Pablo Anino
Este lunes fue convocado el Consejo del Salario Mínimo, Vital y
Móvil. Desde enero el mínimo está en $3.600. La CGT y CTA oficialista
reclamaron un aumento del 35%, que significaban llevarlo a $4.860. Pero
fueron desairadas con un aumento en cuotas. El Consejo del Salario fallo
a favor del gobierno y los empresarios: aumento a $ 4400 desde
septiembre (apenas un 22%) y recién desde enero del 2015, completaría
$4716. Las centrales opositoras no fueron convocadas al Consejo.
En junio de 2003 cuando asumió la presidencia Néstor Kirchner el
mínimo se encontraba en $200. Desde entonces se incrementó 1700%. Es un
crecimiento que parece sorprendente. Pero el efecto de la inflación hace
que ese aumento no sea tan extraordinario como luce.
Cuando el nivel del salario mínimo es comparado con el valor de la
canasta familiar queda en evidencia que el Consejo está muy lejos de
lograr el objetivo de cubrir lo mínimo que necesita una familia
trabajadora para vivir. Para enero de 2014 los trabajadores de la Junta
Interna de ATE que enfrentan la intervención del Indec estimaron la
canasta familiar en $ 9.113,64. Aplicando a ese valor la inflación
oficial que corrió desde entonces (que nuevamente empieza a ser
sospechada de tener “retoque” que la subestiman) hace que esa canasta
hoy no baje de los $10.500. Es decir, que en el mejor de los casos, el
salario mínimo quedará a un nivel que es menos que la mitad de la
canasta familiar.
Esta institución, tan reivindicada por el oficialismo, al igual que
las paritarias, muestra cada vez más su objetivo, que más que permitir
la recuperación salarial establece un piso muy bajo de referencia para
los trabajadores. Sólo unos 300 mil asalariados estarían alcanzados por
el salario mínimo. Su importancia es que de alguna manera actúa como
referencia sobre el ingreso del sector de trabajadores no registrados
que comprende 33,5% de la fuerza laboral. Si a este segmento “en negro”
se le agrega otras modalidades laborales que dan cuenta de cierta
fragilidad en el empleo, se llega a un número cercano al 60% de los
trabajadores en condiciones de precariedad laboral. Este es el mapa
laboral después de una “década ganada”.
El titular de la CTA oficialista, Hugo Yasky, declaró que "hay una
situación real que enciende luces de alarma, como la conflictividad en
el sector metalmecánico, en algún sector de la siderurgia y en la
construcción (...) un tema que si se toma a tiempo, evitando despidos,
permitirá sostener el nivel de ocupación, en toda la región", por lo
cual llamó a poner en pie el Observatorio del Empleo. En las reuniones
de años previos del Consejo del Salario Mínimo se acordó el seguimiento
del trabajo en negro, que a la vista de sus resultados (ninguno), hace
avizorar que puede llegar a pasar con el Observatorio del Empleo.
Mientras la CTA oficialista llama a que el Observatorio evite los
despidos transcurren muchos sectores de trabajadores, como ocurre
actualmente en Lear, que los están enfrentando con la movilización y la
lucha.
1 comentario:
Excelente resumen del proceso de ajuste 'gradual' del Kirchnerismo en cuestiones de salario nominal, e incluso real.
Mis felicitaciones para Pablo Anino
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