jueves, 12 de noviembre de 2009

La plata de los jubilados y la plata de los acreedores

La extensión de las asignaciones familiares significa la absorción de otros planes por más de $5.000 millones (m). Se podría decir que ordena “la caja” fiscal para negociar la deuda: miles de millones de pesos pasan a la cuenta de ANSES, y el tesoro libera recursos para contener el déficit fiscal creciente y dar señales a los “mercados” de que podrá pagar. El gobierno sigue adornando los números para los acreedores: en 2008 liquidó las parasitarias AFJPs, pero para transformar en superávit del tesoro el de ANSES y venderle bonos al organismo para seguir pagando la deuda y subsidiar a los capitalistas. Ahora, el anuncio del subsidio universal tiene en su letra chica un guiño a los bonistas.

Además de los aportes patronales y contribuciones que recauda por cada trabajador registrado (siempre y cuando los “Don Carlos” no usen esa plata para financiar sus empresas) ANSES recibe fondos por la recaudación de distintos impuestos (IVA, Cheque, Ganancias), que surgen de una deducción del 15% a la coparticipación que reciben las provincias, arreglo que se mantiene desde los '90 cuando la creación de las AFJP desfinanció el sistema. De esa masa de recursos, el organismo ahorra hoy una parte luego de pagar haberes y asignaciones. Este ahorro pasa a engrosar el stock de recursos que se reservan para hacer frente a futuros aumentos en los haberes y al crecimiento en el número de jubilados. Ese stock es el que el gobierno ha venido succionando a cambio de títulos de deuda.

Ahora, con los rendimientos de ese stock (los intereses de préstamos y utilidades de tenencias accionarias) se financiará la extensión de las asignaciones por hijo. Pero como las utilidades esperadas para 2010 ($8.500 m) son menores a los 10.000 m del plan (que algunas estimaciones dicen que en realidad podrían llegar a 13.000 m), éstas no alcanzarían para sostenerlo. Entonces, o se crea nueva deuda, o se usa una parte del stock que hoy ronda los $100.000, que entonces ya empezaría a reducirse. Los 5.000 m que se ahorra el fisco o más, es lo que habría que usar anualmente del Fondo de Garantía. Y eso sin contar que los rendimientos supuestamente se acumularían para afrontar futuros aumentos en las erogaciones en vez de gastarse.

Algunos escribas a sueldo del gobierno han salido a criticar los planteos de que se está usando “la plata de los jubilados” para extender las asignaciones por hijo. Argumentan que esa plata no es de los jubilados, ya que el sistema de reparto corta con la dependencia de los aportes individuales para sostener los pagos futuros de la jubilación, y reivindican el supuesto plan global del gobierno para mejorar la situación de los sectores más vulnerables.

Es cierto: los aportes de hoy no son de cada futuro jubilado. Pero es falaz plantear que hay una política global para mejorar las condiciones de los pobres. Por el contrario, lo que trata el gobierno es de contener a la población más pobre con unos pocos pesos, para evitar una extensión de reclamos que confluyan con los de los trabajadores ocupados con miras más ambiciosas que apenas sobrevivir, como acabar de raíz con las condiciones de miseria exigiendo salarios que alcancen como mínimo la canasta familiar y trabajo para todos. Mientras lo hace, reconoce y legitima el trabajo en negro y los bajos salarios. Y de paso libera plata para los acreedores.

Podría argumentarse que como se trata de una asignación vinculada a la seguridad social, es lógico que la nueva asignación caiga en la órbita de ANSES. También, que al tratarse de un sistema de reparto, el Estado está obligado a sostener todas las erogaciones más allá de la solvencia del sistema. Respecto a éste segundo planteo, hemos visto muchas veces cómo el Estado pagó jubilaciones miserables con tal de no poner para ANSES ni un peso que tenga otra asignación presupuestaria para. Puede ser muy lógico que por las características de esta asignación caiga en la órbita de ANSES, pero también lo sería que se incrementaran los recursos en forma equivalente. Pero no es el caso sino todo lo contrario, y mientras promociona el plan, Boudou dice sin sonrojarse que sería recesivo aplicar nuevos impuestos para justificar que el capital financiero siga sin pagar nada por especular a piacere.

Por lo demás, el gobierno sigue rechazando implementar el 82% móvil y mantiene aumentos discrecionales a las jubilaciones (hoy con una mínima de $827). El ministro Boudou, que hoy califica este proyecto de “revolucionario”, cuando estaba a cargo de ANSES sostuvo que los recursos “no alcanzan para dar un aumento a los jubilados” (20/05/09). Parece que cuando se trata de liberar al fisco, se pone más generoso.

La extensión de las asignación es parte de la orientación pro mercados encarada por el gobierno para afrontar el déficit. Ninguna respuesta seria a la pobreza puede venir de las migajas del gobierno K. Es necesaria la mayor unidad de ocupados, precarios y desocupados para pelear por un inmediato seguro de desempleo acorde a la canasta familiar, el reparto de las horas de trabajo entre todos, y garantizar el 82% móvil a todos los jubilados, sobre la base del no pago de la deuda, nacionalización de la banca, y los impuestos a las grandes fortunas.

jueves, 5 de noviembre de 2009

La “gestión” K de la pobreza

ASIGNACIONES POR HIJO
La “gestión” K de la pobreza

Con el anuncio del plan de asignaciones por hijo, el gobierno aparece dándose un ligero baño de progresismo después de la represión en Kraft y el giro hacia “los mercados” impulsado por Boudou. Celebran que la oposición “se quedó sin argumentos” y que se ha dado un primer paso para terminar con la pobreza.

Todo por $2

Hay un abismo entre el reclamo de los movimientos de desocupados de $2.000 para cubrir la canasta básica, y lo limitado de una medida presentada con tanta pompa. Además, según los datos que surgen del presupuesto del 2010 los K gastarán 44.232 millones de pesos (4,5 veces superior a lo que destinará a las asignaciones por hijos) en subsidiar a los capitalistas del transporte como Roggio, a las empresas de energía como Edenor y Edesur, al agro y la industria, etc. Los pagos de intereses de la fraudulenta deuda pública, aún sin considerar el aumento que signifique el nuevo canje a los holdouts, serán 2,6 veces más altos que el conjunto de las asignaciones. Mientras que estas generosas erogaciones al capital se sostienen con un presupuesto apoyado principalmente en impuestos al consumo, es el bajo ingreso de los jubilados el que sostendrá las asignaciones por hijo: los recursos saldrán del rendimiento de los fondos de la ANSES que se apartan para “garantizar la sustentabilidad” del sistema, incurriendo en un déficit ya que los mismos son menores a los $ 10.000 millones comprometidos.

La medida fue anunciada la misma semana que Redrado y Boudou convencieron a los K de archivar la idea de reformar otra “ley de la dictadura” como es la de entidades financieras, o de siquiera gravar la renta financiera, para no afectar el “clima de negocios” cuando están tratando de cerrar el canje armado por los mismos bancos de los que son clientes los dueños de los títulos (imagínese a la medida de quien).

Bomberos del capital

Esta medida, al igual que los planteos de la oposición, se propone actuar de colchón para contener los efectos de los despidos que realizaron las empresas, y que planean continuar. A pesar de los síntomas de recuperación económica, la recuperación del empleo se pronostica que será limitada. Es que las empresas están utilizando la crisis para despedir, aumentar los ritmos de trabajo y congelar salarios o en el mejor de los casos otorgar aumentos por detrás de la inflación.

La pobreza cuya medición desfiguró la intervención del Indec estaría afectando a más del 30% de la población. El solo reconocimiento que se le asignará el subsidio a 5.000.000 de menores de 18 años, que representan el 12,5% de la población, indica lo mentiroso de los números oficiales que señalan una pobreza de sólo el 13,9% para el total de la población, ya que sólo contando los menores se llega casi a ese porcentaje. Esta pobreza no brota de la nada ni es solamente un producto de los cientos de miles de despidos que sucedieron mientras el kirchnerismo trataba de ocultar el impacto de la crisis, y se limitaba a lanzar planes cuyo único efecto fue transferir dinero a los empresarios. Aunque esto sin duda agudizó el problema. Las raíces profundas están en la estructura del empleo con un 40% en negro y numerosas formas de contrato precario como son los contratos a término. Estas condiciones permitieron un formidable retroceso en la participación de los trabajadores en el ingreso generado: sólo considerando el sector manufacturero, las remuneraciones pasaron de representar el 44% del valor agregado en el año 1994, a apenas el 25% en los últimos datos del Censo Económico 2004-2005. Aunque los K dejaron correr mejoras en la remuneración de los trabajadores en blanco, estas tuvieron un límite muy estrecho: con la ayuda de los sindicatos, el gobierno puso un freno cuando en 2006 algunos pocos sectores alcanzaron o apenas superaron el poder adquisitivo del 2001, año pico de recesión. De ahí en adelante la inflación viene erosionando los salarios, pero como las empresas producen más y venden más caro, la participación capitalista en el agregado siguió en aumento, en línea con la tendencia que registra desde mediados de los ‘70. La pobreza es tributaria de esas condiciones de concentración del ingreso que el gobierno sostuvo y permitió que se profundizara. La asignación por hijo deja intacta esta situación “gestionando” la pobreza y naturalizando una masa de obreros sin trabajo o con trabajo precario. A su vez, los capitalistas encuentran en el trabajo en negro y precario una masiva fuerza de trabajo barata, cuya baratez es asistida ahora por las asignaciones por hijo, que presiona morigerando las aspiraciones del conjunto de la clase obrera. Los capitalistas necesitan para volcar la crisis sobre los trabajadores evitar cualquier atisbo de unidad entre desocupados y ocupados.

En un escenario donde las patronales se preparan para continuar la restructuración -despedir y rechazar aumentos de salarios- el gobierno vuelve a actuar de bombero, esperando con esta asignación distender las presiones al aumento salarial en los sectores de menores ingresos. En un momento en que “se espera una profundización de los conflictos laborales el año próximo, asociada principalmente a los reclamos por mejoras salariales” (Aseguran que mejora la actividad pero recrudece la conflictividad laboral - DiarioGremial.com-), la asignación por hijo a cargo del gobierno con los fondos de los jubilados, es un plan de contención que busca evitar la unidad de los trabajadores desocupados y en negro, de los trabajadores en blanco.

Un programa obrero por el empleo y contra la pobreza

Existen los recursos para garantizar inmediatamente un seguro temporal de desempleo acorde a la canasta y para desarrollar un gran plan de obras que incorpore a todos los desocupados (que debería ser bajo control de los trabajadores) mediante el no pago de la deuda externa, la expropiación de los recursos naturales, incluyendo la tierra de los grandes terratenientes, nacionalización de la banca y dejando de subsidiar la ganancia capitalista. Este programa sólo puede ser impuesto por la lucha, enfrentando los planes capitalistas sobre la base de la más amplia unidad entre trabajadores efectivos, contratados, en negro y desocupados, tirando abajo toda la legislación laboral flexibilizadora y repartiendo las horas de trabajo entre todas las manos disponibles.

Esteban Mercatante y Pablo Anino

martes, 3 de noviembre de 2009

Kraft Terrabusi

Comunicado de Prensa
Gran triunfo de la lista 1 encabezada por Javier “Poke” Hermosilla

(Buenos Aires, 3/11/09). A pesar de las maniobras de la empresa y el sindicato, y la situación represiva que se vive en la planta, más de 1700 compañeros y compañeras participaron masivamente en la elección de Comisión Interna dándole el triunfo a la lista 1 (impulsada por la agrupación Desde Abajo del STIA junto a compañeros y compañeras independientes) con 676 votos, sobre la lista encabezada por Ramón Bogado que obtuvo 660 votos, y la lista 3 alentada por Daer y la patronal, que obtuvo sólo 390 votos. La lista 1 obtuvo el 75% de los votos en el turno noche, donde Hermosilla es delegado, turno que sufrió la mayor proporción de despidos y suspensiones.

La lista ganadora va a impulsar la inmediata reorganización del Cuerpo de Delegados por Sección, y convoca en especial a los compañeros y compañeras de la lista 2 a hacerlo en común, como parte de la lucha por la reincorporación de los 53 compañeros que aún siguen despedidos, y por todas las reivindicaciones de las obreras y obreros de Kraft-Terrabusi que vienen de protagonizar una heroica lucha.