miércoles, 28 de mayo de 2014

"Es bueno que Marx esté entre nosotros"

Hoy, en contratapa de Tiempo argentino, puede leerse una entrevista al actor Carlos Weber, que desde hace años viene protagonizando una puesta de Marx en el Soho, dirigida por Manuel Callau, en la que personifica a Karl Marx. El mismo papel hace en los cuatro capítulos de Marx ha vuelto, miniserie realizada por TVPTS y el Instituto del Pensamiento Socialista Karl Marx, que puede verse completa acá. Reproducimos la entrevista.

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Personifica al pensador alemán en una miniserie de Internet producida por el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS). Mensaje político y puentes del arte con la Web. 

Protagoniza Marx ha vuelto, una miniserie para Internet pensada en el arranque con cuatro capítulos, ya estrenados, pero que debido a la gran repercusión alcanzada en las redes, ahora rueda nuevas entregas. En la ficción, Carlos Weber se pone una vez más en la piel del pensador alemán, después de haber protagonizado durante varios años Marx en el Soho. Y lo hace de una manera genial, en un producto que también lo es, y que tiene algunas singularidades. El proyecto, basado en el Manifiesto Comunista, cuenta con armado general del Instituto del Pensamiento Socialista, realización del grupo de cine Contraimagen y difusión a cargo de la señal web TVPTS del Partido de los Trabajadores Socialistas. Aunque ya está en Youtube y Vimeo, entre otros sitios de descarga. Pensado como aporte a los cursos y actividades del Instituto, y con la producción de Javier Gabino y Matías Maiello, la miniserie también muestra excelentes trabajos de varios peces que se mueven muy bien en el agua del teatro independiente, como Martín Scarfi, Hilda Frisari y Laura Espínola.  
–Se acaba de afeitar, pero en los afiches de la miniserie, con barba, usted "es" Marx ¿Cómo juega en los espectadores el parecido físico?
–Constantemente me dicen que somos iguales, pero no estoy muy convencido de eso. Todos vieron a Marx alguna vez en retratos, daguerrotipos o láminas. Pero afortunadamente, nadie lo escuchó hablar.
–Ahí terminan de confirmar que, además, "están viendo" al mismísimo Karl en persona.
–Claro (se ríe). Lo que en su momento pasó con la obra de teatro, y ahora en la serie, es cruzarme con estudiantes de Economía o Ciencias Políticas que agradecen, porque después de verme comprendieron mejor los textos que habían leído.
–Marx en el Soho se estrenó en el ámbito de la CTA, y Marx ha vuelto fue producida por el PTS. Una especie de continuidad en querer establecer la conjunción entre lo político y lo artístico.
–Es así. La obra arrancó en 2007, con puesta de Manuel Callau y asistencia de dirección de Liliana Andrade, mi actual coach. Fue increíble, porque no teníamos sala, a los productores no les interesaba, y tampoco podíamos entrar en festivales. Hasta que aparecieron los compañeros de ATE y nos invitaron a que hiciéramos funciones allí. Recorrimos municipios, sindicatos, cooperativas, el teatro SHA. Y justo un 1º de mayo estrenamos en un lugar de Boedo. Hasta que los muchachos del Instituto me propusieron hacer algo para sumarme a los cursos que brindan en todo el país.
–¿Cómo lo tomó?
–La idea me pareció genial. Sobre todo porque me interesaba generar un hecho artístico, aportando mi trabajo a la construcción que estos compañeros llevan adelante con tanto esfuerzo. En la obra, Marx vive con su familia, desnuda sus penas y conflictos durante el período en que escribe El Capital, deja ver conflictos personales y penurias económicas de todos los días. Para la serie, los chicos también querían a un Marx coloquial, simple, que se sentara en un bar con los pibes a tomar cerveza o mate.
–Lo contrario al mito, o en el peor de los casos, a esa imagen lavada y pasada de moda que el liberalismo intentó colgarle.
–Por supuesto. A Marx lo atacaron siempre desde distintos flancos. También dijeron que era confuso, o lo reducían a un ícono vacío usado por los partidos de izquierda. Para romper eso, tampoco es casual que la obra teatral haya sido escrita por Howard Zinn, el primer gran revisionista que denunció el genocidio de pueblos originarios en Estados Unidos. Es bueno que Marx esté entre nosotros para analizar estas cosas, pero también podés mirarlo del otro lado. Si en el mundo los hombres hubiéramos alcanzado la igualdad, la inclusión, y pudiéramos vivir dignamente de nuestro trabajo, el bueno de Karl hubiera quedado como una figura que aportó en su momento, y ahora estaríamos leyendo a otros pensadores. Pero "lamentablemente" sigue vigente.
–¿Cuál fue su reacción cuando le dijeron que la serie se difundiría por Internet?
–A veces me siento un neardental, recién hace menos de un año uso celular (se ríe). Para mí es todo un descubrimiento protagonizar una ficción que va más allá del mero entretenimiento, y apunta a contar cosas que tienen como objetivo mejorar la vida de la gente. Lo que se produce cuando alguien pincha algo en la Web es impresionante. La serie ya salió subtitulada en cinco idiomas, la piden de muchos lugares, gracias a una herramienta de difusión que es muy difícil dimensionar. 

 

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