martes, 23 de noviembre de 2010

Haciendo la tarea....

Preparándose para aprovechar la mejoría en las encuestas, el kirchnerismo ha empezado a dar muestras de amor a los empresarios. En la conferencia de la UIA, Cristina Fernandez anunció su intención de apostar nuevamente por un acuerdo social entre empresarios y trabajadores, con participación del Estado, que tendría como punto central una contención de los reclamos salariales como vienen pidiendo las entidades patronales.
Además, han anunciado nuevamente que intentarán normalizar los pagos de la deuda con el club de París, en un acuerdo que ya ha tenido un principio de aceptación, y que implica saldar la deuda en pocos años, mediante pagos semestrales que se harán con reservas.
Ahora, parece que llegaría el turno de lo que podríamos considerar un test ácido en los esfuerzos del gobierno para recuperar credibilidad empresaria para un nuevo período.
Luego de años de presentar como una causa nacional en contra de los acreedores externos las truchadas del IndeK, que permitieron durante algún tiempo ocultar a los trabajadores el saqueo que imponía la inflación a los salarios (ver acá), ahora parecería ser que empezarán a desandar el camino, en la línea de los reclamos empresarios. La nota adicional, es que para hacerlo, el gobierno pedirá la "asistencia técnica" del FMI. Una manera sutil de abrir instancias de negociación con el organismo, para evitar que un informe desfavorable pueda frustrar el acuerdo con los acreedores o cuestionar aún más la posición de Argentina en el G20. Y también, para darle un marco de salida a la situación del Indek, que contente tanto a los empresarios como a los bonistas nacionales y extranjeros.
http://www.attacmadrid.org/wp/wp-content/uploads/Forges-y-FMI5.gif
De conjunto, estas iniciativas están sentando las bases para encarar las "tareas pendientes..." que las entidades empresarias le vienen marcando al gobierno. Moderar los aumentos de salario, para que el resultado de la paritaria del próximo año inicie la caída del salario real (es decir que los salarios aumenten en pesos, pero que lo hagan menos que la inflación de tal forma que puedan comprar menos bienes) para restablecer el margen de ganancias, favorecer la inversión, y garantizar los pagos de la deuda. Un programa opuesto a los intereses de los trabajadores y sectores populares.
Con las decenas de miles de millones de pesos extras de recaudación que habrá el año próximo, esto quedará disimulado. De cara a las elecciones podrán gastar de manera abundante e incentivarán el consumo afirmando que impulsan el mercado interno y la "redistribución" aunque ésta no se verifique en los fríos números. Habrá que ver si los nuevos episodios de la crisis internacional cuyo desarrollo cambia minuto a minuto no frustran del todo estos planes. Pero incluso así, el giro encarado pone un techo bien bajito para las condiciones de los trabajadores y sectores populares, en contradicción con las extendidas expectativas de mejoras.

1 comentario:

Trapito dijo...

Muy buena nota. Es interesante la contradicción que señalas sobre la intervención del INDEC, que los progresistas defendían puesto que servía para aplacar la voracidad de los bonistas extranjeros.

El gobierno, bajo la retorica de institucionalizar el modelo, esta consolidando un giro a derecha.