sábado, 16 de agosto de 2014

Black Rock, un buitre que también carroña en Lear


Emiliano Trodler




En su último discurso CFK anunció que aplicaría la Ley Antiterrorista  contra la multinacional yanky Donnelley por su fraudulenta quiebra. Al mismo tiempo, denunciaba la participación accionaria de BlackRock, fondo buitre controlado por Elliott Managment. De esta manera daba rienda en su discurso a la impostura del “patria o buitres”. 


En la batalla que libra el gobierno para poder pagar toda la deuda, despotricando contra el 7% de los fondos buitres que no entraron al canje, amenaza con la Ley Antiterrorista a una empresa que se fue del país. De paso intenta legitimar una ley que más tarde o más temprano será utilizada contra el pueblo trabajador. Lo que se podría decir una inversión de muy bajo costo para aumentar el capital político del kirchnerismo.  

En la lucha contra los despidos en LEAR ocurre todo lo contrario. Los trabajadores vienen siendo atacados por un frente cerrado entre la patronal, la burocracia del SMATA, y el gobierno nacional. 

Sin embargo, LEAR Co. también tiene entre sus accionistas (ver acá) a fondos buitres como el Black Rock de Elliott, y Morgan Stanley & Co, entre otros, que además de especular con la deuda externa tienen acciones en la “nacionalizada” YPF.  
Sólo el 5% de las acciones de Lear Corporation está en manos de los propietarios y ejecutivos, el 95% de las acciones están controladas por “fondos institucionales” (fondos que especulan con los planes de pensión y entidades de alto patrimonio) y “fondos mutuos” (fondos que reúnen inversiones de personas físicas o jurídicas para invertir en acciones o bonos de deuda). Entre ellos podemos citar al Boston Partners (9.73%), Harris Associates L.P (5.77%), Vanguard Group Inc (5.57%), BlackRock Institutional Trust Company (3.68%), y Morgan & Stanley (3.56%), entre varios otros. 
Pero los buitres no sólo especulan con la deuda externa. Si observamos el panorama de las empresas más importantes en la Argentina, sus conexiones con el capital financiero y el entramado de vínculos con fondos de inversión, habría que decir que en realidad vivimos en la patria de los buitres. 
En el ranking de las 25 empresas con facturación tenemos 5 petroleras, 6 automotrices, 6 cerealeras, y 4 empresas de telecomunicaciones. Entre las que mayores ganancias reportaron hay 4 petroleras, 6 bancos, 5 empresas de telecomunicaciones, y 2 mineras.
Detrás de cada una de ellas, sean “nacionales” o “extrajeras”, encontramos fuertes lazos directos con el capital financiero internacional. 
Por ejemplo, la automotriz VolksWagen tiene entre sus principales inversores al Qatar Holding LLC (16%), un fondo de petro inversiones que controla el 15% de las acciones de la bolsa de Londres. Bunge tiene cerca del 50% de su capital accionario (ver acá) en manos de fondos institucionales y fondos mutuos. Entre ellos, también encontramos al BlackRock, Vanguard Group Inc., FMR LLC, entre otros.  YPF tiene un 45% del paquete accionario en manos de la nación y provincias, el 17% en manos del Grupo Petersen, y un 32% en manos de más de 20 fondos de inversión entre los cuales hayamos al Soros Fund Managment, Morgan Stanley, Lazzard Asset Managment LLC, y al 
Mientras tenía las plazas financieras cerradas, el gobierno de CFK culpaba al capital financiero de todos los males del capitalismo. Ahora el disKurso oficial introdujo la diferencia entre capitales especulativos buenos y malos desde el momento en que se encuentra negociando con los organismos de crédito internacional y los fondos de inversión, para iniciar un nuevo ciclo de endeudamiento. Pero la evidencia muestra que no existe semejante independencia entre el capital productivo y capital financiero. Como señalara Lenin a principios del siglo pasado, un rasgo central del capitalismo en su fase imperialista es la fusión del capital industrial con el capital bancario (o financiero) y el control de este último sobre el conjunto del proceso de producción. 
El Black Rock es el fondo de inversión más importante del mundo, con una cartera de casi U$ 232.000 millones (casi diez veces las reservas del BCRA) e inversiones en bonos de deuda y en las empresas más importantes del mundo. 
Como muestra la lucha de los trabajadores de LEAR o el control obrero en Donnelley, aunque sea un pequeño ejemplo a escala, la clase obrera es la única interesada y la única que puede enfrentar seriamente el control de los buitres sobre el conjunto de la economía nacional. 

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