lunes, 30 de mayo de 2011

¿Se sostiene el modelo K?


El blog de Abel lanzó la polémica con esta pregunta. Abel plantea: " las medidas económicas que aplica el gobierno y que llama “el modelo” ¿pueden mantener una razonable estabilidad – digamos, la que tenemos ahora – por mucho tiempo?". En este blog hemos tratado asiduamente las contradicciones del esquema. También, en el novísimo Blog de debates del IPS. Algo de esto pusimos en juego en nuestro comentario a Abel, y que nos pareció que ameritaba reproducirse en este espacio. Más que si se sostiene el modelo o las probables alternativas, es nesario poner el eje en los costos sociales del modelo (lo que exige a la clase obrera y los sectores populares) para los magros resultados obtenidos.

Hay un agotamiento del esquema de crecimiento que viene operando desde desde 2002, que necesita algo más que “chapa y pintura”. Lo primero que hay que decir, es que no está claro de qué “modelo” se habla. Para la mayoría de la burguesía este fue el modelo de “aprovechemos el mazazo al salario y hagamos mucha guita hasta que se acabe”, y la política del kirchnerismo acompañó eso. Los años de condiciones expepcionalmente favorables fueron aprovechados por los empresarios para aprovechar los mayores márgenes básicamente usando la capacidad instalada. Aunque la inversión no es baja comparada con otros momentos históricos, sí lo es en relación a la tasa de ganancia y a los niveles que serían necesarios para sostener el ritmo de crecimiento (acá trato mejor esta cuestión http://puntoddesequilibrio.blogspot.com/2010/11/el-circulo-vicioso-del-capitalismo_08.html).
Que la inversión no siguiera el paso del crecimiento, y el aumento de costos en relación a 2002 que significó la recomposición salarial, sumado a otros factores (como el ajuste de los márgenes en comercio y servicios desde 2004 y la suba en los precios de los commodities desde 2007 sobre todo) desataron un proceso inflacionario cuyo asentamiento expresa una puja distributiva. Si la tasa de ganancia se recuperó en 2002 para los productores de commodities agrarios e industriales sobre la base de la devaluación que permitió un mazazo al salario y desplomó los costos laborales, hoy, en el marco de que hay inflación, los empresarios tienen margen para realizar aumentos de precios que les permitan mantener sus márgenes de ganancia. Pero como el tipo de cambio se acerca a los niveles pre devaluación esto significa que hoy existe una tensión entre rentabilidad y competitividad.

No por nada las importaciones están creciendo más que las expo, aún con las trabas impuestas por Moreno. A este paso este año no hay dólares sobrantes, aunque tampoco falten.
Si esta situación no es demasiado aún demasiado problemática, es gracias a la apreciación del real y otras monedas en relación al dólar. Pero si cambian las condiciones en Brasil rápidamente habrá problemas, como pasó en 1998 cuando Cardoso devaluó el real.

Hasta ahora la “política activa” del gobierno fue compensar con subsidios para contener algunos aumentos de precios, pero eso como “chapa y pintura” no fue demasiado efectiva. No frenó la tendencia alcista de precios, y sí genero una tendencia al déficit fiscal cada vez más dificil de contener.

En este contexto, la soja alta da oxígeno como para ir tirando (evita que el balance de pago sea deficitario, pero este año parece que ya no garantizará superávit del balance de pagos, dado que todo sugiere que por el comercio entrarían tantos dolares como saldran de la cuenta capitales) pero probablemente a partir del año próximo no permita siquiera evitar la necesidad de nuevo endeudamiento externo para sostener los subsidios y las políticas de demanda (esto lo fundamento mejor aquí http://www.ips.org.ar/?p=1689).


Como balance del ciclo kirchnerista, puede afirmarse que el capitalismo argentino sigue en un círculo vicioso; la devaluación aumentó la rentabilidad y el crecimiento pero sin que haya ningun despegue, 8 años después hay problemas similares y un escenario de caída de la rentabilidad y competitividad por apreciación cambiaria (del cual sólo se salva el sector sojero, algún otro de granos y unos pocos commodities industriales como el aluminio, los tubos y el acero), con la única salvedad de que no muestra la misma gravedad que en 2001 el problema de la deuda, aunque esta va en aumento.

Lo que este "modelo" ha exigido a los trabajadores (que del mazazo salarial apenas empezaron a recuperarse por 2006, y con el ascenso de la inflación desde ahí sólo algunos gremios reciben hoy un salario mejor que en 2001 en términos de poder adquisitivo) la reproducción de este capitalismo en sus condiciones “atrofiadas” no se condice con los resultados obtenidos. Por eso, para los trabajadores, la pregunta no puede ser si se sostiene o no el modelo -cosa que es claro que no mucho mas- sino cómo evitar la encerrona entre nuevas devaluaciones o ajustes ortodoxos que prepara la burguesía argentina -y la extranjera que tiene inversiones en el país- y su personal político. Es claro que la alternativa a no muy largo plazo es un programa obrero y socialista o nuevos ataques a las condiciones de vida de la clase trabajadora.

viernes, 27 de mayo de 2011

Sigue el debate sobre el FIT en la intelectualidad


Siguen las contribuciones al debate sobre las perspectivas del Frente de Izquierda y de los Trabajadores: en el Blog del IPS puede leerse “Un debate importante sobre el FIT” por Guillermo Almeyra y la contestación de Diego Lotito y Esteban Mercatante (militantes del PTS y autores de los blogs Punto de Desequilibrio y El Diablo se llama Trotsky) “Los trotskistas, las elecciones y el movimiento obrero. Una respuesta a Guillermo Almeyra”. Invitamos a leerlos.

viernes, 20 de mayo de 2011

IMPORTANTE DEBATE: Intelectuales apoyan al Frente de Izquierda









La conformación del Frente de Izquierda y de los Trabajadores ha suscitado numerosas adhesiones de intelectuales, docentes, profesionales y artistas, que se han pronunciado en una declaración que en apenas dos semanas ya cuenta con más de 300 firmas, algunos de los cuales habían acompañado también la declaración que junto con importantes sectores de la intelectualidad impulsamos en 2008. Ni con el gobierno ni con las entidades patronales del campo´. Siguen sumándose adhesiones, en los últimos días recibimos las del escritor Martín Kohan, el constitucionalista Roberto Gargarella, el sociólogo Pablo Alabarces, la escritora Tununa Mercado y la artista plástica Magdalena Jitrik, entre muchas otras.



Pero la conformación del FIT no sólo ha sumado apoyos sino que también ha generado importantes debates entre la intelectualidad de izquierda sobre las perspectivas del frente en el escenario político nacional, signado por la preparación del kirchnerismo para avanzar luego de las elecciones en la normalización exigida por los nuevamente socios de la UIA y el imperialismo, entre otros puntos (las intervenciones pueden leerse en el Blog de Debate del IPS, http://www.ips.org.ar/, en el que buscamos expresar y desarrollar estas discusiones). Han escrito sobre el apoyo al FIT Eduardo Grüner, Hernán Camarero (que publicamos en estas páginas), Claudio Katz, Eduardo Lucita, Jorge Marchini Rolando Astarita, y Guillermo Almeyra. Creemos que la apertura y desarrollo de debates políticos e ideológicos con aquellos que apoyan el FIT y con aquellos partidos que lo constituyen junto al PTS, como el PO e IS, incluso sobre cuestiones que no compartimos, no sólo no debilita sino que fortalece una política que permita a la izquierda aprovechar un escenario como el electoral para la difusión de sus ideas y perspectivas, en contraste con el derrotero de la intelectualidad kirchnerista, apóstoles del nuevo conformismo ocupados en celebrar la hegemonía cultural del kirchnerismo (según la lectura hecha por Sarlo) cuya práctica intelectual es suspender toda crítica o discusión para abroquelarse detrás de los mandatos presidenciales y las necesidades electorales.



Contra la proscripción



Una primera coincidencia de todos los que apoyan al FIT, es la denuncia del ataque antidemocrático que representa la proscriptiva ley electoral, que se propone borrar a la izquierda del mapa político en estas elecciones. El régimen burgués quiere impedir que los sectores más avanzados del movimiento obrero tengan una referencia política que pregone la independencia política de la clase obrera. La denuncia a este ataque antidemocrático ha sido destacada por todos los que apoyan al frente.



Entre ellos, Eduardo Grüner señala que la existencia de una izquierda que “pueda ser escuchada por la sociedad, es absolutamente imprescindible para la profundización de la democracia y las causas populares. Muchos que históricamente simpatizamos con los objetivos de una transformación profunda y emancipatoria de nuestra nación como parte de un proyecto latinoamericano y mundial de liberación del despotismo del Capital mundializado, nos hemos sentido repetidamente frustrados por los factores –incluído, cómo no, el sectarismo que señalábamos– que impedían la existencia de un frente de izquierda con esta orientación y obligaba a muchos a apoyar (críticamente o no) a diversas variantes de “centro-izquierda” y “bonapartismo”, de manera que sería inconsecuente y absurdo negarse ahora a saludar su actual formación, que podría abrir una vía alternativa ante el cada vez más borroso dilema entre ‘K’ y el ‘establishment’”.



También, Claudio Katz, Eduardo Lucita, y Jorge Marchini, plantean “a) Participar y llamar a la más amplia participación en las internas abiertas del FIT, con independencia del voto final en octubre, para garantizar su presentación y como forma de cuestionar el carácter proscriptivo de la reforma política. b) Votar en primera vuelta a los candidatos del FIT, apostando a lograr la presencia de legisladores y diputados de izquierda. Cualquier logro en este terreno constituirá un hecho positivo.”



Por su parte, Guillermo Almeyra destaca que “La organización de un frente para ocupar también un puesto en este campo de lucha para disputar no solamente al gobierno capitalista sino al sistema en su conjunto en el campo del programa y de las ideas es, por lo tanto, una legítima medida de defensa de los derechos democráticos contra la discriminación y la exclusión.”



A su vez, Almeyra agrega como crítica que “fue pues la represión legal gubernamental la que obligó a constituir el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT)…”. Si bien esto es cierto en parte, para el PTS, este frente marca una línea de continuidad con nuestra política en las últimas dos elecciones, en las cuales ya habíamos convocado a realizar un acuerdo electoral en base a un programa principista que aglutinara toda la izquierda clasista de alcance nacional, que en su momento conformamos con las organizaciones que estuvieron de acuerdo dando lugar a un Frente de Izquierda en 2007 y 2009, con IS y el MAS, y del que lamentablemente se había negado a formar parte PO.



Por otro lado, un rasgo que distingue a este frente es la participación activa de la corriente clasista del Sindicato Ceramista agrupada en la lista Marrón, que impulsa junto con dirigentes obreros, militantes de comisiones internas y agrupaciones, de Kraft, de Pepsico, del Ferrocarril Roca, de Donneley, de Stani-Cadbury, del SMATA, y del sindicalismo de base de distintos lugares del país, el periódico obrero Nuestra Lucha. De estas estructuras, dicho sea de paso, saldrán muchos de los candidatos que conformarán las listas del Frente de Izquierda. La lista Marrón del SOECN impulsó la discusión y votación en una asamblea de decenas de los obreros más concientes y organizados, por las candidaturas de Alejandro López y Raúl Godoy, fundadores del sindicato, a la cabeza de la lista de diputados provinciales. Esta intervención orgánica de una franja de obreros clasistas en el Frente de Izquierda es el resultado de más de una década de experiencias en común que remite a la última gran crisis donde se hizo carne un parte del programa del trotskismo ante los cierres de fábricas, como lo es la ocupación y control obrero de la producción en Zanon.



Una expresión política de los sectores en lucha



Otro punto en común en el debate sobre el apoyo al FIT concierne a la posibilidad de abrir paso a la militancia política de miles de trabajadores y estudiantes que pelean cotidianamente en sus lugares de trabajo y estudio por una alternativa independiente de los capitalistas. Desde los que batallan por el clasismo en las fábricas y empresas, como los dirigentes obreros de Kraft o en el subterráneo, hasta los estudiantes que meses atrás protagonizaron la toma de facultades y colegios que se hicieron sentir en la Capital. Muchos de quienes apoyan el voto al FIT han destacado la importancia dar una expresión política electoral unitaria a las fuerzas políticas que protagonizan importantes luchas de los trabajadores y el pueblo, y especialmente al sindicalismo de base que enfrenta a la burocracia sindical, la patronal y el gobierno cotidianamente.



Entre otros, Rolando Astarita (no obstante sus críticas a puntos importantes del programa como los planteos antiimperialistas y los posicionamientos de los integrantes del FIT contra la intervención imperialista en Libia) señala que “estoy a favor de que se exprese una corriente que declara que el centro de su campaña es la defensa de reivindicaciones elementales de la clase trabajadora. [...] Es importante que una corriente de izquierda levante estas reivindicaciones en la campaña de octubre, y que de ser posible las amplifique en el Parlamento. También que denuncie a la burocracia sindical y sus patotas, y luche por la democratización de los gremios, que ha sido otro eje de la actuación de las organizaciones del FIT”.



Un alternativa de independencia de clase frente a la “normalización” K



El amplio apoyo de los cientos de intelectuales, profesionales, y trabajadores de la cultura, al FIT como alternativa política de independencia de clase representa un fenómeno político novedoso que se da en marco de una experiencia de 8 años con un kirchnerismo que actualmente se encuentra embarcado una cruzada contra la acción directa, y cuando entre los gobiernos del ALBA, Evo Morales se enfrenta a la movilización a escala nacional de los trabajadores, mientras que Chávez se pliega a las demandas del gobierno reaccionario de Colombia y el imperialismo extraditando a Pérez Becerra.



Entre quienes apoyan el Frente de Izquierda, Claudio Katz, Eduardo Lucita y Jorge Marchini llaman a participar en las internas abiertas del FIT y a votarlo en primera vuelta, pero dejan planteada la perspectiva de “impulsar el debate sobre la postura a sostener frente eventuales ballotages”, abriendo la puerta a apoyar al kirchnerismo contra los candidatos de “la derecha”. En el mismo sentido, Guillermo Almeyra sostiene que “si hubiese una segunda vuelta- a la cual el FIT evidentemente no podrá acceder y que verá confrontados dos bloques burgueses- a nuestro juicio habría que formular un voto de lucha y resistencia sufragando por la candidatura menos dañina para los trabajadores y para el país”. El primer problema que tienen estos posicionamientos es que no parten de definir la dirección que viene siguiendo el gobierno de Cristina Fernández, y que se profundizará de ganar las elecciones. Como sostiene Grüner polemizando con la idea de los intelectuales de Carta Abierta que depositan expectativas en la “profundización del modelo”, hoy “la mayoría de la ‘oposición’ de derecha (política tanto como económica) va advirtiendo rápidamente que bajo este gobierno se pueden hacer grandes negocios, a cambio de algunas concesiones tibiamente ‘redistributivas’ que no afectan en modo alguno las grandes estructuras del poder, y aseguran una ‘paz social’ –por la que la Presidente misma aboga con creciente énfasis– que ninguna otra fuerza política sería capaz de garantizar: no es solo, aunque sea cierto, que la oposición es torpe, mediocre e inútil; la cuestión central es que es innecesaria, porque el ‘modelo’ vigente, que el gobierno se prepara efectivamente a ‘profundizar’ tras su seguro triunfo en las elecciones, es el de un país burgués ‘normal’”.



Para nosotros una orientación consecuente por la independencia política de la clase trabajadora y el socialismo, debe traducirse en un rechazo a las variantes burguesas en una virtual segunda vuelta. Cualquier otro posicionamiento termina siendo electoralista, la lucha por una alternativa política independiente de los capitalistas continúa después de octubre y no termina a la hora del ballotage.



Profundizar los debates y las iniciativas de apoyo



Estos son los primeros intercambios, “en caliente”, que ha suscitado la conformación del frente. Es necesario amplificar estos apoyos, y traducirlos en múltiples iniciativas que permitan amplificar la repercusión de la formación del FIT entre trabajadores y estudiantes, para derrotar la proscripción.



También, tenemos por delante el desafío de aprovechar la oportunidad política creada por la conformación del FIT, y la buena recepción que ha tenido en amplios sectores, para avanzar en debates estratégicos sobre nuestras tareas y nuestra práctica política. Grüner señala en su carta que “una de las grandes deudas de la izquierda es una discusión a fondo de qué significa hoy el concepto de revolución. Nos parece que ésta y muchas otras cuestiones, como el problema del Estado, la evolución de la crisis mundial y la utopía de los intelectuales kirchneristas de que podrá sostenerse el desacople y las mejoras graduales (para pocos) del “modelo K” en un mundo convulsionado, son cuestiones cuya discusión debe ser parte central del debate político en la izquierda, en el mismo sentido que lo venimos haciendo hace años desde el IPS, impulsando las jornadas de Marxismo y otras instancias de debate.



Varios comentarios recibidos han puesto de relieve que hay diferencias importantes tanto en el programa como en la práctica política (un aspecto esencial de la estrategia, es decir, el cómo llevar adelante la lucha por el programa) entre quienes conformamos el FIT. Estas se expresaron por ejemplo en las profundas diferencias en la intervención que tuvimos en el conflicto de los tercerizados ferroviarios (ver el artículo de Fredy Lizarrague Dos métodos en la lucha de los tercerizados, 30/12/2010). Esto se puso en evidencia nuevamente durante la propia conformación del frente en la pelea por la participación de los ceramistas: el PTS lucha por la construcción de un partido revolucionario que sea el resultado de la fusión con la vanguardia obrera. La conformación del frente abre la posibilidad de la clarificación fraternal de estas y otras diferencias políticas entre los integrantes del FIT, lo cual no constituye en ningún modo un obstáculo para dar la batalla en común contra el gobierno, la oposición patronal y la centroizquierda sino todo lo contrario.

jueves, 19 de mayo de 2011

HORACIO VERBITSKY: Periodismo en defensa de una política antiobrera

En su columna del domingo en Página/12, Horacio Verbitsky indica haber descubierto una nueva corporación al acecho, la de la “aristocracia obrera”. Ésta, al concentrar la porción mayoritaria de la masa salarial, sería la verdadera culpable, finalmente descubierta, de las condiciones precarias que aquejan a la mayoría de la clase obrera argentina.http://archivo.lavoz.com.ar/anexos/imagen/08/93287.JPG


Verbitsky retoma así la línea del discurso de Cristina Fernández en José C. Paz “pleno de definiciones conceptuales”, y arremete él también contra algunos sindicatos que “se pasaron de la raya”.


En La verdad obrera nº 427, polemizamos con sus planteos. Invitamos a leer aquí.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Las falacias del discurso del desendeudamiento




En el Blog del IPS, hemos subido un artículo sobre la deuda, en polémica con un economista K. En la misma página puede leerse algunas disquisiciones sobre poskeynesianismo y marxismo.








Los invitamos a leer aquí.








lunes, 9 de mayo de 2011

¿50/50? Falacias sobre la mejora asalariada en el ingreso


En su columna dominical, titulada nada menos que "50/50", Alfredo Zaiat recoge los datos lanzados por Cristina Fernandez en un discurso reciente sobre el reparto del ingreso en Argentina. Según la presidenta, de lo cual se hace eco Zaiat, el país estaría próximo a alcanzar el tan ansiado 50/50, ya que en la actualidad estaríamos rondando el 48%.
Lo primero que podemos decir, es que sería interesante que se publicara algún análisis exhaustivo que explicara dicha evolución favorable. El relevamiento de la Distribución funcional del ingreso, la única fuente a través de la cual puede establecerse la participación de los asalariados y de la ganancia en el ingreso, tuvo corta vida. Volvió a publicarse en 2005 y sólo se publicó hasta 2007, siendo el año 2006 el último en el que se midió la participación relativa. Para dicho año, la participación del salario era de 43,6% según Indec. Otras fuentes, como el trabajo de Eduardo Basualdo "La distribución del ingreso y sus condicionantes estructurales" ubican la participación del ingreso en 2006 bastante más abajo, alrededor de 27 (cierto es que también ubican más abajo que la estadística oficial el punto más bajo de participación del ingreso, en el año 2003, siendo entonces 23% cuando para el Indec estaba en ese año diez puntos porcentuales arriba). El año siguiente habría subido ligeramente, para llegar hasta 28%.

La pregunta del millón, ¿como es que si, salvo el Indec, hasta los investigadores oficialistas reconocen que desde 2007 la mejora de los salarios está planchada, mientras que las ganancias no sólo no bajaron sino que subieron -a excepción del año 2009 cuando golpeó la crisis internacional- los salarios aumentaron la porción que muerden del ingreso? ¿La contabilidad creativa no está yendo un poquito lejos?

jueves, 5 de mayo de 2011

Taller de estudio de El Capital


Comienzo: miércoles 11/5 a las 19 hs. / Sede del IPS – Riobamba 144 /


A casi 150 años de su publicación, El capital de Karl Marx es una obra de asombrosa actualidad. Es que el objeto de su análisis, la economía capitalista, no ha hecho más ampliar su esfera durante el tiempo transcurrido. Hoy dominan todo el mundo, habiendo generado un sistema de dominio imperialista a escala planetaria.


Todas las contradicciones que Marx despliega a partir del análisis de la mercancía, que aparece como la célula básica de la sociedad capitalista, siguen siendo el punto de partida fundamental para comprender el mundo en que vivimos, y poder así transformarlo. El desenvolvimiento económico ha conocido numerosos cambios desde la época de Marx, los economistas que consideran naturales las relaciones de producción capitalistas, y opinan que toda la historia de la humanidad es la de la llegada al capitalismo, han desarrollado variadas técnicas para moderar los –supuestamente- ocasionales desajustes de la economía de mercado capitalista, que en su lectura no serían inherentes a la misma, sino consecuencia de “fallas” corregibles.


Por el contrario, Marx señalaba, contra las utopías de poder equilibrar la economía, por qué las crisis recurrentes son inherentes al funcionamiento del capitalismo, un sistema que se basa en la apropiación de trabajo no pago a los trabajadores, donde los capitalistas están empujados por la competencia a profundizar sistemáticamente la explotación para aumentar el monto de dicha apropiación. No hay límite a la voracidad del capital, como se hizo nuevamente patente en las últimas décadas de forma brutal con la ofensiva neoliberal que restableció las formas más bárbaras de explotación y precarización, barriendo con numerosas conquistas logradas por los trabajadores con grandes luchas. La obra de Marx muestra cómo en este sistema la producción guiada por la ganancia se transforma en un fin en sí mismo, emancipado de las necesidades sociales. Capta también la tendencia que se hizo cada vez más patente, a la apropiación crecientemente privada de los frutos del desarrollo de las fuerzas productivas.


Y sobre todo, Marx puso de relieve el carácter histórico, es decir transitorio, de este modo de producción basado en el intercambio de mercancías y el trabajo asalariado. En cierto sentido, podríamos decir que muchas cosas que dijo Marx sobre el capitalismo, se muestran mucho más ciertas hoy que en su época.


Por este carácter revulsivo, la obra de Marx ha sido permanentemente atacada desde su propia publicación. Y en cada momento de bonanza, ha aparecido siempre algún economista o intelectual que ha salido a comentar “los errores” en las supuestas predicciones de Marx sobre el futuro del capital. Sin embargo, y pesar de todos estos periódicos anuncios de su caducidad, las tendencias recurrentes a las crisis en el capitalismo vuelven a plantear la necesidad de recurrir a la lectura de El capital.


Los usos de Marx


Aunque El capital no pueda ser abordado íntegramente desde una perspectiva que considere omo natural la economía capitalista, dado que no deja de poner de relieve a cada paso su carácter histórico y transitorio, distintas categorías del acervo marxiano han sido reapropiadas por distintos autores para el análisis de la economía. La teoría del valor trabajo a la cual Marx dio su expresión más acabada salvando las inconsistencias de las formulaciones precedentes (Smith y Ricardo), la centralidad de la tasa de ganancia para el análisis de los ciclos, la noción de tasa de explotación, por sólo mencionar algunos conceptos, nutren los análisis de varias corrientes del pensamiento. Algunas veces se las toma haciendo clara referencia a Marx, en otras ocasiones, considerándolos patrimonio de una ecléctica Economía Política, en la cual las ideas de Marx ocuparían un lugar junto con otros economistas clásicos.


Muchos autores que se reivindican marxistas, también se ubican como parte de una tradición de la Economía política, haciendo a un lado el hincapié que Marx puso en lo suyo era una Crítica de la Economía Política. No se trata de una diferencia sutil. Marx no sólo se proponía descubrir las leyes de funcionamiento de la sociedad capitalista, sino poner de relieve cómo las contradicciones que signaban dichas leyes hacían necesaria una organización social superior, o de fracasar el intento de la clase obrera y los sectores populares, a una regresión social formidable: la disyuntiva de socialismo o barbarie, enunciada décadas después por Rosa Luxemburgo, y hoy de plena actualidad.


Después de que las ideas de Marx y la perspectiva comunista fueran dadas por definitivamente muertas luego de la restauración capitalista en Rusia y Europa del Este, asistimos hace ya varios años a un redescubrimiento en las ideas de Marx por parte de nuevas generaciones. Pero, producto de décadas de derrota de la clase trabajadora, en gran parte de quienes hoy coordinan varios espacios de estudio de su obra campea el escepticismo hacia las posibilidades de la clase trabajadora de protagonizar un proyecto emancipatorio. Esto permea la lectura de la obra. Si en El capital Marx apuntaba a poner en evidencia y correr los velos que encubren la explotación y el carácter histórico de este sistema, como herramienta para la acción consciente de los explotados, en muchas lecturas actuales el capital y sus determinaciones vuelven a ser proyectadas hacia la prehistoria del capitalismo y hacia el futuro, disolviendo el horizonte donde pueda pensarse la superación del capitalismo y la organización consciente de las relaciones sociales.


En el Instituto del Pensamiento Socialista, desde su apertura en 2005 hemos realizado numerosos talleres que permitieron a cientos de estudiantes y trabajadores iniciar el estudio de esta obra. La lectura profunda de El capital es el punto de partida insoslayable para analizar las grandes transformaciones de la economía hasta la actualidad, y por lo tanto se trata de un pilar fundamental del rearme estratégico de quienes apostamos a construir poderosas organizaciones revolucionarias que fusionen a los marxistas revolucionarios con los destacamentos más avanzados de la clase trabajadora, para proponernos terminar con este sistema y poner fin a toda forma de explotación y opresión.


Este primer taller nos concentraremos en la lectura de la sección primera de El Capital bajo la modalidad de taller, es decir mediante su lectura y discusión, a través de seis encuentros.



En la primer reunión discutiremos el prólogo a la primera edición y el epílogo a la segunda edición. Recomendamos su lectura.


Programa Taller de El capital
Para acceder a la versión digital de los prólogos y la sección primera, hacer click aquí.