mi Auto (que financia hasta el 50% en autos usados y hasta 80% en 0km, por 18 meses con tasas de interés de hasta el 29% anual), la contracara no menor, es que los precios de los autos cargan importantes aumentos, que el gobierno valida en los hechos al estimular las compras con estos niveles de precios. 
Aunque la Ministra de Industria Débora Giorgi utilizó una retórica dura contra las empresas, llegando a decir que “Se pegaron un tiro en los pies” al aumentar "excesivamente" los precios a principios de año y demonizar el impuesto contra los vehículos de alta gama, el plan convalida buena parte de los "excesivos" aumentos de precios. Mientras que los autos llegaron a aumentar hasta un 30% desde enero, según Giorgi los autos incluidos en el plan incorporan rebajas en los precios de entre 3% y 13%. Si buena parte del hundimiento del sector automotriz se debe a la voracidad de los empresarios para aprovechar el mercado cautivo local dando un zarpazo en el río revuelto que generó la fuerte devaluación promovida por el gobierno, ahora el gobierno estimula las compras "exigiéndoles" apenas una moderada baja en los precios. Hace unos días, la Ministra Giorgi había planteado que deberían disminuir un 10%, lo cual ya de por sí era poco. Los anuncios de ayer promedian una caída de apenas el 5% en los precios de 26 modelos. Por eso, aunque desde el sector no se privaron de señalar las insuficiencias del plan, es un premio para los remarcadores compulsivos. 
Cristina miente cuando dice que es una ventaja este plan para los trabajadores que van a pagar cuotas fijas como el año pasado y van a contar con salarios un 30% superior este año. Las paritarias por ahora no alcanzan el 30% en promedio y la inflación ronda el 40% anual, por consiguiente, el poder adquisitivo del salario sigue a la baja y las posibilidades de comparar autos son menores. El ajuste sigue en pie. Este nuevo regalo a la industria, que arrastra una baja en la producción respecto a un año record como fue el 2013, le podría permitir incrementar en al menos 50.000 unidades la producción y subir un 10% su facturación, superando las 660.000 unidades previstas para este año. 
Esta política oficial de ayuda a una industria que puede mostrar números de producción récord gracias a los numerosos estímulos y protecciones estatales que permitieron su crecimiento, tiene como correlato una política dura hacia los trabajadores. Hemos visto como la ministra intervino directamente, cual representante empresaria, contra la conciliación obligatoria dictada por la Provincia de Buenos Aires en el conflicto de Gestamp, luego de que 9 trabajadores resistieran subidos durante días a un puente grúa contra el plan de la autopartista de imponer 67 despidos. Conciliación que el propio Ministerio de Trabajo provincial anuló apenas 48 hs. despúes de haber dictado, dejando vía libre al ataque de la empresa con activa intervención del SMATA contra los despedidos.
En las automotrices aún no hay despidos abiertos, pero las suspensiones extendidas, que ya afectan a 14 mil trabajadores, constituyen de por sí un primer paso de ajuste sobre los trabajadores. Aunque en la mayoría de los casos se mantiene el pago del 100% del salario de bolsillo (a diferencia de las autopartistas donde en muchos casos se está suspendiendo con pagos del 80%), las automotrices redujeron con las suspensiones el costo salarial que afrontan, ya que dejan de pagar obligaciones previsionales. La experiencia de 2009, muestra además que las crisis son convertidas por las empresas en una oportunidad, para flexibilizar las condiciones de explotación de la fuerza de trabajo (como hemos analizado en más detalle, acá). El gobierno da vía libre a esta avanzada empresaria, buscando que no se extiendan los despidos pero dejando hacer en el plano de las suspensiones -con los consiguientes ajustes sobre el salario-, mientras regala créditos para incentivar compras, con los encarecidos precios fijados por las automotrices y concesionarias. Contrariamente a lo que sostiene la ministra, que dice que estamos ante un Estado que "no regala porque son los recursos de los argentinos", ProCreAUTO es un nuevo ejemplo de socialización de una parte de las pérdidas autogeneradas por la voracidad empresaria, mientras que otra parte de dichas pérdidas recae sobre los trabajadores. 
Un plan para defender las condiciones de trabajo, se pone por el vértice a la política del gobierno nacional. Desde la bancada del diputado Nicolás del Caño, se ha presentado en el Congreso nacional un proyecto de ley que tiene por objeto la prohibición de los despidos y las suspensiones. Como plantea Sergio Folchieri, delegado de VW (Córdoba) acá "si se produce menos, se deberían repartir las horas de trabajo entre todos los obreros, reduciendo la jornada sin tocar los salarios". Punto de partida fundamental para contraponer una respuesta obrera a los planes del gobierno, la empresa, y el sindicato rabiosamente propatronal dirigido por Pignanelli. Como concluye Folchieri, "es necesaria una coordinación obrera argentino-brasilera, para que ante el chantaje de “me voy a Brasil” o “me voy a Argentina”, impongamos mejores e iguales condiciones laborales, los mismos poderes adquisitivos y el reparto del trabajo entre todas las manos disponibles, sean argentinas o brasileras".