martes, 26 de julio de 2011

Las “internas” abiertas y la proscripción de la izquierda

Va el texto con el cual se ha lanzado la convocatoria a la II Asamblea de intelectuales, docentes y artistas en apoyo al FIT


El 14 de agosto no se realizarán unas elecciones más. Ese día el régimen político argentino, con su oficialismo y su oposición de contenido patronal, procurará avanzar en un ataque en regla contra la democracia política y los derechos democráticos, que fortalece a los partidos de los capitalistas y pretende silenciar a la izquierda. Las primarias obligatorias son un producto de la llamada ‘reforma política’ ideada por Néstor Kirchner luego de la derrota electoral de 2009. Con ella, intentó reconstruir con una reglamentación electoral el proceso de disgregación de los dos grandes partidos capitalistas. Pero dos años más tarde, la reforma ha sido en buena medida derogada por sus propios autores: a las internas, se suman ahora las listas de adhesión que podrán inte­grarse después a las listas ganadoras, o sea, la negación de las propias internas. Lo único que ha quedado en pie de la reforma política son sus mecanismos proscriptivos. Primero, fueron las barreras para la legalización de nuevas personerías, que los partidos patronales sortearon contando con millones de pesos en recursos, y los partidos del Frente de Izquierda logramos vencer con un gran esfuerzo militante, logrando 75 mil afiliaciones y la legalidad en 19 provincias, y más recientemente un diputado provincial en Neuquén. Pero la reforma política impone ahora una nueva traba: como condición para participar en las elecciones generales, exige que cualquier lista obtenga el 1,5% de los votos (400.000 a nivel nacional) el 14 de agosto para poder siquiera presentar su boleta en octubre. Ello vale tanto para la fórmula presidencial como para cada distrito por separado, o sea que una lista, incluso atravesando esta barrera en el orden nacional, podría enfrentar luego la elección general con sus boletas mutiladas, sin representación en los distritos donde no hubiera llegado al piso. Será una “interna” de todos los partidos en simultáneo, además, donde la izquierda tendrá sus bo­letas y escrutinios “fiscalizados” por el gigantesco aparato punteril oficial. Por si esto fuera poco el Juzgado Electoral N°1 de La Plata acaba de disponer que el Estado se desentenderá de la distribución de boletas en los cerca de 5 mil establecimientos y las 32 mil urnas de la provincia de Buenos Aires, lo cual deja al completo arbitrio de los punteros del PJ (y hasta cierto punto de la UCR) el control de lo que ocurrirá en las mesas de votación, abre un escenario de crisis en un distrito donde compiten centenares de facciones del aparato de los intendentes de uno y otro signo político, y pone en cuestión la propia viabilidad de las internas en su conjunto.
Defendamos el derecho a la participación electoral del Frente de Izquierda votando en las internas el próximo 14 de agosto y convocando a participar en la fiscalización para defender sus votos en todo el país, y especialmente en la provincia de Buenos Aires. Votemos al Frente de Izquierda para enfrentar al régimen y a los partidos que coinciden en rescatar a banqueros y empresarios a costa de los trabajadores, para defender el 82% móvil, el fin del trabajo precario y flexibilizado; el salario igual a la canasta familiar por ocho horas de trabajo; contra la militarización de los barrios; por el desprocesamiento a los más de 4 mil procesados por luchar; porque todo funcionario político o legislador gane lo mismo que un obrero.
Se quiere silenciar a la única izquierda obrera y socialista que se enfrenta tanto al gobierno como a la oposición patronal en sus diferentes variantes, incluso de “centroizquierda”. Se intenta silenciar a los protagonistas de los procesos más avanzados de lucha y de organización en el movimiento obrero y estudiantil, a quienes luchamos contra la burocracia y contra las patro­nales nacionales y extranjeras en las fábricas, a quienes enfrentamos la persecución y la represión estatal en los conflictos, a quienes defendemos las libertades democráticas consecuentemente, a quienes formamos parte de las organismos de derechos humanos que no fueron cooptados, a quienes peleamos en defensa de la educación en los colegios y en las universidades.
Frente al intento de proscripción de la izquierda y para discutir la forma de enfrentarlo, llamamos a todos los intelectuales, docentes y trabajadores de la cultura que se reivindican del espectro de la izquierda y rechazan el intento proscriptivo impuesto por el gobierno y la oposición, a sumarse activamente a la lucha contra la proscripción, impulsando el voto por el Frente de Izquierda en las internas del 14 de agosto y participando de la nueva Asamblea de docentes, intelectuales y artistas en apoyo al Frente de Izquierda y los Trabajadores el miércoles 3 de agosto en la Facultad de Sociales.

MIÉRCOLES 3 DE AGOSTO, 19.00 HS.
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES (UBA),
SEDE M.T. DE ALVEAR 2230, AULA 300.

viernes, 22 de julio de 2011

Un "rescate" que mantiene la soga al cuello de Grecia

Juan Chingo nos ha enviado desde Europa unas breves líneas sobre el acuerdo logrado ayer por los líderes europeos para impulsar un nuevo rescate a grecia. Aparte de los puntos destacados por él, queremos señalar que, aunque las bolsas de todo el mundo han subido ayer y hoy en celebración de este anuncio, aún no está despejado el panorama, y la amenaza de que las calificadoras pasen a considerar que la deuda griega está en default sigue firme, como lo muestran los anuncios realizados el día de hoy por la agencia Fitch.


Al día siguiente de siete horas tensas de reunión entre Merkel y Sarkozy desde la tarde hasta la noche del 20/7, que permitieron llegar a un acuerdo de último momento, los responsables de la zona euro reunidos en una cumbre de urgencia en Bruselas se han puesto de acuerdo en un nuevo plan de “salvataje” de Grécia. Admiten por primera vez que este país no podrá reembolsar el conjunto de sus deudas y aceptan un default parcial, el primero en décadas que se produce en un país capitalista avanzado. Alegando a su vez que Grecia está en una situación única, cuestión dudosa, sacan de hecho a este país del mercado de capitales por diez años, haciéndose cargo el Eurogrupo de su rehabilitación con un nuevo prestamo a tasas más bajas que las actuales y una promesa de inversiones, en lo que el Consejo Europeo llama pomposa y exageradamente un “Plan Marshall”.
Aunque el plan implica una cierta bocanada de oxígeno para Grecia y su gobierno, sólo implica una leve reducción de la carga de la deuda –de alrededor de 21 % del monto total– en el marco de que mantiene todos los ataques draconianos a los trabajadores y el pueblo griego. En otras palabras, la anunciada reestructuración es demasiado limitada para restablecer la capacidad de pago de Grecia, por lo que ésta seguirá dependiendo del goteo de fondos de sus socios europeos a cambio de una tutela económica internacional y una necesidad reforzada de medidas adicionales cumplir sus compromisos reforzada, en especial las privatizaciones. Dicho crudamente, el plan implica el sometimiento de las masas griegas a treinta años más de sangría.
Junto a estas medidas, el plan impone una cierta participación del sector privado en los costos, a la vez que se flexibilizan las condiciones de funcionamiento del fondo de rescate europeo, el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSF, por sus siglas en inglés),permitiendo que extienda créditos preventivos y recapitalice los bancos de países con problemas, aunque no hayan sido rescatados, a la vez que la compra de bonos en el mercado secundario de deuda pero solo bajo orden del BCE y bajo circunstancias de extrema inestabilidad financiera , medidas pensadas teniendo en cuenta la frágil situación de España e Italia, países donde se juega el destino del Euro. El punto mas débil de todo esto es que las nuevas condiciones y tareas otorgadas al EFSF se hacen sin aportar un sólo Euro de más a sus ya sobrecargados fondos, por lo que aún esta por verse si serán eficaces en lograr sus objetivos.
El acuerdo –mejor de lo esperado por los analistas burgueses– saca por el momento a la Eurozona del abismo en que estaba luego de la extensión del contagio a Italia, la tercera economía de la Unión Europea, en las últimas semanas, aligerando momentáneamente las tensiones en el mercado de la deuda soberana aunque a um alto precio.
Sin embargo, a pesar de la reacción positiva de los mercados y del triunfalismo de muchos comentaristas, el mismo aún esta lejos de constituir una solución a largo plazo para lograr la estabilidad de la zona Euro.




miércoles, 20 de julio de 2011

La situación económica internacional a tres años de la “Gran Recesión”

Algunos aspectos para analizar la situación mundial, yendo algo más allá de los apuros europeos que concentran la atención inmediata.
1 – En la coyuntura, tenemos dos cuestiones entrelazadas: la primera, discutida ampliamente por Paula Bach en 1937: una comparación muy significativa, es que las medidas tomadas para hacer frente a la caída de la economía real, permitieron salir de la catástrofe, pero tanto EEUU como muchas economías europeas -sin contar a las que están claramente al borde de la cesación de pagos- siguen dependiendo de la existencia de algunas medidas de estímulo. Ya son varios los que anuncian que una recaída en la recesión económica está en marcha en los principales países de Europa, exceptuando Alemania, y en EEUU. Los números sobre el empleo difundidos en este último país hace algo más de un mes, que mostraron un nuevo ligero aumento en el paro, ilustran este peligro. Los niveles reales de desempleo en Estados Unidos están por las nubes. Aunque la tasa oficial de desempleo de junio fue de 9,2%, utilizando la definición que se aplicaba hasta 1994, la tasa sería de 22,8%. Esto sin contar el subempleo o empleo a tiempo parcial, que afecta a una creciente proporción de trabajadores y en las estadísticas oficiales es considerado como “empleo” a tiempo completo. Como señala un artículo reciente “No se trata ya de cesantía a corto o mediano plazo, sino del aumento de un desempleo crónico, que supera los dos años y alcanza hasta los cuatro años” (Alberto Rabilotta, "¡Es el trabajo asalariado, estúpido!").  La situación es similar en países como Francia o Gran Bretaña. Pero la situación es y será mucho peor en los países afectados por la crisis de la deuda y que están siendo obligados a aplicar severos programas de austeridad, como Grecia (16 por ciento de cesantía sin computar el desempleo a largo plazo y la imposibilidad para los jóvenes de incorporarse al mercado laboral) o España (21 por ciento de desempleo oficial), así como en Portugal, Irlanda e Italia.Las políticas de estímulo mostraron un éxito relativo en contener una situación que entre fines de 2008 y comienzos de 2009 aparecía como catastrófica, pero sin que haya un reanimamiento de la actividad económica independiente de las “muletas”. Europa y EEUU están sumidos en una situación depresiva, que las políticas de ajuste podrían transformar en una caída, aunque tal vez no muy pronunciada en tanto se evite los defaults. Krugman, Kenneth Gallbraith y otros discuten que los estímulos tuvieron resultados tan magros por su magnitud limitada. Sin embargo, la situación de crisis fiscales está mostrando que en la mayoría de los países se hizo más allá de lo que podía sostenerse. Entre los desarrollados, tal vez las únicas excepciones sean EEUU (a pesar de las dificultades del gobierno federal para elevar los topes autorizador para la emisión de deuda) y Alemania. Podría argumentarse que un mayor estímulo hubiera sido exitoso en reactivar las economías, y que eso habría ayudado a salvar la situación fiscal, ya que la recaudación impositiva hubiera mejorado las arcas fiscales, y la carga de la deuda en relación a la economía se habría reducido. Pero esto supone que más de lo mismo hubiera tenido un efecto no sólo cuantitativamente, sino cualitativamente distinto, lo cual no está demostrado. Tal vez, sólo habría significado que las crisis fiscales hubieran sido aún más agudas.
Como sea, las condiciones políticas llevan hoy a descartar una nueva ronda de estímulos fiscales, ya que por el contrario lo que se discute en EEUU y Europa es la magnitud de los recortes, en muchos países al borde de la cesación de pagos.
Es importante considerar entonces qué posibilidades existen de que estos ajustes se complemente con alguna otra que contrarreste el sesgo recesivo de dicha política. Las chances para un estímulo no fiscal -es decir monetario- se ven difíciles, según sugieren algunos datos. El 5 de julio The Wall Street Journal afirmaba que mientras la economía estadounidense está pasando por una de “sus más lentas recuperaciones desde la Gran Recesión”, las grandes empresas están listas para reportar “sólidos ingresos para el segundo trimestre, exponiendo una dicotomía entre el comportamiento de las corporaciones y la salud general de la economía”. Si al comienzo de la “Gran Recesión” muchos economistas mostraban preocupación por una posible “recuperación económica sin creación de empleos”, en realidad tenemos en el caso de las “economías avanzadas”, exceptuando Alemania, una vigorosa “recuperación de beneficios” de la clase capitalista en medio de un evidente estancamiento económico que amenaza convertirse en una nueva recesión global por la aplicación generalizada de políticas fiscales de austeridad, por el creciente desempleo y subempleo, y la consiguiente baja del consumo. Esta recuperación de beneficios que no son lanzados a un nuevo proceso de acumulación -no decimos nuevas inversiones en capital fijo, sino que ni están registrando que las empresas realicen nuevos desembolsos importantes en capital circulante- sino que se ha transformado en un colchón. Las empresas están ‘sentadas” en más de un billón y medio (1 500 000 000 000) de dólares porque –según Krugman- no “ven” una demanda de parte de los consumidores. Mientras tanto los bancos disponen de reservas excedentes por otro 1.5 billón que no están prestando. Las empresas prefieren ahorrar ese capital en lugar de invertirlo, y cuando deciden invertir prefieren hacerlo en China y Brasil en lugar de en EEUU. No hay demanda de los consumidores que permita la reactivación de la economía real porque no es posible ni rentable, en términos capitalistas, generar una masa crítica de nuevos empleos con salarios decentes, o aumentar los salarios en términos generales, para elevar el consumo de bienes.
Si la burbuja financiera que acompaño la crisis estuvo alimentada por el recurso masivo al crédito, y esto dinamizó también el consumo, hoy estamos en una situación donde todo ingreso o beneficio adicional es utilizado para reducir pasivos, o para armar colchón en prevención de una situación que se espera que seguirá mal o incluso peor, y no para consumo. Este aumento del ahorro reduce la demanda efectiva, lo que a la vez desincentiva aún más la inversión, en un círculo vicioso repetido en todas las situación de depresión (sobre esta dinámica estudiada abstractamente ver aquí).

Esta situación, donde todo ingreso adicional es destinado a incrementar el ahorro, y donde la liquidez que tienen los bancos no es destinada a créditos ni para consumo ni para inversión, es característica de lo que normalmente se conoce como una trampa de liquidez. Esto significa que tanto los bancos como las empresas y los individuos se aseguran el efectivo como colchón y no hay manera en la que la política monetaria puede operar para incentivar la actividad económica. Desde que se produjo el corte en los canales de liquidez con la caída de Lehman Brothers -que impactó no sólo sobre los bancos de inversión sino también sobre los comerciales, las aseguradoras y los mercados de dinero-, a pesar de que luego se inyectó dinero por distintos mecanismos y se permitió maniobras contables que mejoraron los balances bancarios, se mantiene esta situación de liquidez inmovilizada. Esto significa que mientras la política fiscal está siendo contractiva en Europa y EEUU, no hay manera que la política monetaria usual pueda contrarrestarlo.

2 - La segunda cuestión, son las crisis presupuestarias. Esta se entrelaza a la primera, porque justamente mostró el techo muy bajo en el que el gasto estatal para operar como contratendencia frente al hundimiento económico, especialmente -pero no exclusivamente- en la periferia Europea. Acá la pregunta clave es ¿Puede Grecia ser un nuevo Lehman? Es decir, ¿puede operar como un disparador de pasivos contingentes operados en lo que se conoce como shadow banking (insituciones financieras no reguladas) que impacte sobre el conjunto del sistema financiero, disparando simultáneamente una crisis de liquidez y un agravamiento de la situación de insolvencia que ya muestran varios bancos, como muestran los stress test a bancos europeos cuyos resultados aparecieron en días recientes?

Si Grecia fuera librada a su suerte y cayera en default, los efectos centrales no serían tanto por las consecuencias directas de dichos impagos, sino por las implicancias sobre otros países en situación similar. Los bancos han reducido su exposición a la deuda griega. Para tratar de disminuir los riesgos, los bancos franceses disminuyeron en 2010 su exposición en Grecia, que se redujo en un 44 %, pasando de 27.000 millones a 15.000 millones de dólares. Los bancos alemanes efectuaron un movimiento similar: su exposición directa bajó un 60 % entre mayo de 2010 y febrero de 2011, pasando de 16.000 millones a 10.000 millones de dólares. Fueron el FMI, el BCE y los gobiernos europeos los que reemplazaron progresivamente a los bancos y otras entidades financieras privadas. El BCE posee en forma directa 66.000 millones de euros de títulos griegos (o sea, el 20 % de la deuda pública griega) que adquirió en el mercado secundario a los bancos. Aunque, hasta mayo de 2011, el FMI y algunos gobiernos europeos ya habían prestado 33.000 millones de euros, sus préstamos continuaron aumentando.
Sin embargo esto no se detiene allí, el BCE aceptó de los bancos griegos 120.000 millones de euros en títulos de la deuda griega como garantías (colaterales) de préstamos que había otorgado con un tipo de interés del 1,25 %. El mismo procedimiento se reprodujo con Irlanda y Portugal.

El impago de la deuda Griega exacerbaría la presión sobre el conjunto de la zona euro. El 7 de julio de 2011, Moody’s colocó a Portugal en la categoría de deudas de alto riesgo. Unos días después, los especuladores atacaban a Italia. Lo que la vuelve comparable a la caída de Lehman, es el gatillo de los complejos seguros realizados sobre la deuda, que es lo que más podría comprometer al conjunto del sistema financiero europeo en montos que son incalculables. Pero además, está el propio compromiso que tiene actualmente el BCE en deuda Europea. Si ek default se extendiera más allá de grecia, podría barrer con una porción considerable del capital del BCE, el ortodoxo guardián de la estabilidad en la eurozona. Desde 2010 ha adquirido 75 mil millones de euros en bonos del gobierno, además de 150 mil millones en actives financieros constituidos como colaterales de bancos griegos, que también están respaldados por el gobierno griego en gran medida. El problema no es tanto esta deuda, sino el efecto que tendría sobre los bonos de Portugal e Irlanda. Si estos caen mucho, podría ser necesario una inyección de euros para reconstituir el capital del propio banco central.

Existen fuertes intereses contrapuestos en juego, que se ponen en evidencia en la presión de las calificadoras de riesgo norteamericanas que siguen bajando la nota de la deuda de los países europeos, mientras se profundizan las maniobras especulativas contra los bonos de deuda soberana. Detrás de estas movidas, se puede señalar lo provechoso que resultaría para los grandes bancos norteamericanos un deterioro en los balances de sus pares europeos, que los transformaría en potenciales compras de oferta.

Lo cierto es que esto hace difícil la posibilidad de un escenario de reestructuración negociada de la deuda griega, por la presión de las calificadoras de deuda, que han salido a afirmar que cualquier renegociación haría ingresar la deuda en categoría de default, trayendo las mismas consecuencias catastróficas que vendrían de una cesación de pagos declarada unilateralmente sin propuesta de reestructuración de ningún tipo. Esto hace que los costos no cambien demasiado entre una salida negociada y la más traumática salida unilateral. Por eso la línea del BCE y de varios países de Europa es mantener la presión sobre los países más comprometidos y proveer nuevos fondos que alivien la situación un tiempo más. La perspectiva, entonces, es que buscarán contra reloj negociar un nuevo rescate, como quieren imponer Francia y el Banco Central Europeo, acompañado de nuevas medidas de austeridad, aunque Alemania y otros países mostraron resistencia a realizar nuevos desembolsos. Esto no es un plan de salida: como plantean Krugman y Brad DeLong respecto de EEUU (y como hemos vivido acá en Argentina, sólo que en una escala más dramática), la línea de austeridad mantendrá las economías deprimidas, reduciendo de esta forma los ingresos fiscales que dependen de la evolución de la actividad, haciendo por lo tanto imposible cumplir el compromiso de que cierren las cuentas. Las medidas de austeridad llevan además a que la deuda se incremente en relación al ingreso nacional, aumentando la carga de los pagos hasta niveles imposibles, en economías como la griega que se prevé que caerá 3,5% este año, luego de haberse contraído un 4,4% en 2010.
Esto es insostenible a mediano plazo. Sin embargo es posible que se concrete un rescate, no porque se espere del mismo otro resultado, sino porque la apuesta es evitar un estallido con efecto dominó desde Grecia hacia España, Portugal, Irlanda y -sobre todo- Italia. Las “ayudas” no son realmente tales para Grecia, sino que básicamente buscan sentar las bases para aislar lo más posible los efectos de la cesación de pagos cuando esta se concrete.

3- Las alternativas que plantean EEUU y Europa se mueven entonces entre la prolongación de una situación depresiva y la posibilidad de una nueva caída si nuevamente se corta la cadena de liquidez producto de un default -lo cual sería expresión de una más grave situación de insolvencia extendida por la persistencia de activos tóxicos y la nueva crisis de deuda. La excepción es por ahora Alemania que gracias a una considerable reorientación de sus exportaciones hacia China viene creciendo fuerte.
Si la situación de liquidez arrastrara una nueva caída fuerte, un elemento agravante sería la situación fiscal comprometida de los Estados. Para Europa y EEUU no existiría la posibilidad de responder con intervención estatal. Este colchón que existía en 2008 hoy está descartado.


4- No son los padecimientos Europeos y la disputa con bajar el gasto en EEUU a la vez que elevar el monto de endeudamiento, las únicas consecuencias que revelan que las medidas de contención devinieron eslabones débiles. Como señala un artículo reciente de Alex Callinicos, “en todos los demás países la intervención ha tenido diferentes -pero igualmente desestabilizadoras- consecuencias” (Callinicos, Alex, Unsteady as she goes).
Se habló bastante de desacople o conceptos similares desde el estallido de la crisis. Peo se ha pasado por alto que hubo elementos vinculados a los propios mecanismos de contención de la crisis que operaron en cierta medida de forma virtuosa sobre la periferia. Por ejemplo, el aumento de los precios de los commodities está asociado a la masiva inyección de dinero barato realizada por los bancos centrales de EEUU, Europa, Gran Bretaña, y otros países. Una parte abrumadoramente importante de estos fondos han fluido hacia los países de la periferia, lo cual por un lado generó tendencias a la apreciación de algunas monedas, pero por otro lado ha permitido sostener crédito baratao que ha alimentado el consumo, y en ocasiones contribuido a replicar algunas burbujas otros países. Brasil ha podido tener en el último año y medio un boom de consume bastante extendido gracias al ingreso de capitales, aunque a la vez viene aumentando la preocupación por la apreciación de la moneda.

En el caso de China, se articuló también una importante entrada de capitales de corto plazo, que se sumó a la firmeza que venían teniendo los montos de inversión directa. Casi todos los analistas coinciden en señalar la existencia de una burbuja inmobiliaria, además de una inflación que aunque no parece tan alta (5,3%) más que duplica el promedio mundial, y ha disparado medidas de combate contra la misma, como la suba de las tasas de interés.
La otra cuestión, que es central para empezar a pensar qué margen puede tener China para encarar una transición hacia otro rol en la economía mundial, es si ya estamos ante los síntomas de una sobreacumulación, agravada por la acción del Estado ante la crisis. Para Roubini, “la economía China está recalentada hoy [generando tendencias inflacionarias] pero, en el trascurso del tiempo, la sobreinversión va a probarse deflacionaria tanto localmente commo a escala global. Cuando aumentar la inversión en capital fijo se vuelva imposible –probable mente en 2013- a China le espera un agudo enlentecimiento […] China ha crecido durante las últimas décadas liderada por las exportaciones y con la base de una moneda débil, que resultó en grandes ahorros de empresas e individuos y creó gran confianza en las exportaciones netas y la inversión fija (infraestructura, inmuebles, y capacidad industrial). Sobre a base de esta lógica la respuesta a la crisis fue un salto en la inversión como parte del PBI, que pasó del 42% al 47%”.
En 2010 y 2011 ha seguido aumentando la proporción de la inversión. Y hoy se puede decir que casi la mitad de la producción va a inversión.

Se plantean dos problemas con esto. Uno es la dificultad para explotar provechosamente estas infreaestrucuturas. Y el otro, es que cada vez parece ser más difícil garantizar el pago de los créditos que sostuvieron estas inversiones. Muchos municipios y sociedades mixtas podrían entrar en la insolvencia, depreciando a la vez fuertemente los activos en los que invirtieron, y golpeando sobre la burbuja inmobiliaria y sobre el consumo. Algunos fondos de inversión han comenzado a retirar algunas inversiones de China.
Para sosntener la recuperación frente a estas amenazas, está la apuesta del gobierno chino por extender la importancia del consumo doméstico. El nuevo plan quinquenal propuso una batería de medidas que, según estima Stephen Roach podría alcanzar “para impulsar el consumo privado como porcentaje del PIB chino desde su mínimo nivel actual de un 36 por ciento, aproximadamente, a algo así como entre el 42 y el 45 por ciento en 2015”.
Pero el carácter de los sectores burgueses que más se han beneficiado con el crecimiento liderado por las exportaciones plantea que este giro hacia el mercado interno no es solamente una cuestión de cambiar una política económica. Herman Schwartz, sostiene que desde el punto de vista de la elite económica, vinculada al partido, “la rentabilidad descansa en última instancia en las exportaciones en vez de en una lucha brutal en el mercado chino caracterizado por ninguna lealtad hacia las marcas, ni diferenciación de producto, ni habilidad de los trabajadores para presionar al alza de los salarios(Schwartz, Herman M, Subprime Nation: American Power, Global Capital, and the Housing Bubble, Londres, Cornell University Press, 2009, citado por Callinicos, Alex, Unsteady as she goes).

Otra cuestión que se plantea para China es la posibilidad de sostener la moneda depreciada, lo que fue la base para lograr las altas exportaciones. Y que, por los objetivos propuestos por el plan Quinquenal, seguirá siendo primordial, ya que no hay plan de que China reemplace las exportaciones con un crecimiento basado en el mercado interno, sino que se busca una combinación entre mercado doméstico y exportaciones. Acá, tanto las medidas de coyuntura contra la inflación, como el crecimiento del mercado de capitales en renminbi (se ha empezado a emitir deuda en dicha moneda) plantea dificultades para seguir atando su moneda al dólar para evitar que se aprecie.
Stephen Roach plantea además otro problema, que es la acuciante cuestión de los tiempos, ya que el intento de transición en China se realiza en un contexto mundial de estancamiento que podría volver a ser de caída en algunos países próximamente: “al pasar a una dinámica más impulsada por el consumo, China reducirá su ahorro excedente y tendrá menos remanente para financiar los permanentes déficits de ahorro de países como los Estados Unidos. La posibilidad de semejante reequilibrio mundial asimétrico –en el que China sea la vanguardia y el mundo desarrollado vaya a la zaga– podría ser la principal consecuencia no deseada del Duodécimo Plan Quinquenal de China”.
Es importante destacar que para China el alto crecimiento es condición no sólo para mantener un tren de desarrollo, sino para la propia estabilidad social en el país.

5- Además de señalar estas contradicciones, tenemos que señalar que con el agotamiento de los planes de estímulo, se plantea la pregunta de qué posibilidades tienen los países como los BRICs que mostraron en los últimos años un importante crecimiento, de mantenerlo si no hay recuperación en EEUU y el conjunto de Europa. El fuerte crecimiento de los “emergentes” estuvo enmarcado por la estabilización europea, sin la cual no se habría registrado. En el caso chino, por ejemplo, el efecto de los planes de estímulo se acompañó de la recuperación parcial de las exportaciones -aunque esta tuvo como requisito una cierta diversificación y políticas de dumping pero también que se reactivaran parcialmente las compras en EEUU y otros países de europa. Además -como ya vimos en el caso de China pero aplica para otros países- las medidas “de emergencia” con las que se respondió a la crisis no constituyeron en ningún modo las bases para un “desacople” sostenible a largo plazo para basar el crecimiento y el desarrollo del mercado interno .

6- Ante la parálisis fiscal, ¿EEUU lanzará un QE3? La pata fiscal está completamente desmantelada, discutiendo ajustes, mientras los datos de empleo ya mostraron un nuevo aumento. La política monetaria de corto plazo no tiene efecto, y como ya vimos tampoco la monetaria por los indicios de “trampa de liquidez” que señalamos, por lo cual no hay posibilidad de actuar abaratando las tasas o inyectando dinero a través de los canales tradicionales de la política monetaria. Está además el problema de la inflación, que comenzó a aparecer en el propio EEUU dando signos de una situación de “estanflación”. Esta apuesta desesperada a un QE3, de volver a actuar como “inversionista en última instancia” como la llama Roubini, comprando activos financieros de largo plazo, muestra las limitadas opciones de que se disponen. También, anuncia nuevas desestabilizaciones en los precios de activos, commodities y flujos de capitales, como las que ha ocasionado el QE2 durante el primer semestre del año. 

Se confirma lo que ya hemos planteado en este blog; los cambios abruptos y las situaciones inestables son la marca de estos tiempos de desequilibrios disparados por la crisis iniciada en 2007, que sigue dando  nuevos capítulos. También empiezan a serlo, con modestos pasos en Medio Oriente y en Europo, las respuestas de los explotados ante la impotencia de las clases dominantes para dominar los devastadores efectos de la crisis capitalista. 

lunes, 11 de julio de 2011

Breves notas polémicas sobre los determinantes del crecimiento de la economía argentina y sus contradicciones actuales

Quería señalar algunas breves cuestiones, a propósito de una columna publicada el día de ayer en los temas de debate económico de Página/12. Ésta básicamente se dedica a repetir lo que parece ser el único caballito de batalla al que se reduce su credo heterodoxo. Básicamente que "1) La economía no tiende espontáneamente hacia el pleno empleo potencial; 2) el nivel y la tasa de crecimiento de la demanda efectiva influyen en el desarrollo de los recursos productivos y, por ende, en el PIB potencial". Si uno hiciera algunas salvedades, podría decirse que, salvo que uno quiera aferrarse a alguna variante neoclásica -tradicional o moderna, siempre ramplona- estas afirmaciones son bastante triviales y poco discutibles. Como mínimo, la economía NO TIENDE SIEMPRE hacia el pleno empleo potencial; cuando por distintos motivos se retrae -en el conjunto de la economía o en sectores importantes de la misma- el proceso de aplicación de las ganancias obtenidas en un nuevo ciclo de producción de mayor escala que el precedente (es decir cuando decae la acumulación de capital) esto tiene como consecuencia un decaimiento en la tasa de crecimiento del producto y de la demanda agregada, que a la vez impacta sobre las ganancias y por lo tanto incrementa la presión a la caída de la acumulación. Este cadena de eventos, librada a sí misma, en ningún modo puede pensarse, a la manera en la que lo hacen la escuela austríaca o los neoclásicos del tipo RBC (Real Bussiness Cycle) como un proceso "autorregulador" necesario luego del cual la economía saneada recuperará rápidamente el pleno empleo potencial. Como mínimo, puede decirse que antes de que algo así pueda siquiera plantearse, el "saneamiento" puede ser un proceso en varias rondas de bancarrotas económicas, depresión, deflación y desempleo en aumento.
También está fuera de discusión -siempre con algunas precisiones- que el nivel de crecimiento de la demanda efectiva influye en el los nivels de crecimiento y en el desarrollo, y que alimentar dicho crecimiento puede en algunas condiciones dinamizar la acumulación. Claro que, en su análisis, se habla de un recipiente (capacidad productiva) un flujo (la demanda efectiva), pero lo que no aparece nunca es ela cuestión de la rentabilidad. Se busca polemizar contra la idea de que antes de hacer políticas de demanda es necesario ampliar el recipiente, es decir incrementar la capacidad. La clásica vulgata de los ortodoxos contra cualquier política redistribucionista. Pero frente a éste planteo, la formulación que hacen adolece del mismo problema básico: hablar de la economía, de la importancia de la oferta y la demanda, sin partir de que el metabolismo de la economía capitalista se encuentra detterminado por la evolución de la ganancia. La demanda agregada se encuentra determinada en primera medida por las decisiones de producción de los capitalistas (que implican sus gastos en pagar salarios, comprar insumos y materias primas, y adquirir nuevos medios de producción) que dependen de la rentabilidad, que varía a lo largo del ciclo por diversos factores. La capacidad que tiene el impulso "autónomo" a la demanda depende siempre de la situación concreta, y no es una fuerza operante en iguales condiciones con abstracción del desenvolvimiento cíclico de los capitales.
Sin embargo, a despecho de lo discutible de las definiciones abstractas, la cosa escala con la lectura sesgada que tienen que hacer de la evolución reciente de la economía argentina, para que cuaje su análisis en sus postulados teóricos (varias de estas cuestiones las hemos discutido ya con uno de los autores en otra parte; ver aquí). El primero de estos "sesgos" (por no llamarlo dibujo) en su argumentación
aparece cuando se pretende que el crecimiento argentino de la última década se explica primariamente porque "el gobierno desoyó esas recomendaciones [de jerarquizar la oferta y no la demanda]". Se olvidan que antes de eso, lo que al pasar mencionan como el "tipo de cambio competitivo", se impuso de la mano de una megadevaluación que significó una masiva redistribución.... de los asalariados al capital. Este formidable desplome de los costos laborales (ver aquí) fue, junto con el crecimiento de la demanda externa, uno de los motores de la producción local. Les guste o no a estos economistas, cualquier otroa medida de impulso a la demanda efectiva, con excepción de los planes jefes y jefas y alguna suba no remunerativa del salario (que no llegaron en magnitud a compensar el "shock" negativo que tuvo la caída del salario real), no llegó hasta bastante más adelante. Fue la recomposición de las ganancias producto de la devaluación el factor que dinamizó el crecimiento, y no la demanda. Esta es una primer falacia de sus argumentaciones.
Un segundo problema (al menos si se quiere dar cuenta de lo que realmente esta ocurriendo con la economía argentina y de los efectos del accionar estatal) es pretender que dentro de la batería de políticas económicas, aquellas de impulso a la demanta ocupan un lugar destacado. Esto no es así. Hace años, la principal partida presupuestaria luego de los pagos de capital e intereses de deuda, correponde a subsidios. Para el año 2010, exceptuando los subsidios a las personas dentro de la masa total (que según IDESA alcanzó los $115 mil millones), 69 mil millones fueron subsidios a las empresas. De esta masa, $32 mil millones fueron compensaciones a empresas como compensación por controles de precio o regulaciones similares. Es decir, que se destinaron a solventar la ganancia que numerosas empresas -nacionales y extranjeras- dejaron de percibir por verse obligadas a aceptar algún límite a su voradidad. Habría que ser bastante rebuscado para considerar que estamos en este caso ante una política de "impulso a la demanda agregada". Estamos ante lo mismo en los otros $ 37 mil millones correspondientes a subsidios al transporte, de los cuáles sólo tal vez los fondos destinados a exportar combustible puedan contabilizarse como impulso a la demanda, con la salvedad de que se trata de un pobre paliativo para una catastrófica política energíta, con muy poco de nacional y nada de popular, (que entre otras cosas ha permitido que Repsol amasara grandes fortunas explotando avidamente las reservas comprobadas de gas y petróleo y sin invertir en exploración, y paga carísimo afuera el fuel oil que podría adquirirse aquí más barato).
Por último, otra consecuencia de querer salir del paso con definicioes abstractas en vez de meterse en incómodos análisis concretos, es pasar por algo algunos efectos indeseados de las políticas de demanda que sí existen (la mayoría de ellas para consumidores de estratos medios altos que puedan embarcarse en cuotas, y dudosamente presentables como una política redistribucionista nac & pop; aunque es cierto que muchos trabajadores están consumiento a lo loco los pesos que ahorran, comprando también en cuotas, para evitar que la inflación pulverice el poder adquisitivo de esos pesitos). Este impulso a la demanda, viene teniendo entre sus principales efectos un crecimiento exponencial de las importaciones. Se trata en muchos casos de productos terminados o insumos que se producen localmente pero no en la escala suficiente, porque hacerlo requeriría más inversión. La demanda, entonces, no repercute en este caso ni en desarrollo ni en una mayor tasa de crecimiento.
Entonces, centrarse en la polémica contra quienes plantean el enfriamiento de la economía es esquivar el bulto. El esquema K ha acumulado desequilibrios, no tanto por impulsar la demanda (aunque sí lo ha hecho, no es esta la clave en los aumentos del gasto) como por buscar administrar el agotamiento del esquema de crecimiento basado en dolar caro y salarios planchados (sobre dicho agotamiento, ver aquí). La apuesta kirchnerista a administrar dichos desequilibrios permitiendo que se profundicen, o el ajuste ortodoxo, son dos variantes que, por vías diferentes, preparan enormes costos que serán soportados por los trabajadores y los sectores populares. La discusión, desde el punto de vista de la clase trabajadora, no puede reducirse a optar entre lo malo (seguir como hasta ahora preparando el futuro estallido de los desequilibrios en curso) o lo peor (un ajuste ortodoxo ya para imponer una supuesta "racionalidad" capitalista frente a los desajustes actuales), sino cuestionar las propias bases del capitalismo semicolonial, expropiando a los expropiadores capitalistas, nacionales y extranjeros y tomar medidas fundamentales para cortar con el saqueo imperialista que durante estos años no hizo más que profundizarse aunque la bonanza lo haya disimulado.

domingo, 3 de julio de 2011

Carta Abierta con Filmus y Tomada, el Frente de Izquierda con los docentes de Santa Cruz

Reproducimos la declaración emitida por la coordinación de la Asamblea de docentes, intelectuales y artistas en apoyo al Frente de Izquierda y de los Trabajadores.

Carta Abierta con Filmus y Tomada, el Frente de Izquierda con los docentes de Santa Cruz


Hace pocos días se ha hecho pública una nueva declaración de Carta Abierta, que busca apoyar la fórmula kirchnerista de Daniel Filmus y Carlos Tomada en las próximas elecciones porteñas que se realizarán el 10 de julio. Contra el “modelo de ciudad” macrista, los intelectuales de Carta Abierta reivindican el “derecho” a una ciudad donde se exprese “la polifonía dispar de las lenguas que la habitan” y lo “indígena soterrado” en ella, reclamando que sea espacio de “la política pública” en las plazas y que sea un “lugar de la memoria”.

La memoria de estos intelectuales, no obstante, falla cuando se trata de las “plazas”: olvidan los episodios de fines del año pasado en el Parque Indoamericano, donde la política racista y represiva de Macri fue acompañada por la Policía Federal dependiente del gobierno nacional, con el saldo de tres compañeros asesinados; luego Aníbal Fernández se encargó de extorsionar en vivo y en cadena nacional a quienes reclamaran en las calles con la quita de planes municipales y nacionales. Carta Abierta olvida, también, que el hasta hace poco aliado clave del gobierno, Sergio Schoklender, estuvo entre las principales voces que pidieron la represión. No se trata de un olvido casual: los autores de la nueva Carta Abierta tienen que defender a un gobierno nacional que no muestra ningún empeño en que “la polifonía” que habita la ciudad tenga acceso a una vivienda digna. La carta denunciaba la “privatización de las riberas del Plata, limitándolas a coto para viviendas y consumo suntuarios” precisamente en las mismas horas en que el gobierno nacional reprimía la protesta de los vecinos contra el Vial Costero en Vicente López, una de las expresiones más extremas de esa privatización.

En la nueva Carta Abierta no hay lugar, tampoco, para señalar que la criticada “Buenos Aires gerencial” no comenzó con Macri, sino que viene de largo: la creación de la Corporación Puerto Madero y Buenos Aires Sur, la utilización de los fondos del Banco Ciudad para el pago de la deuda pública, la privatización y la formación de ‘cajas paralelas’ fue iniciada por los Grosso y los Domínguez, y continuada por los Telerman y los Ibarra—que hoy se presenta como “colectora” de los candidatos que defiende Carta Abierta. No hay lugar para destacar que esa misma “Buenos Aires gerencial” es “gerenciada”, hoy mismo, tanto por el PRO como por los kirchneristas: desde las votaciones conjuntas en la Legislatura hasta la integración de los mismos kirchneristas como ‘gerentes’. Hasta hace muy poco el presidente de la Corporación Puerto Madero era nada menos que un dirigente de La Cámpora.

La privatización de la ciudad de Buenos Aires solo pudo llevarse adelante con la colaboración de los burócratas sindicales devenidos en empresarios: Carta Abierta olvida justamente mencionar el punto cuando su lista de legisladores lleva como candidato a Alejandro Amor, burócrata del Sutecba, y uno de los más importantes socios del macrismo. Por ello tampoco sorprende que en la Carta Abierta no haya lugar para denunciar que entre los representantes del supuesto proyecto nacional y popular para candidatearse al gobierno porteño se encuentra un íntimo aliado de Pedraza y abogado de la Unión Ferroviaria por más de 20 años: Carlos Tomada. La Carta guarda silencio sobre los vergonzosos diálogos íntimos entre el actual ministro de Trabajo y José Pedraza, secretario general de la UF y responsable principal del asesinato de Mariano Ferreyra, en los cuales se los sorprendió in fraganti cuando aconsejaba a Pedraza “hacer un laburo sindical sobre estos tipos que entran”, conspirando para limitar la influencia de la izquierda entre el activismo que conquistó con dura lucha –contra el Estado y contra la UF– el pase a planta permanente.

En la Carta no hay lugar, junto con las demandas al gobierno municipal de más y mejores escuelas que encabezaron con su lucha miles de estudiantes secundarios, para reclamar más y mejores Universidades; es que aquí, los estudiantes y docentes se enfrentaban con los rectores K y al propio gobierno nacional. Ni hay lugar para decir que Filmus, que fue presentado como la opción progresista de Cristina frente al actual candidato a vicepresidente (ex CEMA y ex UceDé) Amado Boudou, tiene dudosos pergaminos de “progre”: se trata de uno de los principales responsables de la Ley de Educación Superior impuesta bajo directivas del Banco Mundial, que significó una degradación de la educación y le imprimió un marcado sesgo privatista.

Los “desmemoriados” intelectuales K no advierten que lo ocurrido con el caso Schoklender ha puesto de manifiesto, de una manera brutal, cuál es la verdadera cara de la tan festejada ‘política cultural’: la integración y la cooptación de las organizaciones populares al Estado, con su correlato de corrupción y disgregación. En la Carta Abierta no hay lugar para señalar que los mecanismos de cooptación y regimentación estatal kirchnerista derivaron en los escándalos del Inadi y el caso Schoklender, y esto justamente cuando el oficialismo quiso usufructuar las luchas democráticas en las propias listas a legisladores de la ciudad, con una María Rachid que ahora buscan sacar de escena. Tampoco hay lugar para denunciar que lo “indígena soterrado” estuvo presente en la ciudad durante meses, con el acampe de la comunidad Qom en la 9 de Julio, pidiendo justicia por el ataque de Insfrán, aliado de este gobierno, y mucho menos que fueron hostigados por La Cámpora.

No alcanzó a secarse la tinta de la Carta Abierta 9, cuando el jueves 23/6 la Policía Federal comandada por Nilda Garré llevó adelante la represión contra el acampe de la delegación de docentes de Santa Cruz, del que participó también el Frente de Izquierda y los Trabajadores. Por si esto fuese poco al candidato de Carta Abierta, Daniel Filmus, se encargó de reivindicar abiertamente la represión mostrando la realidad del proyecto que defiende. Los trabajadores de la provincia de la presidenta viajaron miles de kilómetros para buscar una solución a sus reclamos y el Ministro de Trabajo y candidato a vicejefe de Gobierno se negó a recibirlos. Durante estos más de 50 días de huelga han recibido por única respuesta a sus reclamos la represión, el hostigamiento de agrupaciones oficialistas como La Cámpora, e incluso el intento de bloqueo por parte de la gendarmería del arribo a la provincia de la caravana de solidaridad con su lucha que llegaba desde distintos puntos del país.

¿Es esto lo que tiene para ofrecer Carta Abierta para la ciudad de Buenos Aires? Frente a este proyecto, y al de la centroizquierda sojera de Pino Solanas (que ante los empresarios de IDEA propone un organismo que “supervise” las manifestaciones para sacarlas de las calles), separada solo por la distribución de cargos de sus aliados naturales como Binner y Luis Juez, representantes también de las grandes empresas automotrices del país, el Frente de Izquierda ha ganado numerosos apoyos de intelectuales, docentes y artistas, y ha abierto un auspicioso debate no solo sobre cuestiones inmediatas, como el programa del Frente, sus perspectivas en la arena electoral y la pelea democrática contra las condiciones proscriptivas impuestas por la nueva ley electoral, sino problemas de más largo aliento, como la expresión de una opción política independiente, la lucha contra el trabajo en negro, precario y la superexplotación, la opresión nacional por parte de las naciones imperialistas, la destrucción del medio ambiente por parte de los monopolios y los agravios e injusticias que cotidianamente sufre nuestro pueblo trabajador. Una expresión activa de este apoyo fue la asamblea realizada el 17/6 en la Facultad de Ciencias Sociales, donde 300 participantes discutimos cómo tomar en nuestras manos el apoyo al Frente y batallar contra la idea pretendida por los intelectuales K de que “a la izquierda del kirchnerismo está la pared”.

Los intelectuales, docentes, artistas y trabajadores de la cultura que apoyamos al Frente de Izquierda defendemos una alternativa a la “construcción cultural” de los kirchneristas: una alternativa que no puede ubicarse en otro lugar que junto a los trabajadores. Los candidatos del Frente de Izquierda y de los Trabajadores están a la cabeza de las principales luchas de los trabajadores y combates democráticos. Myriam Bregman, candidata a jefa de gobierno, ha defendido a cientos de trabajadores y procesados por luchar; como parte del colectivo Justicia Ya!, que reúne organismos que se han mantenido independientes del gobierno durante estos años, ha llevado la querella en los juicios contra los represores, entre ellos el de la mega causa ESMA, aquella en la que se juzga a los asesinos de quien en una esquina de esta ciudad enfrentara a sus captores cuando difundía una “Carta Abierta” contra la junta militar que retomaba la tradición de cartas públicas en defensa de las causas justas y denunciando a los Estados que eran responsables de esas demandas insatisfechas. Nuestra lista de candidatos a legisladores está encabezada por Marcelo Ramal, que viene desarrollando una tenaz campaña que ha puesto en evidencia, a través de debates y polémicas, la orientación social reaccionaria del macrismo, la centroizquierda y los K, que vienen “cogobernando” la ciudad de Buenos Aires desde hace años. Nuestras listas incluyen a quienes fueron parte de la lucha de docentes y estudiantes universitarios, como el candidato a vicejefe de Gobierno José Castillo, docente universitario de larga trayectoria en la UBA y otras universidades, y luchador del gremio docente universitario. También integran las listas del Frente de Izquierda, Alejandro Lipcovich, presidente de la FUBA y candidato a legislador; quienes enfrentan en el INDEC las patotas K, como Marcela Almeida; u ocupan un lugar destacado en las luchas contra la burocracia y una nueva dirección sindical, como Claudio Dellecarbonara y Vanina Biasi.

El Frente de Izquierda y los Trabajadores pone en primer plano la pelea por terminar con las tercerizaciones, y por eso estuvo en la primera línea de la lucha de los ferroviarios. Plantea la necesidad de una reforma urbana integral para terminar con la situación de emergencia habitacional que tienen 150 mil familias en la Capital, la ciudad más rica y más desigual del país: por eso nos movilizamos a pesar del cerco policial en apoyo al legítimo reclamo de los ocupantes del parque Indoamericano. Después del triunfo que ha representado la obtención de una banca obrera y socialista en las últimas elecciones de Neuquén, tenemos planteada una lucha política para llevar a la izquierda a la Legislatura porteña, que sea una tribuna para los trabajadores que viven y trabajan en la ciudad, para luchar contra los pactos que tanto abundaron entre el macrismo, la centroizquierda y los K. Frente a la apología del “mal menor” que proponen los intelectuales de Carta Abierta que llaman a votar a los Filmus-Grosso y a los Tomada-Pedraza, los docentes, intelectuales, universitarios y artistas que apoyamos al Frente de Izquierda llamamos a dar una pelea de fondo para que las banderas históricas de la izquierda y del socialismo se transformen en una alternativa política para millones de trabajadores.

COORDINACIÓN ABIERTA DE LA ASAMBLEA DE DOCENTES, INTELECTUALES Y ARTISTAS EN APOYO AL FRENTE DE IZQUIERDA Y DE LOS TRABAJADORES

02/07/2011