El gobierno de Brasil anunció el día de ayer un generoso plan de defensa de la industria, "contra la competencia desleal" de la producción extranjera. Página/12 lo presenta como un "rescate de la producción y el empleo" y hace hincapié en los controles al comercio. Sin embargo, la cobertura de este diario minimiza lo que es la pata central del plan: una masiva reducción de las cargas previsionales en las ramas de "confecciones, calzados, muebles y software". Igualito que los recortes que Cavallo impulsó en los '90 y que contribuyeron a desfinanciar la caja previsional, que sólo se recuperaría durante esta década y con el aporte de fondos de la coparticipación.
"Eventualmente", anuncia el gobierno de Rousseff, las pérdidas de la caja previsional serán compensadas por el tesoro. Los fondos previsionales deben poner el hombro para afianzar la alianza de Rousseff con la industria, porque sino la alternativa sería tocar la política de tasas de interés elevadas, cuyo objetivo declarado es combatir la inflación, pero que en los hechos permiten pingües beneficios en la especulación financiera. Y eso no parece estar en los planes del gobierno. Menos mal que estamos en una época de gobiernos "posneoliberales" en la región... ¿no?
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