martes, 2 de septiembre de 2014

La vuelta de las cuotas "sin interés". La banca nunca pierde

Emiliano Trodler
La retracción de los plazos en los créditos al consumo ha puesto en alerta al Ministerio de Economía que, desde la semana pasada, se encuentra negociando con las emisoras de tarjetas el relanzamiento de un plan de financiamiento para compras en 12 cuotas sin interés. El mismo tendrá un alcance limitado al rubro de los electrodomésticos, indumentaria, y compra de motos de origen nacional.
Como contrapartida, el gobierno se comprometió a bajar el encaje de los depósitos que los bancos tienen en el Banco Central (BCRA) por la totalidad del monto del financiamiento. Una medida que las mismas entidades financierastildan, escépticas, como un “golpe de efecto”.
Es que las emisoras de tarjetas, en su mayoría bancos, no conformes con la suba de la tasa de interés, vienen cubriéndose de la inflación y una posible devaluación reduciendo los plazos para los préstamos al sector privado. Hoy la mayoría de los bancos no prestan con plazos mayores a los 3 a 6 meses.
Pero si las políticas de enfriamiento están golpeando directamente a los asalariados, no corren la misma suerte los banqueros. De acuerdo a un índice elaborado por el FMI (link: http://fsi.imf.org/), las entidades financieras argentinas son las más rentables del mundo. Por eso entre las 20 empresas que más ganancias tuvieron en la argentina encontramos 6 bancos.
Según los informes del BCRA, para el primer semestre del año la rentabilidad del sistema bancario argentino ascendía a 66.219 millones de pesos, lo que representa un aumento del 80% respecto al mismo período del año anterior.
En el negocio de los préstamos al sector privado, el 43% de los mismos están orientados al consumo. En este segmento, los préstamos personales y el financiamiento con tarjetas de créditos representan el 80% del negocio, y son los que pagan las tasas de interés más altas. Estas tasas vienen en aumento.
Hoy la Tasa Nominal Anual (TNA), es decir, el costo del financiamiento para el asalariado que compra un producto con tarjeta o saca un préstamo personal, ronda el 40%. Un porcentaje muy por encima de la inflación reconocida y de los aumentos salariales. Si a la TNA le sumamos los cargos de la operación, llegamos al Costo de Financiamiento Total (CFT), que es la verdadera carga que se paga por las compras financiadas. Para el mes de mayo el CFT alcanzaba cifras cercanas al 80%.
Bajo esta coyuntura signada por las políticas de enfriamiento, el alcance de este limitado plan para “relanzar el consumo” quedará en manos de quienes controlan la circulación del dinero: los banqueros. Desde esa posición han sabido ser los mayores beneficiados tanto en épocas de crecimiento y como en épocas de crisis.


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