domingo, 11 de diciembre de 2011

Cumbre de Bruselas: Alemania impone nuevas condiciones



El sábado 10/12 estuvimos en el programa radial Pateando el tablero comentando los puntos centrales del acuerdo alcanzado en la cumbre, las perspectivas que traza y las consecuencias que traerá para los trabajadores en los países europeos. Invitamos a escucharlo aquí.

jueves, 1 de diciembre de 2011

martes, 29 de noviembre de 2011

Quimeras sobre el discurso de Cristina (o cómo transformarlo de antisindical en igualitarista)


http://www.alsurinforma.com/wp-content/uploads/2011/11/cristina_uia-300x207.jpgEl diario oficialista Página/12 viene haciendo un formidable esfuerzo para convencernos que el sentido de las palabras de Cristina en la UIA, y otros numerosos gestos que la vienen acompañando, son opuestos a lo que parece a primera vista. Como ya habíamos anticipado que ocurriría, sus páginas vienen machacando hasta el hartazgo con las frases más "simpáticas" del discurso, que tenían como trasfondo importantes guiños a los empresarios.
Interpretar que lo que se está implementando con los subsidios es un ajuste, sería según esta lectura caer en la “operación mediática” orquestada por Clarín y La nación (ver por ejemplo a Eduardo Aliverti en “Entradas y salidas”, Página/12, 28/11/2011). También nos dicen que pensar que toda la pirotecnia verbal contra los sindicatos –incluyendo al moyanismo y otros dirigentes de la burocracia pero apuntado especialmente al sindicalismo de base- preanuncia un ataque contra los sindicatos sería equivocado.

La relectura que nos propone la prensa “progre” oficialista del discurso de Cristina, es que “ni la euforia de Mendiguren ni la depresión de Moyano parecen justificadas” (Verbitsky, “Disciplinamiento”, Página/12, 27/11/2011). Cierto, el gobierno señaló a varias empresas que fugaron dólares, casi con nombre y apellido, sugiriendo que las pondría en la mira de varias áreas de gestión, como la AFIP. También, que reclamó inversiones. Algo que no es nuevo, y que los empresarios siempre prometen. Y hasta a veces cumplen. Si total, reciben importantes “regalos” fiscales y créditos baratos, que amplían significativamente los beneficios. Fuera de esto, y algún tirón de orejas como decir que los sectores más vulnerables “no tienen capacidad de ahorro y no hacen ‘contado con liqui’. No son los jubilados de la mínima los que remesan o atesoran billetes o utilidades en portafolio o cambian de portafolio”, la Presidenta propuso abrir el diálogo en numerosos puntos de gran interés para los empresarios, especialmente de la industria. Competitividad (repetimos lo que dijimos hace algunos días, decirle esto a los industriales es hablarles de devaluación o alguna otra ingeniería cambiaria de resultados equivalentes), inflación, rechazo a la ley de ganancias. Alguna recriminación en el marco de estas promesas de “sintonía fina”, no cambia el hecho de que casi todo fue música para los oídos empresariales.
Sobre la cuestión de ganancias, Vervitsky nos propone una lectura sumamente original e implausible, similar a la que ya apeló otras veces para apoyar posiciones políticas antiobreras del gobierno: existirían con Moyano “diferencias objetivas de criterio: mientras el gobierno inyecta recursos en la base de la pirámide porque sabe que se vuelca al consumo y sostiene la demanda agregada, Moyano aboga por mayores ingresos para la cúspide, cuyos ingresos, de acuerdo con los estudios oficiales, en buena medida alimentan la compra de dólares”. Ahora resulta que para este diario, la creme de la creme del proletariado es uno de los grandes responsables de la salida de dólares. Poco importa, para este escriba a sueldo, que hace poco tiempo el mismo medio haya amplificado hasta el hartazgo las palabras de la Presidenta del Banco Central Mercedes Marcó del Pont, de que “El amperímetro no lo mueven los pequeños inversores”, sino “en buena medida” los grandes ahorristas y empresas. Ahora se descubre que subir el mínimo no imponible sería alimentar la fuga de dólares.
Verbitsky apela a los argumentos ya utilizados hace unos meses en su artículo “La primacía de la política” (Página/12, 15 de mayo de 2011). Allí denunciaba, con total desparpajo, la “aristocracia obrera” que según su lógica era la responsable de la gran inequidad de la distribución de los salarios. Ya hemos polemizado aquí con sus volteretas argumentales, mostrando cómo le hacía el ole a la cuestión de fondo para explicar lo que se supone estaba tratando (las asimetrías salariales), que es cómo la relación entre el gobierno y la burocracia de Moyano sirvió durante todos estos años para preservar el “modelo”, que analizado más allá de la retórica no es otra cosa que un régimen de (sub)acumulación capitalista basado en una elevada rentabilidad (aquí puede leerse nuestra polémica).
Ahora, Verbitsky vuelve sobre la misma línea argumental. Moyano representa a una fracción privilegiada de la clase trabajadora, habla desde “la cúspide” de la pirámide, el gobierno piensa en la base. Aunque este argumento pretende embellecer al gobierno, en realidad empieza por embellecer a la propia burocracia. No dice que ésta es una policía política en el movimiento obrero, que acumula privilegios ocupando la dirección de sindicatos regimentados estatalmente, a los fines de adecuar los reclamos obreros a las condiciones económicas. Nos la presenta como una defensora de los privilegios de los estratos más altos de la clase obrera. Esto sólo es cierto en el sentido de que la burocracia sólo habla corporativamente de los intereses de los trabajadores registrados efectivos, dejando afuera no sólo a los trabajadores precarios, sino también a gran parte de los contratados. Sin embargo, incluso los intereses y aspiraciones de esta fracción de la clase trabajadora quedan subordinados a las necesidades del capital y del Estado. La misma burocracia que posa de “reformista” en años de vacas gordas, es la que deja pasar despidos, suspensiones y bajas de salarios en tiempos de crisis. Lo vimos durante toda la década menemista, y especialmente durante la crisis de 1998/2001: todos los sectores de la burocracia dejaron pasar despidos, suspensiones y bajas de salarios, aparte de permitir que se exija más productividad. Incluso mientras Moyano criticaba la ley “banelco” de flexibilización laboral, era impulsor de una devaluación que salvaría a la burguesía argentina (gracias a la pesificación “asimétrica) mientras hundía el poder adquisitivo de los salarios. Esta misma burocracia dejó pasar en 2008/09 más de 200 mil despidos, en muchos casos argumentando que ni siquiera eran tales porque afectaban a contratados, e impulsando en el mejor de los casos medidas de “lucha” testimoniales, como en el caso de Paraná Metal. Empresas, gobierno y sindicalistas atacaron duramente a los sectores del sindicalismo de base que encararon la defensa de contratados (como a Hernán “Bocha” Puddu, delegado de Iveco en Córdoba que fue expulsado del SMATA por defender a contratados, y luego despedido). Verbitsky nos transforma a esta casta, responsable de dosificar las mejoras a las que puede aspirar la clase trabajadora aún en tiempos excepcionalmente prósperos para la economía nacional como fueron los últimos años, en una defensora de intereses corporativos. Sin duda, busca oponer los intereses de la “privilegiada” clase obrera efectiva a los de otras fracciones de la clase, pero sólo porque ésto le permite poner un techo más bajo a lo que sus “representados” pueden aspirar (para ampliar, ver aquí).
Luego de embellecer a la burocracia, Verbitsky pasa a contarnos la gesta popular que estaría detrás de los sistemáticos discursos de Cristina Fernández contra las organizaciones obreras. Las tensiones con Moyano, serían según Verbitsky y numerosos periodistas más de PáginaK, porque el gobierno quiere medidas aplicables “a todos los trabajadores”. La distribución de ganancias y la elevación del mínimo no imponible no lo serían. Los sindicalistas deberían más bien preocuparse por las condiciones laborales que afectan a la mitad de los asalariados peor remunerados, que están por debajo de la línea de pobreza. Sin embargo, este discurso “igualitario” que tanto conmueve a los periodistas de este diario, fue pronunciado enfrente de los empresarios, para asegurarles que nadie andará metiendo las narices en sus balances. Por otro, le avisó a Moyano que la no movilidad del mínimo no imponible será otra pata mas del ajuste que no existe (en los discursos oficiales, pero sí en las facturas de servicios y los techos salariales que se anuncian para los trabajadores). Pero además, Cristina realiza su discurso, y los periodistas oficialistas lo leen, como si este sindicalismo no hubiera sido aliado central del gobierno. Y como si la política de precariedad laboral no hubiera sido un –inconfesable desde ya- pilar del “modelo”. Como hemos planteado ya en otra ocasión, la precarización juega un rol clave para explicar los altos niveles de ganancia capitalista en el período de la pos devaluación porque
[…] a diferencia de los ’90, este resultado se está dando con una economía que funciona a máxima capacidad, con undesempleo mucho menor, e incluso en algunos sectores con dificultades para encontrar trabajadores calificados, es decir con un “exceso de demanda” de fuerza de trabajo. Lo raro no es que en una economía que creó tres millones de puestos de trabajo desde 2002 el salario haya tenido alguna recuperación [en términos reales]. Lo notorio es que esta estuvo apenas en los niveles de 2001, es decirun año de hecatombe económica. Acá, se puede “cuantificar” el aporte de la precarización y tercerización, que limitó la capacidad de los trabajadores para avanzar en la recomposición salarial. Justamente por esta limitación a la recomposición salarial, la participación de las ganancias en el producto tiene el piso históricamente más alto de las últimas décadas.
Moyano jugó un rol clave para operar sobre estas condiciones ya de por sí favorables al capital, garantizando –como pedía el gobierno- un techo en las negociaciones por debajo de la inflación. Por eso, a partir de 2007, superar a la inflación fue la excepción más que la norma, salvo porque en 2010 el gremio de la alimentación perforó el techo y logró un 35% después de fuertes luchas (con Kraft a la cabeza), y luego fue imitado por otros gremios. A cambio de esto, Moyano renegociaba otras ventajas adicionales para el sindicato de Camioneros, de modo que en este gremio las remuneraciones crecían más que el promedio. Lo mismo fue tolerado por el gobierno en algunos otros gremios, a condición de imponer una pauta en línea con la inflación en la mayoría de los gremios.
De esta forma, las divergencias en las condiciones de trabajo y de remuneración, que repentinamente tanto parecen preocupar a Cristina, no son algo “pendiente” de avanzar, sino algo decididamente perpetuado durante estos años para garantizar al menos en cierta medida la continuidad de algunas condiciones favorables a las empresas creadas por la devaluación. La burocracia sindical le agregó otro detalle, que son las importantes diferencias entre gremios, pero todos (empresas, gremios y gobierno) coincidieron en mantener las división de las filas obreras.
Suena como mínimo paradojal que esta manifiesta preocupación por la igualdad entre los trabajadores, vaya acompañada de procesamientos a dirigentes obreros como Javier “Poke” Hermosilla o Rubén “Pollo” Sobrero por defender los puestos de trabajo y la organización del sindicalismo de base, y a dirigentes políticos que se han solidarizado con la lucha de Kraft como Néstor Pitrola y Vilma Ripoll. O que el Ministerio de Trabajo pida la intervención de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA). O que los trabajadores que pelean por condiciones de seguridad e higiene como los trabajadores de Subte reciban la burla de la Presidenta en sus discursos, ninguneando el problema de la tendinitis. O que el Ministerio de Trabajo se niegue a homologar un acuerdo salarial negociado por UATRE que contempla una suba del 35,7% para los peones rurales.
Por otra parte, mucho habló Cristina contra los “privilegios” de los asalariados mejor pagos; pero le faltó explicar cómo si esto es tan así, es que la participación promedio de la ganancia capitalista en el ingreso total generado, supera en el promedio de los últimos años, casi cualquier año de la década previa; y si analizamos las grandes empresas donde están los trabajadores mejor pagos, el avance capitalista durante los últimos años es aún más acentuado.
Más sencillo que enredarse en estas “paradojas” (que mejor podríamos definir como contradicciones en el discurso) sería explicar que lo que se está empezando a implementar es efectivamente un ajuste, que tiene a los asalariados como sus principales destinatarios. El discurso oficial, se prepara para contraponer los ataques que se vendrán a otras medidas “para todos” que sí se mantendrán (pero probablemente no se amplíen significativamente; a todos va a tocar una parte de ajuste) como la AUH (JdM analiza muy bien uno de los posibles escenarios de cómo podría darse esta contraposición, ver aquí). Así como se invita a renunciar a los subsidios para los servicios a los usuarios “que pueden pagarlo”, ya se ha invitado a los trabajadores en otros años a moderar sus reclamos, y lo mismo hizo Cristina en el discuros de la UIA. La novedad de este años es que se preparan techos mucho más bajos. La advertencia, clarita, es que “no se pueden tener los mismos comportamientos con que se enfrentó las políticas neoliberales de los ‘90” y que “los trabajadores van a ser los primeros perjudicados” si se afecta el modelo económico. En suma, cualquiera que “desborde” y no acepte las nuevas reglas del “ajuste” no declarado será señalado como responsable de erosionar el modelo. Un llamado al orden, para proteger la “caja negra” del “modelo”: la formidable rentabilidad empresaria, que está aún un 15% por encima de 2001, gracias a que, como el propio Verbitsky reconoce (copiamos el gráfico que acompaña su nota) los costos salariales que afrontan los empresarios siguen mucho más bajos que en ese momento.

Siempre se puede encontrar algún argumento para teñir de “progre” un discurso, y encontrar alguna frase en el mismo que demuestre la firmeza presidencial ante los empresarios. Pero para los trabajadores, mejor prepararse para una “sintonía fina” que los tiene como principal variable de ajuste.

jueves, 24 de noviembre de 2011

jueves, 10 de noviembre de 2011

Desarrollar la Asamblea de intelectuales en apoyo al FIT


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Entre los grandes hechos políticos que se dieron en el marco de la conformación del Frente está la puesta en pie de la “Asamblea de intelectuales, docentes y artistas en apoyo al FIT”. En La verdad obrera nº 452
planteamos la perspectiva de la misma luego de las elecciones de octubre. Analizando el panorama de las principales corrientes de la intelectualidad nacional, unidas por el conformismo con los principales rasgos restauradores del kirchnerismo, planteamos la importancia de desarrollar esta asamblea como un polo en disputa con esta intelectualidad progresista y la miseria de lo posible que pregona. Es una tarea preparatoria fundamental para los tiempos convulsivos que se vienen, donde la "triple B" (burocracia sindical, barones del conurbano, y policía bonaerense) se prepara para golpear duramente a los sectores clasistas del movimiento obrero, y a todos los que salgan a luchar para enfrentar la crisis que se avecina, donde el "nunca menos" va a dar lugar al "ya no más".
Invitamos a leerla.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Crisis económica internacional y las nuevas medidas del gobierno K


Hoy en Pateando el tablero, estuvimos realizando un análisis sobre la crisis económica mundial en el marco de la cumbre Europea de la semana pasada y la reunión del G20. Cristina Fernandez, la denuncia contra el "anarco-capitalismo", discurso y realidad. Las nuevas medidas del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner para enfrentar la fuga de dólares y la situación fiscal.

Invitamos a escucharlo aquí.

jueves, 3 de noviembre de 2011

La economía post elecciones: ajuste fiscal y tapón a la salida de dólares


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En La verdad obrera nº 451, publicamos un artículo sobre las medidas tomadas luego de las elecciones, para afrontar los problemas en el frente externo que está generando la salida de dólares, y la situación fiscal menos holgada, que también se ve afectada por la perdida de dólares del central. En ambos casos, se trata de restricciones inéditas durante los años del kirchnerismo. 
Los invitamos a leer el artículo aquí.

lunes, 24 de octubre de 2011

Una perspectiva de nueva recesión mundial. Su impacto en la Argentina


Este sábado participamos en el programa radial Pateando El Tablero. Allí charlamos sobre la crisis internacional, que va por su cuarto año marcada con los signos de una nueva recesión, y con el fantasma de quiebras bancarias rondando nuevamente por Europa. En la Argentina, todo indica que pasaremos del "nunca menos" al ajuste encubierto que preparan el gobierno y las patronales. Invitamos a escucharlo aquí.

jueves, 13 de octubre de 2011

El catastrofismo en debate

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Leemos en PO 1198:

[...] queremos abrir el debate al interior del partido en dos aspectos fundamentales. En primer lugar, consideramos que hay cuestiones de método que deben refinarse para poder dar el debate con los trabajadores de manera correcta: ninguno de los dos artículos mencionados cita datos duros que respalden las afirmaciones y, en cambio, recurren a comentarios extraídos de la prensa burguesa. En particular, el editorial de Roveri cita un informe de Delphos, una consultora de importancia marginal y de fuerte filiación macrista. Recordemos que las consultoras cobran suculentas sumas por decir lo que a sus clientes les gusta escuchar; en ese sentido, no es de sorprender que en los informes de Equis (la consultora del oficialista Artemio López) todo ande bien, mientras que lo contrario ocurre en los informes de Delphos. Ninguna de estas fuentes puede ser tomada en serio a la hora de construir una posición política independiente del lado de los trabajadores. Por otro lado, entendemos que existen ciertos errores en el análisis económico que llevan adelante estos artículos. En particular, no consideramos que el problema del drenaje de reservas tenga la importancia que se le asigna. Para entender esto, recordemos que Argentina es uno de los países con mayor cociente de reservas/producto en el mundo.
El editorial de Altamira apunta a señalar que, descontados los pasivos del BCRA, este stock de reservas ya no sería tan alto; sin embargo, debemos recordar que esos pasivos tienen fechas de vencimiento variables, mientras que las reservas son un stock líquido. Un principio básico de las finanzas obliga a contabilizar cada deuda a valor presente; es decir, títulos que vencen dentro de años no pueden ser medidos a valor nominal y simplemente restados de los activos. En términos generales, entendemos que Argentina está hoy muy lejos de una crisis de balance de pagos. Ocho años consecutivos de superávit comercial (hecho inédito en la historia argentina) convierten a ese escenario en algo lejano y poco factible. Al menos dos docenas de países deberían sufrir esa crisis mucho antes que Argentina.
Consideramos que la perspectiva política marcada por ambos editoriales es correcta: el "modelo" no traerá otra cosa que ataques contra la clase obrera en 2012, bajo la forma de tarifazos, congelamiento salarial en términos reales, inflación y despidos. Pero el problema pertenece a la esfera real de la economía mucho más que a la esfera monetaria. 

Justamente, a desarrollar el impacto que empieza a tener la crisis sobre todo en la esfera real -aunque tampoco puede desdeñarse el impacto de la fuga de capitales y el achicamiento del superávit comercial, que reactúa en la esfera real por los efectos que puede tener en la política monetaria y la situación fiscal una escasez de dólares- nos dedicamos en el artículo publicado en "“Modelo” para afuera, ¿ajuste para adentro?", publicado hoy en LVO nº 448.
Nos parece auspicioso que comience a generarse este debate en las filas del PO. Resulta también intereante la exigencia de "datos duros" en vez de citar a consultoras interesadas -aunque no nos parece que lo que éstas dicen no pueda resultar en muchas ocasiones ilustrativo. Hace tiempo desde el PTS venimos discutiendo con este enfoque (ver por ejemplo “Entre el escepticismo y la catástrofe inminente”, en Lucha de Clases Nro. 7 y “Gradualismo y Catastrofismo”, en Lucha de Clases Nro. 8), que reemplaza el análisis concreto de la crisis (tanto nacional como internacional) por la definición abstracta de su carácter catastrófico (cosa que no está ni estuvo nunca en discusión como se puede ver en los artículos que linkeamos, pero no deja de exigirnos la necesidad delinear las instancias que atraviesa la crisis), que lleva una (in)definición igualmente abstracta de las tareas y desafíos que nos plantea una crisis de magnitudes históricas.

martes, 11 de octubre de 2011

Artemio se suma a la ilusión provinciana de que estamos blindados



Crisis, what crisis? pregunta Artemio. Para no aburrir con reiteraciones, remitimos a último que hemos escrito aquí sobre el nuevo episodio de la crisis global que se viene cocinando. El default griego parece estar entrando el tiempo de descuento, el plan para salvar a los bancos europeos de tamaño zamarreo está en veremos, y ya hay signos de recesión en Europa y EEUU, aunque aún sea prematuro decretarla. 

Mientras tanto, no hay perspectiva de que China lance ningún megaplan como el de 2008/2009, ya que más bien está tratando de manejar los desequilibrios generados por el anterior: burbuja inmobiliaria, sobreendeudamiento de los municipios y provincias, e inflación. 

En medio de todo esto, suena muy lindo plantear que gracias a la devaluación "Brasil seguir creciendo a tasas muy razonables" como dice Artemio. Pero le contamos que la industria en Brasil ya está creciendo más lento, y los autos -principal producto de exportación Argentino- se están acumulando por más tiempo del que suele ser habitual.

Por último, cita a Lucas Llach, es su ayuda. Sin embargo, no sabemos si es Artemio lo leyó a las apuradas, pero Llach comienza diciendo "Si al mundo le va mal, a nosotros también". Y pone el ejemplo de 2009, donde no hubo plan canje de electrodomésticos que frenada la caída económica. Además, lo que propone Llach es aprovechar la crisis como en 2009. Es decir, un "mazazito" a los trabajadores, bajamos la pauta de aumento salarial por debajo de la inflación, vuelve a caer el costo salarial, y relanzamos por unos años más el modelo "de crecimiento con inclusión" (SIC). Igualito que en 2009. Muy "nac & pop" toda la propuesta. 


Lo más enternecedor, es que Artemio se hace eco de las afirmaciones de Boudou sobre una supuesta "diversificación de las exportaciones". Aunque busca darnos tranquilidad con un crecimiento de las Manufacturas de Origen Industrial, lo cierto es que mucho de lo que hay ahí es acero o aluminio. Por otro lado, la principal industria exportadora es la automotriz, es Brasil dependiente.

Una última cosita. Este derroche de optimismo, para el cual apela a la bancarrota de los ortodoxos, pasa por alto que la situación internacional que hubo en el último año y medio, ayudó mucho a la economía argentina (Las vanas ilusiones sobre la “desconexión” de la economía argentina). Mientras ilumina la división entre los ortodoxos, debería notar que varios heterodoxos vienen señalando hace un tiempo que la economía tiene baja “capacidad de reacción” ante cualquier cambio brusco.


Mientras tanto, por si se impone el plan "Llach" que Artemio cita aprobatoriamente, mejor nos preparemos; va a venir con palos al sindicalismo de base y la izquierda. Un poco lo que Cristina Fernández y su ministro Aníbal, la justicia, y las patotas sindicales, nos estuvieron adelantando por estos días.

lunes, 10 de octubre de 2011

Reposteamos: debate en El diablo con Rolando Astarita

Invitamos a leer el excelente artículo de DP y El diablo, Propagandismo, sectarismo y política revolucionaria (una polémica con Rolando Astarita). Allí rebaten la crítica realizada por Astarita al comunicado de prensa del PTS publicado tras haberse desbaratado el montaje judicial que hizo el gobierno nacional para encarcelar al dirigente ferroviario “Pollo” Sobrero. En dicho comunicado nuestros compañeros Christian Castillo y José Montes, candidato a vicepresidente y a Gobernador de la Provincia de Buenos Aires por el FIT, exigen la renuncia del ministro Aníbal Fernández, la destitución del juez Yalj, la apertura de los archivos de la SI (ex SIDE) y la formación de una comisión investigadora independiente que investigue quién y cómo armó la causa, y las relaciones del gobierno con la empresa concesionaria del ferrocarril Sarmiento.

viernes, 30 de septiembre de 2011

"La detención de Sobrero es una operación del gobierno contra los que luchan"




Comunicado de Prensa

Concentración a las 16 hs. en la estación Castelar por la libertad Rubén "Pollo" Sobrero y demás ferroviarios detenidos

Christian Castillo y José Montes, dirigentes del PTS denuncian que "la detención de Sobrero es una operación del gobierno contra los que luchan"

"Responsabilizamos al gobierno nacional de haber armado este un montaje, una operación inventada para detener al dirigente de los trabajadores ferroviarios de la Línea Gral Sarmiento, "Pollo" Sobrero y a otros compañeros de la oposición a Pedraza", declaró José Montes del PTS y candidato a gobernador del Frente de Izquierda en la provincia de Buenos Aires.
Por su parte Christian Castillo, que comparte la formula del Frente de Izquierda con Jorge Altamira señaló que "No puede ser casual que esta opereta se de cuando se va a cumplir un año del asesinato de Mariano Ferreyra, y cuando hay sectores que presionan por la libertad de Pedraza, en una causa inventada donde hacen hablar como "testigo" a un ex policía e informante de la Federal. Es escandaloso"
Montes, sostuvo que "Apoyamos el paro ferroviario en respuesta a esta provocación del gobierno y la empresa, y reclamamos con ellos la libertad inmediata y el desprocesamiento de los compañeros. Este es un nuevo ataque del gobierno de Cristina a los que luchan, como hizo con los delegados del Subte, con los procesamientos iniciados a delegados de base de Kraft o Fate, y miles de encausados por participar de huelgas y piquetes en el país. En este caso se monta una operación para favorecer a los empresarios privatizadores, culpables del pésimo servicio y las tragedias ferroviarias, a la secretaria del Transporte del gobierno que les cuida el negocio y a la burocracia sindical del asesino Pedraza".

Debates en la Asamblea de docentes, intelectuales y artistas en apoyo al FIT


http://www.pts.org.ar/IMG/rubon4612.jpgEl sábado 24 se realizaron las I Jornadas de Debate de la Asamblea de intelectuales, docentes y artistas en apoyo al FIT. Estas surgieron como propuesta de la tercera asamblea, con el objetivo de profundizar los debates sobre diferentes temas surgidos en las asambleas mismas o en los intercambios y contribuciones que se habían ido subiendo al blog que armamos los que participamos de la misma


En La verdad obrera nº 446, comentamos un poco algunas de las discusiones que allí se dieron. Invitamos a leerlo.

El 5/10 se viene la cuarta asamblea.

martes, 13 de septiembre de 2011

Ocho años de "modelo K" y la reindustrialización no aparece

Muy interesante el rescate que hace el amigo Fernando Rosso en su posteo del día de ayer, "El "modelo de acumulación con inclusión social" y la "paradoja" del relato". Allí recoge algunos párrafos de un artículo del Dipló de este mes, escritos por Martin Schorr. En ellos, este crítico amistoso de la política oficial, recoge los datos que ilustran que a "industria pujante" que presenta el el ministro y candidato a vicepresidente Amado Boudou, en varios aspectos no lo es.
El modelo "reindustrializador" de los Kirchner, tiene como saldo para mostrar luego de 8 años, una industria cuya producción representa hoy una proporción menor de la economía nacional (el 17% del Producto Interno Bruto, PIB) que lo que era en los '90 en promedio (19% del PIB), según señala El economista en el artículo "La industria crece a pesar de los desafíos" (9/11/2011). Aunque hay algunos autores que ofrecen datos algo superiores (llegando algunos hasta 18,8% del PIB) se puede ver sin embargo que no se llega a recuperar el promedio de la década anterior. Desde 2003 en adelante, es decir, desde el momento en que Néstor Kirchner llegó a la presidencia, la industria dejó de ganar el peso en la economía que había recuperado luego de la devaluación. Siguió creciendo, pero a igual o menor ritmo que el resto de la economía. Aunque acá pesa el boom de precios y volúmenes del agro, también, según Schorr, "se asocia a la relativamente baja inversión respecto a las altas ganancias de las grandes empresas, en particular entre 2004 y 2007, cuando la rentabilidad sobre ventas de los oligopolios líderes osciló entre el 14% y el 19% (niveles holgadamente superiores a los de la convertibilidad)". Algo similar ya hemos dicho en este blog hace un tiempo. Las altas ganancias van acompañadas de una baja acumulación, lo cual significa que el capitalismo local no sólo se sostiene en base a una elevada tasa de explotación que tiene como base la precarización de la fuerza de trabajo para mantener los salarios planchados (en términos reales hay poca recuperación desde 2001, aunque el consumo a crédito permita taparlo por el momento), sino que ni siquiera es capaz de convertir esto en una fuente que eleve significativamente las capacidades productivas.

Schorr también señala la estrecha correlación entre el crecimiento de la industria y el crecimiento de la exportación industrial, lo cual para el autor es importante para mostrar otro rasgo de la economía Argentina durante estos años bajo los gobiernos "neodesarrollistas":"se fortaleció un perfil exportador muy volcado a la explotación de recursos naturales y la armaduría automotriz".
"Armaduría" es un término que podría extenderse a otras áreas de la industria argentina. Entre ellas, las promociones industriales que se actualizaron en estos años, para incluir nuevos productos como celulares y notebooks, cuyo componente importado alcanza proporciones altísimas, siendo casi nulas las piezas manufacturadas localmente.

Agreguemos algunos aspectos, que muestran que incluso la descarnada lectura de Schorr, se queda corta. Lo limitado de la recuperación de la industria local pasados dos gobiernos K, lo ilustra otro dato más dramático, que golpea directo a la "niña mimada" del modelo, es decir la industria automotriz. Según estima La nación en un artículo de ayer, "por cada vehículo que sale de las terminales locales, se importan autopartes por casi 15.800 dólares". Este dato, lo obtienen de dividir el monto de las importaciones sectoriales durante los primeros seis meses del año (US$ 6186 millones), por las unidades producidas durante dicho período (392.298 vehículos). Por supuesto, no todos los componentes importados ingresas a la producción, ya que una parte de lo importado se dirige a los comercios de repuestos. Sin embargo, considerando la explosión que tuvo el volumen importado (US$ 12.200 por auto en 2010, US$ 11 mil por auto en promedio en los 6 años anteriores, y US$ 15.800 hoy) se puede ver cómo el volumen de importaciones se ha movido bajo el impulso del despegue de la producción. Cuanto más autos se producen, más se importa por auto producido, poniendo de relieve las consecuencias del desguace de la industria local durante las décadas previas, que hacen que no haya autopartistas locales para proveer a las terminales. Algo que no ha sido revertido durante estos años, sino todo lo contrario. Baste recordar el caso de Paraná Metal.

Falta agregar otro dato que es aún más lapidario: "Los 15.800 dólares que se importan por cada auto fabricado aquí coinciden casi con exactitud con el valor promedio que tiene cada vehículo argentino que se exporta.". Considerando que se importa por un valor equivalente al que se exporta, podríamos decir que el valor agregado de las exportaciones automotrices, tendería entonces... a 0! El auto se vende en el extranjero, a un valor casi igual al de las piezas que se importaron para fabricarlo, "regalando" el trabajo realizado en el mercado local, y los componentes producidos localmente, que no se cargan al precio del comprador extranjero. Pero claro, no es que a las automotrices les agarre un arranque de generosidad, y en pos de engrandecer la Argentina, exporten a pérdida para traer dólares al país, ni nada que se le parezca. Son los compradores del mercado local quienes solventan con un sobreprecio, aquella parte del valor que se "pierde" en la exportación. El encarecimiento de los vehículos en el mercado local es el correlato necesario de la "pujante" exportación automotriz que tanto festeja el gobierno, en las condiciones actuales de esa industria en el país. De esta forma, la industria mantiene altas ganancias, es una aspiradora de dólares que se hace más preocupante cuanto más produce, y los coches siguen siendo un bien a adquisición onerosa en el país para solventar las exportaciones, a "pura pérdida" de dólares y de trabajo local. 

Por supuesto, no podemos sacar la conclusión, como hace el liberal "con onda" Lucas LLach, de que esto se resolvería liberando las exportaciones. Los problemas productivos extendidos en todos los eslabones de la cadena, difícilmente se resuelvan con una medida como ésta. La conducta empresaria en ramas que no tienen las restricciones de la automotriz, tampoco inducen a pensar que esta apertura tenga gran impacto sobre el accionar capitalista. Como plantea Schorr en el artículo con el que comenzamos, la baja reinversión de ganancias ha caracterizado a toda la cúpula industrial. La conclusión, es que ni este "neodesarrollismo" discursivo, ni la ortodoxia aperturista pueden resolver un problema con profundas raíces en las condiciones generales que guían el accionar del capital en la economía semicolonial argentina. Para saldar la brecha entre "excedente" y acumulación, no se trata de uno u otro de estos caminos, sino de atacar el problema de raíz: expropiar a los expropiadores capitalistas (que ni siquiera acumulan la riqueza que se apropian) y reorganizar la producción de acuerdo a las necesidades sociales y evitando la dilapidación de riqueza que impone la burguesía.

sábado, 27 de agosto de 2011

Chile

El semanario inglés The economist, bastión indiscutido de la reacción mundial,  tiene muy claro que en los sucesos que hoy sacuden Chile se juega mucho. No por nada titula "Descontentos en Chile: la rotura de la presa. Frustración acumulada en los defectos de una democracia exitosa" (el destacado es nuestro). En Chile no sólo se define lo que pasará de aquí en más en dicho país. La proyección de los eventos que ahí ocurren tendrá sin lugar a dudas alcance continental, sino global.
Desde que la dictadura de Pinochet permitió transformar a ese país -a sangre y fuego- en el primer laboratorio para los experimentos neoliberales, aplicando el recetario ideado por Milton Friedman para desmontar todo tipo de política de intervención estatal que afectara siquiera tibiamente la libertad de empresa, este modelo “exitoso” se transformó en el principal producto de exportación chileno. Todas las dictaduras latinoamericanas de los años siguientes tenderían la alfombra roja a los “Chicago Boys” para recibir la misma asesoría experta que -siempre en la opinión de las usinas ideológicas de la burguesía y los representantes del imperialismo- había salvado la economía chilena. Las medidas de privatización (evitando eso sí desprenderse de Codelco), desregulación económica, permisividad con nuevas formas de especulación financiera, liberación de trabas a las importaciones y recorte del gasto público (que para 1980 equivalía a la mitad del monto que había alcanzado con Allende, siendo Salud y Educación las partidas más recortadas), aplicadas duramente por Pinochet bajo la doctrina friedmaniana de “terapia de choque”, serían a partir de entonces el camino a seguir de todas las reformas “modernizadoras”.
La gravitación de este “ejemplo” no sólo quedaría limitada a la región. En todo el mundo, las reformas neoliberales reconocieron a Chile como un ejemplo a seguir. En las reformas tacherianas y reaganianas, así como en las medidas de Lech Walesa para avanzar en la restauración capitalista en Polonia, y también en el Consenso de Washington, vemos los ecos de las victorias políticas e ideológicas de los personeros neoliberales en este país del sur. La ofensiva del capital contra el trabajo, que permitió hacer caer en todo el mundo la participación de los asalariados en el ingreso nacional mientras se liberaban los canales para la valorización del capital, tuvo siempre al Chile de Pinochet como punto de referencia indiscutible. El prestigio que por décadas mantuvo el inspirador de las principales medidas de la dictadura pinochetista, Milton Friedman, no sería el mismo sin el “éxito” de la dictadura pinochetista en aplicar las medidas que él instruyó.
Lo que The economist llama sin pruritos una “democracia exitosa" con “defectos”, es un régimen que con apoyo tanto de la Concertación como de los sectores políticos pinochetistas (parte de los cuales integran hoy el gobierno del empresario Sebastián Piñeira) mantuvo las condiciones duras hacia la clase trabajadora y los sectores populares. En las bases estructurales de este régimen, quedaron impuestas las condiciones para una democracia para ricos. El reclamo por el que hace meses que vienen luchando los estudiantes, de educación pública libre y gratuita, amenaza el corazón de este modelo. El Estado “mínimo” para los sectores populares, pero siempre presto a actuar como vehículo para el enriquecimiento burgués empieza a estar impugnado en uno de sus pilares.
Este cuestionamiento no sólo representa una amenaza para la burguesía en Chile. Durante estas décadas, las recurrentes y agudas crisis en la región, fueron explicadas por una insuficiencia en las "reformas estructurales". Frente a las sucesivas crisis fiscales o de balance de pagos, se mostraba el modelo chileno, que -reformas mediante- no sólo había logrado crecimiento económico sino además una estabilidad política inexistente en el resto de la región. A pesar de la bancarrota ideológica del neoliberalismo apurada por la crisis de Wall Street iniciada en 2007 -aunque muchos de los exponentes de estas ideas tratan de hacer como sin nada y seguir para adelante, apoyados en que nadie ha mostrado ninguna receta alternativa con probabilidad de éxito ni apoyo de los empresarios- Chile permanecía como legado duradero de una promesa de los éxitos que puede traer la receta neoliberal. Es una de esas conquistas sólidas -al menos hasta hoy- que dan fuerza moral para que los gobiernos burgueses sigan haciendo que los trabajadores y sectores populares, sobre todo en los países dependientes, se traguen la dura receta del ajuste, como está imponiendo hoy Alemania en toda Europa. Por eso, este diario inglés nota con preocupación que "muchos chilenos ya no están dispuestos a ignorar lo que ven como fallas en su democracia duramente ganada, a cambio de estabilidad política y crecimiento económico". Es que la nueva "batalla de Chile" que están llevando adelante los estudiantes y obreros, puede tener proyecciones mucho más allá de Chile, especialmente en Latinoamérica. 
Hoy está el desafío de evitar confiar en nuevas reformas o transiciones que no conduzcan a ningún lado. Es lo que empiezan a proponer la Central Única de Trabajadores (CUT, liderada por el PS pero en la que también tiene importante peso el PC que está al frente entre otros sectores de los metalúrgicos de Cotramet) y la Confederación de Estudiantes de Chile (CONFECh, dirigida por el PC junto con sectores autonomistas), cuando hablan de una “segunda transición a la democracia”. Los participantes de la vieja Concertación, contribuyen nuevamente apuntalar el régimen pinochetista, evitando que el movimiento apunte a dañarlo de manera irreversible.
En las antípodas de este camino que conduce a no lograr nada, el desafío es extender la alianza de los trabajadores y estudiantes que empezó a verse en el paro del 24 y 25, sobre la base de una amplia organización democrática de las bases (mediante asambleas estudiantiles, asambleas de trabajadores, delegados votados por las bases, algunas cosas que en pequeño han comenzado a verse en estos días), para proponerse que caiga no sólo la educación sino todo el régimen pinochetista. Contra el plan de ‘segunda transición’, que cambiará algo para dejar intactas las bases del Chile de la dictadura, se impone plantear como perspectiva una Asamblea Constituyente libre y soberana llamada sobre las ruinas del régimen, donde sea el pueblo el que delibere y no las cúpulas, para liquidar toda la herencia pinochetista de represión, superexplotación y entrega al imperialismo.


¡Viva la lucha de estudiantes y trabajadores en Chile!

¡Manuel Gutiérrez, presente!

Solidaridad internacional con la lucha de los estudiantes y el pueblo chileno

jueves, 25 de agosto de 2011

América Latina, de las fantasías del desacople a la ilusión de blindarse con la UNASUR

http://www.pts.org.ar/IMG/rubon4512.jpgEn La verdad obrera nº 441, seguimos elaborando sobre las perspectivas que tienes los países latinoamericanos en el contexto de la crisis. Puede leerse aquí el articulo.

El Amado baluarte del pensamiento “nacional y popular”

Parece el colorado Ramos ha encontrado un digno sucesor. Alguien dispuesto ha recoger el guante de batallar por “construir la patria grande, la patria latinoamericana”, dispuesto al combate ideológico contra los ideologos de las políticas neoliberales, gracias a cuya influencia “la economía fue muchas veces utilizada como un recurso para legitimar las relaciones de poder dominantes”.
No estamos hablando de ningún intelectual de Carta Abierta, aunque este nuevo exponente del pensamiento Nac & Pop ha sido festejado por Ricardo Forster por sus citas a Marx. Nada de eso, las ideas latinoamericanistas de esta nueva luminaria de la izquierda nacional han fermentado frente a las narices de los partidarios de Alsogaray y los ideólogos del CEMA.
No estamos hablando de otro que el Ministro de Economía, Amado Boudou, que finalmente se ha destapado en el congreso de La Gran MaKro como lo que sin duda siempre fue, un compañero en la lucha contra el imperialismo y por la unidad latinoamericana. Sus años en los think tank y partidos que predican el neoliberalismo, no pueden haber sido otra cosa que un concienzudo estudio del adversario. Engañados, mientras estos representantes de los grupos politicos y sociales más recalcitrantes creían inculcar su credo liberal, en realidad estaban permitiendo que el hoy devenido ministro K construyera su caso contra el neoliberalismo. No se puede llevar adelante seriamente la lucha por la causa nacional y popular si no se estudia a fondo a sus enemigos del establishment e incluso, para engañarlos, se repite de cuando en cuando algunas líneas del credo ortodoxo.
Por supuesto, Boudou es parte de una izquierda “no dogmática”. No lo vamos a ver repitiendo consignas como el “no pago de la deuda”. Su estrategia es mucho más sutil: para despistar al adversario, pentrar entre sus filas y dividir sus fuerzas, viene aplicando una maniobra formidable: el brillante desendeudamiento. De esta forma, cuando los bonistas creen que tienen enfrente un gobierno proclive a armonizar con sus acreedores, en realidad están siendo transformados en instrumentos de la emancipación nacional y la unidad latinoamericana. En el teatro de la batalla por los precios, las tropas de Amado y Moreno vienen aplicando de manera brillante este misma maniobra. Los oligopolios están completamente abatidos por la destrucción del índice de precios del Indec. Sin este indicador, ya no pueden conocer sus costos, y por lo tanto no saben que precio aplicar y se someten dócilmente a las indicaciones del secretario de comercio, que les indica qué precios poner para que haya “Carne para todos”, “merluza para todos”, “Nafta para todos”, y largos etcéteras. Algunos mal pensados de la oposición, y sobre todo los que dicen que truchar el índice de precios sólo despista a los trabajadores, y que esta política es un piedra libre para que los empresarios saquen tajada de la inflación, no son más que escribas a sueldo de los oligopolios.
Por si quedaban dudas, cuando le comunican a Amado las sospechas que se comentan por ahí de que la nacionalización de las AFJP no tuvo otro objetivo que hacerse de caja, y que los argumentos de defender “la plata de los jubilados” eran sólo para el discurso, este economista, profundamente compenetrado con la cuasa de nuestros abuelos, rechaza con indignación estos dichos infames. “Nosotros nacionalizamos para darle a todos los jubilados un ingreso digno. El año pasado vetamos el 82% móvil, porque nos parecía miserable. Tenemos en gatera un plan, que se demoró porque lo estamos estudiando concienzudamente, de aplicar el 150% móvil para las jubilaciones”. Estas palabras del ministro, son apenas un botón de muestra de lo que se viene con la profundización del modelo.

Psssssssssssssss

Bueno, por si alguno se tomo en serio estas notas escritas con humor (única manera de entrarle "seriamente" a las declaraciones mendocinas del Ministro de Economía), aclaro que suscribo la "tesis Carrasco" respecto de este personaje. También, anticipándonos a quien lo señale, reconocemos que es un despropósito la comparación entre Abelardo Ramos, y el chapucero candidato a Vicepresidente de Cristina Fernández. No sólo por los verdaderos esfuerzos por elaborar sobre la realidad que hizo el primero (con todas las borricales imposturas que Milcíades Peña le señaló certera e impiadosamente), sino porque además Ramos migró efectivamente en sus posiciones políticas, desde el trotskismo hasta apoyar al peronismo desde una izquierda nacional (para terminar en sus tiempos decadentes apoyando a Menem), en un marcado giro a derecha, mientras que a Boudou el giro "nac & pop" y su intempestiva declaración de fe marxista, no le han exigido moverse ni un ápice en su política, sino sencillamente aderezarla con declaraciones "izquierdistas" (entre infinitas """").

miércoles, 24 de agosto de 2011

24 y 25 TODO CHILE PARALIZA: ¡Hermano, chileno, no bajes tus banderas, que aquí estamos dispuestos a cruzar la cordillera!



Porque motivos sobran: Educación gratuita | Trabajo estable | No mas sueldos de hambre

En este link todas las actividades de nuestrxs compañerxs del PTR chileno durante el Paro Nacional 24 y 25 Agosto.

Viva la lucha de los trabajadores y estudiantes chilenos! Desde aquí vaya todo nuestro apoyo. Como en los setentas, cantamos: “¡Hermano, chileno, no bajes tus banderas, que aquí estamos dispuestos a cruzar la cordillera!”

domingo, 21 de agosto de 2011

América Latina frente a la crisis internacional ¿blindados con el UNASUR?

El agravamiento de la crisis internacional está generando un cambio en el ánimo imperante en los gobiernos de la región. Hasta hace un tiempo, la consideración parecía ser que la crisis era eminentemente una crisis de los capitalismos avanzados y su modelo neoliberal, pero que el impacto a los “emergentes” sería limitado. La expectativa de fondo era –y sigue siendo- que la creciente demanda asiática de alimentos es un aspecto estructural sólido que no será arrastrado por la crisis (lo mismo que los altos precios). El ascenso de los emergentes, es decir de América Latina y los países asiáticos profundizando sus flujos comerciales y de inversiones, no sería golpeado por la crisis.

En las últimas semanas ese panorama se puso un poco más brumoso. En pequeña escala, se vio durante los días de la crisis una caída de los formidables precios de las materias primas. En la reunión de presidentes de la UNASUR el colombiano Santos planteó el problema de qué sucedería con los dólares que tiene la región como reservas si se deprecia el dólar, a la vez que alertó contra las consecuencias que viene teniendo el masivo ingreso de capitales, y lo que podría ocurrir si el flujo se revirtiera rápidamente. En la reunión técnica que se realizó hace una semana entre los ministros de la región, definieron la ampliación del Fondo Latinoamericano de Reservas (que por el momento integran Bolivia, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Perú, Uruguay y Venezuela). Este fondo permitiría proveer fondos a países que afronten dificultades por el lado externo. También se discutió la eliminación del dólar del comercio regional (algo que aplican con escaso éxito Argentina y Brasil), el el fomento de los intercambios entre los países miembros y el apoyo a las instituciones de crédito sudamericanas, como la Corporación Andina de Fomento y el nunca concretado Banco del Sur.

¿Blindaje de los “emergentes”?
La reunión de los últimos días en la UNASUR muestra que los gobiernos se preparan para recibir impactos por el lado financiero. Los esperan meno por el lado del comercio externo, especialmente de commodities. Por eso se ha discutido centralmente como articular políticas activas para que la región pueda blindarse de la crisis.
Estamos ante medidas defensivas, que mantienen de fondo la ilusión de que nos salvamos de la mano de China. En esta esperanza se unen a los nostálgicos de la época dorada de las exportaciones agrarias a Inglaterra a comienzos del siglo XX, con los neodesarrollistas que aspiran a continuar y ampliar la apropiación de esas rentas para realizar inversiones y políticas de demanda. Sólo los divide que hacer con los dólares del comercio exterior. Empresarios locales expresan la misma fe. Como dice una nota del diario La nación “Eduardo Eurnekian, por caso, suele entusiasmarse en privado con que el futuro será de los países emergentes por razones estructurales: el mundo desarrollado llegó a un techo y no crecerá más hasta que no se descubran nuevas tecnologías, dice. China, India, Vietnam, Indonesia y América latina, en cambio, traccionarán al planeta durante los próximos años”.
Este optimismo a contramano de las penurias europeas y norteamericanas, pasa por alto la severa corrosión que vienen sufriendo las bases del crecimiento asiático. Por mucho que han aumentado los vínculos económicos Sur-Sur, la economía que ha empezado a cargar sobre sus espaldas el crecimiento mundial, China, no ha dejado atrás su esquema de crecimiento apoyado en exportaciones. No hay plan de hacerlo en lo inmediato, e incluso el plan de aumentar la proporción del consumo en relación al PBI en 5 puntos parece voluntarista. Lo mismo puede decirse de muchas otras economías asiáticas. El dinamismo de su crecimiento exportador se recostaba sobre el consumo norteamericano en base a endeudamiento, cosa que no veremos resurgir el lo inmediato. Aunque la demanda norteamericana recuperó gran parte de lo perdido durante la crisis, no estamos ante una perspectiva de que siga jugando el rol que tuvo hasta 2007 de dinamizador del crecimiento mundial. Sin ese apoyo, no está claro por el momento cómo sostendrán su crecimiento en el mediano y largo plazo las economías que más vienen creciendo. Alemania, la economía que entre los países más desarrollados aparece más sólida, no puede reemplazarla (si es que no se ve arrastrada por la crisis en Europa), ya que ella misma también es fuertemente dependiente de las exportaciones. Por eso, no está muy claro dónde seguirán colocando sus exportaciones. No por casualidad, hemos visto cómo desde 2008 se aceleró el esfuerzo de China por acceder a nuevos mercados. Esto no debería pasar desapercibido: aunque las ventas a China siguen creciendo para la región, y el país asiático encabeza el ranking de los destinos de exportaciones de la región, mucho más viene aumentando el volumen y valor de las ventas Chinas en los países de la región. Es una fuente de dólares, pero también un destino hacia el cuál fluyen. El balance está cada vez más cerca de la zona de déficit, o ya está allí para algunos países latinoamericanos. Y lo que debería ser más preocupante para los países de la región, es que esta avanzada exportadora en la región, por mucho que deteriore los balances externos de los países latinoamericanos, difícilmente permita reemplazar la demanda de EEUU, y por lo tanto es muy probable que vaya acompañada de una desaceleración del crecimiento de China, y por lo tanto de su demanda de alimentos.

¿Nueva época de autonomía regional?
Algunos sectores políticos e intelectuales afines a los gobiernos de la región recurren al paralelismo entre la crisis actual y la otra crisis histórica global, la de los años '30, para plantear que la debacle definitiva de la ideología neoliberal y su decálogo del Concenso de Washington, sería la oportunidad para hacer finalmente lo que según esta visión se inició pero no se pudo concluir durante la última década: profundizar el desarrollo local mediante una profundización del mercado interno vía redistribución a los sectores populares.
¿Puede plantearse en el marco de la actual crisis histórica un curso semejante, que no se dio durante los años más prósperos de la última década? Son varias las condiciones que sugieren que la respuesta a esta pregunta es que tal perspectiva es bastante improbable. Entre otras:
-venimos de un cierto agotamiento de un ciclo de gobiernos con rasgos "nacionalistas", más retóricos que reales, pero que tomaron alguna distancia del pleno alineamiento imperialista que se impuso durante el imperio indisputado Concenso de Washington. Su posición relativamente autónoma se apoyó en la bonanza que tuvo la economía mundial: altos precios de granos e hidrocarburos, fuerte crecimiento de la demanda de los mismos, bajas tasas de interés, y flujos de capitales para varios países. Luego de una década con condiciones extraordinarias están no han sido aprovechadas para generar cambios significativos en la estructura económica. El único aspecto significativo que muestra un cambio en la situación es que la región redujo su endeudamiento externo, y en muchos casos la deuda pública. Esto ha sido así en el conjunto de la región, y no específicamente en algunos países. En vez de decretar el no pago de las mismas, se pagó generosamente, y a esto se sumaron las remesas de utilidades y otras transferencias, para concretar una década de generosos aportes de recursos de los países latinoamericanos al resto del mundo, que podrían haberse volcado a resolver los profundos problemas de infraestructura social y encarar el desarrollo en importantes áreas relegadas. La posibilidad de aprovechar hoy la crisis para seguir un curso de mayor autonomía dando mayor peso al mercado interno, aplicando incentivos sectoriales y medidas similares, está puesta en duda porque los gobiernos de la región que vienen aplicando algunas medidas económicas de tipo más intervencionista están entre los más sensibles a los trastornos que puedan ocasionar un fuerte deterioro en la situación internacional. Podría creerse que los países que han tenido una política de mayor apertura al capital externo y menos intervencionista –como Brasil– son los más comprometidos, ya que están viendo cómo las medidas tomadas para enfrentar la crisis en los países del norte están generando flujos de capitales que sobrevalúan sus monedas y generan incluso algunas burbujas. Sin embargo, esto no es necesariamente así. Argentina y Venezuela, por ejemplo con la inflación creciente y los problemas fiscales -disimulados por la propia inflación. Esto viene siendo contenido por la continuidad de algunas de las condiciones extraordinarias que acompañaron el crecimiento "a base de burbujas" de la última década, y que se mantuvieron, aún profundizadas, durante el primer tiempo pos crisis. También ayuda para países como la Argentina que las medidas monetarias en EEUU hayan apreciado algunas monedas en relación al dólar, mientras que el peso tiene una paridad casi fija. Aunque la crisis viene golpeando distinto, y para algunos países pesan más los aspectos en los que las condiciones siguieron siendo favorables mientras que para otros los efectos son más combinados, lo cierto es que incluso para estos últimos la situación del comercio exterior favorable sigue siendo un colchón para manejar los desequilibrios. Aquí, pensando las analogías, tenemos que pensar en un probable escenario 74-75, donde la disparada de precios pueda ser seguida por una fuerte caída. Esto pasó también en 2008, pero se revirtió al año siguiente. La diferencia entre 2008 y la actualidad, es que la mayoría de los países de la región han perdido capacidad de ajuste (gastando parte de los “colchones” fiscales y de los dólares logrados durante 2002-2007). Si las economías con mayor apertura están expuestas a las consecuencias que puede tener una abrupta reversión en los flujos de capitales, y también lo están si se mantiene ese flujo por los efectos recesivos que puede ocasionar la sobrevaluación de la moneda, los problemas que se han ido acumulando sin atinar a resolverlos, también las economías caracterizadas por un mayor intervencionismo han perdido capacidad de reacción ante un cambio abrupto en las condiciones internacionales. Difícil en este contexto capitalizar una nueva profundización de la crisis, cuando lo que se impondrá más bien es contener los trastornos que la misma podría ocasionar.
- Una segunda cuestión que pone límites a una perspectiva más autónoma, es que la burguesía mercado internista, al igual que en la década del '30, es raquítica en relación a los sectores burgueses exportadores de materias primas y el capital imperialista asociado a ellos. Incluso gran parte de la misma son multinacionales industriales, también dedicados a la exportación  en muchos casos. Estas últimas están a lo sumo interesadas en algunos nichos de  mercado regional pero no en aumentar significativamente sus inversiones en la región. Lo que, utilizando la terminología de algunos investigadores podríamos denominar la “cúpula industrial” de los países latinoamericanos, que incluye aparte de capitales extranjeros muchas multilatinas afincadas en varios países de la región (con preponderancia de capitales de México y Brasil) se basa en la exportación a otros países de la región, pero también de Europa y Asia. Se enfoca en algunos segmentos de consumidores medios y altos, y en ninguna medida acompañaría un cambio marcado en los patrones distributivos marcadamente regresivos, que más allá de la retórica y de algunas concesiones no se alteró en la última década. En ese sentido, la base para un proyecto de desarrollo más apoyado en el mercado interno como respuesta a la crisis mundial se muestra más acotada en el contexto actual.
- La economía mundial está mucho más interconectada. La crisis actual se ha mostrado como mundial en un sentido en el que no podía serlo la crisis del '30. A diferencia de lo que fueron las crisis de deuda y de balance de pagos que se dieron entre los '80 y comienzos del siglo XXI, la “Gran Recesión” no se caracterizó por una propagación exclusivamente financiera, sino que también golpeó severamente el comercio global, y por lo tanto afectó la producción y el empleo en todo el mundo. Lo mismo puede decirse de los mecanismos puestos en juego para enfrentar la crisis. Para que nos demos una idea, un sólo paquete de estímulo de los lanzados por EEUU fue equivalente al doble de la economía argentina. Una magnitud algo menor a esta tuvo el programa de estímulo monetario QE2. Estamos considerando sólo las medidas tomadas por EEUU. Pensemos que esto se amplifica en Europa y en Asia. Magnitudes igualmente astronómicas tienen los ajustes que en Europa y EEUU se están discutiendo para hacer frente a los problemas fiscales. No es casual entonces que estas políticas generen enormes desequilibrios y burbujas en varios países de los que más vienen creciendo por 2008, como China y Brasil. No hay proporción entre el impacto global de las medidas tomadas por las economías más fuertes, y la capacidad de “blindarse” que tienen los países latinoamericanos. Contradictoriamente, son algunos de los países que por su envergadura aparecen como más fuertes (como China y Brasil) algunos de los más afectados y "desequilibrados" por las medidas tomadas por las naciones afectadas por la crisis. Entre otras cosas porque su fortaleza y crecimiento ha permitido oportunidades de rentabilidad imposibles de hallar en otros países. Esto ha generado enormes problemas para la política económica, frente a los cuáles han intentado distintas series de iniciativas, la última de las cuáles fue la reunión de UNASUR.
- Por último, debemos señalar que uno de los principales blindajes que tienen los estados  latinoamericanos para hacer frente a la situación inestable de la economía mundial, son las reservas obtenidas del comercio exterior. A diferencia de lo que ocurría parcialmente en los '30, hoy las reservas monetarias en mercancía dineraria (oro, plata) son casi inexistentes, y la mayoría de las mismas están conformadas por dólares. La magnitud del “blindaje”, depende en gran medida de que EEUU evite un escenario crítico que hoy empieza a estar cada vez más planteado, como es la corrida sobre el dólar, aunque su materialización siga siendo bastante improblable por el momento. 

Ni “oportunidades históricas” ni blindajes que desacoplen de las turbulencias globales
Con la amenaza de un default europeo sobrevolando en el horizontes próximo, la ilusión de un desacople de las economías latinoamericanas es muy difícil de sostener. Incluso Página/12, siempre dispuesto a festejar el mal pasar de las economías del norte dando muestras de una buena dosis de provincianismo, destila hoy preocupación por las consecuencias que puede traer el clima de fin de época para el ordenamiento económico global. Como se vio a fines de 2008, un escenario de bancarrota en Europa o una fuerte corrida sobre el dólar y la deuda norteamericana, con efectos globales similares a los que tuvo la caída de Lehman Brothers, no permiten esperar ningún desacople.
Sin embargo, aún si este escenario no se produce, las economías de la región seguirán mostrando crecientes dificultades. El mejor escenario para las burguesías latinoamericanas es que la ominosa perspectiva de las economías europeas y EEUU siga siendo parcialmente compensada por el crecimiento de China, y que esta última economía no se vea arrastrada en la vorágine ni se agudicen los problemas internos que su economía ya está atravesando. Si se da este escenario benévolo, cada vez más improbable, de todos modos irá acompañado de efectos ambivalentes causados por las medidas tomadas en el norte para afrontar la crisis. La disparada de precios de los commodities puede mantenerse, agravando los problemas inflacionarios en distintos países, pero también puede transformarse en una fuerte caída y generar problemas en el balance externo para varios países. También puede suceder lo mismo con los flujos de capitales. Pueden acelerarse, generando los problemas de sobrevaluación de algunas monedas regionales y la existencia de burbujas inmobiliarias, o pueden revertirse abruptamente, generando problemas crediticios en algunos países donde esta entrada de dólares ha sido la base para crear booms de consumo. Estos efectos externos  se articularán también con los distintos problemas que ya muestran las economías de la región, generando a la vez distintas tensiones regionales, como las que están viviendo Argentina y Brasil.
¿Qué implica esto? Que lo que no permitieron los años de bonanza de la década pasada, mucho menos podrá darse ahora, aún si sigue habiendo una situación que no se vuelve inmanejable. La inflación, el efecto desestabilizador de la suba de capitales, las tendencias al desbalance del comercio externo (especialmente por el factor China) son algunos de los aspectos que están planteando la necesidad de algunos ajustes, en el marco de los cuáles es difícil proponer cualquier plan industrialista ni nada por el estilo. Si durante los mejores años de la década, con rentabilidades récord, la acumulación de capital se mantuvo retraída y más bien la región aportó capitales al resto del mundo, más improbable se ve ahora la promesa de medidas para un desarrollo integrado de la región, del tipo de las declaradas en las reunión de  UNASUR. Aún en el caso de medidas como las de Brasil anunciadas hace algunas semanas, estas tienen un carácter defensivo ante la sobrevaluación de la moneda, y apuntan a resolverlo sin tocar la moneda ni afectar los intereses del sector financiero. Además, tienen un sesgo clásicamente ortodoxo, recordando a las tomadas por Cavallo en la década del '90 para afrontar el mismo problema en la Argentina.
Frente a los desequilibrios mencionados, y la discusión de las medidas para enfrentarlos, se vuelve cada vez más difícil articular las necesidades de los distintos sectores de la burguesía, y sobre todo mantener las expectativas de mejoras de las masas obreras y populares. Se plantea una perspectiva de mayores pujas entre distintos sectores burgueses y de mayor lucha de clases, aun en el escenario menos crítico.
Las desigualdades estructurales, en el crecimiento y en los desequilibrios acumulados generan enormes vallas a cualquier respuesta coordinada de la región ante la agudización de la crisis, más allá de las declaraciones de buenas intenciones realizadas en las cumbres de la Unasur. Aunque el futuro pueda mantener o aun mejorar uno de los polos de estas condiciones –la demanda estructuralemente más alta de granos y otras commodities– difícilmente se mantengan los precios actuales, y aunque pueda haber nuevas inyecciones de liquidez que creen condiciones similares a las del crédito barato que acompañó la última década, todo sugiere que irán acompañadas de mayores efectos “traumáticos” sobre los precios. Si los “logros” que tienen para mostrar los países de la región no se condicen con la retórica, será difícil siquiera mantenerlos en la situación inestable que plantea aún el mejor de los escenarios previsto para la coyuntura, que es que puedan contenerse las contradicciones más explosivas por el transcurso de entre uno y dos años.
El desarrollo de una alternativa política independiente de los trabajadores, es urgente contra los preparativos de las burguesías para descargar sobre nuestras espaldas los efectos de la crisis. Para evitar es necesario imponer un programa obrero y socialista de respuesta a la crisis, que tome medidas contra el imperialismo e imponga el monopolio estatal del comercio exterior y la nacionalización y control por parte de la clase trabajadora de los principales resortes de las economías de la región.

sábado, 20 de agosto de 2011

Trotsky, a 71 años de su asesinato




Leemos en el Blog del IPS:

Hace 71 años León Trotsky, dirigente de la revolución rusa de 1917 junto a Lenin, era asesinado en México por un sicario enviado por Stalin. Su asesinato fue el punto culminante de una política de persecución, terror y muerte que la burocracia estalinista había lanzado sobre él y sus seguidores. Esta incluyó no sólo la muerte de sus cuatro hijos y el asesinato de varios de sus más íntimos colaboradores, sino el fusilamiento en masa de sus compañeros de lucha que heroicamente resistían al estalinismo en los campos de deportación y las prisiones de la Unión Soviética.

El asesinato de León Trotsky fue un frío cálculo político de Stalin, basado en la previsión de que la segunda guerra mundial engendraría nuevamente la revolución, tal como había ocurrido en la gran guerra con la revolución rusa en 1917. Trotsky encarnaba la experiencia viva de la revolución de octubre. El ensañamiento de Stalin en acabar con su vida se sostenía en el temor de que nuevos triunfos revolucionarios cuestionaran la dominación imperialista y con ello el dominio de la propia burocracia en la URSS.

Trotsky fue una personalidad revolucionaria extraordinaria. Junto con Lenin fue el más importante teórico y estratega marxista del siglo XX, y su continuador en la batalla por mantener viva la herencia revolucionaria de octubre ante el ascenso del estalinismo y del fascismo durante la década del ’30; una década signada por la más grande crisis capitalista de la historia y el inicio de una nueva carnicería imperialista mundial.

La justeza del combate de Trotsky ha hecho que su figura sea la personificación de la continuidad revolucionaria de Marx y Engels, y de Lenin y la tradición revolucionaria del marxismo, y no ha hecho más que agrandarse con el paso del tiempo. Trotsky supo mantener la firmeza revolucionaria cuando otros flaqueaban, y aún en la situación más hostil murió convencido que el futuro comunista era el único destino progresivo al que podía aspirar la humanidad.

Hoy, ante la emergencia de la crisis capitalista más profunda desde los años ’30, que muestra los límites de un periodo de triunfalismo burgués y el comienzo de un nuevo ciclo de la lucha de clases mundial, el legado de León Trotsky recobra más actualidad que nunca. Sólo esta herencia, que afrontó las duras pruebas del siglo XX, puede presentarse como el verdadero marxismo revolucionario de nuestros días.

Trotsky dedicó los últimos años de su vida a construir la Cuarta Internacional, el partido mundial de la revolución socialista. La crisis capitalista mundial y los acontecimientos de la lucha de clases que estamos viviendo en distintas partes del planeta, anticipan lo que vendrán, al mismo tiempo que muestran la validez de la perspectiva revolucionaria del trotskismo.

El PTS y la FT-CI luchamos por un programa y una estrategia internacionalista con el objetivo de construir partidos revolucionarios de la vanguardia obrera y juvenil en todo el mundo como parte de la lucha por reconstruir la Cuarta Internacional fundada por León Trotsky.

En este nuevo aniversario de su asesinato, el CEIP León Trotsky le rinde homenaje mediante la publicación de un nuevo Cuaderno, dedicado en esta ocasión a la historia de la Oposición de Izquierda rusa. Puede leerse un adelanto del mismo en el Blog de debates del IPS Karl Marx.




También los invitamos a escuchar a Andrea Robles, coordinadora del CEIP, en la emisión de Pateando el tablero del día de hoy.