viernes, 29 de abril de 2011

El IPS Karl Marx invita a participar de la manifestación de este 1 de Mayo, día de lucha junto a los trabajadores y el Frente de izquierda

1 de mayo de 2011, Plaza de mayo a las 15.30 hs.

Invitamos a todas/os a participar este 1 de mayo de la manifestación obrera e internacionalista que realizaremos desde el Frente de Izquierda integrado por el PTS, el PO, IS, junto a otras fuerzas de la izquierda clasista y el sindicalismo de base. Allí nos manifestaremos por la democracia sindical y la expulsión de la burocracia de los sindicatos, en apoyo al sindicalismo de base antiburocrático y combativo, en solidaridad con todas las luchas obreras y populares, por el desprocesamiento de los más de 4 mil luchadores obreros y populares, por el juicio y castigo de los asesinos de Mariano Ferreyra y por construir una alternativa política de los trabajadores. Expresaremos también nuestro apoyo a los levantamientos revolucionarios del mundo árabe y nuestro rechazo a la intervención de la OTAN en Libia

Hoy los trabajadores que salen a luchar por sus reivindicaciones y por conquistar organizaciones sindicales democráticas son atacados y perseguidos por el gobierno y la burocracia sindical.
La presidenta intimó por cadena nacional, mientras convocaba al “diálogo social” entre empresarios y trabajadores, a los petroleros de Santa Cruz a que depongan sus medidas de lucha: “la conflictividad no puede arruinarnos el modelo (…) No puede hacernos perder millones de dólares como perdió Santa Cruz”. Como si fuera poco propuso, por aquello de “nunca menos”, que trabajen más para sostener el modelo: los empresarios deben comprometer a los trabajadores en aumentar el grado de productividad.
Para cumplir el plan cuenta con la ayuda de la burocracia sindical que ataca a todo sector de trabajadores independiente como el sindicalismo de base, maridaje entre el gobierno y los lideres burocráticos que quedó expuesto en las escuchas entre Pedraza y el Ministro Tomada en la causa Ferreyra. El Ministro Tomada fue figura central del palco en el acto de Hugo Moyano realizara el día 29 de abril.
Amenazas, desafueros, despidos a todo aquel que proteste contra la empresa “el que molesta en la fábrica molesta a la UOM, y el que molesta a la UOM, molesta en la fábrica” como decía R Walsh en ¿Quién mató a Rosendo?.
Son decenas los delegados de base perseguidos y procesados a pedido de estas poderosas patronales, el gobierno y la burocracia, como Hernán Puddu de IVECO Cordoba, Guillermo Bentancourt trabajador de Techint, Raúl Godoy, Alejando Lopez junto a varios ceramistas de la ex Zanon, Javier Hermosilla y Lorena Gentile por la lucha de Kraft, Leandro Norniella de Pepsico, Victor Ottoboni de Fate, Flavio Bustillo del Ferrocarril Roca que se suman a los mas de 4 mil luchadores obreros y populares procesados por luchar.

Instituto de Pensamiento Socialista Karl Marx

miércoles, 27 de abril de 2011

La economía argentina en debate




En el Blog de debates del IPS, hemos publicado el artículo Tras el discurso triunfalista sobre el “modelo K”, una agenda de normalización y vuelta a los mercados. Un análisis de las tendencias de la economía Argentina pone
en cuestión el optimismo sobre las condiciones para sostener el andamiaje en el que se baso la economía K durante los últimos años. Es que, aún en las condiciones más favorables, y gane quien gane las elecciones en octubre, lo que fue la economía en tiempos kirchneristas ya no será. La “gran Makro” tendrá poca magia para mostrar con el agotamiento de los dos pilares centrales que caracterizaron la bonanza de estos años: el superávit fiscal y el superávit comercial, también llamados superávits gemelos.


Los invitamos a leerla.

domingo, 24 de abril de 2011

Nuevamente sobre los K y la inflación: mandando fruta a lo loco





Cash vuelve a publicar hoy los argumentos de economistas K sobre la "inflación importada". Ya hemos cuestionado ampliamente estos argumentos en otra oportunidad.




Esta vez, apelamos a un simple gráfico que ilustra la importante brecha -por momentos positiva y por otros negativa- entre inflación local e inflación "importada".




No se puede señalar el aumento de precios registrado por los alimentos en el mercado mundial como un aspecto central, aunque sin duda contribuya a agravar los problemas.


Con este argumento, los economistas de CENDA buscan fundamentar la intervención estatal a través de políticas de tipo de cambio diferenciado, que disocien los precios locales de los importados en las ramas afectadas. Es decir las retenciones, y más particularmente su movilidad, como intentó la 125 y como varios economistas K hablan de volver a implementar, e incluso extender a algunas ramas industriales.

Las medidas como esta de intervención estatal sería fundamental ya que "el desarrollo económico no es un resultado automático de la economía de mercado que brota una vez que se establecen algunos lineamientos básicos desde la política económica".

Resulta un poco vergonzosa la actitud de estos economistas K de defender la necesidad de que este Estado intervenga la economía para alentar al desarrollo, al mismo tiempo que se presentan argumentos que adornan los dibujos realizados desde el propio Estado para negar la inflación, en vez de enfrentarla. Y no dicen ni una palabra de que, cualesquiera sean los motivos de la inflación, el gobierno sistemáticamente busca ocultarla. Lo cual beneficia únicamente a los sectores que tienen capacidad de ajustar sus ingresos al calor de los precios, como los empresarios, y perjudica a los trabajadores, pero especialmente a los sectores más precarizados.

Suena incongruente decir que la 125 era para hacer frente a la inflación, dado que según el gobierno kirchnetista esta no existía en el país al momento de impulsar dichas medidas, a pesar de que gracia a los aumentos de precios, el salario promedio había caído en 2007 en términos de poder adquisitivo.

Ya hemos planteado que, contra la derecha y sus planes ortodoxos, los Boudou, Moreno, y grupos como CENDA haciéndoles coro, no hacen más que abrirles el camino.

viernes, 15 de abril de 2011

Regulacionismo fantoche


“Avance sobre el sector privado”, tituló el monopolio. Arbitraje “en favor de los más pobres” responde la jefa del Banco Central Marcó del Pont desde PáginaK. El decreto por medio del cual el gobierno se habilita a nombrar más directores en las empresas donde ANSES tiene acciones, ha disparado la alarma de los empresarios, y el fervor de la “militancia” K (La campora, activos en la trinchera de los cargos; aunque algunos de ellos, como Iván Heyn o Axel Kicillof salieron de la agrupación universitaria Tontos pero No Tanto, no son Ningunos Tontos para ocupar cargos). Esta avanzada, hace temer para los empresarios “medidas estatizadoras y chavistas”. Recuerdan que la medida no viene sóla, sino de lo que definen como “movimientos en favor de la estatización del mercado de granos” y del impulso de Héctor Recalde para dar vigencia a la ley de abastecimiento. Un conjunto que en pintado en los grandes medios opositores con titulares ominosos, y festejado desde el lado opuesto como la “profundización del modelo” K.


Sin embargo, hay acá mucha cháchara interesada. Tanto la oposición y los empresarios, como el gobierno se benefician desde distintos ángulos de la magnificación de los alcances de estas iniciativas. Para los primeros lanzar las alarmas contra las medidas “antiempresarias” del gobierno K les da plafond para seguir poniendo el grito en el cielo contra las medidas intervencionistas, a pesar de todas las evidencias de que estas no han afectado en lo más mínimo el desempeño económico de las grandes firmas, que siguen ganando fuerte con la economía K, aunque podrían hacerlo aún más si se pusiera fin a algunas regulaciones. Desde el punto de vista del gobierno, lo muestra firme “combatiendo al capital” en beneficio de los sectores populares, en momentos en que se ventilan los contubernios de los ministros para sostener a los burócratas empresarios como Pedraza, piezas clave de las reformas laborales flexibilizadoras que tantos beneficios dieron y siguen dando a los empresarios.


Pero, ¿cuál es el alcance de las medidas que tanto revuelo han generado?


La tan mentada estatización del comercio de granos, no ha sido hasta ahora más que la entrega del 30% del jugoso negocio del comercio de granos a las cooperativas, es decir a Agricultores Federados Argentinos (AFA), cercanos a la Federación Agraria de Buzzi, y Asociación de Cooperativas Argentinas, cercana a Coninagro. O sea, se trata de un beneficio para dos patas de la Mesa de Enlace, que bajo figuras asociativistas como las cooperativas adornan una vocación empresaria que compite con la de los demás sectores del capitalismo agrario. Si para el gobierno, detrás de estas organizaciones se agazapaba “la oligarquía” durante el conflicto desatado por la 125, ahora trataría de acercarlos nuevamente al redil “nacional y popular” al módico precio de poner en sus manos varios miles de millones de dólares por la cosecha anual. Ya ni siquiera se trata de una módica gresca por arañar una partecita de la renta, como ocurrió al momento de la 125; acá se trata lisa y llanamente de achicar un poco la cuchara con la cual las cerealeras la juntan con pala, para agrandar la de la burguesía media y llegar a octubre con más votos en el campo. Aunque, después de casi 8 años, el kichnerismo se haya enterado escandalizado de las maniobras de las cerealeras con el comercio de granos, a pesar de que la propia política oficial había habilitado defraudaciones que les dieron a estas empresas jugosas ganancias, esto no parece ser aliciente suficiente más que para imponer algunas sanciones, y denuncias. Nada que se parezca a nacionalizar efectivamente todo el comercio de granos. Medida que podría permitir que una parte mayoritaria de la renta agraria se concentre en manos del estado, y no un módico porcentaje vía retenciones. Pero que no entra en la lógica de un gobierno que en los hechos no ha hecho más que asociarse con el agropower para morder una parte de la renta.


En el caso de la designación de los gerentes camporistas, algunos de sus protagonistas parecen representárselo como un primer paso, para reunir información y preparar la avanzada sobre sectores estratégicos de la economía. Más medido, el gobierno ha defendido la iniciativa como el derecho de cualquier socio de una inversión, en éste caso para defender los intereses de los jubilados, actuales y futuros.


¿Da asidero el uso que hizo el gobierno de la plata de ANSES para tales afirmaciones? El Fondo de Garantía en cuidado de cuyos réditos el gobierno afirma estar actuando, fue transformado por el gobierno en una fuente de activos que fortaleció el “bonapartismo fiscal” o de caja, es decir el uso de recursos por parte del gobierno que le permite actuar de árbitro entre los distintos sectores empresarios, a la vez que la cooptación de varios movimientos sociales, y asegurarse la lealtad de gobernadores y punteros peronistas. Así como el kirchnerismo sacó sus frutos de la sojización durante todos estos años, viene haciendo lo mismo sacando puntualmente su cuota de la plusvalía que las grandes empresas extraen a los obreros, tal como lo hacen todos los accionistas. Los funcionarios K afirman que buscan garantizar los intereses de sus acciones para arbitran “en favor de los probes”… ¿lo harán “profundizando” las leyes de flexibilización que se mantuvieron durante todo el kirchnerismo, para mejorar su ganancia de accionistas?


Si miramos los usos del Fondo, una parte de sus recursos está ocupado en financiar proyectos de inversión públicos y privado de dudosa perspectiva, y sobre todo está financiando la emisión de deuda pública que cada día va a paso más rápido. Todo esto nos empieza a mostrar de a poco la vuelta de los usos que tuvieron en otros momentos históricos los fondos jubilatorios, colaborando a la reproducción del capital y no a mejorar los haberes.


Como si todo esto fuera poco, aún cuando el Fondo de Garantía se acrecentó producto de los rendimientos logrados un 86% desde 2008, y que ANSES tiene un considerable superávit, el gobierno rechazó el 82%, y cambio anunció miserables aumentos que llevaron la mínima a $ 1.272, pretendiendo que se opone la posibilidad de mejorar los haberes con la extensión del número de beneficiarios que el gobierno impulsó, como si no pudieran impulsarse medidas como el aumento de los aportes patronales para incrementar los recursos del organismo. Todo esto hace bastante dudo que sea el arbitraje en favor de los jubilados lo que motoriza la iniciativa oficial.


¿A dónde apunta entonces el nombramiento de gerentes del Estado? ¿Es que, como pretenden los medios opositores, el gobierno que ha transformado a los subsidios a la ganancia empresa en la principal partida del presupuesto (aún por encima de los pagos de la deuda y superando 8 veces lo gastado en viviendas y urbanización) va a tener luego de 8 años un arranque estatizador? Aunque puedan alimentar esas ilusiones para la tribuna suena poco creíble, incluso aunque a la luz de tanto despilfarro en solventar a las empresas podría ser una ecuación económica de resultado beneficioso para el erario público.


Ambas medidas, aparte de alimentar el fervor de “la militancia”, haciendo más fáciles de digerir los sapos que las alianzas gubernamentales proveen puntualmente semana a semana (Corpacci-Saadi, Menem, Aldo Rico, conversaciones Tomada-Pedraza) para el sector kirchnerista progre, son parte del tira y afloje entre los empresarios y el gobierno. Si en el terreno económico el kirchneristo ha puesto viento en popa a una agenda de “normalización” largamente solicitada por los organismos internacionales, gobiernos imperialistas y sectores empresarios locales, que incluye tratar de acordar con el club de París, encontrar alguna salida al atolladero del INDEC de la mano de la eufemísticamente denominada “asistencia técnica” del FMI, entre otros puntos (y varios sapos más para los que saludaron el “adiós” al FMI y el desendeudamiento mitológico), viene dejando claro que no va a renunciar a los mecanismos bonapartistas. Es ese intento de marcar la cancha, limitar la capacidad de la cúpula empresarial para operar en favor de las alternativas opositoras en las elecciones y negociar las condiciones de convivencia pos octubre, lo que motiva la iniciativa gubernamental.


Desde el punto de vista de los intereses de los trabajadores, las rispideces del gobierno K con los empresarios, lejos de un arbitrio “en favor de los pobres”, son ni chicha ni limonada. Lejos de afectar seriamente la propiedad privada y los intereses del capital, buscan arbitrar algunas módicas porciones de la ganancia, sin la mínima traducción material en beneficio de ningún sector obrero y popular. Este “bonapartismo fiscal” que usa los recursos que quedan luego de pagar la deuda para arbitrar entre los capitalistas y destinar partidas menores al “gasto social”, busca sostener el conformismo social invitando a los trabajadores y sectores populares a participar de las migajas del banquete que siguen disfrutando los capitalistas con la bonanza de los años K.


En las antípodas de esto, sería verdaderamente en interés de los trabajadores que se estableciera un efectivo monopolio estatal de todo el comercio exterior, junto con la expropiación de los grandes terratenientes, para avanzar en la apropiación íntegra de la renta agraria. También, declarar el no pago de la deuda pública, en vez de traer de vuelta al FMI. E impulsar la expropiación y el control obrero de las fábricas que se alimentan sus ganancias con los subsidios públicos, en vez de un representantes estatales en algunas empresas, impulsados por este gobierno que tiene una alianza estratégica con los burócratas sindicales y persique a los que luchan. Lejos de “profundizar el modelo” K, pelear por una alternativa independiente de la clase trabajadora.

jueves, 7 de abril de 2011

Nuevo blog de debates del IPS

Nuevo blog de debates del IPS

El Instituto del Pensamiento Socialista lanza un nuevo Blog de Debates para abordar problemas políticos e ideológicos, polémicas con la intelectualidad y con la izquierda, y cuestiones teóricas del marxismo y la cultura. El propósito es confrontar con los sentidos comunes y el conformismo que están empezando a cuestionarse en otras latitudes, y está abierto a todos los que quieran participar y debatir cómo avanzar en una alternativa de la clase obrera y el pueblo.

La actual primavera de los pueblos expresa una resistencia a la crisis capitalista mundial y, como vimos en las luchas en Francia y las movilizaciones en EE.UU. y Gran Bretaña, un mayor protagonismo de las luchas de los trabajadores y el pueblo. La continuidad y profundidad de la crisis y el desarrollo de la declinación de la hegemonía imperialista norteamericana plantean una perspectiva que actualiza la era de crisis, guerras y revoluciones que caracterizó al siglo XX.

Pero en Argentina, la intelectualidad tradicional K se ilusiona con mantener un país burgués normal. Sin embargo a fin de año asistimos a luchas de sectores oprimidos que fueron reprimidas o perseguidas por el Estado, en particular en la confrontación entre la burocracia sindical y el sindicalismo de base. Sostenemos que quien no pueda decir yo acuso ante la persecución estatal no puede considerarse un intelectual comprometido.

Entretanto, otro sector de la intelectualidad decide mantene su autonomía frente al Estado, y comienza a mirar más de cerca la recomposición de las fuerzas de la clase obrera. Creemos que es tiempo de fuertes posicionamientos desde el punto de vista de los oprimidos y de dar pasos efectivos en construir una alternativa independiente.

Contrariamente a los sentidos comunes reaccionarios que sostienen que la elaboración y el debate teórico son incompatibles con la militancia partidaria, este nuevo blog del IPS se propone abordar críticamente un amplio espectro de debates: la profundidad y los ritmos de la crisis capitalista; los problemas geopolíticos actuales; el rol de la clase trabajadora como sujeto de transformación social; la crítica a los Estados y regímenes de las clases dominantes desde el ángulo de la lucha revolucionaria; hasta los más amplios temas en los ámbitos de la teoría y la cultura; y debatir sobre las grandes cuestiones estratégicas que hacen a la lucha por la revolución socialista internacional. Los lectores encontrarán 10 nuevos artículos puestos a debate, y esperamos nuevas contribuciones y comentarios de todos los que quieran participar.


www.ips.org.ar

A modo de presentación: Internacionalismo de los oprimidos, intelectuales y clase obrera

La intelectualidad de izquierda europea: en la caldera del imperialismo

Compromisos de la intelectualidad

Los límites del nuevo desarrollismo. Un debate con el CENDA

Qué fue la URSS. Polémica con Rolando Astarita

Nada nuevo bajo el sol. RyR y su visión nacionalista sobre la revolución de mayo

La crisis nuclear en Japón: desastre ambiental en marcha

A propósito de La Oscuridad y las Luces. Capitalismo, cultura y revolución de E. Grüner

Sobre marxismo estratégico y filosofía

Las vanguardias soviéticas

lunes, 4 de abril de 2011

Polémica con Astarita. La lucha contra las dictaduras en Medio Oriente ¿por la democracia?

Rolando Astarita viene escribiendo sistemáticamente en su blog en defensa del apoyo de las fuerzas imperialistas a los sectores engrentados a Kadafi en Libia. Su argumento es que recurrir a dicho apoyo no transforma a los rebeldes automáticamente en títeres del imperialismo. Además, se ha apoyado en los argumentos de Gilbert Achcar, que ha llamado a apoyar la intervención “humanitaria” del imperialismo, aún con las muertes que conllevará, para evitar una matanza peor a manos de las fuerzas del régimen Libio. Para una respuesta a las falacias de estos argumentos, puede leerse esta nota de La Verdad obrera420.

Frente a la polémica que abrieron estas posiciones (por nuestra parte le hemos contestado varias veces acá, acá y acá), y frente a la nueva polémica iniciada por los amigos de El diablo contra los blog peronistas que apoyan a Kadafi y los que apoyan la intervención, un nuevo post de Astarita ha salido a criticar el “ultraizquierdismo” de las posiciones sostenidas por algunos grupos trotskistas, haciendo explícita referencia a las posiciones de la FT-CI, corriente internacional a la que pertenece el PTS.

En su polémica, Astarita presenta esta posición como la de quienes sostienen que “los marxistas no deben comprometerse en la defensa de las libertades democráticas burguesas, ya que una democracia capitalista no deja de ser una dictadura del capital. Los marxistas, sigue el razonamiento, deben concentrarse en promover la lucha contra el Estado capitalista y la propiedad privada. En el caso de los movimientos de los países árabes, no tiene importancia decidir si uno de los bandos encarna regímenes democráticos, y otro regímenes dictatoriales bonapartistas, porque la clase trabajadora no puede ganar nada con uno u otro”.

Lejos de esto, han sido las corrientes marxistas revolucionarias las que han Estado a la cabeza en todo el mundo de la solidaridad con las rebeliones árabes, que nosotros hemos saludado como “una nueva primavera de los pueblos”. A lo que nos negamos, a diferencia de lo que sostiene Astarita, es de que estos procesos deban cristalizar en conquistas democráticas cuando estos procesos están en curso; como plantée previamente polemizando con Astarita en “los procesos que aún se están desarrollando en el Magreb, aunque la dirección de los mismos viene siendo mayormente de sectores burgueses o pequeño burgueses y donde se impone un programa democrático, hay una enorme participación obrera y popular en la cual la demanda de cambio de régimen y democratización se une a aspiraciones de cambios más profundos, que van a cuestiones estructurales”. Esto no es para negar la importancia para las masas de terminar con los regímenes dictatoriales en medio oriente, sino para poner de relieve la tendencia de sectores de masas de ir más allá, concluyendo entonces que “si estos procesos se quedan en una etapa de 'avances democráticos' probablemente lo sea eventualmente sobre la base de golpes a las masas obreras. Es un desarrollo como el que vimos hace unas décadas en la revolución iraní, donde el régimen de los Ayatollas se erigió sobre la base de liquidar la iniciativa obrera y popular. En ese sentido, aunque en condiciones muy desfavorables, los que apostamos a la emancipacion de la clase obrera no podemos limitarnos a tener expectativa favorable sobre los 'avances democráticos', sino apostar a la internvención independiente de la clase obrera que de hecho se vio por ejemplo en Egipto luego de la caída de Mubarak, cuando en las semanas siguientes se dieron numerosas huelgas por las más variadas reivindicaciones. Tratar el proceso como meramente democrático no cierra con la mecánica de los acontecimientos que se están dando en toda la región.
[…] Aunque esta 'primavera de los pueblos' no tiene a la clase obrera como protagonista independiente con sus reivindicaciones, ni mucho menos hay direcciones revolucionarias de peso, hay señales de que la movilización obrera y popular revasa los marcos de los aspiraciones democráticas”.

Astarita critica posteriormente lo que sería “otro argumento a favor de la tesis 'son todos iguales', que es un poco más sutil que el anterior. Este argumento admite que hay que diferenciar, pero establece tantos requisitos para definir a un régimen como 'democrático', que de hecho se desliza a la postura 'son todos iguales'. Es que se afirma que, en tanto no exista una limpieza de los antiguos funcionarios de la dictadura; en tanto no se quiebren las fuerzas armadas y otros aparatos del Estado; en tanto no se convoque a una Asamblea Constituyente y se tomen medidas democráticas profundas, estaremos ante una 'transición tutelada', acorde con los intereses del imperialismo, que solo dará lugar a 'instituciones democrático-liberales', también bajo la tutela del imperialismo. Por lo tanto lo único progresivo pasa por la 'autoorganización del pueblo' y la 'formación de milicias para imponer un gobierno obrero y popular'. Desde esta perspectiva, en el mundo árabe todas las fracciones burguesas o pequeño-burguesas son lo mismo”. Lejos de lo que plantea Astarita, plantear la perspectiva de una Asamblea Constituyente sobre las ruinas del régimen, y el desarrollo de la auto organización y la autodefensa de la clase trabajadora, son las vías para enfrentar las trampas que se que buscan montar sectores de los viejos régimenes en alianza con distintas fracciones burguesas o pequeño burguesas para realizar cambios que están por detrás de las aspiraciones de las masas. En Tunez, en un primer momento, la caída del Ben Alí llevó a la formación de un gobierno con numerosos representantes del viejo régimen. Aunque la continuidad de las hueglas y la movilización popular ha impuesto posteriormente la renuncia de muchos de ellos, la debilidad de las masas para trazar una perspectiva independiente ha fortalecido la política de cambios pactados, que, por poco que le guste a Astarita, tiene para muchos tunecinos sabor a poco. Especialmente, porque no atañe a ninguno de los problemas estructurales que aquejan a la población. En el caso de Egipto, luego de la caída de Mubarak, la movilización obrera y popular tiene enfrente un “mubarakismo sin Mubarak”, que en todo momento busca maniobrar para limitar las promesas de transición y elecciones libres realizadas en los primeros días. Cualquier planteo de transformación profunda del régimen -que debería ir acompañado de una Asamblea Constituyente- está siendo resistido, tanto por los representantes del ejército en el gobierno como por sectores de la oposición, que prefieren evitar un proceso que ponga en discusión profunda de cara a las masas las bases del régimen y su relación con los imperialismos. Tal vez para Astarita alcance con saludar las “conquistas democráticas” que implica la caída de los dictadores -una posición tan limitada que hasta la comparten Obama y muchos representantes de los ancien regimes de Medio oriente; nosotros preferimos plantear una política que, de ser tomada por sectores de las masas obreras podría enfrentar los pactos que buscan limitar los cambios en curso. El enorme límite para que esta perspectiva pueda desarrollarse -el punto bajo de subjetividad del que se parte luego de décadas de derrotas y la ausencia de direcciones revolucionarias- no puede llevarnos a reducir nuestra política a los estrechos horizontes de lo posible.

Aunque las iniciativas mostradas por la clase trabajadora en Egipto y Tunez especialmente, muestra la tendencia a ir más allá, Astarita busca ponerle a todo el proceso del rótulo de “lucha por la libertad democrático burguesa”.

Para fundamentar la lógica desde la que sostiene sus posiciones, Astarita apela al ejemplo de la lucha contra la amenaza del general Kornilov, que en Julio de 1917, movilizó tropas sobre Petrogrado para ahogar la revolución. Los bolcheviques estuvieron a la cabeza de la defensa de Petrogrado, y a pesar de que el gobierno provisional había desatado durante el mes anterior una fuerte represión contra ellos, no dudaron en llamar a los obreros a “apoyar el fusil sobre el hombro de Kerensky y disparar contra Kornilov”. Astarita sostiene que “si en ese momento los bolcheviques hubieran aplicado el criterio que defienden hoy algunos ultraizquierdistas, habrían concluido que Kornilov era igual a Kerenski, que no había que alinearse con ninguno, y que la salida era 'el gobierno de los obreros y campesinos'”. Pero los bolcheviques, aunque en ningún momento dudaron en defender al gobierno provisional de la amenaza de Kornilov, tampoco perdieron de vista que la derrota de este último era un paso fundamental para su perspectiva estrategica: el derrocamiento revolucionario de Kerensky para imponer el gobierno de los soviets. Lo cierto es que hoy, si la lucha contra los regímenes no se profundiza, si la movilización obrera y popular no enfrenta los intentos de transición pactada e impone el llamado a una Asamblea Constituyente, y si al calor de esta lucha no se desarrollan verdaderos organismos de autoorganización de la clase obrera, las posibilidades de avanzar en una “libertar democrático burguesa” aparecen sumamente limitadas. Volviendo al ejemplo de Rusia, la política de Astarita conduciría no sólo a pasar por encima de Kerensky para derrotar a Kornilov, sino a subordinarse políticamente a Kerenski que, bueno es recordarlo, había dado un guiño a Kornilov para su avanzada contra petrogrado, con la expectativa de liquidar a los bolcheviques pero salvar el gobierno previsional.


La “revolución democrática”

Astarita se esfuerza en numerosos post en señalar que hay conquistas democráticas y “conquistas sociales, dentro de los marcos del capitalismo” es cierto, pero nunca sin lucha, en muchos casos con elementos de radicalización. No son cosas que otorguen los regímenes capitalistas, son conquistas que se arrancan, salvo excepciones. Y además, la clase obrera tiene que volver a conquistar una y otra vez lo que ya había conquistado, como la jornada de 8 horas, terminar con la fragmentación que una y otra vez impone el capital, con ayuda de los gobiernos y las burocracias sindicales, y un salario que permita más o menos cubrir las necesidades sociale. Muchas de las conquistas que los trabajadores arrancan en momentos de ascenso de la lucha de clases, las pierden en momentos de reacción. Soslayar estas cosas, termina volviendo el planteo una apología de la posibilidad de conquistas en los marcos del capitalismo.

Astarita transforma las conquistas democráticas y sociales en un objetivo en sí mismo, independiente de cualquier lucha que vaya más allá. Las conquistas parciales se transforman en el norte estratégico, en vez de pensarse como un eslabón de la lucha por la emancipación social. Pero, siguiendo la mecánica que tiene el proceso revolucionario, que está mostrando sectores de las masas para los cuáles las conquistas democráticas se articulan con aspiraciones más amplias, planteamos un programa transicional que tienda un puente entre esta lucha y la perspectiva de emancipación de los trabajadores.

A pesar de todas las críticas vertidas a Monero en el blog de Astarita, termina rescatando la lógica con la que este reviso la teoría-programa de la revolución permanente. Sólo que va incluso más allá, absolutizando la perspectiva de la lucha por las conquistas políticas y sociales en los marcos capitalistas.


Imperialismo y democracias tuteladas

Astarita cuestiona la idea de las democracias de las democracias de los países semicoloniales serían regímenes “tutelados”. Para él, esta idea estaría estrechamente asociada a la de que habría explotación entre países; como esto último sería incorrecto, no habría asidero para hablar de tutelaje.

No es éste el espacio para abordarlo, pero muchos de los mecanismos planteados por la teoría de la dependencia como “saqueo” de los países periféricos, no son tales estrictamente hablando, sino que las pérdidas de los países atrasados generadas por el comercio internacional y la movilidad de capitales, responden a su propio atraso, reproducido por la relación asimétrica con las economías imperialistas. En ese sentido, muchos de los elementos que dan fundamento a la idea de explotación entre países no serían correctos. Sí hay otros, como la deuda externa o la penetración del capital extranjero, que son consecuencia de la asimetría y el atraso, pero que al implicar un drenaje sostenido de divisas tienden a reforzar la situación de subordinación.

Sin embargo, no es éste el eje de la cuestión. El “tutelaje”del imperialismo no se reduce a la imposición de condiciones favorables para el imperialismo, aunque ésta es una dimensión insoslayable. Los acuerdos de garantía de inversiones por ejemplo, garantizar igualdad de condiciones para la competencia del capital local y extranjero, cuando ésta es en realidad ficticia y este reconocimiento significa imponer una asimetría desfavorable al primero, en beneficio del segundo. La integracion de instituciones como el FMI, el BM o la OMC, así como los tribunales internacionales para resolver conflictos entre gobiernos y empresas, terminan operando en favor del capital más competitivo, que no casualmente está localizado mayoritariamente en los países imperialistas. Las relaciones internacionales en condiciones asimétricas, reconociendo bajo presión de las instituciones internacionales la libre competencia “sin distorsiones” refuerza el desarrollo desigual. Por supuesto, distintas fracciones capitalistas de los países semicoloniales que han logrado cierta internacionalización impulsaron el cumplimiento de estas condiciones. Pero esto no quita que el conjunto de las relaciones internacionales tienda a generar condiciones de una ficticia competencia en igualdad de condiciones que opera en beneficio del capital más desarrollado, que tienden a mantener las asimetrías en los niveles de desarrollo y que golpean especialmente en las condiciones de vida en los países más atrasados.

Pero el “tutelaje” que Astarita critica involucra especialmente otra dimensión central, que es la acción del imperialismo en los “eslabones débiles”, es decir aquellos países caracterizados por la inestabilidad de sus regímenes. Frente a la amenaza de que las inestabilidades de los regímenes de los países semicoloniales -inseparables de las consecuencias que tienen para los regímenes periféricos la inestabilidad que surge de su inserción dependiente- puedan tener en términos regionales o globales, las potencias imperialistas intervienen una y otra vez para sostener a los gobiernos de las clases capitalistas periféricas de la amenaza de la movilización de los de abajo.

Tenemos en el imperialismo contemporaneo dos dimesiones que son inseparables: la articulación de un conjunto de relaciones político/económicas que garantizan las condiciones de acumulación a escala planetaria del capital transnacionalizado, favoreciendo al capital más fuerte -el más competitivo, que puede tener su base de maniobra localizada geográficamente en el centro o la periferia según la rama pero a nivel agregado prima la localización en los países más desarrollados- y el sostén de los regímenes más precarios para evitar las consecuencias que la caída de los mismos podría tener sobre el dominio global del capital.

No casualmente, esta última dimensión del “tutelaje” ejercido por el imperialismo es soslayada por Astarita. De otra forma, no podría deferder la intervención “humanitaria” imperialista en Libia. En su argumento, el recurso al apoyo extranjero es un recurso válido de las “fuerzas de la democracia” contra la dictadura de Kadafi. Sin embargo, la intervención imperialista no atañe sólo a Libia, sino a ganar terreno en una región sacudida por la movilización de masas, en la cual el imperialismo estuvo condenado a una posición expectante, tanto en Túnez como en Egipto. Si no es desde esta perspectiva, parece bastante difícil de comprender lo selectivo del “humanitarismo” imperialista, escancalizado por los sucesos de Libia pero no por los de Barhein o Siria, donde dictadores tan sangrientos como Kadafi están masacrando a las masas movilizadas. Lejos de los afanes humanitarios, lo que mueva al imperialismo es estrangular la perpectiva de que sigan cayendo dictadores producto de la acción independiente de las masas, lo cual podría amenazar la posiciones imperialistas en la región -no por nada antes de apoyarlos exigieron de los rebeldes de Bengazi la garantía de que respetarían los compromisos de Kadafi para las empresas petroleras- y contagiar con el ejemplo a las masas obreras de todo el mundo, como ya se está viendo en Winsconsin y en Inglaterra.

Frente a la ilusión reaccionaria de que puede conquistarse un avance democrático de la mano de las bombas de la Otán en Libia y el conjunto de Medio Oriente, apelamos a la iniciativa de las masas árabes, la autoorganización del pueblo libio y sus milicias en el camino de imponer un gobierno obrero y popular, y agrupar en torno a estas tareas a los sectores progresivos. La ayuda "humanitaria" que pregona Astarita puede permitir una victoria contra Kadafi para de la manos del imperialismo, que aliada a éste difícilmente responderá alguna aspiración profunda de los trabajadores, y llegará al precio de fortalecer a EEUU y sus aliados para estrangular los procesos revolucionarios que recorren la región.