Adrián
C.
El
término de "sabanas cortas", en el mundo de la economía,
significa una situación donde ya no se puede quedar bien con dios y
con el diablo. Depende para donde tironees la sabana, sacrificas
alguna parte del cuerpo que dejas al descubierto. En años de
crecimiento y "vacas gordas", el Kirchnerismo se podía
permitir que los empresarios "la junten en pala", y que
aquellas migajas que se les caiga las puedan agarrar los que miran
desde abajo. Durante un tiempo, el Kichnerismo alimentó la ilusión
de que podían conciliarse las aspiraciones de ambos sectores bajo
"el modelo de crecimiento con inclusión". Paritarias al
25% que le emparden a la inflación, mas “pagadores seriales” de
la deuda, mas orgía de subsidios para amigos y poderosos, mas
ganancias "a tasas chinas", era una ecuación desigual,
pero que podía ser posible. Cuando hay fin de ciclo las sabanas se
achican, como esa ropa que después de tanto lavar no solamente
pierde brillo sino que empequeñece. Por si a alguien le quedaban
dudas, el kirchnerismo siempre tuvo bien en claro quién iba a pasar
frío en la noche… el pueblo trabajador.
¿Crédito
para todos?
El
relato K pretende mostrar como un round épico mas el que se juega en
el Banco central, entre lo que sería el riñón cristinista puro (de
la mano de Kicillof) y en la otra punta del ring, Fábrega, jefe del
Banco Central de la República Argentina. Es bien sabido en el ámbito
de la economía que se suele atribuir las subas de la tasa de interés
a las medidas "restrictivas" (que pretenden "enfriar"
la economía) y las bajas de las mismas a medidas Keynesianas de
"inyección de demanda" (vale decir de incentivo al consumo
e inversión). De hecho el jefe de Gabinete, Coqui Capitanich,
aseguró que la decisión del Banco Central de reducir las tasas
intenta "estimular
la producción de bienes y servicios y revitalizar el consumo".
La realidad es que la baja tendrá
un impacto muy leve para los créditos personales. De
ninguna forma se trata de una medida que revierta la caída del
consumo en la argentina. Incluso hay quienes aprovecharon esta
circunstancia para hacerse un festín. El principal combustible que
hizo avanzar la bicicleta bursátil en estos días fue la compra de
dólares a través de bonos y acciones, como respuesta a los anuncios
de recorte de las tasas. Una pequeña baja en las tasas, además de
significar una "revolución keynesiana" que aumenta (casi
nada) el consumo, representa también una medida que hace menos
atractiva (aun) a la moneda nacional, con lo cual incentiva mas (aún)
la ida hacia el dólar. Ni lerdos ni perezosos, muchos buitres
extranjeros, y también criollos, más que invertir en la producción
deciden "cubrirse" a través de lo que se conoce como
“contado con liqui” comprando bonos locales (bajo ley nacional,
no sujeta al buitre Griesa) que se pagan en pesos y se cobran... en
dólares. El principal efecto de la baja de la tasa de interés ha
sido hasta el momento la suba en la cotización de los bonos. Ejemplo
de esto han sido el Boden 2015 que subió 3,76% y el Bonar X que
avanzó 3,9%. Lindo progresismo K. Los buitres, contentos.
¿Gasto
para la inclusión?
Chillan
los economistas liberales recalcitrantes, del tipo de José Luis
Espert o Orlando Ferreres. Es que el gasto público de este gobierno
no para de crecer. Típico populismo dicen estos personajes. Y es que
la maquinita de hacer billetes aumentó por decreto en 24.300
millones de dólares el gasto público, es decir más del 80 por
ciento de las reservas brutas del Banco Central. La verdad del asunto
es que la mayoría de ese importe se usará para mayores subsidios a
la energía y el transporte, y esto más allá del aumento de tarifas
que viene soportando el pueblo argentino en estos rubros. Tarifas más
altas, mayores subsidios, empresas más ricas. Mientras tanto, el
anunciado plan ProEmplear, pasantía en versión “nac y pop”,
apenas contará con 3 mil millones de pesos, menos de un 5% de lo
gastado en subsidiar a las empresas energéticas que no invierten un
peso. Linda ecuación progre... Además, de acuerdo con un análisis
de la consultora Abeceb, lo que el Gobierno gasta en subsidios a la
energía equivale a 5 veces lo que se destina para el plan de
Asignación Universal por Hijo (AUH). Qué manera de darle guita a
los vagos dirán…
Subsidios...
al bolsillo del empresario
A
través del plan FONDEAR el gobierno destinará $ 10.000 millones en
créditos subsidiados. Las tasas serán de 14% para pymes y más
altas para el resto. Se pretende mostrar esto como un plan de
“salvataje” para casos de empresas en “crisis”, como el caso
de la imprenta Donnelley, y así evitar despidos. De mínima parece
un monto muy pequeño para “salvaguardar” el empleo, y además
permitirá a varios buitres de la industria extorsionar al gobierno
para hacerse de estos recursos, cuando no estén verdaderamente en
crisis. Los Repro –subsidios para evitar despidos– y las nuevas
leyes para registrar trabajadores y subsidios para el primer empleo
apuntan a que las empresas privadas tomen la iniciativa en materia de
creación de empleo. Un progresismo medio enclenque este, que deja en
manos de quienes despiden, suspenden y cierran fabricas, la épica
tarea de evitar… despidos, suspensiones y cierres de fábrica… Es
por esto que los fondos del programa Progresar anunciado por el
ministro de Trabajo, Carlos Tomada, para una capacitación por seis
meses con la posibilidad de inserción laboral, suena a cómico como
medida que contrarreste el desempleo… La solución es diferente.
Fabrica que cierre o despida, que se ponga a producir bajo control de
sus trabajadores, que se estatice así el estado garantiza la compra
de sus productos.
Desempleo
“nacional y popular”
Si
uno escucha a los funcionarios buitres de este gobierno notará
cierta esquizofrenia. Dice Capitanich al referirse al conflicto
de Lear: hay "una
estrategia para radicalizar protestas con fines opositores". "existe
una estrategia deliberada para promover conflictos”,
por parte de los “idiotas
útiles”
que serian los militantes de izquierda. Pero por otro lado hay ya 12
fallos que avalan la desidia patronal en Lear, y además una seria
sospecha acerca de la veracidad del pedido de quiebra en Donelley.
Entonces en qué quedamos? O admiten que estamos en presencia de una
recesión (con inflación) que empieza a afectar a muchos
trabajadores, con miles de despidos, suspensiones, cierres de fabrica
(vale decir crisis económica) o admiten que en la Argentina las
empresas extorsionan con irse cuando no hay delegados cipayos?
Decídanse… Pero de ahí a decir que la culpable de los despidos es
la izquierda porque “asusta” a los empresarios es un tanto
ridículo. Dice Scioli:
“Necesitamos
inversiones”
que se obtienen “seduciendo
al capital, no combatiéndolo”.
Más claro, imposible. Pensar que algunos kirchneristas de la primera
hora despotricaban por tener a un noventista como Scioli entre sus
filas. Que dirán ahora los seguidores del gobernador bonaerense, que
en su etapa senil, el cristinismo se hizo sciolista…
***
Para
terminar, este pretendido keynesianismo es una respuesta a la crisis
con "pólvora mojada"... No se puede borrar con una mano lo
que se escribió con la otra. Hubo un momento donde el "empleo"
y la "no represión" pretendía era un "sello
indeleble" del relato K; hoy, en su "etapa superior",
el cristinismo se ve obligado a reescribir
algunas páginas del mismo. Si en
definitiva, la única verdad es la realidad...
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