miércoles, 2 de febrero de 2011

Egipto. Provocaciones y amenazas de represión


Apenas terminado el discurso de Mubarak anunciando un llamado a elecciones para septiembre, a las cuales renunciaría a presentarse, manifestantes pro Mubarak, armados -a sueldo del régimen, según revelaran, empezaron a concentrarse y con la población movilizadas.

Mientras tanto, el portavoz del ejército Ismail Etman dijo en la televisión estatal que ya era hora de que los manifestantes contra el gobierno se vayan a casa. El mensaje de los manifestantes habían sido recibido, enfatizado, y no había necesidad de seguir repitiéndolo, dijo el líder militar. Precisó que el pueblo no debe ayudar a restablecer la normalidad en el país, sólo lo empuja aún más a una crisis.

Los anuncios oficiales buscan ganar tiempo, dando un plazo incierto para el recambio gubernamental y argumentando que esto respondería a las demandas populares. El vocero del ejército se ha hecho eco de estos argumentos.

Estos movimientos indican un probable cambio de actitud por parte de las fuerzas armadas. Si por ahora se manifestaron a favor de los reclamos populares, las declaraciones de Mubarak habrían sido, según su entendimiento, una concesión a lo exigido en las movilizaciones. Esto sugiere que la pasividad del ejército tendría las horas contadas, y si las movilizaciones se mantienen, podrían intervenir. Mientras tanto, los mubarakistas realizan provocaciones para caldear los ánimos, y dar más argumentos para la intervención militar.

Frente a estas amenazas, "los manifestantes anti-gubernamentales que se encontraban a primera hora de hoy en la Plaza Tahrir en El Cairo decían no tener miedo. Si hay violencia, será bajo la responsabilidad del régimen, sentenciaron varios manifestantes". Sin embargo, la formación de autodefensas para enfrentar las amenazas de represión se vuelve fundamental. El armamento popular y la formación de destacamentos para enfrentar a los manifestantes oficialistas y hacer frente a eventuales avanzadas represivas del ejército, es de máxima importancia en la hora actual. Puede ser decisivo frente a la clara intención de Mubarak de dar un cierre a la crisis mediante un baño de sangre.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No sé si la opción "baño de sangre" vale hoy: podría hacer estallar -aún más- Egipto y los países de la región. Más bien pareciera que estamos ante una situación que puede durar varias semanas, donde habrá enfrentamientos como los de hoy entre los defensores de Mubarak y el régimen y los manifestantes que piden que se vaya. De este resultado dependerá que se mantenga el "recambio" que promete Mubarak para septiembre, o que la crisis del régimen se mantenga.

Y ligado a esto: ¿Cuánto podrá el ejército seguir haciéndose el "neutral"? No se sabe, pero ya han actuado reprimiendo y avalando -como comentás en el post- la permanencia del odiado Mubarak y sus elecciones de septiembre...
Ya están los manifestantes diciendo "este no es el ejército de Egiptoo; es el ejército de Mubarak", lo que demuestra que están sacando conclusiones rápido, de inmediato.

Lo último: desde ya que es necesario mantener, fortalecer y que surjan nuevos comités de defensa, etc. Así como han superado con diversas tácticas el corte de las comunicaciones en su momento (internet y celulares) las masas en lucha, así también es probable que avancen en desarrollar organización y métodos para enfrentar a los "servicios", policías y ejército egipcio.
Lo que juega en contra de una dirección política para las masas revolucionarias es una dirección política, un partido, que acompañe e influencie el movimiento. Una nota de un sociólogo y antropólogo de la universidad de Quebec explicaba en el sitio www.sinpermiso.info que "la izquierda" se plegó las últimas décadas al nacionalismo y al populismo (sea nasserista o en clave islamista), lo que impide que sea hoy una referencia y dirección para las masas en lucha.

saludos
DP

em dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
em dijo...

DP: creo que la clave es la pregunta que te hacés: ¿cuánto podrá el ejército seguir haciéndose el neutral? Me parece que, a partir de las declaraciones de Mubarak ayer, han empezado a cambiar su posicionamiento, sosteniendo que el mensaje de los manifestantes ha sido escuchado. Habrá que ver s

Después, estoy de acuerdo completamente en la cuestión central que planteás, las dificultades para forjar una dirección política revolucionaria que pueda ganar el liderazgo de las masas. Me pareció también muy interesante el artículo que mencionás (http://radicalnotes.com/content/view/153/39/) en lo que plantea sobre el posible rol que podría jugar la Hermandad Musulmana, fortaleciéndose detrás de la figura de El-Baradei. Esto, además del peso que tienen los alineamientos históricos de la izquierda y las organizaciones obreras que vos planteás, así como las derrotas de las últimas décadas, hace que hoy como planteas, no puedan ser referencia para disputar la dirección de las masas.
Saludos