jueves, 31 de julio de 2014

Default o no default, esa NO es la cuestión


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En La verdad obrera 580 damos cuenta junto a Gastón Ramírez de las últimas novedades de ayer, sobre la -hasta el momento- frustrada negociación, ya no entre los buitres y el gobierno, sino de los primeros con banqueros argentinos, para comprar los bonos en poder de los litigantes. Aunque algunos banqueros intentan proseguir las negociaciones, con el correr de las horas el default se hace más palpable.
A pesar del dramatismo que ha adquirido el suspenso sobre el default, para los trabajadores y el pueblo, lo verdaderamente catastrófico es continuar el ciclo de endeudamiento, acompañado de pagos "seriales". El gobierno ha hecho puntillosamente lo segundo, y se prepara para despedirse reiniciando otro ciclo de emisión de deuda. 

Invitamos a leer, acá.

miércoles, 30 de julio de 2014

Buitres: Sigue la negociación privada, hay posibilidad para que los K puedan continuar pagando serialmente

Aunque ha pasado la hora de cierre de la plaza neoyorquina, y con ella la posibilidad de que Argentina realizara pagos antes del horario trazado como límite, todavía no está dicha la última palabra. Los representantes de los bancos argentinos continúan negociando con los holdouts, en línea con el plan que comenzó a dibujarse ayer, que comentamos acá. En su conferencia de hoy, después del cierre de la negociación con Pollack, Kicillof teatralizó un completo desconocimiento de lo que los banqueros argentinos pudieran estar discutiendo con los bonistas en Nueva York. 



Aunque en lo formal el plazo límite está cumplido, de alcanzarse algún acuerdo de compra de bonos, los nuevos titulares de los bonos defaulteados podrían solicitar el restablecimiento del stay. El default "express", podría retrotraerse con cierta rapidez. No todos los analistas coinciden. Para Roque Fernandez, "Con la Argentina en default, todo se complica más". Por otro lado, "si los bancos privados compran la deuda al precio que la venden los bonistas, cabe preguntarse quién pagará la diferencia. Ahí no termina de cerrarme porque tendría que ingresar el Estado argentino, y podría afirmarse que es violatorio de la cláusula Rufo. No sé, no conozco". Quien dice esto, conoce de buenos negocios para bonistas, los gestionó durante los últimos años del gobierno de Menem. 


Pero Ámbito, sin embarog, anuncia que "se llegó hace minutos a un acuerdo para comprar el 100% de la deuda. Ayer ámbito.com había anticipadoque se estudiaban dos alternativas y finalmente se llegó a un acuerdo para que Argentina este sólo un tiempo corto en default". 


De concrentarse este anuncio, el default de unas horas no daría lugar a mayores consecuencias, más que algún que otro buen negocio para quien sepa aprovechar con "golpe de ojo" (o inside information) los vaivenes frenéticos de las cotizaciones al calor de las noticias. El gobierno argentino podrá seguir pagando serialmente, como lo viene haciendo, y se crearán condiciones para que todos los acreedores "holdout" empiecen a negociar, ahora con el stay y de cara a enero, al mismo tiempo que el gobierno negocia con los bonistas que canjearon la renuncia a la RUFO. El resultado cantado, va a ser un crecimiento de la deuda, por el reconomiento a todos los holdouts. Esto creará las condiciones para nuevo endeudamiento, y para abrirse a la entrada de capitales, sumamente interesados en meterse en algunos buenos negocios en la Argentina. Resta preocuparse por los costos de la "ayuda" de los banqueros, como analizamos acá.

Hay que dejar en claro, evitar este default no es un alivio para la clase trabajadora. No es, como dice Pollack en su comunicado, que el default tendrá graves consecuencias. Es pagar la deuda lo que tiene gravosas consecuencias para la clase trabajadora y el pueblo. Por eso es necesario declarar el no pago, junto a otra serie de medidas. Aunque se agitan muchos cucos sobre las consecuencias que esto podría tener, si es parte de un programa de conjunto (monopolio del comercio exterior, nacionalizaciòn de la banca bajo control de los trabajadores) puede asegurarse que no tendrá impactos severos sobre la clase trabajadora. 
Repetimos, más que nunca, debemos exigir que no sean el gobierno (camarilla que defiende los intereses de los capitalistas) y los banqueros, negociando con los buitres y los jueces imperiales, quienes comprometan nuestro futuro negociando entre cuatro paredes de espaldas a los trabajadores, abriendo paso a onerosas negociaciones que son el preámbulo de un nuevo crecimiento de la deuda. Como ha reclamado el diputado nacional por el Frente de Izquierda Nicolásdel Caño, es necesario abrir lugar a una consulta popular vinculante, para que sea el pueblo el que decida que se hace con la deuda.


Buitres: ¿Qué costos va a traer la “ayuda” de los banqueros?

En unas horas, gracias a la colecta de 250 millones de dólares en bonos para entregar como garantía a los bonistas holdouts, el banquero Jorge Brito pasó de traidor a héroe para el gobierno nacional. Camino inverso al recorrido hace unos años cuando el enfrentamiento con Guillermo Moreno y cruces de declaraciones con la Presidenta lo alejaron del lugar de preferencia que mantenía para el gobierno en el sector financiero. Ostracismo que nunca impidió, sin embargo, que el Banco Macro, que Brito preside, conservara tratos con Anses, realizando jugosos negocios. Tampoco, que al igual que el resto de la banca, realizara ganancias récord gracias a la política oficial. Bussiness are bussiness.

Ahora, el banquero puede adjudicarse el mérito de haber encolumnado a los banqueros locales, nucleados en Adeba, preocupados por las consecuencias que podría tener el default (por muy selectivo o restrictivo que pudiera ser), para que reúnan 250 millones de dólares en bonos con los cuales constituir un fideicomiso. Con este fideicomiso se buscaría negociar con los fondos buitre la compra de parte de sus tenencias de títulos en default. El objetivo de estas medidas sería lograr que los bonistas le soliciten al juez Thomas Griesa el restablecimiento del stay, cautelar que suspendería la sentencia de noviembre de 2012 y permitiría que el gobierno argentino cancele los vencimientos de hoy, evitando el default. Si esto ocurre, podría crearse un puente para llegar a enero, cuando argentina estaría en condiciones de negociar sin la amenaza de la cláusula RUFO (sigla en inglés para Derechos Sobre Futuras Ofertas) establecida en los bonos canjeados en 2005 y 2010, que les da derecho a participar de cualquier mejora en las condiciones que se otorgue a algún bonista antes de enero de 2015. En el interín, además, el gobierno podría intentar la renuncia por parte de los bonistas “performing” a la cláusula RUFO.

El ofrecimiento de una garantía por parte de los bancos privados nacionales permite superar una restricción establecida en el canje de 2005. La página 203 del prospecto del canje de 2005 establece textualmente que: “La Argentina se compromete a no crear ningún tipo de garantía (bajo cualquier condición de acuerdo preferencial) para asegurar el pago de su deuda, salvo que éste se ofrezca a la totalidad de los bonistas o que al menos cuente con la aprobación de éstos”. Con esta claúsula, el gobierno no podía ofrecer de forma directa ninguna garantía a los fondos buitre sin arriesgar consecuencias por parte de los bonistas que canjearon.

Si esto destrabará la situación, a horas del default, se conocerá dentro de un rato. De lo que podemos estar seguros, es que a los banqueros no los mueve ningún altruismo. Desde el vamos, podemos estar seguros que las mismas operaciones que realizarán para “salvar las papas” les van a generar ingresos por comisiones, además de evitarles las turbulencias que podría generar en el patriminio de sus bancos y en sus operaciones si la Argentina va a otro default.

Pero eso sería apenas el comienzo. Podemos imaginar que el éxito en las gestiones de hoy podría derivar en un recibimiento triunfal de Brito y sus socios por parte de la propia Presidenta, que poco tendría que envidiarle al que tuvo la selección nacional de fútbol el pasado 14 de julio. Sería el comienzo de una relación nuevamente más aceitada entre los banqueros y el gobierno. Esto pondría sobre el tapete la marcha atrás con algunas de las medidas que molestan al sector financiero, porque limitan la posibilidad de explayar libremente su voracidad. Una de ellas es el tope a las tasas de interés que pueden cobrar los bancos, fijadas el pasado 10 de junio en 37% para préstamos personales y 32% para prendarios en el caso de las entidades más grandes (para las entidades más pequeñas, la tasa de los créditos personales será 46% y los prendarios, 36%). También podrían buscar revertir las “nuevas reglas sobre comisiones y cargos de productos y servicios financieros básicos” que estableció el Banco Central (BCRA) junto con los topes, por las cuales los bancos y las emisoras no financieras de tarjetas de crédito tienen que solicitar autorización previa del BCRA para aplicar aumentos al costo. Estas medidas tuvieron por parte de los bancos una resistencia subterránea, consistente en empujar la salida de depositantes del sistema pagándoles tasas más bajas por sus plazos fijos, incentivando así la búsqueda de alternativas por parte de los ahorristas, lo cual amenazaba nuevamente con un salto del dólar blue. Es decir, la respuesta de los bancos a los intentos de regulación fue empujar hacia la desestabilización del precario equilibrio logrado por el gobierno a fuerza de devaluación y ajuste.

Otro punto que los bancos podrían llegar a reclamar, es la posibilidad de ampliar sus tenencias en moneda extranjera. En febrero pasado el BCRA reflotó una norma de 2005 que limita al 30% el patrimonio de tenencias en divisa que puede tener cada entidad financiera y al 10% adicional para los contratos de futuros. Esta medida fue aplicada después de la devaluación, no antes, y por eso los bancos, con tenencias que superaban holgadamente estos porcentajes, hicieron en pocos meses ganancias formidables. Sólo durante el primer trimestre de este año, los bancos amasaron el equivalente a la mitad de las ganancias de todo 2013, es decir $16.104 millones. Anualizado, esto significaría una duplicación de sus ganancias. El 60% de esas utilidades obedeció a ganancias por apuestas al dólar.

Y podemos estar seguros, ahora más que nunca, de que la reforma financiera, aspiración que otro banquero oficialista, Carlos Heller, busca sacar a relucir de vez en cuando para volver a archivarla ante la falta de apoyo oficial, es otra promesa sepultada del relato, junto con la inexistente reforma tributaria.

La gesta de pacotilla armada alrededor del litigio con los buitres, para ocultar la bancarrota de la estrategia de salir del problema de la deuda pagando serialmente, apunta a terminar en el grotesto, con la soberanía “rescatada” (con pago) de la mano de los banqueros. Soberanía limitada, por otra parte, al derecho de seguir pagando puntillosamente.

Ahora más que nunca, debemos exigir que no sean el gobierno (camarilla que defiende los intereses de los capitalistas) y los banqueros, negociando con los buitres y los jueces imperiales, quienes comprometan nuestro futuro negociando entre cuatro paredes de espaldas a los trabajadores, abriendo paso a onerosas negociaciones que son el preámbulo de un nuevo crecimiento de la deuda. Como ha reclamado el diputado nacional por el Frente de Izquierda Nicolásdel Caño, es necesario abrir lugar a una consulta popular vinculante, para que sea el pueblo el que decida que se hace con la deuda.

lunes, 28 de julio de 2014

domingo, 27 de julio de 2014

Buitres: rumbo al 30J (audios en Pateando el tablero)



Este sábado participamos en el programa Pateando el tablero, para discutir sobre las novedades producidas en el litigio con los fondos buitres que sustentan parte de los bonos "holdout" (que no entraron a los canjes) y obtuvieron un fallo favorable en la corte neoyorquina, revalidado por la corte suprema. Como producto de este fallo, el gobierno argentino viene impedido de cancelar los pagos de deuda regularizada, y si no hay novedades antes del próximo miércoles, todo iría rumbo a un default de al menos parte de la deuda regularizada. El panorama, y, sobre todo, los motivos de esta encerrona (un producto directo de la política K de cumplir puntillosamente con las finanzas globales), los analizamos en el programa. 

Para escuchar el audio, ir acá.

miércoles, 23 de julio de 2014

Lear: "sin los delegados, no funciona la fábrica"

Arrancó con todo la tercera jornada nacional de lucha contra los despidos en Lear. Los medios destacaron especialmente la inventiva desplegada nuevamente por los trabajadores para bloquear la Panamericana a pesar del despliegue de fuerzas de gendarmería para impedirlo. Medio centenar de autos se apostó en medio de la autopista. El "ingenio popular pudo más que la gendarmería", señalaba Canal 26, mientras Clarín informa sobre Un insólito piquete con autos sobre la Panamericana



Mientras los medios posaban la atención en el corte, que continuaría con una caravana de cientos de vehículos que se dirigiría en primer lugar hacia EMFER (donde los trabajadores denuncian 40 despidos) por la unidad de las luchas, cerca de Lear (frente a las puertas de la planta de Volkswagen) se libraba otro duro combate contra en intento de la burocracia del SMATA y la patronal de la multinacional autopartista de poner la fábrica en funcionamiento, sin los delegados de la comisión interna, que la patronal no deja ingresar a la planta y cuya destitución hizo votar la conducción del sindicato (la Verde) el jueves último, en una “asamblea sin debate”. La patronal y la Verde retuvieron por la fuerza a los trabajadores no despedidos, subidos a 9 micros esperando que despejara el piquete en la fábrica para hacerlos entrar. Pero su maniobra fue desbaratada. Bajo la consigna "sin los delegados, no funciona la fábrica", decenas de autos bloquearon el paso de los micros, evitando que estos pudieran llegar a la fábrica. Desde adentro de los micros, numerosos trabajadores que simpatizan con los despedidos y los delegados atacados por la Verde, protestaban airadamente contra los Verdes que buscaban retenerlos en los micros, y exigían que les abrieran las puertas para no entrar a trabajar. Luego de más de dos horas el SMATA debió resignarse a abrir las puertas de los micros, liberar a los obreros y la planta no funcionó.


La jornada nacional contó con actividades en Neuquén, Rosario, Córdoba, Jujuy, Bahía Blanca.
Desde la fábrica, la caravana se dirige hacia el Ministerio de Trabajo donde los delegados reclaman el derecho a participar de la reunión por el conflicto. A las 16 culminarán con un acto en el Obelisco.


Ante la acción concertada de la patronal, el sindicato y el gobierno, que coinciden en la urgencia por sacar a la izquierda y cortar de cuajo todo activismo de base en este sector industrial "estratégico" que el Estado protege y financia con miles de millones de pesos, la jornada de hoy es una muestra más de una gran iniciativa e inventiva para torcerles el brazo, apostando a una amplia solidaridad que se plasma en iniciativas de apoyo en todo el país. Junto a esto, la acción totalitaria del SMATA ha sido ampliamente difundida y repudiada.


Cobertura completa de la jornada nacional por Lear, acá.

Canje de reservas: ¿Con el salvavidas chino salimos a flote?

Gastón Ramírez

La visita del presidente de China dejó un nuevo anunció, denominado Swap (acuerdo financiero de intercambio de monedas, pesos x yuanes) por el cual el gobierno argentino se nutriría de yuanes por un valor de 70.000 millones, un equivalente a 11.000 millones de dólares. Este acuerdo, aunque es secreto, ya se firmó uno similar con China en 2009 y terminó en 2012 cuando el comercio entre ambos países se veía amenazado por la crisis internacional.
El swap con China junto con el compromiso a invertir en 5 años más de 7.500 millones de dólares en infraestructura (Represas en Santa Cruz, Belgrano Cargas, etc.) son parte de los acuerdos por el cual el gobierno puede mostrar un salvavidas para compensar la angustiante falta de dólares que dificulta el funcionamiento de la economía. Para los funcionarios del gobierno el Swap permitiría utilizar los yuanes como parte de las reservas, argumentando que es decisión del BCRA decidir que monedas y activos financieros componen sus reservas. Chile y Bolivia, serían ejemplos de países que tienen un porcentaje menor de sus reservas en yuanes.
En su afán de obtener dólares el gobierno y el BCRA, si bien pueden llegar a cambiar y tomar a los yuanes como parte de las reservas, hay un límite de fondo: el yuan no es una moneda convertible. O sea, no se puede comprar a China pagando directamente en yuanes, previamente hay que cambiar dólares por yuanes, o viceversa, si se cobran exportaciones a China. El dólar sigue siendo la moneda ineludible para el comercio internacional. Tampoco se puede utilizar el swap para pagar a los houldouts o a los acreedores externos porque sólo aceptan dólares. En el caso de inversiones como las que llegarían de China también ingresan en dólares, por lo cual, el swap no tiene un impacto directo en las reservas.
En realidad, pese a los anuncios rimbombantes del gobierno, con el swap pretenden una “pequeña política” de financiar el déficit comercial que viene en ascenso con China. En 2013 fue de USD -5.377 M  frente a USD -1.125 M en 2009. En este sentido, analistas indican que en una década, China pasó de generar un 5% a un 14% de las importaciones del país. Y se ubica como el segundo socio comercial, detrás de Brasil.
El creciente déficit comercial con China, no sólo presenta un problema financiero que se pretende cubrir con el swap. Sino también un proceso de mayor dependencia económica con el gigante asiático. En el cual Argentina se ubica como proveedor de materias primas (60% de la Soja se vende a China) a cambio de manufacturas (55% de las compras a China corresponden a artefactos eléctricos y mecánicos, motos, vagones de trenes y subtes, transformadores eléctricos, etc.). El sector del acero también muestra preocupación por la avanzada asiática, la Asociación Latinoamericana del Acero, informó que América Latina ya se convirtió  en el segundo destino más importante para las exportaciones chinas de acero laminado (11% de las exportaciones de acero de China al Mundo), y se espera que se ubique en el primer exportador empleando una metodología muchas veces desleal. A mayo de 2014 China exportó hacia el mundo acero por el equivalente aproximadamente  a la producción anual de 5 Argentina. De acuerdo a la Cámara de Comercio del Perú, China controla hoy el 33% del sector minero peruano. Una situación similar se estaría dando en Chile. En este contexto, los industriales de Brasil, aunque su gobierno acaba de firmar en Río de Janeiro un acuerdo junto con China y el resto de los BRICS por un banco propio, temen una invasión de productos e inversiones de China que desplacen sus exportaciones e inversiones hacia Argentina.

Las “ayudas” del gobierno chino abren la puerta a sus trasnacionales en toda América Latina. Al mismo tiempo que impulsa con los BRICS la idea de que puede surgir un alineamiento alternativo al sistema mundial capitalista dominado por las trasnacionales imperialistas, aprovecha el trabajo sucio de abrir las fronteras de todo el planeta al capital global ya casi plenamente realizado después de décadas de ofensiva neoliberal en pos de la apertura y liberalización para ampliar la base global de sus corporaciones. El camino del salvavidas de China no es alternativa al imperialismo. Sólo la movilización y el poder de los trabajadores y pueblos oprimidos podrá romper las cadenas del imperialismo y dejar atrás la miseria y el atraso del capitalismo dependiente.


martes, 22 de julio de 2014

Buitres en NY: al filo de la navaja

Como viene haciendo desde que la Corte Suprema norteamericana avaló su fallo que ordena a la Argentina pagar a los bonistas “holdout” en cash, el juez Thomas Griesa volvió hoy a redoblar la presión sobre el gobierno para que cumpla el fallo. Se negó a reponer el “stay”, que habilitaría la posibilidad de que se pueda concretar el pago de los bonos “performing” (que ingresaron a los canjes anteriores) que venció el pasado 30 de junio, con período de gracia hasta el 30 de julio. El juez rechazó pronunciarse sobre la situación de los pagos a bonos nominados en yenes y euros, que también se vieron afectados por el bloqueo a los fondos que el gobierno depositó en el Bank of New York (BONY) para afrontar el vencimiento del pasado 30. La audiencia de hoy estaba convocada por el pedido de Euroclear de clarificar la situación de estos bonos, ya que los acreedores fuera de EE.UU. sostienen que Griesa estaría actuando fuera de su jurisdicción. De no saldarse el pago ya vencido antes del 30 de julio, estos bonos entrarán en default. Esto significa que se habilitaría la posibilidad de que los bonistas que entraron al canje puedan iniciar reclamos por el valor total de los bonos. Pero, como si se tratase de una mamuschkas, cada fecha límite encierra dentro de sí un nuevo aplazamiento, hasta un punto futuro donde, con amenazas cada vez más ominosas, la situación puede sin embargo retrotraerse al punto de arranque. Después del 30, aunque ya en default, el gobierno tendría otros 60 días para restablecer la situación de los bonos.
Griesa dispuso para mañana nuevos encuentros entre los bonistas y los funcionarios argentinos. Estos últimos insisten que no pueden alcanzar un acuerdo con los buitres, ya que se dispararía la llamada claúsula RUFO (sigla en inglés para Derechos Sobre Futuras Ofertas) establecida en los bonos canjeados, que les da derecho a participar de cualquier mejora en las condiciones que se otorgue a algún bonista antes de enero de 2015. Más allá de la diversidad de interpretaciones sobre esta claúsula, desde el gobierno sostienen que un arreglo con los bonistas aún bajo presión judicial la dispararía, pudiendo hacer que la deuda crezca en hasta 120 mil millones de dólares. Ante esta amenaza, la estrategia del gobierno oscila entre intentar alcanzar un acuerdo que se concrete después de enero o, si esto no resulta posible, ir a un default de los bonos en el extranjero cargando la responsabilidad sobre la intransigencia de Griesa. Hasta la semana pasada, los valores de los bonos indicaban que todos los especuladores confiaban en un acuerdo, pero esto empezó a cambiar. La hipótesis de default parcial se vuelve más palpable con el correr de los días. La deuda que en este caso caería en cesación de pagos sería la emitida fuera de la jurisdicción argentina, en dólares, yenes y euros. Ante la posibilidad de este escenario, varios analistas desdramatizan sus posibles consecuencias señalando que hoy la deuda en moneda extranjera tiene un peso muy menor que en otras épocas, representando apenas el equivalente a un 15,1% del Producto Bruto Interno (PBI). Sin embargo, sería un disparo en las piernas para la estrategia que tiene trazada el gobierno de volver a los mercados y estimular la entrada de capitales.
El swap con China, los acuerdos con los BRICS, y un default parcial, podrían ser configurar un plan B ante la dureza de Griesa y los bonistas buitres, para establecer un plan de contingencia ante el temor de la claúsula RUFO. Podrían aderezarse con discursos sobre la “herencia” de las cláusulas noventistas que cedieron soberanía judicial en favor de las cortes neoyorquinas. Sin embargo, por mucho esfuerzo que hagan para presentarlo como un ataque a un gobierno que parece defender una postura soberana, un eventual default parcial no sería más que la vía para escapar de una encerrona en la que el gobierno está por decisiones políticas de este mismo período. Si Griesa y sus favorecidos tienen poder de daño, es porque no sólo se otorgó soberanía extranjera en la emisión de bonos de los '90 y en los canjes sucesivos. Se volvió a hacer en las reestructuraciones de tiempos kirchneristas, en 2005 y en 2010, espoleados por la necesidad de asegurarse buenos niveles de aceptación para mostrar éxito en el canje. Dudoso “éxito”, que llevó a que la economía argentina volvió a ser desfalcada anualmente por los pagos a los especuladores, bien aderezados con obsequiosos cupones atados al crecimiento de la economía. El gobierno “nac & pop”, que ilusionó con que podría salirse del problema de la deuda pagando “serialmente”, se encuentra acorralado por las cortes como producto de sus propias decisiones, para peor en un momento en que el Banco Central se muestra escaso de dividas, a consecuencia de los pagos serial de deuda, de una formidable fuga de capitales y del déficit energético. La nueva encrucijada pone en evidencia que, en las antípodas de la estrategia del gobierno y de todos los partidos patronales, la única salida al problema de la deuda es el no pago, como parte de un programa de conjunto para cortar con la expoliación de todos los buitres, como desarrollamos en Ideas de izquierda 11

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martes, 15 de julio de 2014

Salarios, AUH y jubilaciones: al ritmo del candombe del "siempre menos"

Por Gastón Ramírez y Esteban Mercatante

Cada vez que se anuncia un nuevo dato de la inflación, vuelve la polémica entre los valores que anunciarán los funcionarios y aquellos que surgen de las mediciones privadas. No podía ser de otra manera, ya que las cifras del IPC-Nu presentado en febrero, en reemplazo del IPC destriuido por el ex Secretario de Comercio Guillermo Moreno, que amagaron con devolverle algo de credibilidad a las estadísticas oficiales aunque con numerosos puntos oscuros, vuelven a atravesar el mismo sendero de falta de credibilidad que las de su predecesor, ya que mes a mes presentan datos de inflación que se van alejando más y más de los que indican otros índices, reproduciendo las dudas sobre la solvencia del nuevo índice oficial. Según el Ministerio de Economía la inflación acumulada a junio es del 15%, cuando para las mediciones privadas o la que elabora el Congreso arrojan más de 21,5%.
Lo que está en discusión es cuánto pierden los trabajadores, ya que invariablemente, aún con los benevolentes datos oficiales, el resultado en negativo para los salarios en la carrera con los precios. Según estudios publicados recientemente el poder de compra de la masa salarial cayó un 5,2% en el primer trimestre, respecto de un año atrás. Si contamos el conjunto de los ingresos de la población (salarios, jubilaciones, planes sociales) estos se redujeron un 4,8% respecto del primer trimestre de 2013. Ud. se preguntará, pero ¿Cómo? ¿No hubo paritarias, actualizaciones de las jubilaciones y de la asistencia social? Si, claro, pero las subas están por detrás de la inflación. Lo que a un desprevenido podría parecerle más, es sencillamente, menos. Veamos.
En el caso de las jubilaciones pese a la ley de movilidad, el incrementó del 11,3%  de Marzo, con una inflación acumulada del 13,5 (según el Indec) entre Enero y Mayo, estaría agotado a partir de Julio. Si tomamos el IPC Congreso para el mismo período la inflación acumulada es del 18.5%, con lo cual ya se licuó en Junio el aumento de Marzo. En el caso de las prestaciones sociales como la Asignación por Hijo o el programa PROGRESAR, éstas habrían subido en una cifra cercana al 31% en el primer trimestre. Pero la asignación por hijo, que se ajustó en junio, no variaba desde igual mes del año pasado. Es decir que con el aumento que rige desde julio, comparado con una inflación que ronda entre el 36% y el 40% anual (y mayor aún en los alimentos y otras partidas de consumo básico), en términos reales habría perdido un 3,1% en su poder de compra, respecto al primer trimestre de 2013 (ver acá).
Aquellos trabajadores que se encuentran registrados tuvieron una reducción de su poder de compra cercano al 5% en el primer trimestre del año respecto a igual período del año pasado. Sin embargo, si analizamos por sectores existe una gran disparidad. En el caso de los empleados de comercio la suba del 27% anual significa una baja del 9% y en el caso de los trabajadores de la construcción la paritaria del 30% anual se traduce en una baja del 5% en su poder de compra.
Para el sector de salarios más elevados, al efecto poda de la inflación, se suma la quita del impuesto a las ganancias que arbitrariamente aplican sobre el salario (que no es ganancia). Un empleado bancario con dos hijos luego de una paritaria del 29% descontando el pago de ganancias y por efecto de la inflación tiene una reducción del 16% de su poder de compra. En el caso de los metalúrgicos con un aumento del 30% la caída por ambos efectos es del 17%. No es una sorpresa, ni algo que ocurre recién este año. Según publica el Observatorio del Derecho Social de la CTA, desde 2006 hasta hoy, los agremiados en la UOM acumulan una pérdida de 7,69% en comparación con la inflación acumulada en el mismo período. Otro gremio que también muestra un fuerte retroceso es la UTA, que muestra una evolución salarial que perdió 3,13% respecto de la inflación. En el caso de los estatales, el salario de convenio se encontrará a comienzos de 2015, según la misma fuente, un 28,2% por debajo del nivel de comienzos de 2007.
Los aumentos de los salarios por debajo de la inflación no son una casualidad o el resultado fortuito de la marcha de los mercados. Por el contrario, es una decisión del gobierno y las patronales (con el apoyo de la burocracia sindical). Para el gobierno y las patronales, los aumentos presuntamente “desdemedidos” de los salarios son el gran culpable de la inflación. Por eso, más aún después de la devaluación de enero, redoblaron la presión para moderar las subas, con colaboración de la mayor parte de las conducciones sindicales. Al pactar paritarias que no alcancen la suba de precios, se aseguran que no baje (sino más bien que suba) su rentabilidad. Lo que pierden los trabajadores se lo llevan los empresarios. Por ejemplo, el caso de Quickfood (Paty) acaba de dejar en la calle a 250 familias, sin embargo, como parte de este proceso de ajuste espera mejorar sus ganancias que para el primer trimestre del año ya acumulan $12 millones. En los gremios afiliados en la CGT Balcarce, sólo donde está la izquierda como en alimentación se perforó los techos que buscaba imponer el gobierno.
Con la caída del poder adquisitivo de los salarios, se cae también uno de los presuntos logros del modelo: “la recuperación del salario”. Recuperación que, lejos de ser un resultado de la política oficial, como explicamos acá lo es del cambio en las condiciones de empleo, y que por el contrario la política kirchnerista buscó contener desde 2006 con los techos para las paritarias, subordinado completamente la recomposición salarial al mantenimiento de altos márgenes de ganancia. El resultado está a la vista: Según el propio Indec el 40% de las familias perciben ingresos por menos de 6.700 pesos por mes, cuando la canasta familiar para no ser pobres ronda los pesos 10.000.Si los empresarios se la llevaron (y siguen llevando con pala), los trabajadores (en blanco) que tuvieron que esperar recién a 2007 para recuperar el poder de compra del salario previo a la devaluación del 2001-2002, con enormes disparidades entre gremios; y con la inflación y los techos más bajos que imponen los tiempos de ajuste, ahora pierden junto a los trabajadores en negro (los que más pierden) los jubilados, y quienes cobran planes sociales. Este deterioro vuelve a acrecentar la brecha de ingresos. Y esta situación de mayor desigualdad se corrobora en el deterioro en la distribución del ingreso familiar (a favor de los que más ganan) con una suba del Coeficiente de Gini de 0.09 (mayor suba significa más desigualdad en la distribución del ingreso), comparando el primer trimestre del año respecto al último trimestre del año pasado.
Aunque el gobierno se esfuerce en negarlo, con ayuda de los medios oficialistas, estamos ante un año de caída de los salarios, a lo que se suma, en un marco de creciente desmejora de la actividad económica y con patronales que suspenden y despiden, un panorama del empleo tampoco es nada alentador. Hoy, para fortalecer la pelea de los trabajadores por defender sus condiciones de vida frente a los ataques del gobierno y las patronales, con colaboración de la burocracia sindical, es necesario jugarse con todo al triunfo de luchas “testigo” como la de los trabajadores de Lear, EMFER-ATSA. Es un punto fundamental para desbaratar el ajuste en marcha.

Un año de lucha de ideas / Un año de "Ideas de Izquierda" (Presentación del número 11)

El año que hemos recorrido desde la salida a los kioscos del primer número de esta revista no hizo más que confirmar la decadencia del “relato” kirchnerista, que ha justificado cada uno de los giros a derecha del gobierno de Cristina Fernández, acompañada de una oposición patronal que cuestiona al gobierno y pretende sucederlo, pero suscribe ese rumbo. Esta constante ha marcado gran parte de los debates entre la izquierda, la juventud y sectores de trabajadores en los que nos proponíamos intervenir con Ideas de Izquierda.

martes, 8 de julio de 2014

Lear: la firme defensa K a los "buitres" industriales

General Motors anunció ayer una nueva inversión en la Argentina por 270 millones de dólares. Qué más podría esperarse, viendo el celo que muestra el gobierno para resguardar los intereses del sector. En el mismo momento en el que Cristina Fernández busca presentar el asedio de los fondos buitres y las cortes imperiales como consecuencia de la pretendida autonomía de este gobierno ante los intereses imperialistas, el posicionamiento ante las patronales “buitres” del sector autopartista evidencia la identificación del ejecutivo con los requerimientos de las patronales automotrices y autopartistas.
La represión de hoy contra las acciones llevadas a cabo en la jornada nacional de apoyo a los trabajadores de la autopartista Lear, es parte de toda una línea que viene teniendo el gobierno contra los trabajadores del sector autopartista. Los ministros del gobierno nacional mostraron, por acción y omisión, una intervención central en conflictos donde las patronales apostaron y apuestan a torcerle el brazo a sectores de activismo combativo. Gestamp, hace un mes, y Lear por estos días, pusieron en evidencia dos facetas distintas de una misma postura. En el primero de estos conflictos, la Ministra de Industria Débora Giorgi torpedeó una conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, que de forma insólita revirtió esta conciliación a 48hs de haberla dictado, dando vía libre a la acción patronal. En el conflicto de Lear, ante los despidos y suspensiones, ni el Ministerio de Trabajo provincial ni el nacional se anoticiaron, permitiendo que la patronal sostenga despidos y suspensiones sin pago. El Ministerio provincial apenas se limitó a considerar que las medidas patronales son ilegales, porque no presentó un plan preventivo de crisis como marca la ley. Pero apenas dictaminó un marco de negociación de diez días con todos los trabajadores afuera, sin goce de sueldo.
Al mismo tiempo, en ambos casos el SMATA apoyó las medidas de la empresa.
La importancia de estos conflictos se extiende al conjunto del sector autopartista y automotriz. Las patronales, mayormente extranjeras, que dominan el sector, conforman un complejo integrado que durante las últimas décadas logró incrementar la producción imponiendo condiciones de trabajo más flexibles y ritmos más intensos. Así, entre 2001 y 2006, la producción de automóviles por obrero creció un 35%. Es de señalar que solamente entre 2009 y 2010 la producción de automóviles por obrero sumó otro salto del 30%, ubicándose un 65% por encima de la de 2001, lo cual está íntimamente asociado a los usos que hicieron las automotrices y autopartistas de la crisis  2008 y 2009, como hemos analizado acá.
El gobierno que se presenta como abanderado del empleo, y el SMATA, dejan hacer a estas patronales que están dirigiendo sus cañones al activismo ligado a la izquierda clasista. Lo hacen porque comparten un interés, que es frenar cualquier avance de la izquierda en los sindicatos. Para así poder asegurar las libres condiciones de explotación de las cuáles gozaron las patronales imperialistas en este rubro, que superan los altos estándares de flexibilización que rigen en el resto de la economía, “herencia” neoliberal que fue decisivamente preservada y profundizada en este década (como mostramos acá y acá). Negociando con conducciones gremiales siempre prestas a escuchar sus necesidades, pudieron remover numerosas trabas para el empleo “flexible” de la fuerza de trabajo, es decir para explotar libremente forzando al máximo en los momentos de bonanza, pagando por las horas extras montos que no compensan ni por asomo el desgaste físico; descartando sin trabas a los “rotos”, que por el esfuerzo que imponen los ritmos febriles de la producción terminan inutilizados para todo trabajo; y, en tiempos de freno, como en este momento atraviesa el sector, descargando rápidamente sobre los trabajadores los costos, cuando nunca se los participó de los jugosos beneficios.
Alimentar las ganancias de las automotrices y autopartistas imperialistas es una “política de Estado”, que el kirchnerismo no hizo más que continuar y profundizar: subsidios a insumos básicos, financiamiento a tasa subsidiada de inversiones (usando los dineros de ANSES que el gobierno rechaza utilizar para garantizar el 82% móvil), líneas de crédito baratas para que las empresas puedan tener demanda, al mismo tiempo que se les permite tomar como “cautivo” el mercado doméstico, para subsidiar con los altos precios locales una exportación a precios “competitivos”, son algunas de las muestras de generosidad hacia un sector que, por la desestructuración productiva que imponen las terminales, es una succionadora de dólares por las compras de partes en el exterior, a consecuencia de lo cual el crecimiento de la industria se traduce en una caída del superávit comercial (exportaciones menos importaciones), y en un crecimiento del abultado déficit comercial que muestra el rubro automotriz. El accionar del gobierno y la burocracia en Gestamp y Lear es la pata sindical de esta “política de Estado”, que con el argumento de que se trata de un sector que “crea empleo”, ha sostenido las ganancias y beneficiado a las multinacionales.
La pretendida postura soberana tomada ante la crisis de los holdouts, es una impostura que para estos gerentes de las empresas imperialistas resulta insostenible.

viernes, 4 de julio de 2014

Azucar amargo. Los ingenios azucareros del NOA; salarios, ganancias y "crisis"

A continuación publicamos la primer parte del informe sobre ingenios azucareros del NOA elaborado por Emiliano Trodler. El mismo aborda las transformaciones recientes en el sector, la relación entre salarios y ganancias, y los usos que ha tenido la denunciada "crisis" en el sector, el alcanze de la cual queda relativizada por el análisis presentado. Esta primer parte del informe se continuará en Ideas de Izquierda, con un análisis de los procesos de lucha reciente en los ingenios del NOA.


 
Introducción

Durante el año 2013 la caída en los precios del azúcar ha sido motivo de una furibunda campaña en defensa de la rentabilidad empresaria. A la cabeza de esta campaña estuvieron cañeros e industriales, legisladores del PJ, la UCR, PRO, y también los dirigentes de la FOTIA. Contaron a su vez con el inestimable apoyo de la prensa.
Los medios de comunicación hablaban de la crisis azucarera en los términos más catastróficos. La televisión y los diarios hablaban de quebrantos en la industria y precios que “tornan inviable la actividad”. Desde la EEAOC señalaban a esta como “la peor crisis azucarera de los últimos 30 años”. Durante el mes de agosto el Grupo Los Balcanes entraba en concurso preventivo de acreedores. Catalina Lónac, principal propietaria del grupo empresario, hablaba de una “crisis terminal en la industria azucarera”, llamando a que “los obreros, los dueños de los ingenios y el Gobierno hagan lo que tienen que hacer”. Todo parecía indicar que la industria se iba a pique. En ese contexto, recrudecían las tensiones entre cañeros e industriales al mismo tiempo que cerraban filas ante el gobierno provincial para exigir medidas que tendieran a salvar a “la familia azucarera”.
Las cámaras patronales (UCIT, CACTU, UCS, CUE por los cañeros, la CART, CARNA, CAA, por los industriales), el poder ejecutivo provincial, los partidos de la oposición patronal, y la cúpula de la FOTIA reclamaban una Ley Azucarera que regulase el precio del azúcar mediante la fijación de cupos de exportación, subvenciones a los productores más pequeños, y estimulo a la producción de bioetanol. Esa Ley se sancionó en marzo y reglamentó la puesta en pie del Instituto de Promoción del Azucar y Alcohol de Tucumán (Ipaat), organismo compuesto por 6 miembros (industriales, cañeros, y del PE), que intentaría constituirse como una “mesa azucarera” de coordinación entre los distintos sectores patronales.
Al mismo tiempo se daba fuerte impulso a una política de subsidios desde el gobierno nacional, que por aquellos días también anunciaba la puesta en funcionamiento del Ingenio La Esperanza en Jujuy. Los medios de comunicación justificaban este millonario desembolso a los empresarios del azúcar y hablaban de “subsidios para mantener a flote el precio”. Para finales de la zafra el precio de la bolsa de azúcar había aumentado de $125 a más de $200 llevando nuevamente el precio a sus mejores niveles. A esta recuperación del precio contribuyeron las fuertes heladas y sequias que implicaron una sensible reducción de la molienda, y de los diagnósticos de “crisis terminal” se pasaba ahora a la euforia: “los días negros de la crisis han quedado atrás en la industria azucarera”; “la crisis se disipa; respiran los azucareros”; “se prevé que los buenos precios se sostendrán entre los próximos 18 a 20 meses”. En Jujuy y en Salta las heladas y sequias provocaban fuertes caídas en la producción. Hugo Rossi, presidente del Ingenio El Tabacal afirmaba al final de la zafra que la temporada se había acortado 32 días y se habían molido 475 mil tn menos de caña. Por las mismas causas El Ingenio Ledesma declaraba cerrar el año con una caída del 28% en la producción de azúcar. Pero en Salta y Jujuy la caída de los precios del azúcar no generó pronósticos tan sombríos sobre el futuro de la industria como en Tucumán. Al mismo tiempo, la caída en los niveles de producción fue recibida en Tucumán como un “alivio” para las patronales del campo y la industria, que encontraron en las inclemencias de la naturaleza un regulador más eficaz que el recién estrenado IPAAT para controlar la caída de los precios.
En unos pocos meses la industria azucarera parecía haberse salvado de la catástrofe. Sin embargo, un análisis más profundo de la industria azucarera pone de relieve el notable contraste que existe entre los negros vaticinios empresariales y los auspiciosos informes que recopilan los datos de la evolución histórica en la producción, precios, productividad, y las tendencias del mercado azucarero a nivel internacional, que parecen contradecir la idea de un “crisis terminal”. También contrasta con las “memorias” de los balances contables presentados por los principales ingenios azucareros en años recientes.
Cabe preguntarse entonces: más allá de la caída en los precios y la producción de 2013, ¿hubo o no una “crisis terminal” en la industria azucarera?; ¿puede la Ley Azucarera constituirse en un mecanismo efectivo para regular la caída de los precios?. ¿Por qué no hubieron los mismos pronósticos en Tucumán que en Salta o Jujuy?.
En nuestro intento de esbozar una primera respuesta a estas preguntas trataremos de demostrar que la “crisis azucarera” tiene su origen no tanto en la caída de los precios o en los cambios climáticos (que ocurrieron), sino en la propia dinámica anárquica de las relaciones capitalistas de producción que atraviesan un profundo proceso de disolución de las viejas estructuras de propiedad. La caída de los precios, intentaremos demostrar, se produce en un mercado que se desarrolla entre los polos de la competencia y la protección estatal de una burguesía nacional parasitaria, y es a su vez acicateada por las tendencias a la concentración, centralización del capital y a la penetración del capital imperialista.
Con este primer informe queremos acercar a los trabajadores en general y a los obreros de los ingenios del NOA en particular, un análisis crítico acerca de las verdaderas causas de la crisis azucarera, poniendo en evidencia los intereses de clase que dan fundamento a las disputas entre industriales y cañeros, que siempre intentan presentar sus propios intereses como “intereses generales” de la provincia, para demostrar la necesidad de pelear por una salida propia de los trabajadores, que solo tendrá su remate con el control obrero de la producción y el gobierno de los trabajadores.